En vida siempre tuve todo lo que quise, pero de un momento a otro todo eso se acabó, y cuando eso paso tuve que salir huyendo dejando atrás mi vida, mi familia, mis amigos y mi país.
Acabo de llegar al país P un lugar que solo conocí en unos viajes que realizaba con mis amigos, escogí este lugar por qué se que acá no podrán encontrarme y si lo hace van a tardar muchísimo, cuando decí escaparme me cambié de look, mi ropa, el color de cabello hasta el maquillaje es diferente se que con esto nunca me reconocerán, gracias que no tome nada de mi familia solo traje conmigo unos cuantos pesos. Ya que con el gasto del pasaje solo tengo para una noche en un hotel ya que ni para comer me alcanza.
Llegué a la ciudad H y ya está oscureciendo, es una ciudad pequeña, ya que no de sé mucha gente en la calle, pero con los pocos que me encuentro me saludan aunque no me conozcan, esto va a ser mi nueva vida.
tengo de que buscar donde quedarme, en eso mientras voy pensado que hacer, escucho un ruido fuerte si no me equivoco creo que fue un disparo.
No se si salir corriendo o ver qué es lo que está pasando, bueno al final mi instinto curioso hace que me acerque al lugar donde se escuchó el ruido.
Mientras más me acerco al lugar, escucho voces, están maldiciendo por qué creo que se equivocaron de persona o nose, la cosa es que no les escucho bien cada vez las voces son más claras y me doy cuenta que si me ven a mi también me matarán, entonces trato de esconderme para que no me vean.
Ya cuando siento que están lejos salgo de mi escondite y me acerco veo que es un callejon y está muy oscuro, trato de acercarme más, veo que un hombre está tendido en el piso ya está muerto, mejor me voy de acá no vaya ser que me cuelgan al cristiano y hay si no tengo a dónde escapar y más si ni papeles tengo.
cuando estoy para darme la vuelta y salir de ese lugar siento que alguien me agarra de la pierna. Dios Mío que susto me di, es el hombre herido en eso escucho que me pide ayuda. Está vivo y se que no le puedo dejar acá tirado.
- Señorita por favor ayúdeme, si me ayuda y salgo de esta me puede pedir cualquier cosa - creo que este hombre ya está delirando, me acerco a el y le pregunto
- ¿cómo le puedo ayudar?, yo no soy médico no se que hacer en estos casos - siento que me empieza a doler la cabeza, si muere me van a echar a mi la culpa.
- Yo estoy estudiando medicina, un favor trate de romper un pedazo de mi polo y presione en la herida que tengo en el costado de la cintura - tanto han sido los nervios que apenas me había dado cuenta que está manchado en sangre y es donde me indico.
hago lo que me indico pero no rompo de su polo sino de la chamarra que llevo puesto.
- Por favor no se duerma, dime qué más tengo que hacer- le digo ya que me estoy siento que quién se va a desmayar voy a ser yo y no el.
- No te preocupes que tengo fuerzas para rato - suelto una risa y creo que es de los nervios - en unos de mis bolsillos de mi pantalón tengo el celular no tiene contraseña, le podrías marcar a mi papá ya que el es médico y tiene su clínica muy cerca de acá.
- Si claro - hago lo que me indica - ¿cómo se llama su padre? y ¿usted?- me sonríe o eso creo ya que casi ni lo noto
- Me llamo Sergio Mendoza y mi padre Emiliano, le dices que mande la ambulancia a dos cuadras frente a un costado del hotel Imperial.
- Muy bien - marco el número que me indico y escucho que empieza a timbrar en el segundo tono se escucha.
- Sergio ¿dónde estás?, ya me tienes muy preocupado y ni que se diga de tu madre - cuando siento que va a seguir con su discurso le cortó.
- No señor no soy Sergio - siento que quiere decir algo entonces le cortó - por favor escucharme estoy ahorita con su hijo tiene una herida de bala y me dijo que le marque a usted.
- Que fue que le pasó, por favor, señorita dígame dónde está y como está mi hijo - le digo que se encuentra consiente y le doy la dirección del lugar donde nos encontramos. Me indica lo que tengo que hacer y que no debo dejar para nada de conversar por qué no puede dormir y me cuelga la llamada
-Señor Sergio por favor no se puede dormir, mejor cuénteme usted tiene familia - ya se que la pregunta es muy personal pero con algo tenía que empezar.
- claro que tengo acaso usted no acaba de hablar con mi padre - hago una mueca - solo le estaba bromeando y ya se a que se refería, no tengo esposa pero no falta mucho para tenerla, le acabo de proponer matrimonio y dentro de seis meses va a ser la futura señora Mendoza eso sí salgo de esta.
- Yo sé que lo va hacer no se preocupe - en eso escuchamos el sonido de la ambulancia vaya que rápido fue - vez ya creo que están acá para usted
Después que la ambulancia llegó, bajaron los paramédicos y atendieron al herido, también llegó la policía y yo me puse nerviosa no sabía que hacer o que decir. Entonces decidí retirarme sin que nadie me vea, pero para mí mala suerte un hombre de media edad se me acerco y me preguntó si yo lo había llamado, me sentí confusa por qué no le conocía, me explico que era el papá del herido y que hace poco yo le había llamado.
-Usted es el señor Emilio Mendoza cierto - el asintió la cabeza - soy ... - y ahora cómo le decía mi nombre - soy Ariana.. Ariana Lozano.
- Gracias señorita Lozano, de no haber Sido por usted ahorita mi hijo estaría muerto, la verdad no sé cómo agradecerle- le sonreí
- Tal vez podría dejar que le acompañe a la clínica para saber el estado de su hijo- es cierto que estoy preocupada por el chico pero más preocupada estoy por ya que la policía podría llevarme y también por qué no tenía donde pasar la noche.
-Claro no hay problema, cómo decirle que no a la salvadora de mi hijo, ya tendremos tiempo de conversar es hora de irnos- asentí y me subí con él a la ambulancia ya que los paramédicos estaban atendiendo al joven y el estaba inconsciente.
Llegaron a la clínica en menos de 5 minutos, en eso ví que un grupo de enfermeras y doctores estaban esperando en la puerta, lo que fue una atención rápida. De inmediato lo ingresaron a sala de operaciones ya que estaba perdiendo demaciado sangre.
Yo me quede esperando en una de las bancas que había en el pasillo, cuando de repente ví que se acercaba una mujer me media edad llorando fuerte, a su lado está una joven, era hermosa tenía la piel blanca, de cabello castaño que le llegaba a la cintura y un cuerpo de infarto llevaba puesto un vestido ajustado que le marcaba sus curvas a la perfección. En eso me di cuenta que me le quede viendo como una pervertida que raro que yo sea así.
Sino me equivoco creo que la señora debe ser la madre y la joven la prometida de Sergio, ya que los enfermeros y médicos les tenían respeto.
casi ya pasaron dos hora desde que Sergio entro operación y nadie a salido a decir nada, a pesar que su madre está que le grita a cada quien que pasa, ya cuando siento que me estoy cayendo de sueño las puertas se habrán y sale Emilio se le acerca a su esposa y le abraza creo que le dice que todo está bien por qué la señora se tranquiliza. Yo también doy un suspiro de alivio y decido irme por qué creo que ya nadie me necesita acá.
cuando estoy para darme la vuelta escucho la voz de don Emilio diciendo que le espere
- Señorita Lozano, todavía sigue usted acá- le doy una sonrisa - de nuevo quiero agradecerle por lo que ha hecho.
- No se preocupe, lo hubiera hecho por cualquier- miento, si solo me acerque por curiosidad y después me iba a ir, pero eso el no sabe y quién sabe tal vez es mejor. - espero que su hijo se recupere pronto, yo me retiro por qué tengo que buscar un lugar donde pasar la noche - en eso suena mi estómago y me siento un poco avergonzada ya que no comí en todo el día y estoy que me muero de hambre.
- Emilio, quién está señorita?, me podrías explicar- escucho una voz y veo que se trata de la señora Mendoza, y yo ya me había olvidado que ella también estaba acá.
- Brenda, ella es la señorita Ariana Lozano y es quien me avisó de que Sergio fue herido- trato de explicar el señor Emilio, pero la señora me miró con asco, osea que le pasa nunca nadie me había mirado de esa manera.
- Mucho gusto señora Mendoza- le di mi mano en señal de saludo pero ella solo me miró con desprecio.
- Y tú qué hacías con mi hijo, ojalá no hayas sido tu la que le provocó es a mi hijo, por qué te juro que te vas a arrepentir
-Brenda por favor comportate, y deja de decir estupideces, la señorita salvó a nuestro hijo y tú te comportas de esa manera, acaso no te das cuenta de las cosas- en es ví que la señora iba a responder pero la joven que había venido con ella se le acercó.
- Si Brenda por favor no te pongas así, la señorita solo ayudo a Sergio, y de no ser por ella quien sabe lo que hubiera pasado- dijo y empezó a sollozar.
- Tienes razón Corazón, así que por favor Emilio dale un poco de dinero a señorita y que se retire - ahora sí me que me estaba enojando, que trataba de insinuar la señora, cuando estaba por responder.
-Mejor cállate mujer, veo que tú no cambia ni aunque tú hijo estubo apunto de morir- cuando le iba a responder la señora el le hizo y un gesto - señorita Lozano le gustará acompañarme a fuera ya que Sergio está fuera de peligro pronto será trasladado a una habitación para su recuperación y todavía despertara mañana puedo salir a tomar un poco de aire.
- Claro señor - entonces le seguí hasta afuera y me di cuenta que se dirigía al estacionamiento me indico que subiera al coche - pero señor pensé que solo quería conversar - no me moví de mi lugar por qué en realidad yo no le conocía.
- Claro que quiero conversar pero primero me gustaría que me acompañara a comer algo, tengo mucha hambre y veo que usted también esta igual- en ese momento agache mi cabeza ya que me sentía un poco avergonzada de haber dudado del señor- venga suba al coche ya a 10 minutos de acá hay un pequeño restaurante que atiende las 24horas- asentí y me subí a su coche.
llegamos al pequeño restaurante y casi eran las dos de la madrugada, que rápido había pasado todos, nos sentamos en una mesa y pedimos de comer algo ligero.
- Ariana vivo en está cuidad desde que nací y conozco a todas las personas de acá y veo que tú no lo eres, que hace una señorita bonita por estos rumbos - levanté mi cabeza y le mire fijamente, que fue eso?, está muy sorprendida por sus palabras era directo. - No te preocupes no quiero que me lo tomes a mal y si mal no recuerdo me dijiste que no tenías dónde quedarte- quise responderle pero el me cortó. - sabes hace unos años tenía a mi pequeña ella se llamaba Ariana igual que tú, era muy alegre y casi tenía tu edad, siempre quiso ser independiente, pero yo por terco nunca quise que se fuera de mi lado, siempre trate de darle todo lo que ella quería, pero nunca le di libertad, así que un día ella decidió huir, pero en el transcurso del viaje ella sufrió un accidente y murió al acto, ese fue el día en que una parte de mi también murió, y hoy el accidente de mi hijo pensé que si a él también le pasaba algo ya no tendría motivos para seguir, no te imaginas lo agradecido que estoy contigo - una lágrimas empezaron a caer por mis mejillas, nose si era por su historia, por qué me hacía familiar.
- Señor Mendoza realmente lo siento por usted y por su familia, la verdad nose que perder a un ser querido, pero debe ser muy doloroso, - le mire y tenía lágrimas en los ojos, debe haber sido un trauma todo esto para el, ya que es el jefe de la casa y siempre tiene que asumir toda la responsabilidad.- para ser sincera recién acabo de llegar a la cuidad, no tengo familia ya que siempre fui huérfana y para colmo no tengo nada ya que en el viaje me robaron todo hasta mis papeles,- agache la cabeza ya que tengo un poco de vergüenza por las mentiras que le estoy echando - salí de mi cuidad natal en busca de nuevas oportunidades pero...-
- te puedo llamar Ariana - asentí con la cabeza- sabes Ariana, me gustaría mucho ayudarte en señal de agradecimiento, sabes tengo un pequeño departamento que le pertenecía a mi hija, casi tiene hay todas sus cosas ya que por un motivo u otro yo no pude deshacerme de ellos, pero ahora me alegra mucho, y que sabes hacer- no sabía que decir me sorprendió mucho que me este ofreciendo esto no lo esperaba.
- No quiero abusar de su amabilidad pero se hacer de todo.- cada vez miento mejor, por qué la verdad no sé hacer nada o si - o al menos aprendo rapidito-
- entonces no se diga más desde el lunes empiezas a trabajar como mi asistente-
- de verdad señor Mendoza - el asintió con la cabeza - me levanté como una flecha y le di un fuerte abrazo- muchas gracias le prometo que no le voy a defraudar voy a trabajar mucho - el señor Mendoza me devolvió el abrazo.
Terminamos de comer el señor Mendoza me dijo que me iba a llevar al departamento de su hija, para que me pueda instalar y dormir ya que estoy muy cansada, en el transcurso fuimos conversando mucho, hablamos casi de todo, aunque cuando me preguntaba por mi vida trataba de desviar el tema o solo le contaba otra pequeña mentira. llegamos al edificio y creo que era el más grande de la cuidad. tiene 15 pisos pero era hermoso la vista desde fuera y ya me imaginaba lo que iba ser de adentro.
Cuando entramos nos recibe un joven tiene que dentro de 18 a 20 años, saluda al señor Mendoza y el nos presenta, su nombre es Armando ya que el es el encargado del edificio junto a su padre.
después de despedirnos subimos al último piso, es donde tiene el departamento el señor Mendoza.
- Entra por favor Ariana, aunque está un poco descuidado ya que nadie ha estado acaben un buen tiempo creo que todo está en buen estado y si no es así me avisas por favor.
- No se preocupe por mi señor Mendoza esto es mucho mejor de lo que me había imaginado- y en realidad era cierto el departamento tenía al rededor de 60 metros cuadrados y casi todo lo que había acá era nuevo o apenas se había usado, los colores de decoración son suaves, se nota que esto perteneció a una mujer.
- pequeña acá tienes esto para tus gastos- saco de su bolsillo unos billetes y me dió eran 500 dolores quise rechazarle - yo sé que lo necesitas y no te preocupes tómalo como un adelanto de sueldo por si no estás cómoda, el armario del dormitorio hay ropa de mi hija y como son de contextura similar se que te pueda dar aunque no es nueva debe estar en buen estado-
- Muchas gracias señor Mendoza - le di otro abrazo
- De que pequeña si aquí el agradecido soy yo, has llegado como un ángel enviado por mi pequeña. Bueno ya me voy tengo que ver con va el estado de Sergio, y nos vemos el lunes.- con eso salió del departamento y me quedé parada en mi mismo lugar que fue todo eso.
trate de arreglar el dormitorio para poder descansar ya casi era de madrugada y estaba muy agotada, me di una rápida ducha y fui al armario, que sorpréndete es todo esto hay todo tipo de ropa. y todas tiene etiquetas como si nunca hubieran sido usadas, ni siquiera tenían polvo, así que tome un piyama delgada ya que como estábamos a mediados de setiembre el clima era muy cálido.
Ahora sí por fin voy a dormir ya mañana empieza mi nueva vida.
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