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Por Las Mafias I

Prólogo

DANNA JONNES

Veinticuatro años, nací en España, hablo el español e inglés, me crie en Estados Unidos, Nueva York.

Desde que tengo memoria mi infancia fue horrible. Violencia, maltrato, insultos...

Odie todas esas cosas y me jure a mi misma ser una persona de bien.

DOCE AÑOS ATRÁS

Estaba en el hospital, mi amiga Anaís estaba dando a luz... a decir verdad, le estaban haciendo una cesaría.

Tenía doce años y mi amiga dieciocho...era más como mi hermana. Su madre la había votado de su casa hace cuatro años cuando salió embaraza a los quince y tenía una hija de cuatro años, vivía con la bestia de su pareja, ella había cuidado a mi cuando era mucho más pequeña, el bebé todavía no estaba listo para nacer pero se adelantó el parto debido a la golpiza que se había dado el bruto ese, y ahora los médicos luchaban por la vida de su bebé.

Estaba sentada en la sala de esperas preocupada por ella, eran las once de la noche, me había llamado casi sin aliento a decirme que porfavor valla a ayudarla, que estaba sangrando y temía por la vida de su hijo, de inmediato salí corriendo, mis padres ni siquiera habían llegado a la casa, el médico salió y pregunto por sus familiares.

-Yo- le dije apresuradamente y levantándome torpemente- Soy su amiga, yo la traje.

El doctor me observó y noto lo joven que era, aun que para mí edad era alta, pues con mi doce años media uno cincuenta y nueve

-¿No vino alguien mayor para verla? ¿Sus padres o su pareja?- pregunto el médico.

Negué.

-Llame a su madre y me dijo que ahora era responsabilidad de ella, en cuanto a su pareja... sigue sin aparecer, el fue quien la golpeó...

El médico comprendió y me puso una mano en el hombro.

-¿Tú debes ser Danna?- pregunto y asentí de inmediato- su bebé falleció. Pasa, está preguntando por ti, no se encuentra bien... tiene graves lesiones en la cabeza, en el cuerpo y después del parto está muy débil... es muy joven y su cuerpo no aguantará mucho... parece quiere despedirse.

Esas palabras se me clavaron en el alma. Mi amiga se estaba muriendo y su bebé había muerto.

Seguí al doctor y entre en la habitación de Anaís con una mascarilla puesta.

Su bello rostro estaba golpeado, su ojo morado y su labio partido, pero en cuanto me vio sonrió débilmente y me levantó su mano, la tome rápidamente y me acerque a ella.

-Anaís...

Mis lágrimas amenazaban con salir pero tenía que resistir y parecer fuerte para ella.

-Danna... -me habló débilmente -¿Has visto a mi bebé?... No pudo resistir...

Apreté la mandíbula, aguantado mis lágrimas.

-Quiero... que tu la cuides de Mercedes, Danna... no confío en nadie más...

Apreté su mano con más fuerza y asentí, claro que cuidaría de su hija.

-Quiero que tú te la lleves.

Asentí

Cada vez sus pálidos ojos verdes se iban cerrando más.

-Lo haré Anaís... Cuidare de Mercedes... -la tranquilice y ella sonrió más.

-Gracias Danna por ser mi amiga... por no dejarme sola en los peores momentos... y por hacerte cargo de mi hija... nunca cambies Danna... Eres una buena persona...

Dicho esto cerró sus ojos y su mano perdió fuerza sobre la mía. La máquina que mantenía los pulsos de su corazón sonó con un BIPPPPP muy agudo dando a entender que había dejado de latir.

No aguante más y llore por su perdida, Anaís... mi amiga... Estaba muerta al igual que su hijo.

El doctor me puso una mano en mi hombro tratando de darme consuelo

-Necesitamos que nos des su información y la de su familia, tenemos que entregar su cuerpo a sus familiares...

Asentí tratando de calmarme.

Le pregunté al doctor como podía hacer para quedarme con la custodia de su hija de cuatro años.

Luego de que el doctor me explico que si no era familiar de Anaís y por mí falta de edad no podrían darme a la niña, y que como yo no tenía como mantenerla ni cuidarla, le darían la custodia al padre.

En el entierro de Anaís ni su madre ni su padre quisieron a su hija, y se lo dejaron a Billy, el que asesinó a golpes a Anaís y como si fuera poco seguía libre, su muerte había quedado impune.

Billy tampoco quería a Mercedes por qué ya tenía otra pareja.

Era jueves, había pasado dos semanas desde la muerte de mi amiga y había ido por Mercedes ya tenía trabajando dos semanas en un Restaurante lavando platos, no ganaba mucho pero alcanzaría para las cosas de Mercedes, y ahora me encontraba en su puerta, toque tres veces y abrió una joven de nuestro colegio que por lo visto era la actual pareja de Billy, el tenía veinte años era mayor e independiente.

-¿Si?- me pregunto la joven

-¿Esta Billy?- le pregunté y ella frunció el ceño.

Claramente mi pregunta la había molestado.

-¿Para que lo buscas?- me respondió de mala gana.

-¿Quien es cariño?- Escuché la voz de Billy detrás y abrió la puerta por completo dejándome verlo-¿Que quieres Danna? ¿Se te perdió algo?- Escuché el llanto de Mercedes provenir desde el interior de la casa y Billy se revolvió el cabello- Maldita mocosa ya empezó a llorar, auguro ya se despertó y va a querer a su mamá.

Por lo visto el tampoco la quería.

-Vine por qué Anaís me pidió que yo cuidara a Mercedes- le respondí

Su rostro se iluminó con una gran sonrisa.

-¿Te la vas a llevar?- pregunto contento y la joven también sonrió.

Asentí.

-Dora, traite a la mocosa con todas sus cosas y entregala- me miro mientras la chica entraba dentro de la casa a para sacar las cosas de Mercedes- ojo Danna, desde ahora es tu responsabilidad, yo no acepto devoluciones así que deja de ser mi problema y será tu problema, tampoco esperes que te de una pensión por qué no pienso dar ni un dólar por esa niña.

-Tampoco esperaba que des nada por ella- le respondí de mal humor y el sinvergüenza solo se encogió de hombros.

Dora salió con Mercedes agarrada de la mano y me la dio, rápidamente la cogí en brazos en lo que ella sacaba un maletín de ropa de Mercedes, y lo cogí.

-Dora entregarle todo, hasta las vitaminas que toma.

Dora entro y me saco otra cartera de tela en la que había suplementos en polvo especial para Mercedes.

-La cantidad de su dosis para cada día está escrita en una receta ahí dentro- Me señaló Dora la bolsa dándomela, asentí para que acto seguido Billy cierre la puerta.

Cargue con Mercedes que ya se había calmado la baje y le puse una gorrita de su ropa para taparla y acomodar sus cosas, me cargue las dos bolsas de llevar, que una contenía su ropa y el otro sus suplementos, tendría que regresar a casa caminado, todavía eran las once del día y seguramente mis padres no estaban.

Caminé por una hora con ella, lo curioso era que estaba tranquila mirando las calles, me apostaba a cincuenta pavos que esos dos no la sacaban a pasear o jugar, luego de caminar llegué a casa, tal y como supuse no estaban, entre empujando la puerta con Mercedes y sentándome en mi habitación, que ahora también sería la de ella.

Cargue a Mercedes y la acomode con cuidado en la cama. Era un angelito.

Hise el almuerzo mientras ella dormía, revise su receta y le prepare las onzas de vitaminas con agua caliente, cogí su biberón, le di de tomar poco a poco y la deje dormir

Ya era de noche y mi madre no tardaría en llegar.

Como siempre llego borracha y mi padre drogado. Hicieron un escándalo y despertaron a Mercedes.

El llanto de ella hizo que mis padres entren a mi habitación.

-¡¿Que hace esa niña acá?! ¡Echala a la calle!- me grito mi padre y mi madre furiosos.

Negué

-No la voy a echar a la calle- les dije

-Pues si no la hechas te vas con ella a la calle no quiero más mocosos en mi casa, ya tengo suficiente contigo- me dijo mi madre agarrándome de los cabellos y dándome un buena paliza en el suelo, Mercedes lloraba y mi padre la quiso coger para llevársela.

-¡No!-grite llorando y parándome como pude para proteger a Mercedes- Estás bien me iré de la casa-

Ellos salieron de mi habitación y empecé a llorar.

¿Por qué me había tocado estaba vida a mi?

Acomode todas la cosas de Mercedes y también las mías en otra mochila me puse unos pantalones negros y una camiseta manga larga negra junto a una casaca que me abrigaba.

Tome mis pocos ahorros que tenía y salí de la casa con Mercedes envuelta en una manta.

-Y ni pienses en regresar- Dijo mi madre cerrando la puerta de mi casa.

Todo estaba oscuro y tenía que buscar dónde dormir, buscar un trabajo y salir adelante junto a Mercedes.

Si algo tenía por seguro era que odiaba las injusticias en este mundo y haría lo posible por erradicarlas.

Empezando Por Ladrones y luchando contra los mayores culpables... Las Mafias.

EGAN LEVEDEV

Veintisiete años, soy responsable de la mafia de mi familia en Italia pero por el motivos de viaje de mis padres, me dejaron cargo de las mafia de Estados Unidos.

Dominaba muy bien el Ruso y el inglés, y sabía un poco de español.

Desde pequeño me acostumbré a un mundo lleno de balas, drogas, prostitución y asesinatos, mi padre era uno de los mafiosos más importantes, Éramos originarios de Rusia, pero por problemas en nuestro país huimos y formamos un nuevo y más poderoso imperio en Italia y Estados Unidos.

Mis padres siempre nos dieron todo, nada se nos negaba, tengo dos hermanos, Gasha y Antón, somos la familia Levedev, nadie se mete con nosotros, lo teníamos todo en la mano.

Era una gran ventaja ser un mafioso, pero si había ALGO QUE ODIABA ERAN LOS PUTOS POLICÍAS QUE NO ERAN CORRUPTOS COMO LA MAYORÍA... esos eran como una espina en culo y saber que mi padre admiraba a un joven policía que hace años lo salvó de que la embajada Americana los atrapara me ponía más furioso, sabía que era otro oficial más que era corrupto, seguro mi padre le había soltado una buena cantidad de dinero, los policías no se merecían nuestro respeto, estaban por debajo de nosotros, yo creía que eso era un cuento pero mi madre afirmó que era real, aún que no le tomaba importancia, mi hermana Gasha si se lo creía.

Gasha tiene veinte años y Antón veinticuatro.

Nuestros padres eran felices y yo era feliz con las mujeres que visitaban mi cama ¿Que más podía pedir?

Desde hace años me di cuenta que las mujeres era interesadas y me quedé con un resentimiento hacia ellas, todas era iguales, venían por el dinero y por un buen sexo.

Todas eran así, ¡Claro! menos mi madre y mi hermana.

Era el dueño de los negocios y nada me impediría seguir.

Daba todo por mí familia y mi familia no solo eran mis padres y mis hermanos, también eran mis hombres de confianza y los amigos.

Daría todo por las mafias.

CAPÍTULO 1

Egan estaba saliendo de su auto para inspeccionar la carga completa de dinero lavado que había llegado.

-¿Están completos los kilos?- pregunto

-Si señor ya los verifique- afirmó uno de sus hombres.

Egan asintió, ahora tenía que ir a otro lugar, en la noche tenía que asistir a un importante evento de empresarios, claro que empresarios era su fachada, se reunirán todos los carteles más peligrosos del país y claro él tenía que estar ahí en primera fila.

-Asher te dejo a cargo de que todo llegue a la bodega- Asher su mano derecha asintió.

-Si señor- volvió a. decir.

Egan se montó nuevamente en su Tesla negro y condujo de regreso a su mansión.

Tenía que estar a tiempo para los premios que darían, y saber quién iba en la sima de todos.

Llegó a casa y aparco, abrió con el pequeño control remoto la las rejas automáticas y entro.

Subió las escaleras cuando se encontró con Gasha.

-¿Irás?- le pregunto y este asintió.

-¿Tu y Antón vendrán?

-Claro- respondió de inmediato Gasha sarcásticamente, a ella no le gustaban ese tipo de reuniones- yo no iré, pero sabes que Antón no se lo perdería, estoy segura que volveremos a estar en primera fila.

Egan sonrió, eso era verdad.

Entro a su habitación y procedió a vestirse con un traje negro y ajustados a su cuerpo, se miró al espejo, era un Dios. Sonrió con suficiencia, por eso las mujeres venían a por el, por tres razones. Por qué era guapo, por su dinero y por su paquete. ¿Que más podían pedir? Que las ame ya sería pedir imposibles.

Sus ojos azules resaltaban con su cabello negro azabache, su barba corta le daba un toque irresistible, sin mencionar el cuerpo de Gladiador que tenía y lo alto que era. Era perfecto.

Danna se alistaba para su misión junto a Tareck y Leticia, los gemelos.

-¿Todo listo?- pregunto Danna y Ellos dos asintieron terminando de prepararse.

-¿Crees que saldremos vivos?- le pregunto Letticia.

Danna sonrió

-Vamos a salir vivos Letty- respondió.

La interpol había dado órdenes, su jefe les había comunicado que hoy se reunirían desde Narcotraficantes hasta los más peligrosos mafiosos del país para hacer sus Premios de honor por quienes estaban en los mejores puesto.

Tenían infiltrados trabajando para los mafiosos, Narcotraficantes y por eso sabían la reunión que habría. Era una fiesta de máscaras. Danna iría junto a Letty y otras chicas más del FBI, también irían los hombres que las protegerían, se iba a armar una gorda en el restaurante al que irían.

Alistaron sus pequeñas maletas con Armas y granadas, Danna terminaba de pintarse los labios de rojo.

Ellas irían como las bailarinas que harían el show en el local, mientras que las verdaderas que eran prostitutas víctimas de trata de blancas, serían rescatadas por el FBI.

-Huy te ves muy bien- dijo sonriendo Letticia a Danna por lo que Danna se rió.

Todas se habían puesto unas minifaldas rojas, tacones negros y un top de lentejuelas negro.

Su cabello chocolate casi pelirrojo y largo iba en un moño escondido por una peluca negra, algunas tenían pelucas rubias y otras pelirrojas no podrían descubrí sus identidades por que eso sería como una invitación a los atentados contra sus vidas.

Letty que tenía la misma edad de Danna estaba igual de bonita.

-Vamos a atrapar algunos hombrecitod y si tenemos suerte, mafiosos.

Danna sonrió.

Ya eran las nueve, antes de que salgan llamo a Mercedes.

-Meche quizás llegue tarde, hoy habrá movimiento, porfavor...

-Ya se- le cortó Mercedes riendo- compro la cena al frente y cierro la puerta con llave por si algún loco pretende meterse. Ya no tengo diez años hermana. tengo dieciséis. Descuida me cuidare.

Danna sonrió

-Vale, te dejo cuídate.

Colgó.

Meche era lo único por lo que seguía en pie.

Entro el señor Williams y les dio la orden de subir a los autos, empezaría la fiesta.

Estaban yendo hacia el famoso restaurante al que irían.

-Danna estás cargo de sacar a las otras víctimas que hay dentro. Hay mujeres víctimas de prostitución- le dijo Williams y Danna asintió.

Se prepararon y algunos hombres del FBI las escoltaron a todos ellas poniéndose sus mascaras, simulando que eran el grupos de prostitutas que traían para divertirse.

Los guardaespaldas de la entrada pidieron identificaciones y les dieron las falsas que habían creado y los dejaron pasar.

Danna observo el gran restaurante digno de millonarios.

Pusieron a las mujeres en fila, ya estaban todos los presentes que querían ver, todos llevaban mascaras parecidas a los antifaz color negro.

Las dejaron el medio del escenario con la música Dark house de Katy perry.

Algunas mujeres empezaron a bailar a algunos hombres mientras otras se tenían que dejar tocar, era asqueroso.

Danna junto a Leticia y otras tres chicas se pusieron en el escenario a bailar sensualmente en una coreografía. Ya estaba preparado eso también. Miraban con asco los rostros de todos cuando la mirada de Danna se cruzó con un tipo alto que bebía de su copa mirándola fijamente. Egan. Esos ojos azules eran increíbles y su hermosos cabello negro lo resaltaba.

No le quitó la vista de encima.

Egan desde que entró a las premiaciones como hace algunos años recibió el primer puesto entre los mafiosos con más poder, y luego de decir los otros nombres trajeron a las bailarinas.

Un montón de chicas con minifaldas rojas y tacones negros entraron a bailar sensualmente pero solo una le llamo la atención y era una de cabello negro que bailaba en el escenario.

No sabía el por qué no le quitaba la mirada y está a el tampoco se la quitaba.

-¿Que tanto miras?- escucho la voz de su amigo Rodrigo que se situó a su lado observando lo que el observaba- ¿La morenaza de piel blanca y curvas de infarto?- pregunto al tiempo que Egan sonreía y asentía.

-¿Tu ya le echaste el ojo a alguna?- le pregunto Egan a Rodrigo y este negó.

Rodrigo era igual de alto con el cabello castaño e igual de corpulento, también era joven, menor que Egan, tenía veinticinco años y manejaba la mafia de su familia Los Campbell, que había quedado en segundo puesto después de la de Egan.

-Ninguna me a gustado, pasaré el rato con alguna claro... todas tienes un bonito cuerpo... muy bien definido, me extraña que unas cuantas prostitutas tengan una figura trabajada, hasta parece que hacen entrenamiento... No lose pero ninguna me a gustado, preferiría una no tan voluptuosa.

Egan sonrió y asintió, si así era Rodrigo, buscaba a su mujer ideal, a un así no le quitaba en ojo de encima de Danna.

-Quiero a la chica a de ahí- la señaló y Danna miró como la señalaba- Pagaré por ella...

Justo en ese entonces las puertas salieron disparadas y un grupo entero del FBI entro con unas grandes armas en sus manos.

Todos se tiraron rápidamente al suelo, y los disparos empezaron, los guardaespaldas de Rodrigo y Egan los cubrieron para que ellos tomarán sus armas y salieron como los demás, pero parecía que todo el restaurante estaba rodeado de agentes de FBI.

Egan se quitó el saco de su traje igual que Rodrigo quedando solo en camisas y chalecos negros, se levantaron y comenzaron a disparar a varios agente y Egan se giro a mirar a la pelinegra que había estado viendo.

Danna estaba en el suelo agachada y escucho un silbido de llamada, levantó la mirada y vio que el hombre que la había estado observando... le hacía señas para que se valla con él y la pudiera sacar del lugar.

Imbécil. pensó Danna

En eso escucho otro silbido del lado de su equipo.

-¡Agente! - escucharon el grito de Tareck que lanzó dos maletines y ellas lo agarraron al vuelo, abriéndolo rápidamente y sacando las armas.

¡Que se arme la gorda!.

La balacera se intensificó.

Egan se quedó mirando como la pelinegra había atrapado el maletín al vuelo junto a otra de sus compañeras, sacando armas rápidamente y disparando por los lados.

-Joder son del FBI- dijo Rodrigo -¡Te dije que había algo raro en esas mujeres!

Egan seguía encantado viéndola como se movía y corría y se deslizaba entre las mesas para llegar al otro extremo del restaurante y abrió una puerta por dónde entraron cinco agentes más del FBI, ella se quedó a cuidar la puerta y a disparar junto a los demás.

-¡ATRAPEN A TODOS!- grito Danna

Y entonces Los vidrio estallaron, Los Narquitos y los mafiositos quería escapar sea como sea. varios habían caído en el tiroteo.

-¡Asher sácanos de aquí- Grito Egan y Asher se levantó rápidamente con sus guardaespaldas y dispararon entre otras ventanas, Egan corrió con Rodrigo y saltaron, sus guardaespaldas detrás de ellos. y disparando a los oficiales del FBI.

Egan y Rodrigo corrieron a sus coches y se subieron arrancando el motor y emprendiendo la marcha, los guardaespaldas de ellos se subieron a otras camionetas y fueron tras ellos para cuidarle las espaldas mientras que algunos agentes de policía empezaron a seguirlos.

Egan y Rodrigo giraron a direcciones opuestas para confundir a los oficiales y estos siguieron a Rodrigo.

Danna le disparó en la pierna a varios integrantes en la fiesta, al tiempo que lanzaba grandas y estás explotaban. Los oficiales salieron con un grupo de prostitutas que serían vendidas, las ayudaron a salir y resguardarlas en los autos para luego llevarlas a la comisaría y luego a regresar a sus hogares, muchas eran latinas como Danna, otras eran Norteamericanas y también europeas.

Vio que el hombre que la había llamado se había ido junto a su amigo.

Mierda

Varios habían escapado pero habían logrado reclutar a tres líderes de bandas Narcotraficantes.

Era mejor que nada.

Salieron del restaurante, ya todo estaba en orden, algunos muertos y otros heridos.

-Buen trabajo Jonnes- la felicito Williams y Danna le agradeció su consideración.

Se subió al auto del FBI y todos fueron rumbo a las comisarías y a los tres Narcotraficantes los llevarían a celdas especiales para luego interrogarlos.

Rodrigo por otro lado estaba siendo perseguido por tres patrullas de policías, se habían cargado a sus guardaespaldas, presionó el acelerador y se alejó bastante del lugar donde había sido el atentado y la casería de los oficiales. llevaba más de veinte minutos siendo perseguido.

Los patrulleros seguían unas dos cuadras detrás de él.

Sin pensarlo más, giró en una cuadra y detuvo rápidamente el coche bajándose y corriendo. doblo la esquina mientras escuchaba a la patrulla a la vuelta, tocó la primera puerta que encontró. Tocó como loco, y se quitó su máscara tirándola al suelo.

Era un apartamento blanco con ventanas grandes y un precioso jardín muy bien cuidado.

-¿Si?- escucho la voz de una chica

Rodrigo oía más a los patrulleros y no tenía más de otra que fingir.

Forzó una voz de mujer, tratando de parecer su mamá.

-Cariño soy yo- Dijo con voz aguda- Ven abre a mamá...

-¿Que?- se escuchó la voz de la joven más cerca y abrió la puerta-¿Quien mamá...?...

Rodrigo rápidamente le tapó la boca e ingreso a la casa y cerró la puerta escuchando como los patrulleros pasaban por ahí.

Mercedes abrió los ojos sorprendida y quiso quitar quitar la mano de su boca para gritar y pedir ayuda pero Rodrigo no la dejo.

-Mmmm...- dijo Mercedes.

-Shuuu- le dijo despacio rodrigo- Porfavor has silencio

Miró a la puerta y luego a ella.

Vio bien a Mercedes.

No había tenido tiempo de observarla por que había entrado apresuradamente al apartamento pero ahora que observaba a la joven era muy hermosa tenía los ojos verde pálidos, un cabello rubio corto hasta los hombros y su piel era muy blanca.

Era muy hermosa.

Mercedes que había sentido miedo al ver como ese extraño se metía a su casa y la arrinconaba contra la pared cubriendole la boca para que no gritase.

Pero ahora que escuchaba a los patrulleros pasar se supuso lo más obvio, la policía lo estaba siguiendo, quizás había hecho algo, poda ser un ladrón. Pero cuando esta la miró a los ojos, vio un rostro bellísimo, ese hombre era muy guapo, tenía la piel bronceada y sus ojos color ámbar eran de lo más curiosos, era alto ya que le sacaba dos cabezas a ella.

Una ves no escucharon a la patrulleros Rodrigo hablo.

-Te voy a. quitar la mano de encima pero necesito que no grites ¿De acuerdo?

Mercedes asintió lentamente.

Le quitó la mano y Mercedes lo miro en silencio

-¿Quien eres?- le pregunto y Rodrigo se quedó hipnotizado por sus pequeños y voluptuosos labios.

-Me llamo Rodrigo... ¿Y tú eres?...

Mercedes pensó en no responde pero más le valía colaborar.

-Mercedes...- Rodrigo asintió- si quieres dinero, cogelo, hay dinero en el segundo cajón del escritorio, si quieres llevarte alguna cosa más llévatela... No diré nada te lo prometo...

Rodrigo vio que estaba asustada pensando que podía tratarse de un robo y entonces negó.

-Lo lamento sé que no debí entrar así, no quiero dinero ni nada, solo... estaba de paso...

-Te corrias de la policía...- dijo Mercedes un poco nerviosa.

Rodrigo pensó en que decirle

-Si, me estaban persiguiendo pero no era a mi realmente... es algo complicado de explicar, no me pueden ver por qué si me atrapaban entonces mi rostro estaría en las noticias y eso sí que sería un escándalo...

Mercedes frunció el ceño.

-¿Eres alguien importante?

Eso le cayó a Rodrigo cómo un golpe bajo, era dueño de la más famosa empresa de ropa para varones, su nombre aparecía continuamente en las revistas y en la televisión y la niña no lo conocía.

Sonrió y negó.

-Olvidalo... escucha debo irme no quiero causarte problemas...- saco su billetera de su bolsillo trasero y le tendió un forro de billetes y Mercedes abrió los ojos como plato- tómalo si, es como una paga por haberme dejado entrar a tu casa... y necesito que no le digas a nadie que estuve aquí.

Mercedes negó, no aceptaría el dinero

- No puedo aceptarte el dinero lo siento... Escucha no ten ofenda si... pero no sé quién eres no acepto dinero de extraños.

Eso le pareció tierno a Rodrigo.

- Escucha...

Y entonces tocaron la puerta.

Los dos se giraron rápidamente a ver la puerta asustados ¿Sería Danna quién acababa de llegar?

-Señora- se escucho la voz de un hombre através de la puerta- Disculpe ¿hay alguien?

Rodrigo se tenso. y Mercedes lo miro.

-Somos debía policía venimos a hacerle algunas preguntas.

Rodrigo miró a Mercedes con desesperación.

-Te juro que no he hecho nada, porfavor me delates- le susurró rogándole.

Mercedes no quería colaborar con un criminal, pero no sabía a ciencia cierta si era o no un criminal, así que decidió fiarse de su palabra.

-Vale escondete en la cocina, hay un espacio entre la encimera, seguro que entras, toma una manta y pontela encima.

Rodrigo se sorprendió pero asintió y se fue a la cocina y se metió en donde le había indicado Mercedes.

-¿Si?- dijo Mercedes- Un momento ahí salgo.

Espero unos segundos y a cuando Rodrigo ya estaba cubierto abrió la puerta.

-Buenos noches señorita queremos inspeccionar su casa, un fugitivo se nos a escapado y necesitamos atraparlos es muy peligroso.

Mercedes asintió.

-Claro pasen, pero no he visto a nadie.

Los policías de FBI entraron y revisaron la casa subieron a las habitaciones del segundo piso, registraron el baño la sala, la cocina y nada.

-¿Que ocurre aquí?- escucharon la voz de Danna que acababa de llegar al departamento y Observó a losnoficiales- ¿pasó algo caballeros?

De inmediato la reconocieron.

-No sabíamos que está era su casa investigadora Danna, lo lamentamos pero una de los fugitivos del restaurante escapó por esta zona y estamos revisando las casas.

Danna abrió los ojos y miró a Mercedes

-¿Estas bien Meche?... ¿alguien vino ?..

Mercedes negó.

-No nadie

Luego de un rato que buscaron el la casa se retiraron disculpándose.

Danna dejo su bolso en los muebles.

-Es mejor que no salgas estos días ¿de acuerdo Meche?

Mercedes asintió, en cuanto Danna se metía. la ducha, se acerco rápidamente donde se escondía Rodrigo y lo saco en silencio.

-Sube a mi habitación. es la primera puerta- le susurró y Rodrigo asintió y subió despacio- Danna iré a descansar estoy agotada

-Si está bien lo te preocupes- escucho a. su hermana y subió tras Rodrigo, entro a su habitación y el estaba parado nervioso.

-Explicame quién eres antes de que grite- lo amenazó Mercedes.

Rodrigo exhaló despacio.

-Escucha no te puedo decir eso, solo te puedo decir que no soy una persona mala como me describieron... Muchísimas gracias por ayudarme no tienes idea de cuánto te agradezco... ahora necesito salir de aquí, te prometo que te contaré la verdad pero otro día, no ahora, tengo que salir de aquí antes de que mis hombres empiecen a buscarme por toda la cuidad y la pongan patas arriba, ten- le dejo su tarjeta de presentación en la cama y dinero se acerco a ella- Gracias por ayudarme... Ahí está mi número, llámame, pero por ahora...¿Como salgo?- Mercedes tomo su mano y sintieron que la piel se les ponía de gallina, a un así lo llevo a la ventana de su habitación y la abrió.

-La única manera es por aquí.

Rodrigo asintió, y se quitó su chaleco del traje negro que se había puesto.Mercedes lo tomo y lo guardo en su armario, ese hombre tenía la manisa pegada a todos sus músculos, tomo una casaca grande y se la dio para que se la ponga, una ves listo, se sentó en la ventana y saco los dos pies ,miró a Mercedes antes de saltar y por sorpresa le tomo el rostro y le dio un beso rápido.

-Gracias guapa, no te olvides de llamarme- y salto calle cayendo en cuclillas al suelo.para luego correr por la calle y desparecer entre la oscuridad.

Mercedes se quedó fría pero una tonta sonrisa se le formó en los labios, cerró la ventana y bio el dinero y la tarjeta que le había dejado.

Rodrigo Campbell.

Guardo su número en su teléfono, la chaqueta y el dinero en su armario en un par de medias.

Se puso su pijama y se acostó en la cama pensando en él.

Danna por otro lado estaba saliendo de su ducha y abrió la puerta al escuchar su leve sonido afuera, no había nadie, lo que le llamó la atención era ver una de las máscaras negras que hubo en el baile tirada sobre su jardín, la recogió y se metió a su casa, quizás se le había caído al fugitivo cuando había cruzado por las calles. la boto a la basura y se vistió con su pijama, al igual que Mercedes, se hecho en su cama pensando en el hombre que la había observado en el restaurante, su mirada azul había sido muy intensa y entre tanto pensamiento quedó dormida.

CAPÍTULO 2

El día amaneció

Danna junto a Mercedes hicieron su rutina de siempre, salieron a correr y ejercitarse durante media hora, llegaron a a casa y mientras Danna se daba una ducha fría ella hacia el desayuno que constaba de jugo y unas tostadas de queso y carne.

Danna salió de la ducha principal, ella tenía la manía de bañarse en el baño de la primera planta y no en el la ducha de su habitación, decía que así se sentía más tranquila.

Danna se cambió mientras Meche terminaba de bañarse.

Lo de siempre, su uniforme del FBI, al parecer, hoy tendría un ascenso por la cacería de día anterior.

-Meche vas a la escuela y regresas a casa, quizás hoy llegue tarde.

-Vale Descuida- informo Mercedes y las dos salieron de la casa, Danna a su trabajo y Mercedes a su escuela, iba en último año y luego a la universidad. Su hermana que más había sido como su madre, se había esforzado muchísimo por ella y no quería decepcionarla.

Egan no dejaba de pensar en la morena de cabello negro.

Tocaron la puerta de su oficina.

-Pasa -dijo y entro Rodrigo sentándose en una de las sillas giratorias que tenía, estaba muy alegre -¿Y tú qué tienes? -Le pregunto.

Rodrigo sonreía de oreja a oreja, Mercedes... la chica ideal que siempre quiso y ahora la tenía.

-Ayer conocí al ángel y amor de mi vida.

Egan se empezó a reír por la ocurrencias de su amigo, era un verdadero idiota y fíjate que decir eso cuando estuvieron en medio de una balacera.

-¿Así?- pregunto con sarcasmo- ¿Y tengo el honor de conocerla?

Negó.

-La conocí anoche...

Egan frunció el ceño

-¿Anoche?

Rodrigo asintió.

-Después de que los policías me siguieran por más de media hora, tuve que parar el auto por una de las zonas de apartamentos y sin pensarlo toque la primer puerta que encontré...

-Nooo- dijo Egan asiendo se una idea de lo que su amigo le contaría.

-Siii - dijo Rodrigo- ella fue quien me ayudó, al principio no muy convencida pero cuando los policías tocaron la puerta me escondió y luego de que llegara su hermana estuve en su habitación para salir por la ventana.

Egan se sorprendió.

-Valla que sorpresa ¿Quien no ayudaría al empresario Rodrigo Campbell? No te hagas ilusiones.

Rodrigo se empezó a reír.

-Ese era otro tema, creyó que era un ladrón y estaba tratando de probar su casa, no sabían quién era.

Luego de una charla y casi cuando iba a ser hora del almuerzo le llegó un mensaje.

H**ola ¿me recuerdas? soy Mercedes la chica de ayer.

Rodrigo respondió de inmediato.

Hola por supuesto que acuerdo de Mercedes, ¿te encuentras bien?

-Me escribió- informo Rodrigo a Egan y este le quitó su teléfono para ver los mensajes. y llegó otro.

Bueno ya estaba saliendo de la escuela, me preguntaba si tenías tiempo, ¿Recuerdas que me dijiste que me explicarás por qué te metiste a mi casa?

-¿Que dijo?- Rodrigo trato de quitarle su teléfono a Egan pero este se empezó a. reír y no lo dejó.

-¿Estás loco Rodrigo? Es una niña todavía va a la escuela.

Rodrigo le arrebató el teléfono y respondió rápidamente.

Si, claro, dame la dirección de tu escuela ire a recogerte y que tal si te invito a almorzar y conversamos.

Mercedes respondió que ya, le dio la dirección y Rodrigo se levantó.

-Bueno hermano nos vemos. Me está esperando.

Egan asintió y se despidió de él.

Lo que el no podía sacarse de la cabeza era a la pelinegra del día anterior... Tenía muchas cosas que hacer y no tenía tiempo para perder.

Danna estaba en su oficina cuando tocaron al puerta.

-Adelante -El señor Williams ingreso.

-Señorita Danna el Mayor la espera en su oficina para su ascenso.

Danna sonrió y se levantó contenta, salió y se encaminó al tercer piso para recibir el ascenso por el que tanto había trabajado.

En cuanto ingreso el mayor la recibió.

-Por favor Danna siéntate -La miró de arriba a bajo Danna sabía que el mayor tenía interés por ella, pero prefería ignorarlo, era muy seria en su trabajo y el mayor tampoco le atraía -Danna me alegra comunicarte que tienes el nuevo puesto de Agente en espionaje.

Danna sonrió ampliamente y le sonrió agradecida.

Luego de que la trasladarán a su nueva oficina que sería mucho más amplia y una bonificación extra decidió que ahora si podía montar el Restaurante que tanto había querido poner. Ya tenía el dinero ahorrado y con la paga extra completaba todo para ponerlo en marcha, le explicaron sus nuevas funciones y el manejo de todo, también las nuevas tareas que le mandarían, ahora ella se haría cargo de las operaciones que harían y participaría en las reuniones contra el Narcotráfico y la trata de Blancas.

Estaba muy contenta.

Se le hiso tarde pidió el almuerzo en su oficina, pasaron la horas y cuando ya caían las siete recién terminaba de arreglar todo.

Estaba exhaustas.

Egan por otro estaba satisfecho con la nueva entrega de cocaína que había hecho, una entrega de ochocientos millones.

Mando investigar a las oficiales que habían estado en el atentado pero no tenía respuesta, eran muchísima y no tenía ni ganas de revisar hoja por hoja.

Era de noche y salió. un bar las mujeres siempre se le pegaban y aprovecho para tirarse a un par de rubias.

Luego de esto salió del Bar y divisó a Rodrigo y una joven muy bonita, de cabello rubio, lacio y corto hasta los hombros.

Se acercó a saludar.

-Rodrigo - dijo y este sonrió.

-Ohh Egan déjame presentarte a mi... amiga - Egan sonrió, sí claro amiga de momento, denle unos días para que la chica este rendida a sus pies- Ella es Mercedes, Mercedes el es Egan.

Egan le tendió su mano.

-Egan Levedev, es un gusto.

Mercedes la acepto.

-Mercedes Jonnes el gusto es mío.

Egan la miró mejor, era una chica muy sencilla, llevaba unos pantalones que se amoldaban a su silueta y una camiseta de lo mas normal, no mostraba escote ni nada, lo único que veía era su figura muy bien marcada.

Era muy bajita, Rodrigo media uno ochenta y dos y Egan uno Ochenta y cuatro, y chica le llegaba un poco más abajo de su hombro, llegaba al pecho de Rodrigo, no mediría más de uno sesenta.

Luego de una leve plática Mercedes dijo que se retiraba pues su hermana no tardaría de llegar a su casa.

Rodrigo insistió en llevarla pero Mercedes negó.

Tomo un taxi dejándolos solos.

-No lo niego, es muy bonita.

Rodrigo sonrió, era cierto.

Mercedes llegó a casa y gracias a Dios Danna no llegaba, se dio una ducha rápida y empezó a preparar la cena cuando la puerta se abrió y Danna entro.

-Hola Danna - saludo Mercedes y veía la cara de felicidad de su hermana.

Danna se lanzó hacia ella abrazándola.

-¿Adivina quienes pondrán su nuevo restaurante?

Mercedes sonrió de oreja a oreja.

-¿Obtuviste un ascenso?

-Estas frente la nueva Agente de espionaje del FBI.

Mercedes y Danna saltaron y gritaron de alegría.

-Sabia que lo conseguirias- le dijo Mercedes al tiempo que servía la cena y esperaba a que su hermana se de una ducha rápida y salga envuelva en una toalla para cenar las dos.

Luego de conversar sobre muchas cosas Danna le dijo que ya tenía comprado el local del centro de la ciudad, Mercedes sabía cuál era, era un local que se alquilaba y usaban de vez en cuando para hacer algunas fiestas, era muy grande, de tres pisos y tenía una piscina, y Danna lo había comprado, ahora contrataría gente par que le quiten las baldosas grises tan feas que tenía y pondrían unas blancas, pintaría el futuro restaurante de un color melón y remodelarian todo.

Las dos estaban ansiosas.

Luego de irse a la cama Rodrigo le escribió a Mercedes para que salga al día de mañana por lo que Mercedes acepto.

El día había paso rápido, era fin de semana y Danna había ido a contratar gente para el restaurante, los obreros de inmediato quitaron las baldosas mientras que Danna estaba viendo el avance, también quitaron las antiguas ventanas que estaban muy sucias pues pondrían otras grandes y nuevas.

El tercer piso tenía un balcón incluido y ese serían para reservaciones.

Danna salió y compro almuerzos para los trabajadores, estaban haciendo un buen trabajo y se lo merecían. Había contratados, mucha gente por lo que acabarían en cuatro días.

Pasaron los cuatro dias volando y Danna pidio permiso en su trabajo para ausentarse, pago a los trabajadores y cuando entro eso estaba muy bien hecho, la sala estaba todavía vacía pero el color melón le daba un toque elegante y las grandes ventanas nuestras que Danna vista al exterior eran magnificas.

El jardinero estaba restaurando el jardín y plantando la nuevas plantas que había comprado, y a la derecha estaba la piscina que también ya estaban haciéndole mantenimiento. Danna había ahorrado tres años para poder hacer lo que estaba haciendo hoy. la típica piscina rectangular paso a ser una piscina mucho más grande, con varias curvas con pequeñas escaleras en un borde y con una pequeña cascada iluminada con luces por debajo con todos los protocolos de seguridad, y nuevas baldosas color crema.

Solo faltaba la decoración y ella se encargaría de eso junto a Mercedes.

Al día siguiente Mercedes y Danna estaban recibiendo los pedidos de las mesas que habían comprado junto con el juego de sillas modernas, grandes maceteros con plantas que adornarán el restaurante, empezaron a colocar todo en su sitio. colgaron dos grandes candelabros dorados en el techo y le daba el toque elegante que querían, la barra era donde serían las bebidas, mientras que el la puerta detrás de la barra estaba la cocina donde necesitarían cocineras expertas para preparar buenos platillos.

Desempacaron todo, los platos de porcelana y las copas que le habían costado un ojo de la cara a las dos, Mercedes y Danna habían tenido que ahora tres años, Mercedes había trabajado en un restaurante pequeño y ahorró pues querían llevar acabó el proyecto que tenían en mentó y ahora lo estaban logrando.

Danna también estaba ahorrando en su trabajo, solo gastaban lo necesario en colegiatura, comida y vestimenta, nada más. lo demás los borraban, había gastado millones en hacer ese proyecto, Danna ganaba bien en su trabajo y había ahorrado hasta el último dólar, igual que Mercedes en su trabajo que a un que no fuera mucho, también en los tres años había obtenido una buena cantidad de dinero.

-Todo listo- dijo Danna sonriendo.

Mercedes asintió, las dos observaban su gran obra y estaba espectacular, el segundo piso igual y el tercero era para reservaciones.

En la piscina tenían colocadas mesas con sillas y tumbonas, y una pequeña barra para las bebidas todo perfecto.

Salieron y pusieron anuncios.

Se necesita cocineros con experiencia.

Se necesita meseras y meseros con experiencia.

Se necesita seguridad.

Se necesita Barman o bartender.

Y el número abajo.

Las llamadas no tardaron en llegar, Cómo Dana andaba en su trabajo, Mercedes era la que se ocupaba de ver los requerimientos del restaurante y los postulantes.

Vio sus expediente y escogió años mejores y con experiencia, Tres cocineras y un cocinero. Cinco hombres altos que serían los guardaespaldas de seguridad del restaurante que eran policías retirados.

Dos barman que se encargarían uno de la barra del restaurante y el otro se ocuparía de la piscina, había dos camareras y tres camareros, y con ella serían seis, Mercedes también quería trabajar en el restaurante Danna le había dado el permiso y también le pagaría como a los demás.

-Bueno ya tenemos la gente -dijo Danna - Solo queda inaugurar el restaurant.

Al día siguiente, Mercedes y Danna irían en la noche a inaugurar en restaurante, Meche quiso invitar a Rodrigo pero creyó que no era la mejor opción, su hermana se preguntaría de dónde lo conocía, Danna por el contrario invito a todo el FBI y claro no faltaron.

Llevaron a sus esposas e hijos, todos con terno y vestidos de gala.

Mercedes y Danna se habían comprado un Tesla color negro, dos vestidos que les habían costado un riñón a cada una pero eran muy elegantes, Danna se puso uno rojo que era con corre sirena y dejaba ver un buen escote, se recogió el cabello en un peinado elaborado y hermoso.

Mercedes había optado por un vestido negro pegado hasta los muslos, con los hombros descubiertos y unos tacones negros, y el cabello recogido.

Con maquillaje y ya estaban más que listas.

-Vamos - Dijo Danna contenta y nervosa igual que Mercedes.

Subieron a su nuevo auto y Danna condujo hasta el local.

Egan y Rodrigo recibieron la invitación de uno de sus amigos a ir al nuevo restaurante que iban a inaugurar.

Egan ya estaba listo se había puesto un traje gris y Rodrigo uno negro.

-Vamos o llegaremos tarde - Dijo Egan y Rodrigo lo siguió afuera de su mansión para subir a sus autos.

Aparcaron fuera del restaurante como muchos autos lujosos.

Se bajaron de sus autos y en portero pidió sus tarjetas de invitación, Egan mostró la invitación que había tenido de su amigo y Rodrigo igual.

Los dejaron pasar, los dos eran muy altos y llamaban la atención más que los demás.

-¿Quién es el dueño de este nuevo lugar? Hay que admitir que es uno de los mejores lugares al que he asistido- Dijo Rodrigo y Egan asintió conforme.

En cuanto entraron por el jardín saludaron a algunos conocidos.

Y entonces Rodrigo vio a Mercedes.

Y Egan vio a Danna la reconoció de inmediato, ese cuerpo para morirse... Era la misma policía que había estado mirando hace días.

-Rodrigo - dijo Egan mirando a Danna

-Egan -Dijo Rodrigo observando a Mercedes

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