Mi nombre es Carla Williams tengo 24 años y trabajo dirigiendo la mayor red de asesinos en el mundo, junto con mi mejor amigo, Óscar Johnson.

Todo iba como cualquier otro día, estoy leyendo los informes de mis socios y controlando los posibles nuevos trabajos que se presentan a diario, no se imaginan cuantas personas buscan deshacerse de sus esposos, amantes molestos, jefes, empleados, etc.

Pero ese no es el caso, hoy no fue mi día de hecho fue un asco, estuve todo el día en reuniones interminables en las que se debatía sobre cómo matar a la realeza española.

Si. esto ya se me hace un poco molesto, organizar un ataque de ese nivel lleva mucho trabajo entonces le pedí a Óscar que se haga cargo mientras yo terminaba uno de los trabajos fáciles para distraerme un rato. Terminé con ese tipo de unos 40 y tantos años más rápido de lo que esperaba, fue muy fácil y ya era hora de volver a casa.

Estaba caminando por un puente cuando de repente me caigo, ni siquiera se como carajos pasó pero estoy cayendo a un vacío donde solo hay agua y rocas.

Lo único que pienso en este momento es *realmente voy a morir de una forma tan patética, yo Carla Williams la mayor asesina de la historia, bueno esto si definitivamente no me lo esperaba jaja* y así fue mi cabeza se golpeó con una de las rocas y morí al instante

*jaja si, patético*

De repente siento un fuerte olor agrio

*ugh, asqueroso ¿que es eso?*.

En ese momento me quejo y alguien dice "señorita Elena, despertó"

*quien mierda es Elena* eso es lo único que pude pensar, todo era raro.

"yo ¿no estoy muerta?" -pregunté mientras abría lentamente mis ojos-

"Claro que no señorita Elena, me tenía muy preocupada usted se desmayó luego del castigo de su padre, el duque" -dijo una joven rubia de unos 20 años-

*un momento ¿cómo rayos me llamó?*

"¿Cómo me llamaste" -pregunto un poco confundida-

"Señorita Elena?" -repitió un poco dudosa-

"Lo siento, no pude protegerla, lo lamento tanto" -dice al borde del llanto-

* ¿Qué está pasando? *

"Mmm, ¿quién eres tú?" -Me sale una voz de niña

* mi voz suena demasiado tierna maldita sea*

"OH, SEÑORITA ¿NO ME RECUERDA?" -dice ya con lágrimas en los ojos-

"Soy yo. Irene, su sirvienta personal.

le prometo que voy a intentar encontrar un médico" -dice muy segura-

*no entiendo absolutamente nada de lo que está pasando en estos momentos*

"Esta bien, Irene ¿cierto?" -asiente con una sonrisa- "¿puedes explicarme qué está pasan.."

_antes de que termine de hablar me veo, más bien veo en un espejo a una niña pequeña y frágil como una muñeca, tan linda. Sus ojos son rojos como la sangre, su cabello blanco como la nieve y suave como el de un bebé _

*¿Soy yo?, QUE MIERDA PASA*

"AHHH" -grito por un dolor horrible que invade mi cabeza es como si estuvieran clavando miles de cuchillos en mi cerebro-

"SEÑORITA" -grita Irene, con una expresión muy preocupada-

Todos los recuerdos de este cuerpo

Mi nombre, Elena Ayala Ruiz, hija del duque Richard Ruiz.

Todos los maltratos por parte de ese hombre y su esposa, mi tía. Todos los recuerdos fluyen como si fueran míos. Ahora lo son, lo entendí son parte de mi y de mi nueva vida.

*Te vengaré pequeña y todos tus enemigos se van a arrodillar ante ti (ahora yo jeje)*

----es lo único que pude pensar

(

(algo así es como me imagino a nuestra mini prota)

-- Pasaron algunas horas desde que desperté en este nuevo mundo y por fin me quite a Irene de encima, la convencí de que necesitaba descansar sola, pero lo que realmente planeo hacer es recolectar todos los recuerdos de la verdadera Elena para idear mi plan de venganza y liberarme de esta horrible familia, si es que se le puede llamar así.

-Llamo a Irene y le pido algo para comenzar a escribir-

*por suerte se varios idiomas que actualmente no se conocen*

NOTAS DE ELENA:

_Día 1:

-- Me llamo Elena Ayala Ruiz, mi padre es un duque de alto estatus muy reconocido por sus grandes influencias políticas, mi madre está muerta; y en su lugar está mi tía una mujer muy hermosa por fuera pero horrible por dentro.

-- Solo tengo 5 años y sufro de maltratos extremos por parte de ambos, desde no comer por días hasta golpes, al parecer todos los de la mansión odian y desprecian a la verdadera Elena, pero no pienso seguir dejando que eso pase.

*Tengo mucha hambre enserio* -Le digo a Irene-

"Señorita. usted esta castigada, solo tiene permitido comer eso" -Dice señalando un plato de comida que se ve asqueroso-

*Por un momento se me olvidaba, estoy castigada por haber ofendido a mi madrastra*

"Tonterías, vamos Irene. Traeremos algo delicioso o al menos comestible" -Digo la ultima frase con un tono divertido"

_Salgo de la habitación rumbo a la cocina, todos los sirvientes me miran con desprecio_

"¿Por qué todos me ven de esa forma Irene?" -Pregunto porque la verdadera Elena tampoco lo sabía-

"Ellos solo son unos idiotas señorita Elena, no se preocupe yo estaré para defenderla"

"Esta bien, si tu lo dices" -contesto quitándole importancia al asunto-

_Llegamos a la cocina y todos me miran con asco_

*Esto me está empezando a molestar. quisiera matarlos a todos de todas formas aún no es el momento, además ni siquiera tengo armas y mi cuerpo es pequeño y algo débil por no alimentarme correctamente*

"¿Qué haces tu aquí?" -Dice una vieja bastante malhumorada-

"Solo vengo por algo de comer" -le digo de manera calmada y fingiendo una tierna sonrisa-

"Tú no tienes permiso de venir a la cocina, vete" -lo dice con un tono arrogante-

*Tú serás la primera jaja*

"Disculpe señora, me retiro si soy una molestia" -finjo inocencia-

_De camino a mi cuarto_

"No se preocupe señorita, encontraré la forma de conseguir comida" -dice Irene-

"Esta bien Irene no te preocupes, otra cosa"

"Si señorita, ¿Qué desea?

"Por favor, llámame Elena"

"Por supuesto señorita Elena" -sonríe cálidamente-

"Vamos a dormir, es tarde"

-------------------------- Al día siguiente ------------------

Me levanto temprano y lo primero que hago es cambiarme con un vestido ligero y cómodo.

"Señorita Elena, ¿Está despierta?"

"Sí, pasa Irene"

"Buenos días, hoy parece muy feliz señorita Elena" -Dice con una expresión de sorpresa-

_la verdadera Elena nunca sonreía_

"Claro que lo estoy porque hoy iremos de compras" -Una sonrisa macabra se forma en mi sin que me de cuenta-

"¿Compras?" -exclama confundida-

"Si vamos, se nos hace tarde" -muestro mi cara mas tierna y dulce-

*Hoy voy a conseguir armas ja ja ja ja*

"Que bueno que hoy tenga pensamientos positivos" -Dice muy feliz-

*Si Irene supiera lo que estoy pensando saldría corriendo*

_Le explico a Irene que saldremos de incógnito y aunque duda termina aceptando, todos caen ante mi con esta carita tan tierna_

--Llegamos al pueblo en un carruaje que contrató Irene.

"Llegamos!" -digo emocionada-

"¿Aquí?" -Pregunta la muy confundida Irene

"Sí, vamos"

--Entramos al lugar y el dueño se nos acercó rápidamente

 "¿Están perdidas?" -Pregunta de forma cortés y amigable

"No, vine por algunas armas para mi padre" -Me excusé, ya que sería raro que una niña de solo 5 años compre armas para si misma-

"En todo caso, tenemos las mejores armas que pueda conseguir en todo el reino" -Luce muy orgulloso-

*Claro que ya lo había notado, sus dagas son tan afiladas que cortarían fácilmente a mis enemigos sin necesidad de tener tanta fuerza*

_Luego de ver muchas armas una me llamó la atención por completo_

"Deme esa señor" -Estoy totalmente convencida, como si una voz me llamara dentro de esa daga-

"¿Está segura señorita?"

"Claro ,¿cuál es su precio?"

"Dicen que está maldita, no se la recomiendo"

*Que mierda, ahora la quiero mas*

"No importa ,¿Cuánto es?" -durante la noche le robé al duque una bolsa de monedas de oro-

"Se la regalo, de todas formas nadie la quiere, siempre la devuelven. La única condición es que no puedes devolverla"

"Claro" -digo despreocupada y tomo la daga-

_Salimos de la tienda y por fin Irene abrió la boca, estaba demasiado callada_

"¿Por qué compró eso señorita Elena?" -Dice sin expresión alguna-

"Solo es por protección, tranquila Irene" -Sonrío tiernamente y devuelve mi sonrisa, solo piensa que soy una inocente niña con miedo"

"Esta bien, ya vuelvo señorita Elena iré a comprar algunos víveres. No se mueva de aquí" -Asiento y se va tranquila-

_Pasaron unos 5 minutos y me aburrí, entonces fui a ver un puesto de comida y me compré un sándwich_

--De repente alguien se me acerca con intenciones obviamente malas.

"¿Estás sola pequeña?" -dice con una sonrisa que asustaría a cualquiera-

"No señor, asique vuelva por donde vino" -digo de forma desinteresada-

"¿Cómo te atreves?, solo quería ayudarte, ahora tendré que enseñarte una lección" -me sostiene del brazo y me lleva a un callejón-

*Al fin algo interesante, aunque algo molesto*

--Dejo que me lleve y en cuanto llegamos me suelto de su agarre y sonríe porque me tiene acorralada sin salida, o eso es lo que cree.

_Saco mi daga nueva y en cuestión de segundos hago un corte limpio en sus dos piernas, por la parte de atrás para que pierda el equilibrio

"AHHH, ¿QUÉ CARAJO?" -Dice enojado-

"Te metiste con la niña equivocada" -Sonrío como una psicópata y tiembla levemente-

--Antes que pueda decir algo le corto su cuello y cae su cuerpo sin vida a mis pies.

"Ahora estoy llena de sangre, ¿Cómo mierda explico esto?"

--Un hombre sale de las sombras con una cara sonriente

"Que señorita tan mmm, ¿Cómo decirlo?, ¿Especial?" -dice con tono de burla-

"¿Y tú quién eres?" -digo con un tono que por mas que intente sonar amenazante, es tierno-

"Tranquila soy de los buenos, o al menos no tan malo. Puedes irte, yo me hago cargo de esto" -sigue con esa sonrisa que parece de ¿admiración?-

"Ok" -respondo y me voy-

*será mejor mantener un perfil bajo o tendré problemas*

_Me encuentro con Irene y después de inventar la excusa mas creíble que pude, volvimos a la mansión_

--Estoy entrando cuando una voz me detiene.

"Alto ahí mocosa" -que voz tan molesta-

*¿Y ahora que mierda pasa? *

"Alto ahí mocosa"

--Me volteo lentamente y la veo, mi tía, esposa de mi padre.

*Lo que me faltaba*

"¿Sí?, pasa algo" -sonrío.

"¿A dónde fuiste y por qué te ves así?" -me mira de pies a cabeza-

*mierda lo olvidaba*

"Y-yo, me caí en ¿pintura roja?" -trato de sonar tímida-

"Esta bien, tan inútil como siempre" -usa un tono arrogante-

"Lo siento" -digo con ojos llorosos para intentar causar algo de empatía-

*Esta mujer es muy moleste\, tendré que deshacerme de ella pronto*

"ugh, me das asco, cámbiate que tengo que presentarte a alguien, te espero en el jardín" -me tira un hermoso vestido-

*Esto es muy sospechoso\, nuca me compran vestidos*

--Me cambio en mi habitación con ayuda de Irene y voy hacia el jardín

"Irene, ¿No crees que es extraño todo esto? -digo confundida-

"emm si señorita Elena" -dice temblando de nervios-

*Ella sabe algo\, pero no me lo esta diciendo. que extraño*

"¿Qué ocultas Irene?" -sospecho-

"..."

---Llegamos al jardín.

 Estaba esa mujer junto a un hombre de unos cuarenta años y un niño que al perecer es su hijo, se veía muy serio, pero era tan lindo.

*Oh en qué estoy pensando mierda*

"Aquí estoy" -digo mientras me acerco-

"Oh querida, llegaste" -dice en un tono amable obviamente fingido-

"Señorita Ruiz, es un placer conocerla" -dice el hombre-

"Igualmente señor . . . " -Trato de que se presente-

"Oh casi se me olvida, soy el duque Robert Whitelocke, y el es mi hijo Kailed "

"Un gusto conocerlos entonces" -Digo con una sonrisa tierna-

"Querida, con el duque hemos decidido hacer un compromiso entre su hijo y tú"

*Pero que\, solo tengo 5 años*

"Señora, no le parece un poco apresurado" -digo un poco nerviosa-

"Es solo un acuerdo a futuro señorita Ruiz" -dice el hombre con un tono alegre-

"Creo que debemos tener en cuenta la opinión de la señorita" -dice el niño-

*oh\, si habla\, por un momento creí que era mudo*

"Joven Kailed, Elena estará encantada de aceptar el compromiso ¿No es cierto Elena?" -dice lo ultimo con un tono un poco amenazante -

"No creo que a mi edad sea conveniente un compromiso, si me disculpan no quiero perder el tiempo en estas cosas, iré a estudiar" -sonrío y antes de que digan algo me voy-

"Creo que su hija no es digna de mi hijo señora Ruiz, no tiene modales, lo mejor será cancelar el trato" -dice molesto-

"No señor, por favor, considérelo mejor" -contesta a modo de súplica-

---------Mientras tanto\, Elena fue a la biblioteca privada de la mansión y encontró un libro "Información sobre la historia imperial"

"Bueno empezaré a estudiar, Irene tómate el resto del día"

"Como diga señorita Elena" -asiente y se va-

--Cuando empecé a leer el libro sobre la historia del imperio algo me llamó la atención

El Impero oscuro año 432, Gobernado actualmente por Arthur Demián lockewell, un emperador sanguinario que no teme acabar con sus enemigos. Es temido en los 7 reinos y tiene 2 hijos. Leonardo y Cristóbal Lockewell.

"¿CÓMO NO ME DI CUENTA ANTES?" -Grité sin notarlo

"¿De qué no te diste cuenta antes? -por alguna razón mi cuerpo tiembla ante esa voz-

"No-no es nada" -Digo al notar que es mi padre, el duque-

"Como digas, ¿Qué haces aquí?" -pregunta serio-

"Bueno yo, vine a estudiar todo lo que puedo"

"¿Estudiar?" -exclama con un tono divertido-

"Sí, ¿Tienes algún problema con eso?" -Pongo cara amenazante y se ríe-

"Por si intentas intimidarme te digo que te ves bastante tierna" -Se burla-

*Tiene razón*

"Bueno me voy, duque" -recalco la ultima palabra-

*Hoy esta muy rara\, ¿Qué habrá pasado?*-pensamiento del duque-

--Vuelvo a mi habitación y no puedo creer lo que descubrí--

"Estoy en una maldita novela!" -Ni siquiera me importa que me puedan escuchar

"Ok, vamos al principio, ¿Cómo no pude notarlo? 'Elena Ayala Ruiz' , cuando era mas joven leía un libro con el que me dejaron en el orfanato , estoy en ese libro y soy una supuesta villana que muere a manos de los protagonistas enamorados" -Hablo sola-

*La villana en realidad solo fue una inocente chica que cayó en una horrible trampa y terminó muriendo\, después se descubre la verdad pero a nadie le importa su muerte porque no tenía personas cercanas o que la quisieran*

El nombre de la novela "Los malos nuca ganan"

*Que libro mas patético\, Elena era inocente\, pero a nadie le importó\, decidieron juzgarla y acabar con esa dulce y amable chica. Voy a cambiar eso*

*Tengo que comenzar a entrenar\, además Elena en la historia era la única en el reino que posee varios poderes a la vez\, si los hubiese aprovechado sería invencible\, pero no pudo hacerlo\, ya que cuando era mas pequeña le borraron la memoria y así ella nunca supo de su magia\, claro que yo lo sé por la novela*

---Elena se fue a descansar para al día siguiente empezar con su entrenamiento

                                           ---------------------------------------------------------

"Señorita Elena, está despierta?" -Dice Irene al otro lado de la puerta-

"Sí, pasa Irene" -Dormí bastante mal pensando como dominar mi magia-

Irene entra y me ve un poco preocupada, parece que ha notado que no dormí bien

"LIBROS" -de repente grito-

"Libros señorita?" -La pobre Irene se ve tan confundida-

"Sí, vamos a conseguir libros de magia, pero antes, vamos con los soldados"

"Soldados?" -Parece que se va a desmayar-

"Ya, no repitas todo lo que digo, vámonos" -empiezo a caminar-

"Pe-pero, su padre se enojará"

_La ignoro_

---Llegamos a la zona donde entrenan los soldados y el general me ve sorprendido

"Señorita Ruiz, ¿Qué hace por aquí?" -pregunta curioso-

"Quiero que me entrene" -digo mas que segura-

"Entrenarla ¿yo?" -los otros soldados que estaban descansando ni se molestan en contener su risa-

"General, por favor, déjeme demostrarle que tengo un gran potencial"

"Esta bien, veamos que tiene, buscaré un oponente"

"Muchas gracias General"

*Aunque es obvio que me subestima demasiado*

"El es George nuestro soldado mas joven, si lo vence aceptaré entrenarla" -señala a un niño de unos 10 años

"Esta bien, será fácil"

*Ese niño me mira como si quisiera darme una lección\, lástima que no va a poder*

-- Empieza el duelo y en poco menos de 5 minutos lo vencí sin mucho esfuerzo

"Sorprendente" -exclama el capitán con una expresión de fascinación

"Ahora me aceptará, General?" -pregunto dudosa

"Por supuesto, fue el trato" -Dice sonriente-

----------------Y así fue\, llevo una semana entrenando con el general\, él me dice que soy una prodigio

También conseguí algunos libros que me ayudan con el dominio de mi magia

"El duque requiere su presencia señorita" -Dice un hombre canoso, la mano derecha de mi padre, su mayordomo-

"Está bien, ya voy"

*Seguro que ya se enteró sobre mi entrenamiento. Todo iba tan bien*

_Suspiro_