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Se Mi Esposa Por Favor

Sorpresa

Elizabeth

-Lizzy!!- escucho la voz de mi madre que parece que está en la cocina, salgo de mi cuarto hacia donde está.

- Dígame señora Juana- le bromeó a mi mamá, siempre lo hago para molestarla, ella me lanza una mirada un poco fastidiada y luego me regala una risa que me contagio.

-Alístate, hoy salimos a comer en familia- me dice aún con esa sonrisa en su rostro.

- Que celebramos mamá?- me acerque más a ella para observar su rostro mejor.

- Es una sorpresa, así que alístate, y ponte bella- me dió un tierno beso en la frente mientras lo decía.

-Esta bien mami- sali corriendo de la cocina y me fui a dar una ducha.

Salgo a la sala con un vestido negro que me llega más bajo de las rodillas, con unas zapatillas blancas con un lindo lazo negro, solté mi cabello y lo deje al natural, se veía un como alborotado y eso me gusta. Veo a mis padres que salen de su cuarto muy arreglados y muy cariñosos, mi padre le dice lo hermosa que se ve con ese vestido y que tiene a la mujer más hermosa del mundo, mi madre se sonroja, a pesar de tantos años juntos se sigue sonrojando cada vez que mi padre le da algún cumplido.

"Espero que algún día tenga una hermosa relación como la de mis padres"

-Algún día tendrás un matrimonio igual o mejor que el de tus padres- Parece que mi abuelo escucho mis pensamientos. Asentí a lo que mi abuelo me dijo y le regale una sonrisa.

Nos fuimos en el carro de mi padre, escuchando una canción muy popular que me encanta "Ansiedad de Rafael Montaño", amo las luces de la ciudad y como el viento pega en mi cara mientras la saco un poco por la ventana, suelo llevar mis ojos cerrados solo sintiendo esa brisa fría que recorre sobre mi rostro.

Llegamos al restaurante un hermoso lugar bastante iluminado en el centro de la cuidad. Mi abuelo saluda a un señor al extremo del lugar, me fijo bien y veo que es el Señor Teobaldo un buen amigo de mi abuelo desde que prestaron servicio militar en su juventud, el señor Teobaldo esta junto a su hija la señora Carmen y su nieto Andes, nos acercamos y saludamos a la familia.

-Que grande y hermosas estás- me dice con una sonrisa el señor Teobaldo, me sonrojo un poco por su comentario y creo que lo notó, aunque intenté que no fuera así.

-Verdad que está hermosa Andrés- el abuelo de Andrés lo mira y le hace algún tipo de gesto que no logro ver.

-Si estás muy linda y grande- repitió lo que dijo su abuelo.

-Gracias- le regale media sonrisa.

Mi abuelo nos hizo sentar en la misma mesa, algo de todo esto se me hacía algo extraño.

Que la familia de él señor Teobaldo este aquí no es coincidencia.

Mientras hablabamos de cosas comunes llegó la comida que habíamos pedido, empezamos a comer, un pequeño silencio se presentó en la mesa y veo a mi abuelo mirar al señor Teobaldo y se lanzan miradas de complicidad.

- Familia!!- el señor Teobaldo llama la atención de todos en la mesa - decidimos entre Ramón y yo hacer que está familia se una mucho más- nos comentá el señor Teobaldo muy animado.

-Y como será eso abuelo?- pregunta Andrés muy curioso y admito que yo también lo estoy.

- El casamiento hijo- le responde su abuelo, Andrés parece confundido -Mejor dicho tu matrimonio Andrés- termino de hablar el señor Teobaldo.

"CASARSE!!!"

Estoy muy sorprendida, pero veo que Andrés está peor que yo, tome mi refresco y empecé a beberlo para pasar la comida que tengo en mi boca.

-Con mi nieta Elizabeth- fulminó mi abuelo haciéndome ahogar con la comida y el refresco empecé a toser como una enferma, llame la atención de los demás.

- Abuelo que significa esto?, Acaso es una broma?- Andrés se dirijo a su abuelo algo alterado pero sin alzar la voz para no seguir llamando la atención de los demás.

-Sabes que no bromeó- le respondió su abuelo muy serio, me levanté muy apenada en parte por lo que dijo mi abuelo y aún más por la reacción de Andrés.

- Disculpen de verdad- me retire de la mesa hasta la parte de atrás del restaurante me asegure que estaba sola y solté un largo suspiro que vino junto con una lágrima.

- Porque lloro?- me pregunte en voz alta.

Porque desde niña estás enamorada de él

- Liz!- reconocí la voz de Andrés y me limpie disimuladamente la lágrima, volteo a verlo a la cara - Disculpa mi reacción, yo me sorprendí y no supe que decir- su disculpa aún me hacia daño, pero se nota sincero, y no lo culpo yo también estoy sorprendida con todo esto.

- Lo sé, tranquilo, para mí también fue una sorpresa- trate de quitarle la culpa, y me iba a meter de nuevo al restaurante, pero siento que Andrés me toma por el brazo deteniéndose.

-Tengo novia Liz y estoy muy enamorado de ella- lo mire a sus ojos cafes oscuros, aguantando ese pequeño nudo en mi garganta que se formaba.

- No tienes que darme, ninguna explicación, deberías dársela a tu abuelo, es él que te quiere casar- le dije con firmeza aunque sentí como mis piernas flaquearon es ese instante, el me soltó y me fui ala mesa con la familia, la cena fue muy incomoda, nadie dijo algúna otra cosa sobre el matrimonio y agradecí con toda el alma que fuera así. Terminamos de comer y nos despedimos de la familia del señor Teobaldo.

En el carro todos estaban serios y callados, yo quería una explicación de porque no me habían dicho nada, estaba tan furiosa como triste.

- Porque no me dijeron nada? - les pregunté a todos. Mis emociones están a flor de piel, se nota es inevitable no notar mis emociones revueltas.

-Queriamos darte una sorpresa Elizabeth- Respondió mi padre que me mira desde el retrovisor.

- La sorpresa no le agrado a todos- añadí, mi voz se escuchaba algo quebrantada y maldigo por eso.

-Es tiempo de que te cases- dijo mi abuelo mientras sostenía mi mano - tu abuela y tu mamá se casaron a tu edad, y que mejor familia que la de Teobaldo, además Andrés es un buen chico trabajador y responsable- finalizó, mi abuelo se escuchá muy decidido y firme ante esa idea de casarme.

Pero seamos sinceros Andrés no quiere casarse conmigo y todos se dieron de cuenta.

Llegamos a casa y me encerré en mi cuarto me puse mi pijama y me recosté en mi cama mirando al techo, sonreí de solo pensar que había alguna posibilidad de casarme con Andrés, pero esa sonrisa se borró cuando recordé lo que me dijo.

-"Tengo novia Liz y estoy muy enamorado de ella"- esas palabras solo causaron que mis esperanzas se fueran para siempre.

Una propuesta a conveniencia

Andrés

Después de esa cena tan incomoda que tuve con la familia, llegamos a la casa, mi madre estaba muy seria y mi abuelo estaba molesto por culpa de mi reacción, se que estuvo mal, lo sé por eso fui detrás de ella para disculparme le debía una explicación de porque me porte así.

-Abuelo porque no me dijiste antes?- le reclamó un poco furioso.

-Es buena muchacha y de familia buena, que tiene de malo?- me dice ya más calmado.

-Que no la amo y es muy niña para mi- le dije lo obvio.

- Tú madre se casó a los 15 y tu padre tenía 25, no es algo raro- respondió.

- No me casare no puedes obligarme- respondí furioso alejándome de él, para irme a mi cuarto.

-No te obligare pero...- escuché a mi abuelo hablar pero se freno y voltee a verlo - no te incluiré en mi testamento y no serás el dueño de mis tiendas- su expresión es de total tranquilidad y me da algo de miedo su expresión.

- Me estás chantajeando?- dije sorprendido y el solo subió sus hombros -Como me puedes hacer esto?- concluí molesto.

- Di mi palabra Andrés y mi palabra siempre se cumple, pero no te puedo obligar, así, que tú decides o te cases o no obtienes nada de mi, ni de mis tiendas- me alzó tanto la voz que sonó más a un grito.

Me fui a mi cuarto, pensando en que voy hacer, que le diré a Teresa, ya todos estaban dormidos y decidí llamarla, le platique todo lo que había pasado al principio no lo entendía y lloraba por qué creía que nuestra relación terminaría, pero le dije que hablaría con Liz y si nos casamos sería solo por compromiso y no por amor, si estaba dispuesta hacer mi esposa mientras yo estoy con Teresa, solo hasta encontrar la solución de divorció, Teresa lo acepto, ahora solo falta que Liz me quiera ayudar.

...

Elizabeth

Sigo pensando en lo que pasó ayer en la cena y más aún en la reacción de Andrés...

Señorita Elizabeth, señorita!- mi profesor me llama al ver lo distraída que estoy.

-Dígame profesor- me levanté para responder un poco asustada.

- Presté atención a mi clase por favor- me dijo en tono firme, solo atiné a asentir y me gane la burla de algunos de mis compañeros.

Ya era hora de irnos y estoy con Rosa mi mejor amiga que no para de preguntarme por qué estoy tan distraída, quiero contarle todo a Rosa, pero me avergonzaba el hecho de que supiera sobre mi amor no correspondido, le dije una pequeña mentira que de por sí no me creyó absolutamente nada.

-Liz! Liz!- veo que Andrés se acerca hasta donde estoy, me parece extraño que esté aquí

- Liz?- pregunta Rosa confundida por ese disminutivo

- El me llama así desde pequeña- le respondí.

- Lindo- me regala una sonrisa aunque no se a quien se refería si al apodo o Andrés.

- Hola Liz- me saluda Andrés llegando hacia nosotras.

-Hola Andrés- dije algo confundida por si visita, un pequeño silencio se presentó entre los tres y Rosa carraspea su garganta para que reaccione.

- Rosa!!, El es Andrés, un amigo- los presente.

-Un placer- dice Rosa estirándose la mano- igualmente señorita- Andrés le correspondió al saludo.

- Liz podemos hablar? - me preguntó. Su visita me sorprendió, pero no quería ser grosera.

-Sí, está bien- respondí con una sonrisa que borró enseguida para que no lo noten.

- Amiga nos vemos mañana- se despide Rosa dándome un beso en el cachete.

- Chao Andrés- le levanta la mano en forma de despido, Andrés hizo lo mismo, desde lejos Rosa me hace seña sobre Andrés, me levanta los pulgares y hace un gesto de que está buenísimo, me sonroje de inmediato.

-Te invitó a comer- me saca de mis pensamientos.

- Si vamos- respondí.

Nos fuimos a una cafetería cerca del colegio y pedimos unas hamburguesas, me siento incomoda algo nerviosa no se que decir o que hacer para romper este hielo entre nosotros

- Liz creo que si deberíamos casarnos- al escuchar eso mi corazón dió un brinco de pura emoción haciéndome sentir un fuerte corriente por mi cuerpo, pero recordé lo que me dijo

- Andrés y tú novia?.

- Liz el abuelo me abuelo me quiere sacar del testamento y quitarme las tiendas si no me caso contigo y no quiero perder la herencia...

Pensé un momento todo lo que me dijo pero no entiendo que me está pidiendo casarme pero ama a su novia.

- No entiendo... - fruncí mi seño - que me pides exactamente?- pregunté confundida.

-Que nos casamos pero cada quien hará su vida, yo seguiré con mi novia y tú puedes salir con quien quieras, hasta buscar la solución de divorciarnos... Delante de la familia seremos el matrimonio perfecto.

Quedé en trance el chico que he amado toda mi corta vida me pide fingir una relación para cobrar una herencia y poder estar con la mujer que ama, si mi corazón ayer se partió en dos, hoy se hizo polvo.

- Un matrimonio falso?- dije incrédula mirándolo a los ojos, el solo se limita asentir, negué con mi cabeza repetidas veces.

No puedo engañar a mi familia, además tengo dignidad

-Liz se mi esposa, por favor- me sostuvo mis manos me miró fijamente a los ojos- te lo suplico- finalizó, aún su mirada sigue clavada en mi.

-Si, te ayudaré- definitivo soy la tonta más tonta de este mundo, pero no pude decirle que no, aunque quisiera. Se levanto de la mesa y me hizo levantar para darme un abrazo y un beso en mi cabeza en forma de agradecimiento.

Terminamos de comer y fuimos a casa de nuestro padres, para decirle que si nos casaríamos, mi madre está muy feliz al igual que mi abuelo, mi madre busco su vestido de novia con el que me casaría " Tradición familiar".

Después de decirles a las familia que si nos casaríamos, todo resultó muy rápido, mi mamá junto con la mamá de Andrés iban a organizar todo y dentro de 2 semanas ya me iba a casar.

Si chicos me casare con el chico que amo, pero solo para ayudarlo a estar con su novia y que cobre su herencia.

Boda falsa

Elizabeth

2 semanas después

Hoy es el gran día de la boda falsa, le muestro una gran sonrisa a mi madre, aunque estoy tan confundida, no se si estar feliz por casarme con el hombre que amo o llorar porque todo es una farsa para que esté con la mujer que ama.

La puerta de mi cuarto se abre, veo a Rosa con un hermoso vestido rojo que le llega más abajo de las rodillas y su cabello corto adornado con una cinta negra

-Rosa!!- fui abrazarla necesitaba un abrazo con mucha urgencia- Que haces aquí?- pregunté un poco nerviosa

- Como crees que me perdería la boda de mi mejor amiga? - niega con su cabeza y chasquea su lengua repetidas veces

(Hace una semana ya no podía soportar a mi madre hablar de la boda y los preparativos, me sentía ahogada, Rosa noto lo mal que estaba y me insistía en que le contará, al fin eso hice le conté todo, sobre mi boda, mi esposo falso y mi amor no correspondido, ella no quería que siguiera con esto, pero acepto cuando le dije que lo que me pasara se lo contará, ella me apoyo aunque no quería y estará allí cuando más la necesite.)

-Elizabeth es hora!- grita mi madres para que salga, empiezo a caminar de un lado a otro debatiendo si salir o no

-Tranquila ahí estaré por si quieres salir corriendo- no pude evitar reír y la abrace con todas mis fuerzas, ella salió y me quedé unos minutos más en el cuarto, de todas forma la boda era en el jardín de mi casa podían esperarme unos minutos más. Mi padre me espera fuera de la habitación y salgo a verlo

-Hija ya es hora vamos- dice mi padre dándome su mano que no recibo.

-Papá es lo correcto?- dije muy nerviosa.

-No te entregaría a ese hombre si no supiera que es lo mejor para ti- me regala un beso en la frente y una gran sonrisa- ademas estas hermosa- le agradecí con un fuerte abrazo y un beso en su mejilla, caminamos al altar, ahí está Andrés que a pesar de que estaba con una sonrisa sabía que era mentira y lo único cierto de todo es que el deseaba salir corriendo tanto o más que yo.

-Elizabeth Palacios aceptas a Andrés Castillo como tú legítimo esposo y serle fiel en la buenas y malas, en la salud y enfermedad, amarlo y respetarlo todos los días de tu vida hasta que la muerte los separé- concluyó

¿Hasta que la muerte nos separe? Si ya estamos pensando en divorciarnos

-Acepto- respondí

-Andres Castillo aceptas a Elizabeth Palacios como tú legítima esposa y serle fiel en las buenas y malas, en la salud y enfermedad, amarla y respetarla todos los días de tu vida hasta que la muerte los separé- finalizó el padre que miro a Andrés fijamente esperando su respuesta

- Si acepto- mire Andrés el cual el me regaló una sonrisa.

- Puede besar a la novia- dice el padre.

ESPERA!! BESARME???

Lo olvide por completo el beso que me tiene que dar, este sería mi primer beso, ojalá que no lo noté.

Andrés se acercó, sus labios posaron cerca de los míos pero no en mis labios, aunque puedo asegurar que para los invitados pareció un beso.

La fiesta entre nosotros fue sencilla, lo que realmente esperé de todo esto, la noche era lo que más temía mi madre me dijo que la noche de bodas yo tenía que dormir con Andrés, toda la noche en una habitación, me asusta lo que pueda pasar... Mis padres se fueron a dormir al igual que mi abuelo, nos dejaron solos en mi cuarto, Andrés se notaba tranquilo todo lo opuesto a mi

-Voy a cambiarme te darías la vuelta por favor- le pedí

- Claro que si- se dió media vuelta, intenté alcanzar el cierre de mi espalda de este vestidos pero parecía imposible

-Podrias...- quería pedirle ayuda a Andrés solo que no quiero que piense algo que no es.

-Te ayudo tranquila- soltó una risa y se volteo, se dió cuenta de mi batalla contra el cierre, bajo el cierre tan despacio que parecía no terminar nunca, cuando el cierre no bajo más le agradecí y se volvió a voltear, me cambie lo más rápido que pude para no hacerlo esperar, solo hay un problema...

-¿Como vamos a dormir? - le pregunto señalando mi cama, mientras veo como se quita el saco y los zapatos quedando solo en camisa y pantalón.

- Tendremos que dormir juntos, si tu madre entra y me ve en el sueño sospecharan- me respondió, aunque no me encanta la idea tenía razón, si mamá viera ese escena la boda falsa podría arruinar se.

-Tienes razón... Trajiste pijama?- le preguntó

SANTO DIOS!!!! ESTA EN ROPA INTERIOR

-No uso pijama- se limita a contestar, me volteo para que no vea lo roja que me pongo- a dormir- se lanza a mi cama como un niño pequeño, me quedé unos segundos de pie esperando que se me pase lo roja, cuando por fin lo logré me acosté junto a él pero dándole la espalda, aunque no nos toca amos era extraño, puedo sentir su presencia y eso de alguna forma me perturba, trate de no pensar en eso y poco a poco me quedé dormida...

Desperté junto Andrés, mi cabeza estaba en su pecho y su brazo rodeaba mi cuello, no quise despertarlo, me levanté lo más cuidadosa posible y fui a darme una ducha, cuando salgo del baño veo Andrés esperando su turno

-Buenos días- lo saludo.

- Buenos días liz- respondió y entro al baño aún soñoliento, voy a la cocina para ayudar a mamá con el desayuno, al cabo de unos minutos ya está todo listo y puse la mesa para desayunar en familia como solemos hacer siempre, todos empezamos a comer y hablar sobre cosas cotidianas, mi familia siempre ha sido muy unida cosa que agradezco siempre.

-Andres, Elizabeth después de desayunar hay que salir les tengo una sorpresa- dice el abuelo, mire Andrés y el hizo lo mismo, sin decir nada sabemos los que estábamos pensando

¿Otra sorpresa?

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