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Me Enamore De Ti

su mirada

Después del desmayo ya no supe más, me desperté y lo primero que veo son sus ojos mirándome fijamente, párese que me quiere comer con la mirada.

su mirara esta ves es distinta sus ojos están llenos de ternura y felicidad, es una sensación extraña, tarde un segundo en reaccionar.

Monserrat

- ¡ En dónde estoy que ago aquí?! , pregunto mientras me preparo para levantarme de la cama en la que me encuentro.

Alejandro

- estás en tu nueva casa dise con una sonrisa, no le permito que se levanté, me pongo firme y la miro con una mirada fría, quiero que entienda que ya es mía, y no será de nadie más.

- de hoy en adelante aras lo que yo te diga, y no tienes permitido salir de aquí si no quieres subir las consecuencias, le digo fuerte, ahora levántate te daré un baño.

Monserrat

al escuchar aquellas palabras me dan nervios es capas de bañarme el, y yo no, mi cuerpo no lo a visto nadie más que yo, me da miedo pero también tengo un poco de curiosidad, apresar que tengo 23 años no e estado en la intimidad con nadie, aún soy virgen.

Me apresuro a sentarme y saco fuerzas de no sé dónde y le digo.

- no no quiero que me bañe, lo puedo hacer yo misma, aparte me da asco que me toque un hombre como usted que anda comprando mujeres como si fueran un objeto de seguro tiene muchas putas a su merced Balla y bañé a una de ellas, me levanté como pude y me dirijo al baño. El me detiene del brazo se ve furioso por lo que acabo de decir.

Alejandro

niña tonta, si no me gustará tanto la aria sufrir por todo lo que dijo, la aria mía sin piedad pero eso solo aria que me tenga miedo y no es lo que quiero, quiero se quiera entregar a mi por su voluntad no por obligación. quiero que me desee tanto como yo la deseo a ella.

- que acabas de decir, vuelvo a levantar la voz, sin dar explicaciones la jalo del brazo asta llevarla al baño, ella aún forcejeando y gritando por ayuda la agarro de la cadera y le prendo al agua fría debe aprender quien manda aquí, es algo pequeña con curvas hermosas, no me cuesta trabajo cargarla y meterla en la regadera, los dos quedamos empapados, ya estando dentro empiesa a mojarse tu ropa pegando a su cuerpo, dejando en vista sus grandes melones y su bralet de encaje, me exita de solo verla, como puedo le doy la vuelta y la acorraló contra la pared, dejando frente a mi su gran trasero, sus nalgas mojadas rozan a mi amigo que está más listo que que nada, ella empiesa a moverse brusco y logra volver a estar frente mío, la abrazo u le agarro su trasero, fuerte logrando que no se mueva, la quiero siempre así, junto a mi cuerpo.

Monserrat

El muy imbécil me jalo asta la regadera no quería que el me viera sin ropa me da miedo, pero tengo curiosidad, de tan solo imaginarlo mojó mis bragas, cuando menos acuerdo trato de safarme de sus garras, pero no puedo, de un momento me cargo de la cintura sentir sus manos tocando me me exita un poco es una sensación rara que por primera vez ciento en mi cuerpo, el agua está helada, pero siento que mi cuerpo se quema por dentro, de pronto logro el muy maldito darme la vuelta quedando el detrás me mi, siento como su m.. crece, mi exitacion es más al saber que se le para al verme, me da vergüenza de solo pensarlo, como puedo me doy la vuelta para quedar de nuevo frente a el, sigo luchando por salir de ay, si duró un momento más no podré aguantar las ganas que tengo de tocarlo.

Cuando menos acuerdo el tiene sus grandes manos en mi trasero, lo aprieta fuerte y eso casi logra que se me salga un ruido de placer al sentirlo, pero no lo deprimo y solo intento salir de ay pero es imposible es más grande que yo.

Alejandro

Ella no deja de querer huir de mi, ya no lo soporto más, como puedo apagó el agua, sacando su blusa mojada, ella se pone roja de la cara, párese que nadie la aya visto ya, no lo creo ya que tiene 23 años, de seguro ya tubo intimidad con alguien más, me saco mi blusa y mis pantalones igual logro desvestirla a ella, ya no me importa cuánto grite, me exita verla mojada, me exita los movimientos bruscos que hace para separarse de mi, la cargo a fuerzas y la a aviento a la cama, me preparó para hacerla mía, cuando me doy cuenta comienza a llorar y a suplicar que no lo siga, pero se que su cuerpo lo desea tanto como yo.

con una mano le agarro sus muñecas dejándola inmovilizada, con la otra me encargo de recorrer su pecho, mis piernas están arriba de las de ella, dejándola por completo sin movimiento, me acerco a su oreja y le susurro

- amor disfruta el momento, de ahora en adelante serás mi perrita, se que lo deseas tanto como yo.

comienzo en su cuello lo beso, y lo lambo, luego bajo con mordiscos grandes a sus pechos no aguanto más mientras mi mano libre comienza a acariciarla, ella ase muecas de dolor y me pude llorando que pare.

Monserrat

el está tocandome, me gusta, pero no quiero que mi primera vez sea así, es muy brusco y me duele todo lo que hace, si sigue así me lastimara cuando entre en mi, en el momento en que muerde mi pezón es más dolor que exitacion y no logro hacer que pare, las lágrimas se e salen involuntariamente, le suplico que pare, pero es una vestía que no se satisface con nada, asta que en mi desesperación le gritó

- Aún soy virgen no quedar quitarme mi virginidad a la fuerza, se lo grite, en ese momento dudoso paro de tocarme pero seguia encima de mi.

Alejandro

me quedé impactado de lo que acaba de decir, no sabía si creerle o no cuando decido revisarla con los dedos y una gran suavidad lo confirmo, es virgen.

su virtud

Alejandro

al revisar con mis dedos su cuerpo supe que efectivamente era virgen, en ese momento me exite al casi venirte ay mismo, pero no quería que su primera vez fuese así, a la fuerza y sin que disfrutará, me pare la salte y para poder contenerme me tuve que salir del cuarto.

Monserrat

al gritarle que era virgen, el paro sus movimientos bruscos, con dos dedos despacio bajo asta mi entrepierna y comenzó a pasar lento por mi, eso hiso que me mojara, me gustaba sus dedos primero con uno masajea mi frijolito, con movimientos circulares, despacio luego aumentaba la velocidad, me estaba volviendo loca de plaser pero por alguna extraña razón no dejaba de llorar, ay después de un rato sentí que quiso méteme un dedo, me estremecí, de pasar pero no lo demostré de pronto el solo se paró y salió de la recamara.

Del sentimiento llore aún más, maldije a mi madre por tratarme como si no valiera nada y luego lo maldije a el por todo lo que me había echo o por lo que me hacía ya no sabía.

estaba enojada con Migo misma, en un arrebató dije que me escaparía e iría a otra ciudad donde estaba mi abuela ay estaría asalvo, si alguien ve atraparía solo diría que salí a tomar aire fresco, llevaba con migo mis ahorros y mi teléfono, salí sin hacer ruido, en la cosita, me encontré con una señora.

cocinera

- buenas noches señorita, el amo dió indicaciones de atenderla, se le antoja comer algo? pregunto era una señora de algunos 50 años su piel era color moreno, y media 1.60 aproximadamente, era amable.

Monserrat

-No gracias, no tengo hambre, luego agregue una pregunta Alejandro ¿dónde está?

cocinera

- salió ase un momento, dijo

Monserrat

- yo le prepararé la cena, tomate el resto de la noche libre igual diles a los demás empleados,todo se acomodaba a mi favor el no estaba, y los sirvientes no sospechaban nada, al parecer eso era muy común cuando asisten mujeres as la mansión.

al ver que ellas ya no estaban tuve que ser ágil si no quería ser descubierta nuevamente, salí por la puerta principal y me eche a correr no sabía por dónde ni a dónde me llevaba la carretera, camino aquí me desmaye y no puedo como llegamos.

Alejandro

no pude más y salí por un trago en el camino le marque a Aldo un amigo de la infancia que es dueño de uno de los tantos bares que queda cerca de la casa.

Aldo

-tanto tiempo sin verte amigo, dice Aldo cuando me ve, es alto de 1.80 cm, es bien parecido con ojos negros y piel blanca es un casanova con las mujeres.

Alejandro

- ya me hacía falta verte hermano, nos sentamos en una mesa solo para nosotros y comensamos a charlar.

mayordomo de la mansión

al darse cuenta que Monserrat no estaba no tubo otro remedio que marcarle al amo para informarle la situación.

-Bueno, títulio un poco amo, que bueno que contesta, e ido a buscar a la señorita para que bajara a cenar pero me lleve la sorpresa que ella no está en su aviación, después baje a pregúntale a las demás empleadas y dijeron que les dió el resto de la noche libre, y no sé nada más de ella, al parecer se escapó.

Alejandro

- que acabas de decir, si no aparece considérese muero busque la ahora mismos, con voz alterada, salió del club de su amigo sin dar explicaciones, salió corriendo, para ver qué pasaba con su manada pensaba en como una niña tonta salió por la puerta principal sin que nadie se lo impidiera. estaba muy molesto con todos.

Monserrat

llevo aproximadamente media hora caminando y no veo nada, no pasa ni un coche, nadie, no se que rumbo lleva está carretera ubiera pedido un taxi como no me me ocurrió antes, cuando iba a marcar vio las luces de un carro acercándose a toda velocidad, cuando estaba a punto de esconderse ya era de demaciado tarde el auto estaba frente a ella y ella no sabía que hacer más que seguro caminando, del carro se habría una puerta estaba oscuro y no pude ver quién era

Alejandro

al estár en la carretera que conduce a la mansión iba echo una fiera estaba enojado con todos no sabía lo que les aria si no la encontraba o si le pasaba algo, a la orilla de la carretera ví una silueta, una mujer pequeña y frágil caminando, es ella cuando la reconocí mis ojos se iluminaron y la rabia se fue poco a poco, pare el auto frente de ella y está no se paró siguió caminando, apresuro el paso.

- Monserrat detente sino atente a las consecuencias, grite furioso, ella se paró de inmediato, creo que le di un poco de miedo, se quedó ay parada, volví a gritarle

- que esperas para subirte al auto o quieres que te suba yo, ella se encogió de brazos y no tubo mas remedio que regresar y subir a mi auto, estaba feliz de averla encontrado a salvó.

Monserrat

llegó mi fin estoy segura, el hombre que bajo del auto era Alejandro, su vos era graba, y me grito dos veces, me llene de miedo e impotencia de no saber que hacer, no me quedo de otra que subir a su coche, después de todo llevaba media hora caminando estaba agotada.

durante todo el camino de regreso a casa no dijimos palabra di cursamos miradas, al llegar baje corriendo y me encerré en el cuarto, una parte de mi esperaba que fuera a buscarme pero no lo hiso, me puse un poco triste u no entendía por qué, después de un rato se escuchó un grito desde la sala

Alejandro

- Monserrat baja, le grite desde la sala, quítame la pena de ir por ti y traerte a la fuerza, estaba feliz de encontrarla pero eso no quitaba que se ubiera querido escapar de mi,

en menos de 5 minutos ya estaba abajo con sus ojos llenos de miedo y curiosidad,.

bonita

Monserrat. al llegar a la sala me encontré con todos los ayudantes junto con el mayordomo formados en la sala, el estaba sentado de frente, su semblante dama miedo,ñ.

-Antes de que digas algo, quiero decirte que ellos no tuvieron la culpa de nada, yo fui la que les dió el resto de la noche libre, para poder salir,si a alguien quieres regañar es a mi y no a ellos.

Alejandro

se para frente a mi, y empieza a defender a los sirvientes, es bonita, muy bonita, al enfrentarme con el ceño fruncido se ve más a un encantadora, me levanto despacio con una sonrisa sarcástica.

-Entonces tu tomarás el castigo que les espera a cada uno de ellos, por desobedecer y no cuidarte.

Monserrat

con miedo, no podría ser tan cruel con sus empleados, o eso me gustaría imaginar.

-si, yo tomaré el castigo por todos, si ay que trabajar lo are, dije sin más.

Alejandro

- muy bien, pueden retirarse, dije con una sonrisa, ellos se fueron y le pedí a Monse que me siguiera al cuarto.

Monserrat

no voy a mentir tengo miedo, miedo de que me ara, pero también tengo curiosidad, y me mojó un poco del solo pensar en el castigo. entramos a su cuarto y mis nervios aumentaban.

Alejandro

me senté en el sillón de mi cuarto y le dije.

- bien baja tus pantalones y ven pon tu espalda en mis piernas, al decir eso ella se puso roja, eso me exitaba no poco mucho, no aguantaba las ganad tenerla cerca mio.

Monserrat

-pero que, yo no me voy a acercar a ti,dije exaltada, pero la verdad es que si quería me moría de ganas que se repitiera lo de hace rato.

Alejandro

- no que ibas a recibir el castigo por los sirvientes, dije con una sonrisa y voz sarcástica, te daré dos nalgadas, por cada sirviente al cual le diste la noche libre, aparte me tendrás que hacer unos favores, al decir esto mi amigo de ay abajo comenzó a crecer, me percate que ella lo noto, no dejaba de verlo,

- así que no me hagas perder mi tiempo y ven, o quieres que yo te quite el pantalón por ti, exclame.

Monserrat.

- ya se lo que dije, me puse roja, no pude evitar ver su entrepierna, que al parecer comenzaba a querer salir del pantalón. con nervios me acerque a el, el cual me observaba, desabroche mi pantalón y lo baje solo un poco, en eso me jalo asia sus piernas quedando bocabajo, por debajo de mis bubis sentía su miembro parado, eso me exitaba, pero no quería que se diera cuenta.

Alejandro

ella se decidió a venir a venir asia mi, la observo, parece una niña chiquita a la cual la castigarán por hacer alguna travesura, se comenzó a bajar sus pantalones, no aguante más y la jale asia mi, su trasero es enorme y encantador, al tenerla en esa posición, le bajó aún más los pantalones, tienes puestas unas bragas color negro que le quedan tan sexis, no lo dudo y se las bajo también, ella respingo un poco, eso hace que me guste aún más, con una mano le sujeto su espalda dejándola inmovilizada, con la otra comienzo a masajear una nalga, y cuando menos lo espera le doy una nalgada algo fuerte, ella se mueve un poco, le vuelvo a sobar la otra pompa y le doy una nalgada más, a ella se le escapó un pequeño gemido, lo está disfrutando, pensé, es tan pervertida como yo, en eso le doy una pero más suave, sigo acariciando,y apretando, quisiera ver su cara en este momento pero en la posición que está no la veo.

Mi mano baja un poco más acariciando sus labios v... , cuando acaricio enmedio de ellos me doy cuenta que está mojada, me exito y siento que el pantalón se a encogido, en eso ella comienza a moverse.

Monserrat

tiene unas manos tan grandes, sus nalgadas me toman por sorpresa, entre el dolor y ardor me gusta esa sensación, me gusta, creo que se dió cuenta por qué comenzó a tocarme, me moja sentir sus dedos en mi, sus movimientos son suaves, despacio voy luego con mayor velocidad en forma de círculo, en eso se me sale un ruido de place.

Estoy a punto de decirle que lo deseo que quiero hacer el amor con el, quiero que sea el el que me enseñe todas esas cosas sucias, cuando se escucha la voz de una mujer gritando por toda la casa, supongo que es alguien importante ya que parece que escuchado un fantasma se levanta de un brinco dejándome en el suelo, se limpia la mano y sale me ordena vestirme y quedarme encerrada el cuarto.

Alejandro.

ya no aguantaré mucho, se ciente tan apretado mi dedo que no me importa nada, estoy apunto de acostarla en la cama, para darle todo lo que su cuerpo desea, y en eso escucho ruidos y gritos afuera, mierda es Dayana, me paro de un salto y no me di cuenta que la tumbe, le ordene no salir.

Dayana, es la prometida que los padres de este le an escojido para hacer lazos con su empresa y así tener más poder y control sobre la ciudad y más países. esta es rubia, alta y un cuerpo esterilizado, es muy vanidosa.

Dayana

- hola mi amor, me extrañaste, dijo con voz chillona, perdón por llegar sin avisar pero tú no contestas mis llamadas vengo a pasar el fin de semana con tigo amor.

Alejandro

no sabía cómo actuar con la llegada de ella, quería que se fuera pero mis padres aún no cerraban el trabajo, cuando la ví quise aclarar las cosas con ella y decirle que se fuera que no sentía nada que solo eran apariencias.

-Hola, Dayana, tenemos que hablar, le dije con vos suave, cuando nos dirijamos a mi despacho, ví que bajaba Monse, mi Monse.

- Y está quien es, pregunta viéndola de arriba a bajo, en eso entraba mi padre, no supe que hacía aquí, a caso era una emboscada, detrás de él le seguía mamá, algo tubo que haber pasado ya que ellos nunca me visitan.

mi padre al ver la situación, dijo

- Quien más va a ser que una más de las sirvientas de mi hijo o no es así?

Alejandro

yo no supe cómo actuar, no pude defenderla. o más bien no tuve tiempo, en eso entraron los papás de Dayana, yo no entendía lo que pasaba y por qué infringen la intimidad de mi casa, la señora la mando por un aperitivo antes de la comida, Monserrat no decía nada, solo camino asta la cosina, en eso dijo Dayana muy emocionada y con grandes gritos que retumbaron en toda la casa

Dayana

- venimos a fijar la fecha de la boda y ponerte al tanto de los preparativos.

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