Ya en sus 24 años, se encontraba Claudia Norman´s una joven de profesión Contador auditor, con una determinada seguridad en su misma, o eso era lo que pensaba, tras varias circunstancias donde se mesclan los malos entendido, la violencia e inmadurez de sus seres queridos siente que no puede haber nada más complejo y justo después de su primer divorcio conoce a un menor de 16 años, con quien no le importa mostrar sus inquietudes de ser adulto, pero todo cambia al sentir que este le mira con otros ojos, aquellos ojos que ella también hacia mostrar en su sub consiente.
La misteriosa vida de esta ex gánste y basquetbolista profesional se convierte en caos al revolver su pasado y al no poder superar a su primer amor no logra avanzar en su felicidad.
Varias decisiones son las que debe de completar siendo que su desilusión en el amor es notable y este adolescente lo sabe, por lo que le hará cambiar de pensar a toda costa
...Jugada Prohibida...
...CAPÍTULO 01...
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-¡henry Contesta el teléfono!- gritaba Claudia después de salir del trabajo mientras caminaba por la calle hasta la parada de los buses en el que llegaría a la casa de sus padres –estúpido adolescente inmaduro ¿dónde demonios estas?- le grito a través del móvil una vez que contesto.
-cállate, estoy con amigos, llegare tarde eso es todo-hablo y corto la llamada de inmediato.
“¡lo hare llorar!” pensó e hiso parar al bus en el cual le llevaría a la casa que de hace meses no visitaba.
-¡mamá! ¡Ya estoy en casa!-avisaba de su llegada y su madre sollozaba en la cocina preocupado por su hijo menor.
-oh hija, lo siento, no pude contenerme- explicaba y la castaña de largo cabello liso abrazaba a su madre intentándola consolar.
-lo iré a buscar, no te preocupes-decía casi en susurro y luego fue a su habitación para dejar su cartera y vaciarla por completo como solía hacerlo cuando era adolescente dejando su cama repletas de cosas innecesaria que llevaba el día a día al colegio.
Dejando afuera solo su maquillaje, comenzó a caminar por el vecindario donde saludo a varias señoras ya de edad que apenas le reconocían al estar vestida formalmente y caminar con bastante elegancia que sus tacones que resonaban por toda la calle.
Sus pensamientos no dejaban de abrumarla con el hecho que su padre consentía demasiado a su hermano y eso hacía que su madre ya no fuera una figura de autoridad para el menor de 16 años donde ella no ha estado muy presente estos últimos 7 años.
-hey naco… has visto en tu sector a mi hermano-hablaba por teléfono a unos de sus tantos contactos en la ciudad.
-¿quién eres?-le preguntaba del otro lado de la llamada y que por lo visto estaba comiendo algo crujiente.
-el amor de tu idiota vida-respondía con sarcasmo y de la otra parte comenzó a toser.
-¡Claudia! Mi pequeña ha pasado tiempo desde que supe de ti, como te fue en tu boda!
-me divorcie…
-oh… -hiso una pausa para seguir comiendo y el hombre que era hijo de los socios de su padre, suspiro mostrando que le apenaba el hecho que su amiga estaba siempre en el camino equivocado de las relaciones amorosas-respecto a tu hermano, creo que lo e visto cerca de la cancha publica de la zona, siempre viene con un grupo de chicos de la población.
-gracias-dijo y corto la llamada de inmediato para intentar tomar un taxi e ir a la dirección.
Al bajar del auto saco en su bolso una cajetilla cigarrillos que es su consuelo desde que le pidieron el divorcio en el mismo momento que estuvo dos meses en la cárcel, siendo el mejor consejo que le dieron sus compañeras de celda.
-¿donde estas?-susurraba al exhalar el humo y se abrochaba el traje ya que estaba casi a oscuras y la temperatura bajaba drásticamente.
-¡no me voy a disculpar si eso es lo que quieres!-se escuchaba en la esquina donde había una cancha publica con varios chicos reunidos como si una pelea estuviese a punto de comenzar. Ella al reconocer la voz, a esa dirección y mira por fuera de las rejas que protegen el lugar y lanza al piso la colilla para pisarla tomando atención a la situación.
-oh sí, yo te obligare-decía un chico bastante alto de tez morena que mostraba ser quien lideraba a todo el equipo de basquetbol que había dejado de practicar por un conflicto entre el nuevo del grupo.
El puño del más alto estaba a punto de chocar con henry quien estaba dispuesto a no moverse y recibir el golpe pero su hermana mayor no, así que con rapidez corre hasta la escena y se coloca por delante defendiéndolo al recibir el impacto en su rostro, cayendo al suelo tras perder el equilibrio con los tacones de 10 centímetros con los que suele andar siempre en el trabajo.
-vamos, vamos-le dice a su hermano tomándolo de la manos después de levantarse del suelo y apresurarse a huir del lugar.
Avanzaron hasta la siguiente cuadra donde ella debió para ya que debía usar su inhalador pues sufre de asma crónica temporal *.
-¡eso te pasa por fumar!- le regañaba su hermano dejándola atrás que estaba avanzando y lo tomo otra vez de la mano.
-¿hola? ¿No sabes los modales básicos?-decía con ironía y lo sacudía.
-no pedí tu ayuda, ¡déjame!-tironeaba del brazo y Claudia cayo otra vez al suelo donde se dieron cuenta que su nariz sangraba por el golpe anterior.
Sin decir más ella se apoya en el brazo de su hermano que eran del mismo tamaño de 1 metro 70, fueron hasta una farmacia y se atendió su herida pero era menor y con maquillaje no se notaria al día siguiente.
-¿quieres helado?-le ofrecía y el solo asistió con la cabeza donde la castaña le pego en la cabeza-¡habla!-le exigía ya que no le gustaba esos gestos.
-¡sí!-grito para ver como su hermana le sonreía y sacaba su monedero otra vez fuera de un minimarket.
Esa misma noche fue a dejar a su hermano y volvió a su departamento en el centro de la ciudad, donde estaba completamente ordenado y solitario, desde hace bastante tiempo.
Capitulo 2
Otra vez su hermano se había metido en problemas, solo que ahora era de medio día y debió retirarse del trabajo y tomar el día para ir al colegio donde había ocurrido un accidente como le había contado henry pero ella no le creyó y estaba dispuesta a golpearlo enfrente de quien sea que estuviese ahí.
-buenas tardes, soy el apoderado de Henry norman´s-se presentaba ante el director que le explico lo sucedido
-solo fue un accidente-susurraba el menor ante la fuerte mirada de su elegante hermana al salir de la oficina mientras esperaba afuera para irse a casa.
-¿por qué peleas?-preguntaba sin dejar de mirarlo ya que avanzó por el pasillo y comenzó a seguirlo.
-eso no te importa- avanzaba con rapidez al estar a las afueras del colegio donde varias personas le esperaban.
-claro que me importa, ¡me llamaste!-decía y fue ignorada y al mismo tiempo empujada para que se moviera del lugar, aceptando al chico le iba a enfrentar a pelear.
Claudia observo que eran todos del mismo colegio y eso le tranquilazo ya que por lo menos eran de sus mismas edades y la pelea seria más justa, pero aun así no dejaría que perdiera ya que era muy delgado para competir con el sujeto que estaba al lado del moreno que le golpeo hace varios días atrás.
-¡vamos-lo detuvo del brazo recibiendo otra vez el empujón de antes-¡que no me faltes el respeto!- le empujo de un solo golpe en la cabeza del cual cayó al suelo llamando la atención de todo el grupo.
-¡que no escapes!-gritaba el chico con el que iba a pelear persiguiendo a henry que corría con gran velocidad y Claudia comenzó a hacer lo mismo pero al llegar a unas cuadras más comenzó a ahogarse y se sentó en el borde de la calle de una población.
Busco su inhalador y espero unos minutos a que el medicamento hiciera acción y comenzó a correr a donde lo había visto antes pero solo estaban ese mismo grupo jugando basquetbol y su hermano no se encontraba, así que llamo a casa donde su madre le dijo que había llegado hace unos minutos.
“juegan bastante bien…” pensó al quedarse unos minutos en el lugar aun observando y recuerda que ella estaba en el equipo de baloncesto de su escuela siendo una prodigio en el deporte.
-¡ya llegue!-anuncio al estar en su casa y sus padres le recibieron con gran cariño.
-quédate, mañana te puedo ir a dejar al centro- le proponía su padre con gran entusiasmo así que no pudo rechazarlo.
Cenaron todos juntos que hasta era raro para su madre que estaba con los ojos llorosos cuando fue buscar un cubierto y al volver observo a todos reunidos.
-¿estás en una pandilla?- preguntaba después de haber entrado a la habitación de Henry.
-vete de mi habitación- decía recostado viendo su celular e ignorando la pregunta.
-si haces preocupar a mamá otra vez seré yo quien te discipline-advirtió
-¡cállate! ¡Porque no solo te vas con tu ex esposo y ya!-elevo la voz tocando un tema que le dejo sin aire y solo se fue de la habitación ya que eso le recordaba el porqué se divorcio y le dolía pensar en aquello.
Sin más cierra la puerta con cuidado y se apresura a su habitación, nunca pensó en que simples palabras le dolieran incluso más de las de su ex esposo cuando la criticaba sin parar todas las tardes después del trabajo.
“¡no has podido olvidar a tu amiguito ese!” recordó cuando intentaba cercarse las lágrimas pero fue para peor, aun no podía olvidar a su primer amor.
Al día siguiente, después de su arduo trabajo en archivar documentos en la computadora y demás libros de las empresas fue a retirar un documento que debía renovar y era su célula de identidad la cual le saco un gran suspiro al leer su estado civil “divorciada”
“siento que he vivido demasiado para estar aun en los veintitantos”
Suspiro intentando mantener una imagen refrescante mirando hacia delante con su radiante figura que tenida gracias al seguir a pie de página los régimen hechos por un especialista que comenzaba por las mañanas donde caminaba por casi toda la ciudad y en su departamento tenia pesas y entre otros.
Ahora se encontraba en la hora del almuerzo en la oficina a punto de salir a comer al comedor del centro comercial que quedaba a unas cuadras del pequeño edificio.
-hey ¡fede-fede! ¿Vamos a almorzar juntos?- le proponía a su jefe que tanto quería desde que tenía recuerdos.
-lo siento, pero hoy se va conmigo- anuncio desde la puerta de la salida, lidia, su esposa y mejor amiga de Claudia .
-¡lidi-lidi!- chillo emocionada al verle después de bastante tiempo en que solo se hablaban por teléfono- habían sido siglos desde que no te veía por estas zonas, a pesar que trabajas aquí- continuaba siendo su amiga la administradora de la empresa.
-Clau ven aquí- estiraba sus brazos y ambas se abrazaron.
-y… ¿dónde van a almorzar? No me digas que fede-fede ha sido desconsiderado otra vez contigo-acertaba a su conclusión.
-exacto, así que iremos a mi restauran favorito-hablaba animosamente como siempre y su melena color rojo cobrizo se movía de un lugar a otro ya que solía moverse mucho cuando hablaba con personas de su confianza.
-ahy Federico siempre tan poco detallista, pero bueno ¿qué hiso?-preguntaba.
-se fue a jugar con unos chicos del barrio al basquetbol ¿lo podrás creer? Y era nuestro aniversario, siempre es basquetbol aquí y allá, de las medallas que gano y de sus momentos en la liga nacional-decía todo de una vez y la expresión de la castaña se coloco sombría al escuchar del basquetbol.
-bueno ya se hace tarde, porque no vamos lidia-proponía el sabiendo que su gran amiga con la que guardaban miles de secretos e incógnitas le afectaba el tema.
-¡te traeremos un postre!-anunciaba la peli cobrizo asiéndole señas desde el ascensor.
-si…- susurro mirando sus zapatos de tacón que brillaban con el reflejo del ventanal estando frente a la calle principal de la ciudad.
Capitulo 3
-vamos Henry -tironeaba del brazo al castaño que cada vez mas fuerte le parecía.
-quiero unirme-susurro obedeciendo cabizbaja ya que Claudia evito a que fuera con el grupo a jugar basquetbol y lo espero en la puerta de la salida del colegio.
-solo vamos, te comprare algo lindo- le proponía, casi arrastrándolo por las calles hasta que se subieron a un taxi.
Había pasado tiempo en que no salía de su fastidiosa rutina en donde se lamentaba de sus hechos y debía distraerse a lo que su hermano era una buena opción y estaba al tanto por eso se negaba a pesar que la quería acompañar para ayudarla ya que su orgullo de niño mimado no lo podía evitar.
…
-¡mama! -Gritaban estos dos hermanos apresurados en la casa, bajando las escaleras del segundo piso, para acusarse de algo que cada quien consideraba que estaba mal.
-¡entro a mi habitación!- Se quejo el menor empujando a la castaña para que no entrase a la cocina.
-¡veía *****! ¡Porno!-exclamaba y henry se auto delató al colocarse completamente colorado.
-¡hijo por dios!- se dio la vuelta con un plato en la mano y este cayó al suelo que de extraña manera no se rompió.
-cariño es normal a su edad- entraba el jefe de familia a la escena desde la puerta de la cocina que da al patio.
-¿normal? Claro que no, los jóvenes se dejan influenciar demasiado con eso papá, él no tiene porque ver cosas que aun no está preparado-justificaba y el asentía con la cabeza.
-solo dejemos esto aquí, no volverá a suceder ¿cierto henry?- continuaba el mayor y su hijo solo asentía con la cabeza saliendo apresurado de la casa azotando el portón de la propiedad.
…
-esta bastante oscuro- miraba por la ventana la dueña de casa preocupada a los minutos después- ve a buscarlo y llévale un chaleco-hablaba apurada yendo a buscar la prenda de vestir y entregársela.
-mamá… ya es grandecito para volver solo- decía estando en la computadora portátil de su trabajo y lleva consigo para así tener días libres al adelantar el trabajo en casa.
-hija por favor yo no puedo ir-persuadía a su hija que sabía de la condición de salud de ella, así que suspirando guardan el trabajo y sin decir nada saco de su bolso el monedero, cigarrillos y un encendedor.
-oh… casi lo olvido-mostro el chaleco y la mayor le sonrió conforme a que le obedeciera.
Minutos después llego caminando al lugar con lentitud donde consumió varios cigarrillos con desesperación y sin culpa alguna, observo desde afuera de la reja de la cancha publica como todos jugaban, menos henry quien no alcanzaba a los demás jugadores que eran de mayor altura.
-vamos el entrenador dijo que tenia potencial ¡no sean así!- exclamo el castaño al capitán del equipo que era el de cabello azulado del cual recibió un golpe anteriormente.
-así pues ¡detén esto!- le decía el mismo chico rudo lanzándole el balón a toda velocidad y henry le atrapa como si nada asiendo que todos tuvieran su atención.
-esto no puede ser… -susurro Claudia a la habilidad de su hermano que ella también tenía- ¡henry! ¡Vamonos!-grito desde su posición entrando a la cancha.
-oww su niñera le viene a buscar-se burlo otro de más atrás empujando al castaño para que se marchara.
-¡solo vete! -se quejo henry ante su hermana y comenzó a revotar la pelota en el suelo para encestar.
-te esperare-dijo desafiándolo sin dejar de mirarlo e inhalar su cigarrillo.
-ve a fumar afuera-exigió el de cabello azulado apuntando con su mano la salida.
-no…-respondió exhalando el humo a la dirección del más alto.
-¡vete!-exigió tomando del brazo a la castaña por lo que cayó al suelo al no prepararse ante la fuerza del menor.
-oye deja a mi hermana-se escucho desde el otro lado de la cancha y luego el sonido del impacto del balón contra el cuerpo del moreno.
-¡maldición! ¡No volverás a jugar aquí eres un inútil!-elevaba la voz contra henry quien se estaba arrepintiendo de su acto.
-¿inútil?- repetía Claudia la palabra y toma el balón que había rebotado a su costado- todos pueden jugar a este estúpido jueguecito de la pelota, ¡quien te crees para llamar a otro inútil! ¿Eh?-gritaba enfurecida siendo ese su conflicto también al entrar al basquetbol cuando tenía 11 años.
Y a solo segundo de terminar su frase se levanta del suelo y encesta la canasta de un ángulo fuera de los parámetros de la cancha siendo observada con gran admiración por todos pero de lo que no se percato es que desde ese segundo en que hiso su posición para encestar el menor que estaba ante sus ojos descubría algo que le paralizo siendo delatado absolutamente por el color carmesí de sus mejillas que intentaba ocultar al colocar su mano en su cuello.
-Solo fue… fue suerte de principiante- intentaba enfrentar a la mayor que había mostrado ser una fuerte autoridad y el no estaba a disposición de admitirlo- dos de nosotros contra tu y henry y lo dejaremos en el equipo-propuso.
La mayor en el lugar frunció el seño y la colilla de cigarro que aun tenía en su mano la lanzo al suelo y la piso con su tacón los cuales se quito mostrando que aceptada lo dicho.
-hey, pero es injusto ella no sabe jugar-se acercaba el castaño intentando cancelar lo acordado.
-serán Daniel y Javier - apunto a los dos chicos- si llegan a encestar estas en el equipo o la próxima vez que te vea te rompo la cara- amenazaba al más bajo sujetándolo de la sudadera.
-¡comenzamos!- elevo la voz la mujer que estaba perdiendo los estribos y que luego se arrepentiría de sus actos y los otros dos jugadores se sorprendieron que ella les arrebataba el balón y encesta en solo segundos.
-a… asombrosa –susurraban todo al mismo tiempo miraban como ella sacaba de su bolsillo su inhalador y lo inhalaba con rapidez.
-listo, ya estás en el equipo vámonos- susurraba agotada y con lentitud camino a donde había dejado sus tacones.
-¿cuál es tu nombre? -Se acerco el moreno mirándola desde arriba siendo observados por todos.
-investígalo por tu cuenta-respondió levantándose y caminar junto su hermano que se despedía de todos olvidando que no lo querían en el equipo.
-Gracias Clau- le dijo henry dejando que le tomara del brazo.
-¡ja! ¿Crees que lo hice por gusto? Jugaras, pero que ni se te ocurra ver *****, ¡contaminas tu mente!- Le apunto con el dedo en la frente y le dio varios golpe a donde apuntaba dejándole una marca en la piel.
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