NovelToon NovelToon

Prisionera De Un Millonario

Capítulo 1

Es un hermoso atardecer de verano, se oyen los cantos de los pájaros en el calmado bosque.

Y en una pequeña cabaña, se encuentran dos enamorados, viviendo su amor a pleno.

- Te amo Rodrigo - susurra Victoria entre apasionados besos .

- Y yo te amo a ti Victoria - responde Rodrigo besando su frente.

Ambos se encuentran enredados entre blancas sábanas, Victoria acababa de entregarse por primera vez en cuerpo y alma a alguien, y estaba tan feliz de que ese alguien sea Rodrigo, el amor de su vida. O al menos eso creía ella en ese momento.

- Te voy a amar por el resto de mis días - dice Victoria escondiendo su rostro en el cuello de su amado.

- Yo también te amaré por siempre amor mío, quiero envecejer a tu lado. Ver jugar a nuestros nietos en un lindo y cálido hogar - responde Rodrigo, sus ojos brillan emocionados.

Victoria trataba de contener sus lágrimas. Sabía que eso no pasaría jamás, sabía que en pocos días su vida estaría atada a Emir, un millonario socio de su padre, de descendencia turca, con quien debía casarse para salvar a su familia de la ruina.

\*\*\*\*\*\*\*\*\*

Narra Victoria

- Te amo preciosa, te veré mañana verdad? - me pregunta Rodrigo mientras me abraza por detrás y aspira el aroma de mis cabellos.

- No lo sé, te lo haré saber a través de Margarita - respondo volteandome para quedar frente a él y beso sus labios. Nos despedimos y salgo camino a la hacienda.

- Acaba de llegar, avisen a la señora - oigo gritar a un peón, al llegar al casco de la hacienda.

Rápidamente entro a la casa y corro para subir a mi habitación, pero una mano hala de mi brazo y me detiene en seco, casi tambaleo.

- De dónde vienes niña rebelde - mi madre me mira furiosa con sus ojos celestes que parecen largar fuego. Me hala hasta el despacho y cierra de un portazo.

- Ma mamá yo ... - trato de formular una respuesta, tomando de mi muñeca que ha quedado roja, resultado de su fuerte agarre.

- Has estado con ese desgraciado, verdad?- mi madre observándome con repugnancia.

- Mamá ha sido la última vez, te lo prometo. Necesitaba despedirme de él, de alguna manera, quería hacer algo para pertenecerle de por vida - digo soltando un sollozo.

- Qué demonios hiciste, criatura estúpida - los ojos de mi madre se agrandan.

- ¡Me entregué a él mamá! No podía dejar que ese maldito turco fuera el primer hombre en tocarme, Rodrigo siempre será el primer hombre en mi vida - digo con los ojos llenos de lágrimas.

- Cállate! - mi madre abofetea mi mejilla izquierda. Las lágrimas caen de sus ojos y me mira con decepción.

- Yo no te eduque para que te conviertas en una cualquiera, Victoria. Siempre te he dicho que el día en que te casaras deberías llegar pura al altar- mi madre levanta la voz.

- Lamento decepcionarte mamá, pero papá siempre me ha dicho que debía casarme estando enamorada y yo ni siquiera le he visto la cara a mi dichoso prometido, madre - digo entre sollozos.

- Pero te casarás por amor a tu familia, ese bueno para nada de tu noviecito ni siquiera podría darte un hogar digno de ti, en cambio Emir es un caballero distinguido, él sí está a tu altura - dice tomando mi barbilla con fuerza.

- A papá sí le importaría mi felicidad, sin importar el dinero - digo apartando su mano de mi barbilla.

- Que ni se te ocurra, Victoria. Por nada del mundo menciones esto con tu padre, él cree que te casarás porque estás dispuesta a conocerlo y darle una oportunidad. No le dirás nada de esto, o su corazón no lo soportará y si tu padre se muere será tu culpa niña - mi madre suena amenazante.

La observo con dolor e inmediatamente salgo cerrando el despacho de un portazo, subo corriendo las escaleras, entro a mi habitación y me tiro a la cama ahogando un grito de impotencia con mi almohada. Estoy perdida.

- ¡Despierta Victoria!- la voz de mi madre hace que me sobresalte. Veo hacia la ventana y veo que ya está anocheciendo.

- Arréglate, en 2 horas vendrán a pedir tu mano oficialmente pequeña - pone su cabeza de lado y me sonríe irónicamente.

- Está bien - digo asintiendo con la cabeza. Y sin mas, mi madre sale de la habitación.

Entonces entro a darme una ducha, al quitarme la ropa aún puedo sentir el aroma de Rodrigo sobre mi piel. Y las lagrimas caen de mis ojos, sabiendo que nunca mas estaré así con él.

Dejo que el agua en forma de lluvia empape mi cuerpo. Luego de 15 minutos salgo del baño, y procedo a arreglarme.

Busco algo formal en mi guardarropas y encuentro un vestido de fiesta corto y lo uso con unos zapatos negros de tacón.

Salgo de la habitación me dirijo a la sala, tomo asiento en uno de los grandes y cómodos sillones y espero a que sea la hora de mi sentencia.

Un tiempo después suena el timbre de casa, en ese momento salen mis padres del despacho, y por la cara que trae papá, puedo adivinar que han estado discutiendo.

Margarita; una de las empleadas de la hacienda va rápidamente hacia la puerta de entrada para abrir.

- ¡Bienvenidos!- Margarita saluda a alguien que aún no logro ver quienes son.

Mi madre se apresura al encuentro de 2 jóvenes hombres que ingresan a la casa, lucen muy elegantes. Ambos traen trajes negros entallados con corbatas. Uno se ve mas joven, debe ser de mi misma edad (tengo 23 años), él tiene ojos color café y cabello castaño oscuro, trae consigo una botella de champagne. El otro se ve como de 30 o menos años, tiene los ojos negros como la noche, al igual que su cabello, tiene una mirada profunda, pestañas largas y prolijas, labios carnosos, piel morena y una apenas crecida barba en su rostro.

Él posa su mirada sobre mis ojos y yo tiemblo de nervios por dentro.

- Bienvenidos señores! - mi madre saluda amablemente.

- Señora Grecia - el mas grande toma la mano de mi madre y deposita un pequeño beso en ella. Mi madre sonríe en respuesta. Y luego saluda a mi padre.

- Señor Moretti, es un honor para nosotros poder ser recibidos en su casa - el mas joven saluda cordialmente.

- El honor es nuestro. Ahora quiero presentarles a la luz de mis ojos, mi hija Victoria Moretti- dice mi padre rodeando mis hombros con su brazo derecho.

- Es un gusto - digo asintiendo y sonriendo forzadamente.

- Emre Soydere, para servirla- el mas joven toma mi mano y la besa. Yo respondo con una sonrisa.

- Emir Öskan, a tus órdenes - el otro sujeto asiente con la cabeza, tiendo mi mano para saludarlo pero este se acerca y ma saluda con un beso en la mejilla, me ruborizo un poco.

La cena ambienta aburrida, ellos hablan de negocios y yo solo pienso en que esta noche me cambiará la vida para siempre.

De vez en cuando observo a Emir que está sentado justo frente a mí y noto que éste no aparta la mirada de mí ni un segundo.

¡Oh rayos, que le pasa!

Capítulo 2

Narra Emir

La cena básicamente ha girado alrededor de charlas de negocio, y a Victoria parece no agradarle. No he dejado de observarla, ella está sentada frente a mí, pero su mirada indica que está ausente, no sé en qué pensará, la acabo de conocer y no sé nada de ella pero puedo notar que se siente incomoda.

Hemos terminado de cenar y el señor Arturo Moretti, propuso pasar a la sala para llevar a cabo la pedida de mano.

Una vez allí:

- Emir Öskan, hijo de mi ya fallecido socio y amigo, Abdul Öskan. Es un honor y me llena de emoción entregarte a mi hija en matrimonio, te conozco desde que eras un jovencito inexperto en los negocios pero te has ido formando y hoy eres un gran empresario. También se que eres un hombres de grandes valores, por lo tanto se que mi Victoria estará en buenas manos - dice Arturo palpando mi hombro con una sonrisa y sus ojos abrillantados.

- Para mí es un honor que nuestras familias se vean unidas por este matrimonio, y tenga por seguro que cuidaré de su hija y me haré cargo de que nada de falte ni la lastime - digo guiando la mirada hacia Victoria, esta me responde con una sonrisa forzada.

- ¡Victoria! Acércate a Emir princesa - ordena la señora Grecia mientras levanta sus cejas.

En ese momento saco del bolsillo de mis pantalones un pequeño estuche de color rojo, lo abro, tomo el anillo con el delicado diamante que trae consigo. Le hago un gesto a Victoria pidiendo su mano, ésta me pasa su mano izquierda y en su dedo anular, coloco la alianza.

Victoria me mira a los ojos sin expresión alguna por algunos segundos.

-¡Bravo! - nuestras miradas se ven interrumpidas por el grito de la señora Grecia, madre de Victoria . Seguidamente todos aplauden y comenzamos a brindar.

- Puedo caminar contigo un momento mientras hablamos ? - pregunto bajando la voz. Victoria voltea a verme sorprendida.

- Claro - responde asintiendo con la cabeza.

La sigo por la gran sala, camino a un gran pasillo luego a una puerta que nos da salida a un amplio jardín en la parte trasera de la hacienda.

- Mira, hay algunas cuestiones que quiero aclarar contigo - digo deteniendo mi caminar. Victoria se voltea y quedamos frente a frente.

- Sí dime - responde algo, nerviosa?

- La boda será en tres días y me imagino que no tendrás tiempo para hablarlo, por eso quiero hacerlo ahora- digo aclarando mi garganta.

Sigo:

- Quiero que sepas que esto ha sido muy repentino también para mí, no estaba en mis planes casarme contigo, yo sólo he venido a cerrar unos contratos con tu padre, cuando tu madre me dijo que estabas dispuesta a casarte a cambio del préstamo que le hice a tu familia. También quiero que sepas que no te obligaré a cumplir tu rol de esposa hasta que tú te sientas preparada - tras mencionar mis palabras, pude notar que Victoria tiene la mirada perdida en el verde césped.

- Está bien, te lo agradezco mucho - responde mirándome a los ojos.

- También quiero hacerte saber que luego de la boda estaremos 2 semanas en el hotel donde me estoy hospedando, luego iremos a Turquía, viviremos allí. Hace mas de un mes no he estado por allá y la central de todos mis negocios se encuentra ahí. Ten listas tus cosas para entonces - digo con una pequeña sonrisa compasiva.

- V... viviremos en Turquía? - dice Victoria parpadeando reiteradas veces y sonriendo irónicamente.

- Así es, no te ha dicho tu madre ? Le he informado y ella ha estado de acuerdo - explico.

- Claro, lo debí olvidar - su rostro expresa incertidumbre - me disculpas? Tengo que ir al tocador - agrega.

- Claro, ve - respondo haciendo un gesto con ambas manos de que puede retirarse.

Me quedo allí de pie observando como la muchacha de piel pálida y expresivos ojos azules, me sonríe con sus carnosos labios rojos y se retira por el amplio jardín, su caminar es decidido, su cabello castaño oscuro se sacude al ritmo de sus pasos.

- Qué tal tu nueva prometida hermano?- Emré me saca de mi distracción.

- No lo sé, parece que al igual que yo, todavía no asimila lo que sucede - digo caminando nuevamente hacia el interior de la hacienda.

- Y lo que pasará - Emré hace referencia a la boda.

- Sí lo sé, será muy difícil, sobre todo en estos días. Ya sabes - digo mientras camino mirando mis pies.

- Calma Emir, todo saldrá bien - Emré palma mi espalda y entramos nuevamente a la casa.

- Oh ahí están muchachos, acerquense charlemos un poco - el señor Arturo nos sonríe desde la sala.

- Lo siento, debemos retirarnos. Ya es un poco tarde y mañana debemos continuar con el trabajo - digo viendo a Emre en busca de complicidad.

- Claro, nos hubiera encantado quedarnos mas tiempo - dice Emré captando mi mirada.

- Oh, ya se van ? Qué lástima, le diré a Victoria que venga a despedirse - Grecia aparece bajando las escaleras.

- No, no es necesario. Ya nos hemos despedido en el jardín - miento

- Ah, está bien - Grecia me sonríe.

Nos despedimos de los Moretti y salimos de la hacienda, llegamos hasta mi auto y nos vamos rumbo al hotel.

Sabía que esto no sería fácil, pero soy un caballero y se lo prometí a Grecia, no iba a faltar a mi palabra.

Capitulo 3

Narra Victoria

Me encuentro sentada en mi cama observando por la ventana.

- Se acaban de ir - mi madre sonriendo entra a mi cuarto e interrumpe mis pensamientos.

- Mamá no puedo hacerlo - digo con lágrimas en los ojos.

- ¿De qué hablas niña?- mi madre cambia su expresión.

- Me ha dicho que viviremos en Turquía - explico

- Y qué hay de malo con eso? Serás su esposa y tendrás que vivir donde él viva - responde tranquila

- Mamá no quiero alejarme de aquí - digo y las lágrimas han salido de mis ojos.

- Bien, quédate, quédate Victoria. Rompe tu compromiso y mata a tu padre de un disgusto, por un estúpido caprichito- mi madre abre los brazos como pidiendo una explicación - Nena Emir es el mejor partido para ti mi cielo - agrega.

- Mamá déjame sola- digo metiéndome al cuarto de baño.

Al salir mi madre ya se ha ido, me quedo un momento de pie secando mis lágrimas.

Me quito el vestido que traigo puesto, me pongo mi pijama; un short verde pastel de algodón y una blusa de tiras del mismo color. Recojo mi cabello en una coleta, apago la luz y me duermo.

\*\*\*\*\*\*\*\*\*\*\*\*\*

Han pasado dos días, dos días en los que he ido a comprar el vestido de novia y a probar distintos menús, finalmente todo lo a elegido mi madre.

Me encuentro en mi habitación, caminando de un lado a otro muy nerviosa. Mañana es mi boda con Emir y una loca idea pasa por mi mente; escapar con Rodrigo. En estos días no lo he visto, él me ha mandado recados con Margarita que vive en su misma colonia pero no he respondido a ninguno.

Busco un pequeño bolso, guardo allí mis documentos, un poco de ropa y algo de dinero. Miro el reloj y marca 11:43 pm, en casa ya todos están dormidos esta es mi oportunidad de escapar.

Bajo de las escaleras sin hacer ruidos, verifico de que no haya nadie en los alrededores y salgo de la casa. Veo en el jardín todo preparado para la boda; sillas y mesas decoradas con telas blancas, muchas flores y un pequeño altar, si no fuera forzada a casarme diría que sería la boda soñada.

Salgo corriendo por el jardín hacia la salida del casco de la hacienda. Puedo ver a algunos peones reunidos en las caballerizas pero ellos no me ven, así que corro hasta salir completamente de allí.

La estancia está a 20 minutos caminando, de la ciudad. Logro ver un taxi y lo paro, le pido que me lleve a una dirección y vamos.

Llegamos, me encuentro frente a una pensión. Le pago al señor del taxi, y entro a la pensión, decidida a pedirle a Rodrigo que escape conmigo. Hay unos chicos sentados tomando cervezas, pregunto cuál es el cuarto de Rodrigo, me indican que subiendo las escaleras, la tercer puerta.

Levanto mi puño para golpear la puerta y sonrío porque sé que lo sorprenderé y se pondrá feliz de verme allí, pero algo me detiene. Oigo la risa de una mujer en el interior del cuarto.

Abro la puerta que se encuentra sin llave, y veo algo que jamás hubiera querido ver; Rodrigo está en la cama con una rubia.

- ¡Vic Victoria!- Rodrigo se sorprende.

- ¿Qué es esto Rodrigo ? - digo con los ojos cristalizados conteniendo las lágrimas.

- ¿Qué haces aquí? - Rodrigo aún no sale de su asombro y la rubia me observa con una sonrisa malvada.

- Quería sorprenderte, pero la sorprendida fui yo-digo viéndolos con asco.

- No quieres unirte al juego, está divertido - la rubia habla con una voz chillona.

- Cállate! No estoy hablando contigo ramera - y la fulmino con la mirada

- Victoria dame un minuto y hablaremos amor, no es lo que piensas- Rodrigo trata de justificarse.

- No te preocupes, no quitaré mas tu tiempo. Venía a pedirte que escapemos juntos porque mañana mi madre quiere casarme con un señor millonario, pero prefiero estar casada con un desconocido antes que huir con un mentiroso que creía conocer - y sin decir mas salgo de la habitación con la esperanza de que Rodrigo corriera detrás de mí, pero no fue así. Y un sollozo escapó de mi boca.

Caminé durante varios minutos sin rumbo fijo, perdida, con los ojos llenos de lágrimas.

Finalmente llego a una calle bastante transitada y allí espero un taxi.

- Hola preciosa, quieres compañía? - una voz ronca a mis espaldas me eriza la piel. Volteo y es un tipo con apariencia de que ha bebido demás.

- No, gracias estoy esperando a mi novio que ya vendrá por mí - miento.

- Oh vamos, podemos divertirnos mientras esperas - dice acercándose mas, yo retrocedo un paso

- Aléjese por favor - digo casi llorando.

- Oh vamos nena, te gustará - dice y se lanza sobre mí tomando mi cara para besarme.

- Suéltame! ¡Auxilio! - grito

- Déjala - una fuerza tiró del borracho hacia atrás luego vi un puño estrellarse contra su cara. Llevo mis manos a mi boca expresando asombro, no podía creerlo, él estaba ahí.

- ¡Emir! - digo asombrada .

- ¿Estás bien? ¿Qué haces sola a estas horas Victoria? - dice acercándose a mí.

- Estoy bien!- respondo mirándolo con asombro.

- Ven, te llevaré a tu casa- dice abriendo la puerta del acompañante de su auto.

- Ok - susurro.

Rumbo a casa un silencio invadió el auto, ninguno de los dos hablaba. Por momentos volteaba a ver a Emir pero él solo tenía su mirada en la carretera.

- Llegamos - dice mientras se baja para abrir la puerta de mi lado.

- Gra... gracias Emir - digo con una voz débil.

Él mira el pequeño bolso en mis manos, luego

me mira a los ojos.

- Anda entra, debes descansar. Ya es tarde - dice viendo hacia la casa.

Buenas noches - susurro suavemente. Él no responde. Me encamino hacia la casa sin voltear, luego de unos segundos escucho como enciende el auto y se va.

Download MangaToon APP on App Store and Google Play

novel PDF download
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play