.......Ella volteó a ver lentamente, cuando lo miró se quedó perpleja, él estaba parado en completo silencio, la luz de la ventana dejaban ver su trabajada figura, estaba como siempre muy atractivo, aún llevaba puesto su bata blanca, que lo hacía parecer un ángel muy sexy.  Hannat pensó que era un sueño,  nunca imaginó que aquel frío tipo, sin emoción alguna vendría a verla a altas horas la noche,  ligeramente se sobó los ojos, pensando que era un sueño, pero todo era muy real.

Muy asustada encendió la luz, al verlo en todo su esplendor su corazón empezó a latir aun mas rápido, él de pronto cerró la puerta con seguro y lentamente  se aproximó hasta su cama, una ves ahí él la besó apasionadamente como un completo loco, a él no le importó que ella estuviera postrada en la cama del hospital, aún muy débil.

Ella estaba anonadada, es acción de aquél hombre sin sentimientos la dejaron helada, pero pronto reaccionó y se resistió con todas sus fuerzas, intentando alejarlo de su encima.

Pero fue en vano, aunque su cerebro luchaba inagotablemente por resistirse, su corazón solo se dejó envolver en los lazos de la pasión, pues a pesar de su crueldad ella aún lo seguía amando, bastó solo unos pocos besos para sumergirla en el placer que provocaban sus cálidos y carnosos labios, su mente estaba en blanco que había olvidado hasta su nombre.

Ya era demasiado tarde, el deseo desbordante se apoderó de ella, su piel, sus caricias y sus besos, hacían vibrar cada fibra de su piel, él no paraba de besarla recorriendo su delicado  cuello con sus besos calurosos, haciéndola gemir de placer, ambos estaban muy excitados, consumidos por el deseo, él sin dejar de besarla, le quitó la ropa de hospital con mucha delicadeza y así recorrió cada centímetro de su atractivo cuerpo, consumido por la pasión excitante que quemaba su interior,  así pronto él la hizo suya....

Después de esos intensos minutos de placer, ella se encontraba envuelta entre las sábanas, había recuperado la cordura, y estaba en shock, no podía creer que su primera ves fuera de esa manera y menos con un Hombre comprometido, estaba muy afligida, se culpaba por ser débil, los remordimientos la estaban matando lentamente, si que estaba atormentada, no se atrevía a decir ni una palabra, sólo cerró los ojos con mucha fuerza y se mordió los labios,  no tenía el valor de enfrentarlo.

Mientras que él estaba aún lado de la cama vistiéndose, tenía el muy rostro serio, como si nada hubiese pasado.

Pronto el dijo...

-Vístete, mientras  voy  por unas sábanas limpias. -sin expresión alguna.-

Ella sólo asintió con la cabeza, muy tímida.

Pronto el salió a prisa. Minutos después estaba de vuelta con  sábanas limpias.

Ella ya se había vestido, estaba a punto de recoger la sábana, cuándo el se aproximó a ella.

Miró las sábanas manchadas de sangre y enfureció. Muy dentro de si deseaba haber sido el primero en hacerla mujer tras su noche de bodas, pero para el, ella ya estaba sucia, de solo recordar esa noche donde la encontró revolcándose con otro hombre lo volvió loco.

Pronto el soltó una risa irónica.

-Ja ja ja, si que eres una joyita, ¿A caso intentas sorprenderme con sangre falsa?, si que eres de lo peor, fingiendo ser virgen, me das asco.

-¿Que?, sabes que eres el primero, ¿por que no me crees?, -dijo ella entre lágrimas-, esas palabras la hirieron demasiado.

-¡Silencio!, no quiero escuchar tus excusas, se muy bien de que pie cojeas,-gritó enojado, entre dientes-.

Pronto le alcanzó las sábanas con indiferencia, y le dijo.

-Esto fue un error, muy pronto seré un hombre casado, no es correcto esto, me dejé llevar....

Me disculpo contigo, te compensaré por esto.

Se aproximó a sacar un cheque y escribió una suma millonaria y le dió, ella al ver eso puso los ojos como platos, y pronto estalló en ira.

-¿Crees que soy una prostituta?, -exclamó ella llena de indignación-.

Tomó el cheque y lo rompió en mil pedazos, arrojándolos en su cara...

-El dinero no lo es todo, ¡Lárgate!, ¡No te quiero ver!, ¡Te odio Emil Ferrer! -Gritó muy fuerte, con muchas lágrimas en los ojos-.

El no tenía cara para decir o reclamar algo, tomó las sábanas sucias y salió, el corazón le dolía demasiado, apretó las sábanas con mucha fuerza y susurró, "Hannat mi vida, perdóname", pero no puedo olvidar.

A consecuencia de esa noche llena de placer su vida dió un giro inesperado, ella nunca imaginó que en su primera ves quedaría embarazada, dos líneas claras afirmaron el nuevo ser formándose en su vientre, desde ese momento sus días solo serán un eterno calvario lleno de lágrimas y dolor..........

Y así fue como lo conoció para su profunda desgracia....

Era una noche fría que penetra hasta los huesos, Hannat, tenía una expresión triste en el rostro, cabizbaja intentaba cruzar la calle, cuando de pronto un coche casi la atropella, se tumbó al piso y  al levantar la vista una figura  esbelta, con rasgos bien definidos  salió de un lujoso auto deportivo.

-¡Oh Dios es un Ángel!   -murmuró muy emocionada -.¡Que guapo!, esos ojos azules como el mar, esos cabellos dorados como el sol se quedó admirando tanta belleza, parecía que todo en el brillaba y la cegaba.

Cuando de pronto él se acercó, y dulcemente preguntó.

-Señorita, ¿está usted bien? , -ayudándola a levantarse del piso-.

-Si...sisi, - dijo muy nerviosa-, disculpe estaba distraída y no me fijé bien al querer cruzar. Yoo yooo, estoy bien. -respondió aún mas ruborizada-.

- Que bueno que no esté lastimada, me da mucho gusto oír eso, -respondió el, mostrando una cálida sonrisa que dejaban ver dos hermosos hoyuelos.-

Ten mas cuidado, bueno si me disculpas me retiro, tengo que atender una urgencia, adiós y ten más cuidado ¿siii?.

Se apresuró a subir en su lujoso auto, pero antes de irse le regaló una bella sonrisa, que a ella la embrujó aún más.

-¡Dios!, que día. -exclamó con un tono de alivio-, limpiándose la ropa-. ¡Santo cielo!,  ¡Casi muero a mis apenas 18 años !, ni mencionar que me despidieron del trabajo, estoy acabada,  mi vida es un asco, -dijo con un profundo suspiro, mientras pateaba una lata vacía-.

Pero de pronto dejó escapar una sonrisa coqueta...

-Lo lindo de mi patética vida fue haber conocido a la persona más bella del planeta, jeje  ahora si puedo morir en paz, si que es un bombón asesino, un papacito, ni que decir de su personalidad es una bella persona, no me gritó por mi imprudencia, sino me trato tan cálido, Awww, que lindo sería casarme con el. Creo que me enamoré,  -dijo Ruborizada, tapándose los ojos-.🤗

Hannat era una chica muy tímida y noble. Un verdadero ángel con ganas de enfrentar la vida.

Mientras se acercaba a casa la melancolía volvió a abrazarla, su madre había enfermado y no tenían muchos recursos económicos, y eso no era todo tenía una hermano pequeño de 10 años a quien tenía que educar.

 Ni bien llegó se apresuró abrir la puerta.

-Mamá llegué, como está mi reina Hermosa.

Hannat corrió hacia ella y le dío un beso en la frente como de costumbre, ella era una mujer humilde y trabajadora, a pesar de ser madre soltera sacó adelante a sus hijos, pero desde que enfermó dejó de trabajar.

-Hola Petizo.-Saludó ella tomando los cachetes de su precioso hermanito-, su hermanito era tan guapo como ella, a diferencia que el tenía otros color de ojos y cabello.

- Hermana, hermana, suéltame, -dijo el resitiéndose-, mamá volvió a recaer hace una hora, menos mal le di una pastilla y ella dijo estar mejor.

-Hija no le hagas caso estoy bien, no es nada ya sabes como es Thiaguito exagera mucho, mejor cenemos tranquilos ya tengo la cena lista.

-Mamá decir eso no te salvará de acompañarme al hospital,  necesitas un chequeo urgente, ya estás así mucho tiempo, eso puede empeorar, no seas terca, -dijo ella frunciendo las cejas con un poco de enojo-.

 -Está bien hija, -respondió ella muy nerviosa, mientras servía la comida-.

Cenaron muy felices y pronto se fueron a dormir, mientras que  las horas transcurrieron rápidamente...

Ya eran las 7:30 de la mañana, como de costumbre, Hannat se había levantado muy temprano a preparar el desayuno.

-¡Mamá!.

 ¡Thiago!.

El desayuno está listo, bajen ya.

- Voy hermana, ya me alisté para la escuela, -gritó el pequeño desde su habitación-.

Todos bajaron muy a prisa, y disfrutaron de unos huevos fritos con arroz.

- Ya terminé me voy a la Escuela, nos vemos, ¡las amo!,-dijo Thiaguito muy sonriente mientras tomaba su mochila-.

-Adiós petizo. -Respondió Hannat mientras terminaba su ultimo grano de arroz-.

Hannat se apresuró a recoger los platos sucios, hoy iban a ir al hospital y querían llegar temprano. Salieron de la casa y empezaron caminar ya que en su pequeño barrio no habían taxis o buses, tenían que caminar hacia la pista.

Ya habían avanzado unos pocos metros cuando de pronto algo no iba bien.

-¡Mamá! ¿estas cansada?. Mira ya está cerca el paradero, tomaremos el bus ¿siii?, -dijo ella preocupada mientras la tomaba de la mano-.

-Hija no me siento bien, tengo un mal presentimiento, sabes que te Amo ¿cierto?. Estoy muy cansada y mareada si algo me llega a pasar,.........cuida a hermanito  -con la voz

débil y entrecortada-.

-¡Mamá,   Mamá!  no digas tonterías, vas a estar bien no te desmayes por favor resiste, sólo un poco más. -Dijo ella sosteniéndola-.

-No llores Hannat, - exclamó secándole las lágrimas-.

Pronto dió un profundo suspiro y cayó al piso, al ver eso ella entró en pánico.

-¡Mamá noooooo, no!, ¡levántate!, ¡auxilio!, por favor, alguien que me ayude .... ¡socorro! .

Empezó a exclamar con dolor, bañada en lágrimas, las personas  empezaron a acercarse al escuchar los gritos desgarradores.

Esos gritos conmovían a cualquiera, Hannat estaba en shock, sus manos apretaban contra su cabeza con desesperación, sin saber que hacer, parecía una loca tirándose del cabello con mucha furia.

Cuando de pronto se oyó una voz de barítono en medio de la multitud...

- A un lado abran paso, no se aglomeren, abran pasó, soy médico.

Oh casualidad el ángel que había visto ayer estaba justo ahí, ¿fue Dios quien lo puso en el camino ? ¿o quizás el destino que le sonreía plácidamente?.

El muy elegante en todo su esplendor se acercó a toda prisa al lugar.

-¡Vamos! no hay tiempo que perder, mi auto está solo a unos pasos, estoy de camino al hospital, tu madre no está muerta, solo está inconsciente, pero sus signos vitales son irregulares, -dijo el mientras le tomaba el pulso y revisaba su corazón-.

Pronto el tomó  a su madre entre sus brazos con delicadeza, era una escena de película, donde un guapo súper héroe salvaba a una débil alma.

-Uuusted es usted, sólo atinó a decir esas palabras,  - se  levantó secándose las lágrimas. -muy consternada.

-No hay tiempo Señorita, mi hospital está a 10min. Apresúrese.

-Ok.. gra, gracias....

Subieron al coche y a toda velocidad se marcharon rumbo al hospital......

Pronto llegaron al hospital, una asistente se acercó y le puso la bata blanca al guapo doctor, pronto él empezó a ordenar a sus subordinados...

-Paciente de 45 años, sufrió una descompensación sin causa aparente, signos vitales irregulares, ¡estabilícenla pero ya!, -Gritó el muy autoritario-. Necesito que le hagan un examen completo y me lo traen a mi consultorio, de acuerdo a ello le haremos los estudios pertinentes. Ya saben que hacer.

Hannat estaba completamente angustiada, se sentía fuera de lugar solo observaba a los médicos y enfermeras moverse de aquí allá, sin aguantar la penumbra tomó el brazo del doctor y pregunto entre lágrimas:

-¿Doctor mi mamá estará bien, verdad?, se lo imploro salve a mi madre.

El la tomó de la mano y con sus hermosos ojos llenos de compasión respondió:

-Tranquila, te prometo que tu madre estará bien, debes ser paciente, tenemos que hacerle mas estudios para dar con su enfermedad.

-Está bien doctor, la esperaré aquí en el pasillo, no me moveré sin antes tener noticias.

-De acuerdo, pero deja de llorar, una hermosa jovencita como tu no debe mojar sus mejías de esa forma - alzó su mano para secarle las lágrimas.

El Doctor era muy amable. Cómo si se tratara de una pequeña hermana no fue ajeno a su dolor.

Hannat se sintió sofocada tras esa acción que pronto se sentó en la silla con fuerza.

-Yooo, aqui la espero, lo dejo trabajar.-respondió muy nerviosa-.

Emil se retiró con una sonrisa en el rostro, mientras que Hannat se quedó impaciente esperando los resultados. Las horas transcurrían y no había noticia, ella no lo podía soportar, estaba tan cansada que cerró los ojos invadida por un gran sueño, durmió tan plácidamente hasta que sintió unas suaves manos tocando sus mejías, abrió los ojos a prisa.

-Doc....

-Hola, perdón no quería despertarte, solo que no pude aguantar acomodar tus cabellos, te cubrían el rostro.

-¿Que hora es?, -preguntó ella acomodando su cabello a prisa, muy avergonzada-.

-Son las 12 del medio día.

-¿Que? si que las horas tienen alas. ¿Cómo está mi mamá?, -Preguntó muy nerviosa, mordiéndose las uñas-.

Hubo un pequeño silencio....Que alarmó a la joven de ojos grandes y hermosos.

-Ya dimos con el diagnóstico, después de un largo estudio se le practicó una tomografía. Como lo sospechábamos tu madre tiene un tumor en el cerebro.

Hannat palideció por un segundo, tomó un sorbo de aire con dificultad antes y se recompuso ante sus pies que no dejaban de temblar.

-¿Se va a morir?, dime que no es cáncer por favor. --Exclamó jalando su uniforme-.

El la tomó de la mano mostrando dulzura.

-Tranquila, no es cáncer, es un tumor benigno, pero debemos operar rápido porque está creciendo y compromete los nervios ópticos.

Hannat se quedó confundida pues no entendía esos términos, solo sabia que si no se operaba su madre podría morir, estaba perdida en sus pensamientos hasta que el doctor volvió a hablar.

-No estés triste, ¿sii?, para animarte te invito a almorzar, aquí cerca, al comedor del hospital.

Hannat accedió muy contenta y a la ves muy nerviosa, pronto se dirigieron al comedor que estaba en la primera planta, todas las enfermeras y Doctoras voltearon a verlos mientras ellos almorzaban, era muy extraño pues Emil nunca había echo tal excepción, al parecer todas estaban muy celosas. Ellos se encontraban en una zona muy exclusiva donde solo los Ferrer podían comer, Hannat estaba muy abrumada a penas podía sostener la cuchara invadida por los nervios, era como comer con su ídolo. Pronto en un descuido ella hizo caer torpemente el cubierto, en seguida se apresuró a levantarlo.

Por otra parte Emil también se apresuró a ayudarla... En un descuido sus manos coincidieron en la misma cuchara, pronto sus miradas se entrelazaron y se quedaron mirando fijamente, pronto una corriente eléctrica recorrió por todo su ser, ella se apresuró a quitar su mano y muy ruborizada se sentó.

-Perdón Doctor, fui muy torpe.

-No te preocupes, toma este cubierto. - Cogió otro cubierto y le alcanzó.

-Gracias.

-Dada la situación no nos hemos presentado, Soy Emil Ferrer, mucho gusto, -dijo él mientras alargaba su mano-.

-Soy Hannat del Prado, el placer es enteramente mío, -respondió ella muy sonriente-.

Ambos disfrutaron de un suculento almuerzo, sin hablar mucho ya que al parecer ambos estaban nerviosos.

-Bueno Doctor esperaré ver a mi mamá, muchas gracias por el almuerzo, todo estuvo muy delicioso, me retiro.

-Nos vemos cuídate Hannat, con cuidado he. -Dijo el muy sonriente mientras recogía el cubierto-.

- Si Doctor gracias (Que emoción me llamó por mi nombre que Lindo😍).

Dijo ella en su interior muy emocionada. Cómo una chiquilla ilusionada.

Salió muy a prisa del lugar...

Pronto se dirigió a la habitación. Y al verla tan indefensa y demacrada se le escapó unas lágrimas.

-Mamá como estas, tengo mucho miedo de perderte, no me dejes ¿siii?. tienes que estar bien, papá nos abandonó eres lo único que me queda en el mundo.

-Mi niña no llores voy a estar bien, ¿Qué dijo el Doctor?. te dije que sólo era un resfrío, como no he estado comiendo bien, me desmayé...

-Mamita Hermosa no se como decirte esto pero tuuu........tienes un tumor en el cerebro (Lo siento mamá no puedo ser fuerte duele mucho, siento morir, pero fingiré ser fuerte ).

Pero mami no te preocupes todo saldrá bien.

Hubo unos minutos de silencio...

-Mmmmm ya veo, en realidad lo supe todo el tiempo, no quise que sufrieran, perdón por mentirte.-Dijo ella llena de lágrimas-, no llores hija mira estas toda roja e hinchada de llorar tanto, yo estoy bien, ya es muy noche tu hermano está solo en casa debe estar preocupado.

-Mamá como pudiste mentir así, esto es muy peligroso no lo vuelvas a hacer, estoy muy enojada contigo, - dijo indignada, sin evitar las gruesas lágrimas en su pálido rostro.- Ups Thiaguito, lo olvidé voy volando, no te preocupes te perdono pero no lo vuelvas a hacer ,Te Amo mamá un besote para mi reina , mañana estoy aquí temprano. Hasta mañana.

Salió a prisa al recordar a su pequeño e indefenso hermano, solo en casa.

La noche era tan fría y solitaria como su corazón, empezó a caminar sintiendo que le flaqueaba las fuerzas, estaba destrozada pues era consiente que que esa cirujía costaba un ojo de la cara.

- ¿Qué voy a hacer? ¿ Dios que hago?. Ayúdame, sin trabajo sin dinero, no puedo más, quisiera morir....😢 si tan sólo mi señor padre................. no se si llamarle padre, no nos hubiese abandonado tal ves hubiésemos tenido una mejor vida,  no hubiera abandonado la escuela y hubiera seguido mi sueño de convertirme en una gran diseñadora de modas. -Dijo ella mientras se cogía el cabello sin dejar de llorar-.

Desde su auto Emil observaba la triste escena,  había algo en ella que llamaba su atención, ¿tal ves era su rubia y lisa melena?, ¿su piel pálida y hermosa?, ¿o sus grandes ojos verdes con esas hermosas pestañas largas y rizadas?.

Se quedó un rato observándola y luego bajó de su auto y se le acercó.

- Hannat es muy peligroso caminar sola por la noche, te llevo a casa.

 -Ou Doctor Hola, el paradero de bus queda cerca no se preocupe. -dijo ella nerviosa secándose las lágrimas a prisa-.

 -Insisto Hannat, vamos sube al auto, -dijo el demasiado serio, mientras abría la puerta-.

-Esta bien, gracias (Respira Hannat no te pongas nerviosa, no te hagas ilusiones, él sólo es amable, además como podría fijarse en una pobretona como tu).

Hemmmm mi casa queda al fondo talvez nunca fue a ese barrio, yo le indicó para llegar.

Los nervios y vergüenza recorrian cada parte de su ser mientras desviaba la mirada hacia un costado.

-Muy bien, y dime ¿sólo vives con tu mamá?. Porque nadie más vino a visitar a tu madre. -preguntó el mientras conducía-.

 -Solo somos mi Mamá, mi hermanito y yo. Solo nos tenemos nosotros. Doctor solo doble a la mano derecha y ya llegamos, por favor déjeme en esa esquina yo iré caminado mi casa ya esta cerquita. ( Que vergüenza no tengo cara para que conozca mi pobre casa).

- Insisto te llevo, sólo dime donde. ¿sigo avanzando verdad? No te preocupes ni te apenes, -le consoló con una dulce sonrisa-.

-(Awww que hermosos hoyuelos, que hermoso es, rayos despierta Hannat.) Hummm ya llegamos esa es mi casa, - dijo ella impaciente por bajar-.

Ni bien se escuchó el sonido del motor el pequeño de la casa salió.

-Hermana llegaste, estaba muy preocupado y asustado. ¿Dónde está mamá? y ¿Quién es ese Señor?, -dijo el muy sorprendido-.

-Hola Jovencito soy el Doctor de tu mamá, tranquilo tu mamá está en el hospital y está bien.

-Buenas noches Señor Doctor me llamo Thiago Mateo, mis amigos me llaman Matt, mucho gusto en conocerlo. Gracias por cuidar a mi mamá. -Dijo muy contento mientras estrechaba su mano-.

-El placer es mío Campeón; bueno Hannat cuídate mucho y descansa,  nos vemos mañana en el hospital. Adiós.

Pronto Emil subió a su coche y llegó a su grande y lujosa mansión...

Esa enorme y lujosa casa sólo generaba un sentimiento de melancolía en su corazón, le dolía recordar aquella humilde casa de Hannat, era tan lamentable...

-¿porque no puedo dejar de pensar en ella?, debe ser porque me da mucha lastima su condición, debe ser eso, -dijo el muy inquieto mientras aflojaba su corbata-.

 Pensaba en ella  mientras disfrutaba una copa del mejor vino en su solitaria sala, se negaba a reconocer que aquella dulce jovencita le estaba atrayendo.