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Despiadado amor

Comienzo.

El bullying es muy normal entre niños y por desgracia así da comienzo esta historia, donde la protagonista es otra realmente destinada a sufrir por el destino y las malas decisiones.. 

- Ya vasta dejenlo- Dice la pequeña niña agarrando al niño de la mano para que él se levante. A ella no le gusta para nada que la gente trate de hacer sentir mal a las personas y mucho menos a la gente inocente.

Más el  pobre niño no se levantaba aún permanecía sentado en el suelo con la cabeza entre las piernas, ella no comprendía cómo podía existir gente tan ofensiva que se encargaba de hacer sentir mal a otras personas en ese caso ese pobre he inocente ni;o. 

- No les des el gusto de que te vean así- dijo la pequeña estirando su mano para tomar la mano del pequeño quien no paraba de llorar en el suelo. 

- Gracias a nadie le importo, no tengo amigo, todos me dan carrilla, ya estoy cansado de esto- dijo el niño tratando de secar sus lágrimas, las cuales salían sin parar de sus ojos.

- Si, se que es difícil pero yo seré tu amiga a partir de hoy y nunca te dejaré te lo prometo!- dijo la niña con cierto brillo de inocencia, el niño tomó la mano de la hermosa niña, se puso en pie y se alejó de todo lo que pasaba alrededor. 

Ese día por alguna extraña razón. se sintió valorado y apreciado por alguien. saber que a pesar de todo cuentas con un buen amigo puede iluminar tus días. 

Ellos empezaron a ser más unidos en la escuela, se volvieron los amigos más inseparables del mundo, la pequeña no paraba de reír en su compañía ni el paraba de hacerlo, amaba saber que alguien como ese pequeño niño regordete se convirtió en su mejor amigo y confidente, a pesar de ella ser una de las niñas más populares del instituto, saber que alguien le importa realmente sincero y sin medias tintas es emocionante. 

Los niños se van al final del pateo allá donde otros niños no se atreven a ir por qué dicen que se aparecen fantasmas, mas ellos son temerarios y les encanta ir en contra de lo sobrenatural, ya que no creen en nada de eso.. Siempre cuentan que los fantasmas están en toda la escuela e incluso que la escuela fue construida sobre un cementerio. Típico que digan todas esas cosas en las escuelas. 

–¿Le temes a los fantasmas?-- preguntó el pequeño niño. 

- ¡No, los fantasmas no existen!- Respondió el joven y se encoge de hombros, eso es algo que para ella no está comprobado aun, así que creer en algo que aún no ha visto no está en discusión. –Pero mira allá se movió solo, Hec, creo que si existen los fantasmas !¡Aaaah! – la niña se bajó del árbol y salió corriendo, mientras el pequeño niño corría detrás de ella. 

Cuando al fin la alcanzó, el comenzó a gritarle.

- ¡Te odio!- Le dice cruzando sus brazos y poniendo cara de ogro, pero la risa estaba por traicionarlo, sin duda sabía en el fondo de su corazón que ella era muy bromista, además de hermosa. 

-perdoname!- se acerca a él y le da un beso en la mejilla, el niño siente que su corazón dio un gran brinco, ella, la niña de sus sueños los besaba aunque fuera en la mejilla. .

- ¿ quieres ser mi novia?- preguntó el pequeño rojo como un tomate, en el fondo sabía que ella diría que no, pero aun así, no se detuvo con la pregunta que salía de sus labios. En el fondo lo que más deseaba era que ella dijera si, si quiero ser tu novia. 

- Si, si quiero!- respondió la niña. 

–Ya sabia que dirias que no– dijo El niño con la cabeza agachada, sabía que ella diría que no –Espera qué dijiste?-- dijo el niño muy pero muy sorprendido.

–Que si quiero ser tu novia– respondió la pequeña con una sonrisa.- ¿Y ahora qué hacen los novios?-

Ambos trataban de reflexionar en eso, él nunca había tenido una novia y ni había pensado que una pequeña y hermosa niña diría que si quería ser su novia pero la idea de ser novios era alucinante. 

- Creo que se abrazan- Dice ella , aunque la verdad los nervios la estaban consumiendo de a poco. 

Ambos niños se abrazan, con el corazón en la mano, aunque solo eran pequeños y no sabían del verdadero significado de la palabra novios, así que los siguientes días ellos continuaban como siempre sin que nada cambiará, no eran novios o niños que se demostraban que eran novios en público ni en privado.  Al pasar de los días su noviazgo va muy bien cada vez mejor, incluso parecen amigos solamente no algo más, no hay besos ni arrumacos a lo máximo que han llegado es a abrazarse y tomarse de las manos.

- ¿Aún no llegan tus padres?- preguntó Hec sin dejar de ver el rostro de la hermosa niña que tenía frente. 

–No por desgracia siempre llegan tarde– respondió la pequeña con la cabeza abajo, no  se atrevía a ver a su amigo, decirle que a sus padres no les importa pasar a tiempo por ella no era algo que le gustara mucho, ya que ella siempre se mostraba alegre y con una enorme sonrisa de por medio. – Y tus padres no vendrán por ti?-- preguntó la joven.

–No mis padres tienen trabajo, pero como siempre mi hermano vendrá por mi.-- dijo el pequeño con una sonrisa, a él le encantaba pasar tiempo con su hermano, y eso la pequeña lo sabía muy bien. 

–Hec, vámonos– gritó el hermano de Hec. 

- ¡Ya voy nomás me despido de mi novia!- Grita el de regreso.

Hec voltea a ver a la pequeña aun lado de él y le sonríe. 

–Ahi esta mi hermano, ¿quieres que te llevemos a tu casa?--

El hermano sólo sonríe y se acerca a ellos, con curiosidad conocer a la novia de su hermano quizá pintaba a ser muy interesante. 

- ¿Así que tú eres la novia de mi hermano?-  cuestiono viéndola directamente a los ojos algo en ella le resultó familiar pero no se recordó en el momento o tal vez si… solo tenía un vago recuerdo de los ojos del hermano de Hec.- ¿Dime qué le viste a mi hermano? guapo no es- Preguntó él con indiferencia pero no por que despreciara a su hermano, su hermano lo era todo para él, a pesar de ser medios hermanos, pero el si recordaba muy bien a la pequeña frente a él.

–Le vi su hermoso corazón– respondió la pequeña

El hermano de Hec, sonrió después eliminando su cara de póquer. Aunque por dentro sentía molestia, él no estaba muy feliz de que esa chica fuera la novia de su hermano menor, los celos o la envidia lo estaban carcomiendo. 

- Ya vámonos- Le dice jalando a su hermano del brazo para que se vayan, no quería estar más tiempo parado frente a esa niña. 

La pequeña iba a decirle a Hec que si quería que la acompañaran a su casa pero al final no dijo nada al ver el mal humor del hermano de Hec. 

- ¿Por qué le hablaste así?- preguntó Hec mientras caminaba al lado de su hermano. 

- Por nada solo no me gusta para ti, es bonita y no lo se siento que algo esconde, no deberían de ser novios, termina con ella, si te lastima no quiero ser tu paño de lágrimas– Hec comenzó a sonreír sin parar, sentía que su hermano actuaba extraño, pero él siempre deseaba verlo feliz así que no lo comprendía del todo. 

- No digas eso ella tiene un buen corazón!-  dijo Hec – Ella jamás me lastimara, solo basta con verla para saber que su alma es blanca, y no oscura como la nuestra–

- Ya lo veremos– dijo el otro joven.

La niña duró casi dos horas esperando a que sus padres fueran a recogerla a la escuela, prácticamente toda la semana le hicieron lo mismo, ella era acompañada por Hec, y su hermano a su casa casi todos los días, ya que sabía que no llegarían por ella. 

Un día al salir de clases  Hec, se fue solo ya que su hermano no pasaría por el, asi que la chica dijo que no se preocupara por ella, sus padres lehabian dicho que pasarían en 20 minutos por ella, pero lo que los pequeños no sabían era de lo que se escondía entre las sombras acechando a la pequeña como si fuera un fantasma. 

- ¡Niña!- La pequeña voltea hacia todos lados, pero al ver al hombre encargado de hacer la limpieza respira profundo. 

- ¿Qué pasa señor? ¿Necesita algo?-- pregunto la pequeña

- No estoy tan viejo solo tengo 30 anos.- dijo el joven haciéndose el enojado, no le gustaba que lo llamaran señor. 

–Perdóneme señor no fue mi intención faltarle el respeto–

- Tu novio dejó algo en la parte de atrás de la escuela, ¿aún no llegan tus padres? podemos ir por él- Preguntó el joven con una sonrisa

–Ok, pero ellos no tardan en llegar, que sea rapido por favor– dijo la niña

La niña no vacila y lo sigue, a pesar de que con cada paso sus piernas se volvían más duras para caminar, sentía que algo no iba bien, así que dudaba para mover los pies al caminar, y más cuando el intendente la llevó a su oficina. 

La niña entra y él cierra la puerta detrás de ella.

Ella sintió una corriente fría rodeando todo el cuerpo. y más cuando el hombre la cargó agarrandola de la espalda y llevándola contra una mesa de madera que se encontraba en ese lugar. 

- Dejenme ir por favor- Dice la niña al sentir como el pesado cuerpo del hombre se sube arriba de ella y empieza a besar sus labios y su mano empieza a entrar por debajo de sus falda, y el terror se apodera de la inofensiva chica, no sabía realmente cómo reaccionar pero dejar que él le hiciera algo no era una opción.

Ella se pone en pie después de darle una patada Ella luchaba para abrir la puerta pero al ver que no podía, mientras el hombre permanencia flexionado por el dolor ella agarró lo primero que tuvo de frente y golpeó con fuerza el cristal de la puerta metió su mano ocasionado algunas cortadas, y abrió la puerta por afuera, ella salió corriendo sin mirar atrás, mientras el hombre trataba de ponerse en pie. 

- Regresa aquí maldita chica- Grita el intendente en voz firme. 

Ella corre con todas sus fuerzas,dejando al desagradable hombre muy atrás, cuando va a la salida y choca contra un muchacho, pero su respiración se normaliza al ver contra quien ha chocado. Ella se esconde detrás de él, y le cuenta todo lo que ha pasado, el joven llama a la policía, para que se lleven al intendente, aunque el hombre no se cansaba de repetir que él no ha hecho nada, aun así se lo lleva.

Los padres de la niña llegaron unos minutos después pero al ver la situación parecen molestos, se la llevan a su casa \pero no estaban molestos de que su hija casi era abusada sino por el hecho de que el intendente era hijo de los socios que más ganancia le traían a la compañía familiar, el solo estaba trabajando en esa escuela por un castigo de su padre, y cuando el padre del intendente se entere que su hijo era arrestado por culpa de la hija de un socio el se molestara mucho

- ¿QUÉ ESTÚPIDA ERES POR HABLARLE A LA POLICÍA, PODEMOS PERDERLO TODO POR TU CULPA?- el papá de la pequeña le da un golpe en la cara que casi la arroja al suelo.

- Papá, el intento tocarme!- l pequeña comenzó a llorar.

- Más te vale que digas la verdad por qué o si no nos quedaremos en la ruina y te mandaré muy lejos!- Le dice su madre aunque ella no hablaba así porque quisiera hacerlo sino porque le daba miedo su marido, por dentro se sentía fatal por darle la espalda a su linda hija..

La niña sube corriendo a las escaleras, mientras no para de llorar, ¿cómo es que ella no podía tener unos padres normales? Unos padres que se preocupan por ella como era debido se cuestionaban entre llantos.

Ella no fue a la escuela por dos semanas, cuando sus compañeros trataban de buscarla en casa los sirvientes y sus padres les impedían verla, argumentando que estaba enferma.

Llegó el día del juicio, los padres de la pequeña la martirizaron psicológicamente para que ella retirara las acusaciones y buscarán a otro culpable.

Algunas horas después el intendente salió sin ningún cargo en su contra. Se declaró que el que le había hecho daño a la pequeña era su novio, no el intendente. 

Las clases fueron retomadas con normalidad para la niña, pero no para Hec no fue igual, sus padres  se molestaron con él pero al final le creyeron sabían que su hijo no era capaz de hacer algo así con una niña y en la escuela se burlaban de él no lo bajaban de violador, y los niños se alejaban de él, incluso sus padres pensaron en cambiarlo de escuela, para que si hijo no sufriera de esa manera. 

La niña trató de acercarse a él en varias ocasiones pero él la rechazó.

- Que sea la última vez que te veo cercas de mi hermano, si te vuelves a acercar a él te arrepentirás! Mentirosa, no sabias el daño que tu testimonio puede ocasionar!-  Él empieza a caminar a dirección a donde iba su hermano, no quería que esa niña lo lastimara más de lo que Hec ya estaba, así que la alejó de él y se juró que protegerá a su hermano de quien sea. 

Un día se dio la noticia de que Hec había muerto, y ella fue enviada al extrangero a estudiar en un convento.

Entre las sombras

Ya han pasado los años nuestros protagonistas ya no son unos niños, han crecido mucho tanto en cuerpo como en personalidad.

Al fin ella volvía del extrangero, donde sus padres la recluyeron como un castigo inmerecido. 

Desde que bajó del avión alguien la seguía de cerca, ella sin darse cuenta y con la sensación de sentirse vigilada estaba feliz de volver.. Estaba feliz de ver a sus padres de nuevo.  Al fin habían llegado, al fin regresó después de mucho tiempo ella al fin miraba su casa, el lugar donde siempre quiso regresar. 

Más dos personas se comunicaban entre las sombras, uno hablaba con el otro, el que parecía ser el jefe le decía al subordinado que mantenga a la joven vigilada.

Múltiples fotos fueron tomadas de la chica del aeropuerto a su casa, el espía no dejaba de seguirla toda la semana desde su arribo las fotos no pararon, el hombre se encargaba de seguir las órdenes de su jefe al pie de la letra. 

Mientras tanto 

- ¿Hijo cómo va todo?- Dice una señora de mediana edad, la madre de ese despiadado hombre era igual de despiadada que él pero él no se dejaría manipular por nadie ni por su madre. .

- Mejor de lo que pensé madre!- Dice con una sonrisa al parecer su víctima estaba cayendo en la trampa.

Después de dedicarle esas palabras a su madre, él entra a su despacho, y llama a su espía.

- Buenas tardes joven!- Contesta el espía del otro lado del teléfono.

- ¡Información!- pide sin responder el saludo del hombre, mientras en sus manos abría una carpeta donde se miraban las fotos que ya habían sido tomadas con anterioridad.

Fotos de la joven con su familia, riendo el joven solo miraba con atención lo linda que la joven se había vuelto cada vez era mas y mas hermosa, de eso el no tenia ni la menor duda. 

“Veremos quien ríe al final" Se repetía el en la mente, más su mirada recorría cada parte del cuerpo de la joven.. el deseo en sus ojos se dibujó con una sonrisa perversa.

- Las empresas de esa familia están apunto de caer en bancarrota tal cómo usted lo pidió joven, los inversionistas ya han abandonado toda esperanza con ellos, ¿algo más que desea que haga?- menciona el hombre del otro lado del teléfono, el espía sabia que trabajar para Ed le traería muchos beneficios asi que seguia todo al pie de la letra. 

- Si, quiero que sobornes a los inversionistas para que pongan demandas y busquen algún trato ilegal en contra ellos  los quiero en la ruina total- Decía él con irá en su voz.

Cuelga la llamada después de pronunciar sus últimas palabras., por lo general el siempre tenia la ultima palabra asi que absolutamente nadie podía ir en su contra. 

“has crecido mucho ya no eres una niña, ¿que haré contigo?” dijo él mientras recorría con sus dedos el rostro de la joven.

La joven en la foto se miraba bañándose en el lago solo con su bañador de dos piezas. El cual recalca a la perfección la hermosa figura de la chica, sus pecho bien formados heredados de su madre y un trasero que haría que cualquier hombre la deseara, y Ed no era la excepción él la deseaba solo con ver lo mucho que esa joven delicada había crecido. Piernas muy bien ejercitadas y largas, sus cabellos aún seguían dorados al parecer nunca habían sido pintado.

“Bienvenida a mi mi mundo" dijo él tirando las fotos sobre su escritorio.

En otra ciudad.

- ¿Qué está pasando?- Gritaba el padre muy molesto arrojando todo lo que había en su escritorio.

- ¿Qué sucede querido!?- Se acercó  la esposa a querer consolar a su esposo, pero él no estaba de ánimos para ser consolado por la desagradable mujer que le parecía su esposa..

El esposo en reacción la aventó al suelo con gran fuerza que ella se golpeó la cabeza.

- La empresa está en la ruina, solo nos queda un inversionista, el cual nos dio de plazo una semana para pagar los pagarés que están firmados a su nombre y como si fuera poco nos han demandado ocho inversionistas por desfalcos de fondos. - dijo el señor sin poder ocultar su molestia e irritabilidad, deseaba descargar todo el coraje en su esposa, así que la vio con ojos de demonio lleno de ira.

- Querido ya veremos cómo solucionarlo- Dice la mujer tratando de abrazarlo, pero él la rechaza.

- ¡No me toques maldita mujer!- Le grita el señor saliendo de su estudio. - Me voy a la oficina no me esperes despierta!- dijo el, mas lo que él quería era desestresarse en los brazos de su amante y secretaria

El señor sale con rumbo a su oficina. En cuanto vio a la secretaria no fue necesario hablar ya que sin hacerlo ambos comprendian que él quería que ella lo siguiera a su oficina. 

Ambos entran a la oficina encantó la puerta se cierra el señor toma por la cintura a la secretaría y la besa él deseaba apoderarse lentamente ya la vez salvajemente de su secretaria pero la secretaria tenía otros planes. 

La joven se aleja del señor.

- ¿Qué le pasa?, No vuelva a tocarme usted está en la ruina aún más que yo y aún quiere tocarme .- dijo la mujer con asco. 

- ¿Qué te sucede ? maldita perra– dijo el hombre lleno de furia

-A mi no me vuelve a llamar perra, usted nos sirve ya no tiene dinero, aparte es un viejo asqueroso, solo lo hacía por las cosas que usted me compraba, ahora sí me disculpa renunció- La joven sale de la oficina.

Mientras se escuchan ruidos en la oficina como si alguien la estuviera destruyendo.

- ¡Maldición!- Gritaba el hombre del otro lado dentro de la oficina.

La secretaría no paraba de sonreír mientras tomaba su celular y hacía una llamada.

- ¡Está hecho joven!- dijo mientras su celular sonaba con una notificación del banco del cual le depositaban una gran cantidad de dinero, todo había sido planeado por Ed. 

- Ok - dijo el joven.

Ambos colgaban el teléfono sin decir nada más.

La secretaría siempre fue una espía de Edward la cuál siempre le informaba de los negocios que el señor trataba de llevar a su compañía.

En otra ciudad.

- Regresaré - decía el joven a su mayordomo.

Quien solo se dedicó a asentir y a preparar el jet privado.

Después de una hora y el mayordomo arribaron a la ciudad en la cual habitaba la joven. 

- Joven - El mayordomo le abre la puerta del auto nunca había visto a su jefe tan decidido a acabar con alguien, y sabía muy bien lo que su joven jefe era capaz de hacer. 

Mientras él entra Ed le habla con amabilidad, al mayordomo.

-comunícame con el espía quiero saber qué hace la pequeña en este momento- Dice Ed

El mayordomo toma su teléfono y marca al espía, poniendo el teléfono en altavoz en el auto.

- Si joven- contesta al instante.

- ¿Dónde está ella?- pregunta el mayordomo.

- Ella se encuentra de compras, en el centro comercial- dijo el hombre

- ¿Así que de compras?- Dice Ed viendo por la ventana.

En el centro comercial. 

Ya está próximo a anochecer, a lo lejos se ve una hermosa puesta de sol, con sus colores naturales, naranjas. El sol se ve ya muy bajo y se proyecta en el mar, es una vista maravillosa de la cual disfrutaban las parejas enamoradas en algunas citas.

”Creo que es hora de que me recuerdes pequeña!” Dice en su mente.

- Ya sabes que hacer- Le dice al espía del otro lado del teléfono.

- Hija amor, ya entrarás a la universidad ¿por qué hasta ahora haces tus compras de útiles?- Dice la madre de la joven. 

- Madre no tenías que venir conmigo, deberías de regresar te ves cansada- Dice la joven mientras sostiene unas cuantas libretas en su mano echando las a la canasta de las compras.

- ¿No te importa si regreso a casa?- Cuestionó la señora estaba casada ya que su esposo no la dejaba dormir y a veces la golpeaba así que el temor de que él llegue a hacerle daño no la dejaba cerrar el ojo..

- ¡No madre ve a descansar!- Le dice la joven con una sonrisa.

La madre de la joven termina yéndose, mientras su hija continúa con las compras, de ahí pasa a una hamburguesería y pide una hamburguesa de pollo con extra papás.

Ya ha anochecido el reloj anuncia que estaban por dar las 10 de la noche y la joven sintió que era momento de regresar a su casa. 

Por más que busco al chofer se dio cuenta que él no estaba por ningún lado. 

Ella aún recuerda dónde está la parada de autobuses así que se dirige hacia allá rogando que aún siga ahí después de siete años., y que ahon allá transporte por la hora ella sentía que ya no había forma de volver. 

Mientras unos hombres seguían de cerca a la joven, al llegar a un callejón los hombres se apresuraron más, la joven al sentir que alguien la seguía de cerca empezó a correr mientras corría chocó con algunos que la esperaban justo a la mitad del callejón.

- Mamacita!- dijo el hombre tratando de impedir el paso.

- Voy a comerte- dijo otro que estaba detrás de ella.

- Auuuu-

- ¡Pero qué trasero!- uno de los hombres trataba de tocarla. 

La aventaron al suelo y no paraban de decirle obscenidades mientras ella gritaba con asco para que la soltaran. 

- Déjenme por favor- Gritaba la joven con desesperación y con lágrimas que no paraban de salir de sus ojos.

- deja de moverte- Le gritaban mientras unos rasgaban su vestido y otros la agarraban de los brazos y piernas, el que parecía ser el líder empezó a desabrochar su pantalón mientras la pobre niña no dejaba de pedir por ayuda.

En el auto de Ed.

- ¿Joven Ed nos vamos?- Le preguntaba el mayordomo, mientras su auto permanecían estacionado al final del callejón donde tenían vista perfecta de lo que ahí sucedía.

- No aún no, quiero escucharla gritar un poco más!- Dijo él sin apartar la mirada 

- ¡AYUDA! AYUDA!!!- Gritaba la pobre joven, mientras sentía como el hombre empezaba a besar su cuello y desgarraba con fuerza la parte de arriba se su vestido dejando a la vista sus pechos los cuales el hombre manoseaba con fuerza. provocando mucho dolor

- ¡Ya para por favor!- –La joven se desmayó, después de luchar y luchar para que la soltaran.

Drogada

¿Por qué dejó de gritar? no me digas que no aguanta nada- Dice Ed al no escuchar los gritos de la joven, él está decidido a bajar del auto. 

- ¿Joven que piensa hacer?- preguntó el mayordomo más él ya se imaginaba lo que su patrón tenía en mente. Ed no vacila y baja del auto.

"¿Ella se rindió tan fácil?" Se preguntó a sí mismo, pero eran demasiados hombres como para saber que aunque luchará lo inevitable estaba por suceder, él se acercó hasta ver con claridad el rostro de la joven.

- Muevan ya no resistió más que no le tuvieran el respeto que el merecia asi que  comienza a golpear a los hombres con desprecio, cada golpe estaba lleno de ira, él amaba ese deseo de hacer daño a los demás, pero tampoco comprendía por qué no dejaba que ellos hicieran lo que querían con esa jove. 

- ¡Por favor ayuda!- Dice la joven, más él la ve con arrogancia, se inclina hacia ella

Al ver qué Ed la tomó entre sus brazos y la levanta del suelo, ella suspira aliviada pensaba que su salvador había llegado pero la realidad es otra aún más dolorosa.

- Guarda silencio- ordenó Ed  con voz fría viéndola a los ojos.

- ¡Gracias por ayudarme!- Apenas y puede emitir palabras. 

Ed la sube a su auto.

- ¡ conduce a la mansión!- ordena y el mayordomo solo se dedica a manejar sin decir absolutamente nada.

La joven chica  está confundida.

- ¿a dónde me llevas?- pronuncia la joven con temor.

- está noche nos divertiremos!- Dijo Ed con un destello de maldad en su mirada, lo que él planeaba para ellas era algo doloroso sin duda. 

- ¡no déjame ir!- Gritó la pobre chica y trata de abrir la puerta del auto más el mayordomo pone el seguro para niños.

Ed abre un maletín donde se miraban varias jeringas y sustancias de colores extraños, tomó una y la puso en una jeringa.

- ¿Qué vas a hacerme?- hay tanto miedo en la mirada de la chica que se recorre hasta el final de su asiento.

- Solo es un afrodisíaco, te gustara lo que voy a hacer- dice el acercándose a la chica con jeringa en mano.

- ¡No déjame!!!!- Gritó la joven.

Después de tanto luchar las energías de la chica van desapareciendo, sintiendo como su interior comienza a arder, la joven se pregunta qué habrá hecho para merecer eso, mientras lágrimas se desbordan sin parar de sus ojos.

- ¡Tengo mucho calor!- la chica comienza a querer mover su rasgado vestido, la ropa la incómoda.

- ¡Puedo ayudarte!- Dice Ed atrayéndola hacia él.

El joven la besa sin ningún toque de delicadeza, le muerde su labio inferior mientras se aleja de ella

- ¡Sabes deliciosa a fresa, me encanta!- Pronunció él mientras tocaba donde la chica lo mordió.

- Joven ya hemos llegado- Lo interrumpe el mayordomo.

Ed baja del auto con la chica entre sus brazos.

- Puedes retirarte, ve a descansar nos vemos mañana!- Le dice Ed amablemente a su empleado.

- ¡Gracias joven que pase una agradable noche!- Ve a la joven. "Dios apiadate de está pobre joven" rogó.

Ed sólo sonríe y ve el rostro de la joven entre sus brazos.

- La pasaré muy bien esta noche- Le dice y empieza a subir los escalones hasta llegar a su habitación.

Abre la puerta de su cuarto y avienta con nada de delicadeza a la joven sobre la cama.

El se sube a la cama justo arriba de ella sin dejar caer por completo su cuerpo.

- ¿No me reconoces verdad?- Preguntó  él alzando la cabeza de la joven para besarla.

La besa sin ninguna limitación, muerde cada vez que puede su labio  mientras que con sus manos termina por desgarrar el vestido de la chica dejando su pequeño cuerpo totalmente desnudo.

- ¿¡Por qué haces esto!?– 

- ¡Deja de moverte!- le ordena el.

Ella lo escupe en la cara y él le da una bofetada en respuesta.

- Vuélvelo a hacerlo y te tumbare los dientes!- Dice él con mucha frialdad en  sus palabras.

Su corazón es tan  duro y frío.

El joven se pone en pie y deja caer su ropa al suelo quedando totalmente desnudo, sube a la cama y empieza a besar, morder y tocar cada parte del cuerpo de la chica, le deja algunas marcas de chupetes por sus pechos y trasero, le abre la piernas y mete su hombría con dureza en el cuerpo de la joven.

- Me duele para, me duele- Ese día la pequeña joven perdió su pureza de la forma más dolorosa.

La tuvo en bastantes posiciones hasta el amanecer hasta que su cuerpo se cansó de ella, la joven sin fuerza se desmayó del dolor una o dos horas antes de que él terminara de satisfacerse, el cuerpo de la joven era alucinante para él, entrando por completo en un deseo inmenso, sus paredes estrechas y como ella lo apretaba lo hacían querer más y más de ese delicioso cuerpo.

"Tengo que salir de aquí". era lo único que ella pensaba cuando despertó adolorida y sintiéndose terrible por la mañana 

- ¿Ya despertaste?- la cuestiono el joven Ed que se deleitaba viendo tal escena de la chica tratando de levantarse de la cama

- ¿Por qué me hiciste eso?, me violaste, yo era virgen!- Dice la chica sin dejar de llorar,

El joven se levanta del sofá y sube de nuevo a la cama recostando a la chica de nuevo.

- ¿No te divertiste anoche?

Decía mientras quitaba la sábana que cubría el cuerpo desnudo de la chica.

- ¡Por favor déjame!- Gritó la chica con desesperación, pataleaba y trataba de empujarlo pero mientras más usaba su fuerza se dio cuenta que él no se movería..

El joven se desnudo y planeaba hacerla suya de nuevo

- ¡Por favor no de nuevo, no!- rogaba a la chica

- ¡Tienes suerte a partir de hoy serás mi mujer!- Dice él tomándola muy fuerte de las manos sobre su cabeza, verla luchas le causaba aún más excitación.

Gritaba la joven como pudo movió su pierna y le dio una patada en las partes nobles del joven, trató de salir corriendo de ahí, sin duda la mansión era muy grande así que salir de ahí no sería fácil.

- ¡Joven se encuentra bien!?-  al ver qué su joven jefe se encuentra doblado del dolor y gritando preguntó el mayordomo.

- ¡TRAELA!- ordenó.

Después de un rato la joven es atrapada y llevada de nuevo a la habitación.

- Bajenme, Bajenme!!!- gritaba sin parar  la joven..

- No es tan fácil escapar de mi, siempre te encontraré!- dijo el hombre malvado, el se acerca a ella y la avienta a la cama mientras él empieza a buscar algo en su cajonera. para ello la puerta ya había sido cerrada por fuera.

La joven vuelve a ponerse en pie pero por más que intentó abrir la puerta no pudo.

- Tiene seguro por fuera no se abrirá al menos que de la orden- Dice él con una sonrisa 

- Déjame ir, ¿qué es lo que quieres de mí?, dímelo y te lo daré, quieres dinero pagaré por qué me dejes ir y jamás hablaré de lo que me hiciste anoche!- dice ella, sin parar de llorar.

El joven la agarra y la arroja en la cama, la amarra al respaldo de la cama con su corbata.

El se empieza a desnudar y después besó sus labios.

- Me gusta tu sabor- le dice mientras le muerde sin piedad el labio ella gritó de dolor y sangra a causa de esa mordida.

- Déjame ir, no para, para!!!-

- Grita más, vamos grita no sabes cómo me prende escuchaste gritar!-

El no deja de besarle el cuello mientras su  mano viaja al sexo se la chica le da pequeñas palmadas, inconcientemente el cuerpo de la chica responde a los estímulos arqueando sus caderas un poco.

- Te gusta- Dice el contra el oído de la chica, ella niega sin parar, no le gusta para nada.

- Déjame ir por favor, no lo hagas!!-

El joven deja de besar el cuello y baja a los pech** de los cuales se apodera con salvajismo hace algunos chupetones en ellos de nuevo, su cuerpo está tan marcado no terminaría de contar los chupetones que le hizo por la noche, la agarra con fuerza y la voltea, la pone en cuatro y su hombría la mete sin previo aviso por la parte trasera. Mientras por su sexo mete dos de sus dedos, las embestidas son muy rápidas y muy dolorosas, después el mete dos dedos más en ella, ella no puede evitar gritar y gritar de dolor. Los gritos de la mujer en lugar de hacer algo para que él perdiera el interés en ella lo provocaba más, y con más dureza la poseía. Sacó su hombría de la parte trasera de la chica le dio vuelta y la embistió por delante, una y otra vez hasta que él se sintió satisfecho acabando con un gran liberación dentro de la chica.

- Ya para, ya!!! Maldito déjame, me duele mucho, ya por favor, por favor por favor!–

El estaba muy sudado se levantó de la cama y entró a la ducha, sin importarle para nada la mujer que tenía recostada sobre su cama. La pobre chica no paraba de llorar, le dolía todo su cuerpo, su sexo, su trasero y sus muñecas que aún permanecían amarradas al respaldo de la cama. Después de un rato el hombre salió de la ducha y desamarro las muñecas de la chica.

- Esto no se va a quedar así!- Dijo la joven despertando la irá del joven de nuevo.

- Inténtalo y me encargaré de tu familia, ¿sabes que los tengo en mis manos?, a tu mamá, tu padre y a tu hermanito menor si a ese que está en el hospital  habitación 310 ¿Cómo se llama? Así … Gerry. - dijo él con una ligera sonrisa.

- No, por favor no con mi hermano no!- la joven no paraba de llorar.

- ¿Harías lo que fuera para proteger a tu hermano menor no?- Ed se sentó en la cama y acarició el cabello de la joven

- Si- dijo la joven con lágrimas en sus ojos.

- así funciona el amor de hermanos, deberías de pensarlo antes de hacerme enojar! ha toma esto !- El joven le da una caja con anticonceptivos y otra con la pastilla del día después. - Tómala o tendré que darla yo tener un hijo con una basura como tú es algo que no deseo!-

- Yo tampoco quiero un hijo contigo me das tanto asco.- Dice la joven chica con miedo.

- Puedes irte ya no te me antojas por hoy, te veré en la tarde!-

- ¿En la tarde?- preguntó ella.

- Tengo una reunión de negocios con tu padre-

El sale de la habitación, si la dejara ir sabe que aunque ella trate de decir algo nadie creerá en ella, era así de fácil una joven contra un CEO muy importante y reconocido ¿En quien creerían primero?

- ¿Se puede pasar?- preguntó el mayordomo al tocar la puerta en la habitación donde aún permanece la joven.

Ella no responde, pero aún así abre la puerta.

- El joven pidió que le entregará esto!- dijo él entregando una caja la ve con tristeza, ¿cómo es que su patrón es capaz de tan bajeza? - debería de vestirse el chófer la llevara a su residencia!- Dice él y después sale de la habitación de la chica.

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