Hola soy Estefany Brown que tiene la dicha de contar con una familia integrada por mi papá el señor William Brown el es un empresario que tiene una empresa de bienes raíces , y mi madre Romina Miller ella es una hermosa mujer que se dedica al cuidado de los dos. Ambos son unos excelentes padres que me quieren y me cuidan, juntos me dan todo lo que pueden y aunque no somos ricos ellos tratan de tenerme bien en todos los sentidos.
Y se que ustedes se preguntarán que hago aquí y por que les estoy contando de mi familia. Bueno verán empecé contando de mi familia para que pudieran entender la historia que les voy a relatar.
Hace algunos años empezó mi sufrimiento y dolor. Fue un 8 de agosto , en el último día de escuela cuando empezó todo, cuando empecé a vivir en un infierno.
En esa mañana por alguna extraña razón me desperté muy temprano con una ansiedad en mi pecho y con ganas de llorar. Recuerdo que solo vi el tacho de mi casa por un rato conteniendo mis lágrimas, y mientras seguía observando escuche como se abría la puerta y como alguien entraba a mi cuarto.
Era mi madre que entraba como cada mañana a despertarme para que pudiera ir a la escuela
- preciosa ya levántate o llegarás tarde
La observe mientras me levantaba lentamente y caminaba hacia el baño para empezar a prepararme para la escuela. Ella me observo y me dijo que si me encontraba bien y yo le respondí que si, dándole un beso en la frente y abrasándola, ella un poco extrañada con mi reacción y mi forma de actuar me volvió a preguntar que si estaba segura y le volví a contestar que si. La verdad nunca había abrazado ni besado a mi mamá en las mañanas, siempre con las prisas y con la ansiedad de no llegar tarde se me olvidaba darle un beso. Pero ese día sentí la necesidad de hacerlo y decirle lo mucho que la quería.
Durante toda la mañana y parte del medio día solo pensaba en mi mamá y papá; no sabía que diablos me pasaba pero no podía concentrarme en lo que hacía y decía, Ana mi mejor amiga en varias ocasiones me preguntó que si me encontraba bien y le respondía que si, pero era obvio que no me creyera si me conoce muy bien y sabe cuando algo me pasa.
Cuando salíamos de la escuela me preguntó por última vez y le dije que ni yo entendía lo que me pasaba pero me sentía extraña y que tenía mucho miedo pero no sabia ni de que, ella me contesto y me dijo que algo mejor eran los nervios que tenía por que pronto sería el baile de graduación y bailaría con Carlos (Carlos era mi novio es un chavo guapo de ojos color Miel, con una cara hermosa el era el mas guapo de la escuela, todas las niñas querían estar con el, pero no se por que me escogió a mi . Teníamos un mes de relación y me sentía muy enamorada de él).
Solo la mire y seguí caminando cuando en ese momento un auto lujoso color negro se paró acostado de nosotras, bajándose dos hombre con una rapidez impresionante tomándome por la cintura y levantándome para subirme al coche. Ana al ver eso empezó a gritar con desesperación
- auxilio, por favor no se la lleven, déjenla ella no les ha hecho nada.
Mientras yo con todas mis fuerzas ponía resistencia para que no me subieran al coche, nose como le hice para zafarme de ellos y empezar a correr con Ana. Y justo cuando pensamos que los habíamos perdido y mientras tratábamos de retomar el aliento y de tranquilizarnos Ana me abrazó y entré lágrimas me dijo
-Amiga lo que tenías era un presentimiento. Por eso estabas mal toda la mañana sentías que algo te iba a pasar, pero ya todo paso vámonos antes que nos encuentren.
La mire y empecé a llorar entre sus brazos y justo en ese momento los dos hombres aparecieron me tomaron por la cintura y otro tomo a mi amiga tapando su boca para que no gritara de nuevo y mientras a mi me alejaban de ella, yo se guía poniendo resistencia pero esta vez si lograron subirme al coche. aún así seguía pataleando y gritando que me dejaran, pero todo fue en vano el coche empezó a moverse poco a poco hasta que el último hombre que había tomado a Ana se subió.
La velocidad aumentó, mi miedo creció un poco más y entre lágrimas tome valor y empecé a golpear a uno de ellos, el se enfadó y me pegó en mi cara, el dolor que sentí era insoportable y justo cuando me iba a pegar otra vez otro lo detuvo y le dijo
– que demonios haces el jefe te va a matar, el fue claro que la quería sin ningún rasguño, idiota. Su voz era ronca y se escuchaba molesto
A lo que el contesto:
- A mi ninguna hija de puta me pega
Otro secuestrador- el jefe te va a matar si le pones una mano encima, mejor drogala para que se calme.
Mientras ellos discutían yo seguía poniendo resistencia tratando de hacer que detuvieran el auto, cuando sentí que me pusieron un pañuelo en mi nariz y poco a poco perdí la conocimiento.
Desperté en un cuarto obscuro, me dolía mi cabeza y la sensación de miedo era muy fuerte. Trate de pararme y buscar una salida, no sabia en donde estaba pero me quería ir como diera lugar, analice el cuarto que no tenía ventanas solo 2 puertas me dirigí a una de ellas y se abrió sin ningún problema, pero esa puerta llevaba al baño la cerré y me dirigí a la otra pero esta si tenía seguro, no sabía que hacer que sin darme cuenta empezaron a derramarse mis lágrimas, me senté en el sillón junto a la cama. Abrace mis piernas y lloraba desconsolada recordando a mi mamá y a mi papá en la última vez que los vi juntos y como me despedía de ellos mientras caminaba rumbo a la escuela. Si hubiera sabido lo que pasaría los hubiera abrazado y les hubiera dicho que los amaba y que eran lo más importante de mi vida. Y con cada minuto que pasaba mis recuerdos se profundizaban, solo podía pensar en mi padres, en Ana esa chiquilla risueña que le encontraba sentido a la vida por muy mal que la estuviéramos pasando, en Carlos mi novio al quien yo miraba con amor y deseo. Mientras pensaba en ellos la puerta se abrió lentamente dejando se ver una mujer de mediana edad era guapa tenía cierta elegancia. Ella camino hacia mi me miró y me pregunto
- Estas bien? Esos trogloditas no te lastimaron?. La observe y con mis ojos llenos de lágrimas y con desesperación le dije:
- Déjame ir por favor, no se que hago aquí, tengo miedo.
Ella me miró con tristeza y rabia al mismo tiempo , me tomó mi cabello y me dijo.
- Lo siento pero no puedo hacer eso, si te dejo ir el me matará. Mi rabia creció y con enojo y gritando le conteste
- ¿Quien demonios es el? ¿Por qué me tiene aquí?.
Mi voz se quebró que ya no pude decir más, solo la mire y escuche de atrás de mi una voz firme y con un poco de molestia que me decía.
-Hola preciosa. Al escuchar esa voz me sorprendí y di la vuelta rápidamente. Estaba parado justo atrás de mi un hombre alto con un traje elegante con buena apariencia, con unos ojos color Miel, lo observé fijamente.
- por fin te tengo aquí. Lo miré fijamente con odio y le dije.
-Déjame ir te aseguro que no le diré a la policía, por favor. El me miró tomo mi cabello y me dijo
-lo siento cariño, no te irás, tu eres mía, y si yo no quiero que te vallas no te irás. Sus palabras se clavaron en mi corazón como una estocada, haciendo que mi rabia creciera y le dijera
- yo no le pertenezco a nadie, déjame ir idiota o te juro
- o ¿me juras que? Escuche me niña tonta esta es mi casa y aquí el que da las órdenes soy yo, y si te digo que tu eres mía, es por que eres mía, y si no quieres pasarla mal tendrás que portarte bien con migo, y si no vivirás en el mismo infierno.
Justo en ese momento entro una mujer con una charola con comida, colocandola junto de mi, diciéndome – señorita traje su comida espero que le guste. La observe y con fuerza avente la comida, haciendo que se callara al piso.
La pobre empleada me miró y agachó la cabeza; el solo me tomó con fuerza y me aventó hacia donde estaba la comida en el suelo.
- Si no quieres comer no comerás nada, Tina no le des nada de comer. Ella movió la cabeza diciendo que si y se marchó. El se dirigió hacia mi, se agachó se puso de rodillas a lo que yo tomé el tenedor y se lo clavé en la pierna, parando me rápido para correr hacia la puerta, corrí sin importarme sus gritos, sentía que con cada paso que daba me sentía más segura pero cuando termine de salir de ese pasillo enorme 3 hombres se pararon enfrente de mi tomándome a la fuerza y haciendo que me regresara al cuarto, no podía creer que me estuviera pasando esto. Quien demonios era el para que tuviera tanta seguridad.
A pesar que mostré resistencia fue en vano, me llevaron ante el. Me miró fijamente y me dijo - tu intentas hacer eso de nuevo y tu familia morirá en un entendiste, ya te dije que no te irás y que eres mía.
Salió del cuarto dejándome sola otra vez, no se cuentas horas pase encerrada, pero cada minuto era un siglo para mi, solo quería irme ver a mi madre, extrañaba sus abrazos. Muchas veces me pregunté ¿que por que yo?, ¿qué le había hecho a la vida y a ese hombre para que me tuviera en ese lugar?.
Me que de dormida en medio de muchos recuerdos y lagrimas.
En medio de mis sueños sentí una mano que acariciaba mi cuerpo; esa presencia junto a mi hizo que me despertara con mucho miedo. Me di cuenta que aquel hombre estaba sentado junto a mi y que me miraba de una forma extraña. Me levanté de forma brusca y rápida.
-Tranquila, no te voy hacer nada, a mi me gustan las cosas por las buenas. Mi bella Estefany. Me miró con de deseo y mordiéndose el labio inferior.
Víctor
Desde que la vi por primera vez se quedo gravada en mi cabeza, como es posible que una niña de 18 años haya sido capas de robarme el sueño. Cada noche desde ese maldito día la sueño, y lo mas absurdo es que siempre es lo mismo, es el día que tenia que viajar a Colombia me encontraba apresurado ya que el avión en donde venia la mercancía no llego, la maldita policía de ese país logro apoderarse de ella, como es posible que un maldito error de principiantes me costara millones de dólares.
Stefan mi hermano, y además mi mano derecha me había avisado que antes de empezar a cargar la merca la policía había llegado y en medio de disparos y explosiones el logro escapar, pero el estaba herido en un hospital de las afueras de Colombia. Al enterarme de la noticia me empecé a dirigir al ese país. Y en una de las calles de la ciudad por una de las mas trascurridas por automóviles la vi pasar, ella corría junto a su amiga bajo la lluvia su hermosa sonrisa y su alegría era increíble, mostraba una inocencia pura y también no lo voy a negar sus piernas que mostraba y su blusa mojada mostraba su hermosa figura, cuando se detuvo frente a nosotros me perdí en ella.
Víctor- quiero que me averigües quien es ella y todo lo que tenga que ver con ella
Chofer- ella es una estudiante del international language college.
Víctor- ¿que, la conoces?, ¿Cómo se llama? – le dije un poco extrañado y con curiosidad.
Chofer- no señor no la conozco, pero ella estudia en el mismo colegio de mi hija por que tiene puesto el mismo uniforme que ella usa.
Víctor- bueno va a ser más fácil para ti averiguarme quien es.
Chofer- sí señor
Baje mi el vidrio y la observe más detalladamente, su cabello negro su piel blanca su sonrisa que se dibujaba con sus labios con un poco de color rojo, se me quedo gravada en mi cabeza.
La observe tan fijamente que ella se dio cuenta, se acercó a su amiga, su sonrisa desapareció y lentamente se fue hacia una calle apuesta a la que se dirigía al principio.
Investigue todo de ella, me dijeron que se llama Estefany, tiene a sus dos padres y vive al otro lado de la ciudad. De vez en cuando iba a verla salir de su escuela, en muchas ocasiones iba con una de sus amigas y en otras con chavo de su misma edad, me enfadaba ver a ese niño tonto con ella tomándola de la mano. La última vez que lo vi con ella el la estaba besando apasionadamente mientras su mano recorría su cintura y espalda. Eso hizo que me llenara de coraje que le ordene Stefan que la trajera ante mi.
- Quiero que la traigas mañana
- Víctor te vas a ir al infierno, es una niña
- Cállate, la quiero mañana
- Eres un puerco. Mientras el decía esas palabras se notaba su sonrisa burlona jugando con una navaja
- Bueno Víctor si te llevas la sorpresa que ya no es virgen, es porque el niño que va con ella te la gano.
- Cállate y has lo que te dije
Esas malditas palabras hicieron que me enojara, pero aún así la quería en mi casa.
Y Después de tanto tiempo escuché de Stefan.
- Víctor la niña esta aquí. Pero hay un problema uno de los hombres le pegó en su cara esta un poco morada de su cachete
- Te dije que la quería sin ningún rasguño, donde esta el que le hizo eso.
- No te preocupes ya me encargue de el.
Verla gritar y poner resistencia hizo que le deseara más, es increíble y no se porque pero en ese momento sentí algo extraño en mi. Incluso aún cuando me miró con odio sentí algo diferente que hizo desearla más.
Sin darme cuenta me había clavado un tenedor en mi pierna, nadie en mi vida me había atacado y había vivido para contarlo, pero ella lo había hecho sin miedo a morir.
Llegue a despacho me senté en el sillón, Stefan al mirarme empezó a reírse.
- Al fin llegó tu domadora, Víctor Reymer ha sido herido por una niña jajajaja
- Cállate o te meto un tiro en la cabeza
- Esta bien, esta bien, pero no lo puedes negar que . Lo miré muy molesto que hice que se callara, pero sus burlas eran notorias.
En esa misma noche fui a verla estaba dormida, tenía una cara muy bonita, a pesar del golpe se mostraba hermosa, a un tenía puesto su uniforme, le toqué su frente y se despertó de manera brusca.
- Tranquila no te voy hacer nada, a mi me gustan las cosas por las buenas.
Le empecé a acariciar su frente poco a poco empecé a deslizar mis manos hacia su cuello hasta llegar a sus hombros. Ella reaccionó de forma violenta quitando mis manos de ella.
- No me toques.
La tome de forma agresiva y llevándola enfrente de mi y la besé a la fuerza, no esperaba que me respondiera el beso. Pero su reacción tampoco la esperaba, se separó de forma rápido dándome una cachetada.
- Te dije que no me tocaras.
- Esta es mi casa y hace lo que yo diga.
- Es te es mi cuerpo y hago lo que yo quiera. No me toques.
La volví a tomar de forma violenta, con sus ojos llenos de lágrimas ella mostraba resistencia, y peleaba para que la soltara se pegó en su mano con la lámpara que estaba junto a la cama, haciendo que su mano quebrara la lámpara y se hiciera una herida en la mano. Ella hizo un gesto de dolor pero aún así no derramo una lágrima las contuvo.
Ella dejó de pelear. Vi su mano sangrar y la solté dejándola en la cama de rodillas, salí de la habitación y mande a Cony para que la curara.
Me dirigí a mi cuarto, me quité la camisa caminé hacia la ventana observe el enorme jardín, tenía flores hermosas, un mesa justo en medio. Me imaginé desayunando con Estefany. Pensé que como le iba hacer para que esa niña se acostara con migo sin usar la fuerza, el simple hecho de pensar en ella mi cuerpo quería sentirla, mi amigo empezaba a ponerse duro, divagaba en mis pensamientos cuando un golpe violento se escuchó en puerta, seguido de un grito de desesperación.
- Señor, señor
Abrí la puerta rápidamente con extrañeza
- ¿Que quieres?
- Señor la niña corto su muñeca con un vidrio.
Corrí hacia la habitación de Estefany la vi sangrando de la muñeca aún con los ojos abiertos me dio un gesto de desprecio y perdió el conocimiento. Ordene que trajeran al doctor, que llegó de manera rápida la atendió en frente de mi.
- Señor la señorita es también, afortunadamente no perdió mucha sangre solo que necesitará descansar, eso es todo me despido.
Me quedé en su cuarto toda la noche, realmente parece un Ángel dormida. Antes que despertara la deje y me fui a mi cuarto.
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