...Vamos ahora con las noticias de la farándula y es que hoy se cumplen más de 10 años de la misteriosa muerte de él señor y la señora Lauder, recordemos que después de un trágico y misterioso incendio sus cuerpos fueron encontrados incinerados en la mansión Lauder que hasta el día de hoy no ha vuelto a ser la misma...

- Otra vez estas noticias llenas de tristeza, pobre familia debe ser triste recordar ese día, dice mamá un poco nostálgica.

Papá no presta atención y sigue leyendo el periódico mientras toma un café.

- Espero y el dueño de la compañía no sea como lo pinta la gente. dice mi madre - Y pensar que hoy irás a una entrevista para ser su secretaria.

- Papá carraspea un poco y sigue leyendo el periódico, mientras toma un poco de café.

"Se que no les agrada la idea que me presente a la compañía de Cristofer Lauder pues aunque ya han pasado más de 10 años de la misteriosa muerte de sus padres, sigue siendo el principal sospechoso aunque no se hayan encontrado pruebas"

- Mamá no te preocupes, piensa que todo es por nuestro bien, además si encuentro un buen empleo con un buen salario podremos darnos una buena vida, dije animando un poco el ambiente. - Me iré a cambiar, o si no llegaré tarde añadí.

"En mi habitación estaba bastante nerviosa, pues aunque busque un poco en internet no encontré fotos del que sería mi jefe si es que pasó la entrevista... No quería ser pesimista pero si lo que decía la gente sobre el era verdad... No me iría nada bien."

Salí de la habitación, tenía un traje ejecutivo, era una falta hasta las rodillas de color negro, una camisa blanca y una chaqueta de color negro también, no puse muchos accesorios solo unos aretes y una pulsera, me despedí de mis padres y salí.

Al llegar a la recepción le indique a la encargada que estaba citada para una entrevista de trabajo con el señor Adiel, ella sonrió y me llevo a un salón donde no había nadie.

Después de unos minutos de permanecer sentada en una de las sillas entra un hombre alto, delgado, con una sonrisa sacada de los cuentos de adas y con una voz que hace estremecer la piel.

- ¡Señorita! es un placer, dijo el hombre que a la vez, buscaba con la mirada entre las sillas del gran auditorio, y al verlas vacías su sonrisa se esfumó.

Llamo a la recepcionista y después de un rato me dijo.

- Felicidades el puesto es suyo, siga a Laura ella la llevará con Bell para que le haga entrega de su puesto.

Asentí y sin preguntar seguí a Laura, la recepcionista. Al dar la vuelta escuche a Adiel maldecir en el teléfono indicando que solo una persona se había presentado al puesto, diciendo - Es tu puta culpa, es casi como si tuviéramos que rogar para contratarte una secretaria, espero que está ves no la cagues imbécil.

....

No preste atención y seguí a la mujer.

-No tuve tiempo de presentarme me llamo Laura, dijo la mujer - Es un placer. Dijo con una alegre sonrisa.

- Disculpa tampoco me presente soy Stefany, es un placer Laura, dije.

Subimos al ascensor y pulso el piso 30, el último de esta gran empresa.

- En la recepción encontrarás a Bell ella te enseñara todo lo necesario para que cumplas con tus funciones querida, nos vemos al rato.

Me dejó en el ascensor y se marchó.

Al llegar a la recepción ví a una linda mujer, en su escarapela ví su nombre y supe que era ella la que debía ayudarme. En el momento en que me vio su cara se iluminó y con una alegre sonrisa me saludo.

Todo cambio cuando vio a un hombre que se dirigía a la oficina tras ella, Bell se quedó parada con la cara pálida y su piel se erizó de solo verlo, es como si el ambiente se hubiera puesto tenso, húmedo y frío.

Para mí fue todo lo contrario, al verlo solo sentí atracción hacia él, su olor logro excitarme, era la primera vez que sentía algo así, no era solo en mis partes era algo que recorrió tomo mi cuerpo, esa sensación solo me hizo querer conocer a fondo a este misterioso hombre.

Después del raro suceso entre Bell la antigua secretaria y el hombre misterioso, pase toda la jornada aprendiendo sobre mis funciones, que al parecer eran más que las expuestas en la descripción del puesto.

Eran casi las 7 de la noche, Bell se había ido unas horas atrás, al parecer no volvería y solo había estado allí a la espera de una persona que la reemplace... Cómo ya había terminado mi horario laboral me dispuse a recojer mis cosas para ir a casa luego de un raro y agitado día de trabajo.

Espere un poco para ver si el misterioso hombre salía de la oficina que estaba a solo unos pasos de mi mostrador, pero, no fue así, solo ví que la luz que iluminaba el lugar se apagó y la puerta no se abrió.

Camine hacia el ascensor, mis tacones retumbaban en todo el lugar formando un gran eco, a parte de mis pasos, escuché otros que iban con paso firme y acelerado cosa que hizo que acelerará mi caminar.

Una vez llegue al ascensor, respire profundo y un poco aliviada pulse el botón para el piso 1, antes de que las puertas se cerrarán una mano las detuvo.

Cómo por arte de magia las luces comienzan a fallar pero eso no detuvo al hombre que terminó entrando al ascensor pulsando el mismo botón.

Las puertas finalmente se cerraron pero el ascensor no bajo, se quedó estático en el mismo punto.

Solo se escucha nuestra respiración, el olor de este hombre sin duda es de otro mundo, era embriagante y varonil, solo hacia que mis piernas temblaran y mi corazón se acelerará aún más.

Él, sin decir una palabra se acercó aún más, no lo veía pero sin duda sentía su presencia, aroma, calor e incluso sabor muy cerca de mi.

No dijo ni una palabra pero se que sonrió un poco, escuché como lamía sus labios y como sin pensarlo dos veces me tomo por la cintura, yo sin saber que hacer solo solté un pequeño gemido que en lugar de miedo insinuaba placer, excitación y deseo.

Juntó sus labios a los míos comenzando un beso apasionado y feroz, sin duda alguna uno que nunca olvidaré.

Me tomó por mis piernas y me acorraló entre el y las paredes del ascensor, sentí cada músculo de su cuerpo junto al mío, sus manos repasaron cada cueva de mi cuerpo cada espacio que no sido explorado aún, mi mente me repetía que debía parar pero mi cuerpo ardía en llamas de pasión y solo quería tener a este hombre dentro de mí.

Entre gemidos pude notar que reía un poco, cosa que me hizo dudar de lo que hacía, el extraño bajo mi cuerpo lentamente y con una carita en mi cabello se despidió de mí, no sin antes decir estás palabras.

- Hoy me contuve pero la próxima vez no será así, eres solo mía.

Estaba en el suelo del ascensor llena de emociones que no podía comprender, no entedía como es que mi cuerpo no pudo controlar tal deseo y tampoco entendía cuando se abrieron las puertas del ascensor, como y porque este hombre era mi dueño y porque le pertenecía.

Al día siguiente llegué muy temprano a trabajar, no quería quedarme sola de nuevo en el ascensor ya que no quería que aquello se volviera a repetir, claro, eso solo decía una parte de mí, porque la otra estaba a la expectativa de que nuevas experiencias tendrá hoy, además no quería llegar tarde en mi segundo día de trabajo.

Al rato de instalarme en mi puesto ví acercarse a dos hombres y una mujer, uno era Adiel, aquel hombre guapo y amable que encontré el día de ayer, el otro era aún más apuesto, alto, de rostro perfilado, con un poco de bello en su cara que lo hacía parecer más sexy e intimidante, con hombros anchos y de voz gruesa sin duda un ángel, tras ellos venía una diosa una mujer con curvas y medidas perfectas, estaba al lado del hombre misterioso y parecía muy cómoda estando con él, - Tal vez es su novia- pensé.

Una vez llegaron a mi escritorio me puse de pie y me presente.

-Buenos días, soy Stefany la nueva secretaria personal del señor Cristofer, es un gusto conocerlos.

- Hola Stefany soy Adiel nos conocimos ayer, ella es Zenda la verás muy seguido por aquí.

Zenda solo se limito a mirarme por encima de su hombro y a darme una falsa sonrisa. Mientras que el otro hombre ni siquiera me miró solo siguió.

- El es Cristofer Lauder, añadió Adiel en un pequeño susurro, - no te asustes linda muy pronto te pondrás al día con todo, por ahora revisa su agenda y cuéntale que tiene programado para el día de hoy.

Asentí y busque su agenda, mientras que ellos entraron a la oficina, después de un rato toque la puerta y después de escuchar un - Pase, entre.

- Buenos días señor Lauder, dije al entrar, - Esto es lo que tiene programado para el día de hoy.

Cristofer me miró de arriba a abajo, su mirada me desnudo, me sentí intimidada y tonta al ruborizarme por ese simple acto, mi corazón quería estallar estaba al borde del colapso, trate de calmarme pero fue en vano.

- Lee ¿o es que no sabes hacerlo?, soltó Zenda con una mirada de rabia hacia mí.

- Pri.. Pri.. Primero tie.. tiene reservada u... una reunión co.. con los.. - dije con la voz temblorosa y el cuerpo temblando

- ¡Cállate! - dijo Cristofer - Por Dios esto fue lo que encontraste, dijo haciendo referencia a mi mientras miraba a Adiel.

- Vete si no puedes hacer bien tu trabajo - escupió Zenda como veneno.

Salí, fui a mi escritorio y rompí en llanto, ¿Cómo es que no fui capaz de hacerlo?, ¿Porque me deje intimidar por esa perra loca? ¿Debería renunciar?, me pregunte una y otra vez...

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Ya un poco más tarde en la agenda del señor Cristofer aparece una reunión en el hotel Malcom, al parecer es algo importante pues aseguraría nuevas inversiones para la empresa, como su asistente debía acompañarlo.

Salió de su oficina con un nuevo traje y perfume, lo seguí sin decir palabra alguna, en el auto nos sentamos en los asientos traseros, mientras yo le indicaba quienes asistirán a la reunión.

- Estará el señor Max, y su esposa Linda, también estará su mano derecha Jack.

- ¿Cuanto durará la reunión? - pregunto

- Por lo menos tres horas - dije.

- Debes hacer un informe detallado de la reunión, no quiero que dejes nada por fuera por mínimo que desea, debes tenerlo listo para hoy mismo.

- Si señor, dije un poco asustada pues su tono de voz fue algo fuerte al dar la orden.

Una vez llegamos al hotel entramos en la gran sala.

- Querido Cristofer hace años que no te veía - dice Jack

- No exageres fue el año pasado.

- Bueno dejen la conversación para después ahora debemos dejar claro cual será el porcentaje de ganancia para cada una de las empresas, necesito saber cuento estás dispuesto a darnos Applo para que el hotel Malcom use solo sus dispositivos - dice Max

- Applo es una gran compañía, más que brindarles nuevos dispositivos les daremos innovación, lo cual impulsará las reservaciones para tu hotel Max, además de que podrás ser el primer hotel en contar con esta gran tecnología, por eso el porcentaje será de esta manera para Applo un 70% de ganancia y para tu hotel Max, un 30%. - dice Cristofer

- Esta bien lo que dices pero... ¿no deberías tener en cuenta que la empresa de tu hermano, Sumsamg nos está ofreciendo el 50% de las ganancias?

- Querido Max cuando de trata se negocios sabes perfectamente que Sumsamg no se le acerca a los talones a Applo, además para que negociar con un gato cuando tienes a un león en frente tuyo.

Estás últimas palabras hicieron reír a todos, y casi a las 10 p.m se cerró el trato.

Salimos de la sala hacia el auto, yo estaba un poco cansada y solo quería ir a dormir.

- ¿Tienes el informe listo? dijo de la nada Cristofer.

- No señor aún no lo tengo listo, aún faltan algunos detalles, puedo terminarlo en mi casa y enviárselo una vez este listo - dije un poco nerviosa.

- Dije que debía estar listo para hoy, o no fue así señorita Stefany. - dijo mientras me acorraló a la pared.

- S.. sí señor, pero solo falta un poco créame que hoy mismo se lo entregaré.

- Camina, - dijo totalmente serio, en su voz se notaba que estaba enojado.

Al entrar al auto dió la orden para ir su casa.

- En mi casa deberás terminar el informe, y entregarlo antes de que amanezca, ¿entendiste?

- Si señor, comprendo.- dije un poco asustada y confundida.

De camino a su casa pude observar mejor a mi jefe, sin duda es un hombre muy atractivo, tiene el cabello negro y su rostro no tiene ninguna imperfección, sus ojos son negros de un negro tan profundo que esconde muy bien cualquier pensamiento que tenga, su barba está perfectamente cortada y bien definida, su cuerpo es musculoso y su olor es embriagante...

Es el tipo que puede volver loca a cualquier mujer, ese pensamiento vuela en mi mente mientras imagino mil escenarios nada profesionales que se pueden desarrollar en su casa...