Isabella Scalia, tenía 20 años, una joven italiana, aunque su ingles era tan perfecto
que no parecía que hubiese nacido en otro país, ya que vivía en california desde
que tenía 1 año, su hermoso el cabello rubio por la cintura, sus ojos café
brillante, y un cuerpo de ensueño, es lo que conquistaría a cualquier joven,
ella tenía muchos sueños por delante, con un pasado muy triste, pero soñaba con
un futuro dónde pudiera ayudar a las personas, era la menor de 3 hermanas, se habían
criado sin su padre, ya que el murió en un accidente cuando ella tenía apenas 2
años, isa se ocupaba de su madre, quien estaba muy delicada de salud, ya que
sus hermanas se habían ido de casa al casarse, ellas se llevaban 1 año de edad,
Fabrizia tenía 22 años, se casó a los cuándo cumplió 18 años con su primer
amor, Marena tenía 21 años, ella se dedicó a estudiar y trabajar en Inglaterra,
por ese motivo isa tuvo que trabajar y dejar sus estudios de lado, aunque mar
la ayudaba enviándole dinero, no era suficiente para poder costear los gastos médicos
de su madre. Su sueño era estudiar enfermería, así podría ayudar a personas
como su enferma madre, pero la situación que ambas estaban pasando no le permitía
poder terminar sus estudios.
Muy poco sabían
las hermanas Scalia del pasado de sus padres, para ellas era todo un misterio,
solo sabían que tanto su madre como su difunto padre habían huido de Italia,
para poder vivir esa historia de amor, aunque un accidente las dejo sin padre “¿habrá
sido realmente un accidente?” esa familia tenia muchos secretos, los cuales saldrían
a la luz cuando menos lo esperaran…
Sam Smith, era un joven militar, a sus 24 años ya tenía el rango de Teniente, sus ojos eran
verdes, un color único, y una sonrisa que podría dejar embobada a cualquier
mujer, con un carácter muy fuerte, se mostraba frío ante las personas a su
alrededor. Fue criado por su abuela, ya que su madre prefirió la libertad, y
nunca conoció a su padre. Él no quería compromisos, así que solo buscaba citas de
una noche, era hijo único, su madre era una mujer que le gustaba el libertinaje,
ella nunca supo quien era el padre de Sam, por eso nunca confió en las mujeres,
para él eran todas iguales, ella solo veía
a su hijo unos pocos días al año, poniendo como excusa que viajaba mucho,
siempre inventaba historias de sus viajes, a Sam le molestaba mucho que su
madre llegara sin avisar. Cada vez que lo llamaba era para hacerle ver lo feliz
que era sin haber asumido su papel de madre…
¿Qué oculta
la “madre” de Sam? ¿Realmente prefería el libertinaje? ¿O todo eso era simplemente
una tapadera?
Lo que ninguno de las dos sabía, era que sus destinos
se iban a cruzar.
*** AUTORA***
ESTA ES MI PRIMERA NOVELA, ESTA LLENA DE MISTERIOS Y DESEOS, ESPERO QUUE LES GUSTE...
NO TE PIERDAS ESTA HERMOSA HISTORIA DE DESEOS, PASION Y MUCHO ROMANCE
EH TENIDO QUE BORRAR TODAS LAS FOTOS PORQUE NO TENGO DERECHO DE AUTOR. LAMENTABLEMENTE NO PUEDO PONER FOTOS A MENOS QUE LAS SAQUE YO
Una noche Isa
fue con sus amigas a un bar, ahí vio a sam quien estaba con 2 amigos, ella
quedó impactada con su sonrisa, él la vio, sus ojos café parecía que lo estaban
llamando, se acercó por detrás de ella, la tomo de la cintura, ni el entendía por
qué estaba tan hipnotizado por ella, sin decir palabra alguna comenzaron a
bailar, ella se dio vuelta y al mirarse a los ojos simplemente no pudieron contener
sus instintos mas profundos, ambos sonrieron, sus labios eran como imanes que
se atraían, ellos sintieron como una corriente eléctrica pasaba por sus
cuerpos.
*Isa: perdón
por besarte, simplemente no pude contenerme
*Sam: no te
preocupes, quería tanto como tú ese beso
durante esa
noche siguieron bailando y bebiendo, casi sin hablar, solo reían a más no
poder...
Al final de
la noche
*Isa:
gracias por la noche que pasamos juntos, me reí mucho y disfruté bailar contigo
toda la noche
*Sam: Espero
que podamos repetir esta noche ¿me darías tu número así podemos volver a
vernos? yo estoy toda la semana en mi trabajo, pero me gustaría volver a verte
*Isa: claro,
me encantaría.
Isa le dio
su número de teléfono a Sam así podrían volver a salir...
paso una
semana, isa se mantuvo ocupada con su trabajo de medio tiempo como niñera, en
el cual estaba los días de semana, había llegado el viernes a la noche, nuevamente
podría ver a ese joven q la conquisto con su sonrisa. Sam la llamo y le
pregunto si quería salir esa noche con él, irían a cenar y luego al mismo bar a
bailar un rato. Isa acepto muy emocionada... Esa noche sería su primera cita,
estaba tan nerviosa, mientras elegía un atuendo acertado para su cita, hablaba
con su mejor amiga María, aunque ella era muy protectora con la soñadora de Isa
y no le gustaba la idea de que ella saliera a solas con alguien que no conocía.
El llego a
buscarla en su jeep, Isa se sintió feliz por poder salir con ese chicho de
hermosa sonrisa.
fueron a un bello
restaurante, ella pidió lasaña, mientras el pidió pastas, tomaron un dulce vino
blanco, hablaron, rieron, y así se fueron conociendo.
Luego de la
cena fueron de nuevo al bar en el que se habían conocido.
Esa noche, a
diferencia de la semana anterior, Sam bebió de más, Isa le pidió las llaves de
su camioneta, el dudo pero sabía que no podía conducir en ese estado, así que
le entregó las llaves, ella lo llevo hasta la casa, él vivía en un barrio
militar cerrado, a la entrada el guardia militar le pidió identificación, ella
lo miro desconcertada, Sam le dio su apellido y rango al joven guardia,
adelante Teniente Smith, disculpe señorita, puede pasar, así abrieron las rejas
que separaban al barrio militar con el mundo civil. Isa estaba totalmente
estupefacta con el hermoso lugar. Lo ayudo a entrar a su hermosa cada, se
notaba que le faltaba ese toque femenino, lo acompaño hasta su cuarto, el
apenas podía mantenerse en pie, una vez allí ella lo ayudo a acostarse, se iba a
ir, hasta que sintió la mano de él tomando la suya y tirando de ella, Hanna
cayó sobre él, en medio de la oscuridad, donde apenas entraba una tenue luz de
la noche, sus ojos se encontraron, Sam comenzó a acercarse a su boca, sus
labios se unieron lentamente, Miles de sensaciones pasaron por sus cuerpos, su
beso se fue intensificando, Sam dio un giro dejando a Isa debajo de él, fue
sacando la ropa de ella lentamente, y luego se sacó la suya, ambos quedaron
solo en ropa interior.
Sam empezó a
besar su cuello, bajando hasta sus pechos, aún cubiertos por su sostén, sacó de
un tirón el sostén, ella sintió vergüenza al quedar con sus pechos al desnudo,
Sam beso sus pechos como si no hubiera un mañana, mientras su mano comenzó a
bajar hacia la intimidad de Isa, comenzó a rozarla por encima de sus bragas de
encaje, ella se iba retorciendo abajo de él, hacía mucho tiempo que ella no
sentía q alguien la deseaba de esa mamera, Sam le saco la última prenda q
cubría su piel, mientras se iba acomodando en su centro, rápidamente el también
quedó como dios lo trajo al mundo, suavemente se introdujo en su ya muy húmeda
intimidad, al principio fue lento, ella se retorcía bajo su gran cuerpo, y
pedía más, el aumento su intensidad hasta que ambos llegaron al clímax, así
continuaron toda la noche, quedando dormidos antes del amanecer...
Antes de que el sol salga, cuando apenas se empezaba a asomar, Isa decidió irse, Sam aun dormía
debido a la cantidad de alcohol que había bebido la noche anterior no pudo ni
siquiera notar el sonido de la puerta.
SAM
Me desperté al escuchar la puerta cerrarse, aunque aun no puedo abrir mis ojos del todo, me doy
cuenta que estoy en mi cuarto. La cabeza me dolía gracias a tantas bebidas, mis
recuerdos empiezan a invadir mi mente, la hermosa Isa, el bar, ella ayudándome a
llegar a la cama “oh por dios, nos acostamos y ni quiera estaba en mis cinco
sentidos” empecé a recordar sus besos, sus suaves y pequeñas manos, su cuerpo, ahí
es cuando recuerdo que ni siquiera nos cuidamos, debía asegurarme que ella tome
la pastilla del día después, no quiero una relación y menos hijos.
ISA
Luego de llamar un taxi salí de la casa de Sam, realmente no sabía si él quería despertar
a mi lado, le pido al taxista que pare en una farmacia que se encuentra cerca
de mi casa, mi madre debe estar por levantarse, aunque ella siempre insiste en
que salga, no quiero dejarla mucho sola, es la segunda vez que salgo después de
que Fabri y Mar se fueron de casa. Los fines de semana trabajo en un café que
se encuentra en el centro de la cuidad, en unas pocas horas debo comenzar mi
jornada laboral.
Llego a casa y entro directo a mi cuarto, me saco la ropa con la que Sali anoche, y entro a
bañarme. Una vez lista para mi trabajo de mesera “el cual no es tan bien pago,
aunque si me dejan buenas propinas” voy a la cocina, tomo un café así mi
estomago no esta vacío, luego de un rato tomo la pastilla q compre en la farmacia,
no puedo tener un hijo, menos de alguien que no conozco. Mi madre entra y me ve
con ojos picaron, sabe que no pase la noche en casa.
ESTER (madre
de Isabella)
“Buen día mia ragazza (mi niña) ¿cómo te fue anoche?” mi hija es muy juiciosa, pero debe
divertirse, hace casi 1 año solo se dedica a trabajar y cuidarme, me hubiera
gustado que ella pudiera estudiar. Quizás si hablara con mi madre pueda obtener
el perdón de mi padre y así poder costear mi tratamiento, pero eso implicaría
que me harían volver y tomar el lugar que me corresponde, aunque deje en claro
el día que alexander y yo huimos, que no quería esa vida para mis pequeñas y
para mí, aunque ya casi estoy curada, una anemia crónica me ha dejado casi sin
fuerzas, aunque mi costoso tratamiento esta dando resultados aun no puedo
trabajar, a mis 42 años me veo bien, la genética de mi familia es muy buena,
somos mujeres bellas…
Mis hijas no saben nada de nuestra familia, de nuestras raises, solo espero que ni mis
padres, ni los de alexander nos encuentren. Eso sería introducir a mis hijas en
un mundo en el que no quiero…
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