Sé que hoy soy mujer.

Pero con certeza puedo jurar que fui un soldado romano.

Que peleaba en el frente con otros hombres tan valientes y fuertes.

De cuál era mi nombre no estoy muy seguro pero para no dejar las cosas al viento diré que mi nombre era Demián.

De una familia dedicada al comercio. Sé que fui uno de los tantos que camino esas polis griegas pero que no llegaba a ser ciudadano ni a tener derechos ni a votar pero que sí era soldado.

Que desde las 9 años tuve que dejar mi hogar y comenzar mi formación militar.

Y dejar atras el cariño de mi madre y sus comidas para hacerme de un grupo nuevo de hermanos.

Recuerdo uno en especial no mucho mas mayor que yo pero sí mas fuerte y muy leal llamado Aris.

Dos niños tomando por primera vez espadas y la lucha cuerpo a cuerpo.

Niños que debían soportar noches heladas en sus camas de paja.

Han pasado doce años desde que debí abandonar mi hogar y en todos esos años he aprendido a amar a Aris porque así es la vida en ejército griego.

Hemos cumplido con nuestras obligaciones y cada uno de nosotros tenemos esposa e hijos que solemos ver cuando después de meses entre entrenamientos y batallas podemos regresar a nuestros hogares.

Pero el amor entre Aris y yo es verdadero. Él ha cuidado de mí y yo lo cuido también.

Las batallas son difíciles porque las batallas del Peloponeso cobran muchas vidas .

Cada vez que nos encomendamos en la batallas a nuestros dioses sabemos que no todos regresaran con vida o completos.

Cada vez que caminas por esos largos senderos con nuestros escudos y espadas intentando no sentir miedo y defendernos hasta el último suspiro.

Nos preparamos para batallar en el mar donde es más difícil sobrevivir .

Estamos a solo unos días y siento su cuerpo caliente junto al mío.

Aris besa mi cuello y espalda y me estremesco....siento sus brazos rodeándome y au aliento en mi nuca.

Lo dejo tocarme y lo disfruto he estado con mujeres pero la obligacion de tener hijos no se compara con lo que siento cuando estamos juntos.

Lo siento dentro de mí y escucho sus gemidos y me dejo llevar por su ritmo.

Esta guerra entre Esparta y Atenas que nos ha unido a Aris y a mí solo servirá para llevarnos juntos al averno.

Sé que se acerca nuestro final siento el mismo miedo en los huesos la falsa paz que debía durar treinta años no paso de diez años y ahora esta guerra va a llevarnos también.

Cuando acabamos seguimos en silencio se supone que somos soldados y nuestros valor se medirá en la batalla ahora simplemente soy un hombre que necesita amor .

Somos una pareja que disfruta sus últimos momentos de felicidad.

Comprender que el tiempo mueve nuestras esencias y que para ello nos muda muchas veces la piel no es fácil.

Lo sé ahora él y yo, hombre y hombre, en otras vidas ella y yo y todas las variables posibles que pueden sucederse para que podamos volver a sentir esto que ahora siento plenitud total.

Quisiera poder recordar todas mis vidas y mis momentos con Aris pero el tiempo maneja reglas que debo obedecer.

Ahora mismo estoy en la edad media y soy mujer . Me llamo Ruth y tengo 18 años y vivo en algun pueblito olvidado de Francia .

Odio mi vida por lo menos desde que fui obñigada a casarme con Luis . Mi esposo es un hombre de cuarenta años pero parece de mas de sesenta. La nuestra fue una boda concertada por nuestras familias . Él queria una mujer joven que le diera herederos y mi familia queria dinero y deshacerse de mí. Para ellos fue el mejor trato.

Luis es un mercader. Carece de belleza para mí su casa es mejor que la mía pero sus dedos son huesudos y asperos.

Siento asco cada vez que su boca me besa cuando debo cumplir con mi parte del trato.

Lo siento moverse sobre mí y simplemente cierro los ojos y espero que termine pronto.

Ya le he dado dos hijos , Rafael y Blanca y pensé que me dejaría en paz después de ellos pero insiste y no tengo mas opción que seder.

Yo tenia una vida feliz . Estaba enamorada de un joven vecino llamado Miguel.

Desde que eramos niños solíamos mirarnos y cuando llegué a la edad de ser mujer supe que lo amaba pues no podía evitar sonrojarme cada vez que nuestras miradas se encontraban en los mercados.

Por más que hubiese querido huir con él no tuvimos tiempo mi matrimonio fue concertado sin mi consentimiento y se concreto a la brevedad.

Llevo tres años casada y hasta hace unos días no me habia podido cruzar con Miguel pero entonces nos encontramos en el mercado.

Cuando él tampoco podia apartar los ojos de mí supe que aun sentiamos algo muy fuerte.

Así ahora lo estoy esperando en las caballerisas . Me inventé un pretexto de que necesitaba aire y corrí lo mas rapido que pude hasta las caballerizas.

Estoy en un rincón esperándolo y entonces lo veo. Sus rulos al viento del clor del sol y sus ojos marrones . Su rostro sereno y sus mejillas rosadas al parecer no soy la única apurada en llegar.

Por un momento nos miramos y no hay palabras entre nosotros sus manos toman mi cabeza y sus labios cubren los míos.

Y son tan dulces que gimo al sentirlos al fin .

Me empuja contra la pared mientras continua besándome.

- Miguel...Miguel...

Él susurra mi nombre mientras sus manos levantan mi falda.

Mis dedos acarician sus cabellos y los presionan cuando su boca empieza a

mamar mis pesones.

Siento su erección y no puedo espera más lo ayudo a bajarse la calza.

Nos miramos un momento y luego él me penetra .

Rodeo su cintura con mis piernas mientras él comeinza a penetrar más fuerte.

Solo somos gemidos y golpes contra la pared y en este momento no me importa nada siento como el placer crece dentro de mí y es algo que nunca antes había experimentado.

Sus suaves manos aprietan mi culo y estoy en la gloria .

Acabamos juntos. Aún las piernas me tiemblan cuando vuelven a tocar el suelo.

Nuestras respiraciones están agitadas.

Me ubica unos mechones de cabello detras de mis orejas y besa mis mejillas.

- Soñé tantas veces con este momento...

Me dice y sé que es verdad porque me pasa lo mismo.

Apoya su frente contra la mía.

Es mi momento mágico y prohibido Dios va a condenarme al infierno del que tanto habla la biblia que lee Luis.

Yo no sé leer pero cada vez que menciona ese lugar y las cosas a las que somenten a los pecadores tengo miedo.

Siento miedo de morir e ir al infierno peor no creo que puede perder a Miguel despues de haberlo esperado tanto.

No sé como voy a hacer para dormir con Luis ahora que Miguel me ha hecho suya.

Voy a ser castigada por esta traición.

Mis encuentros con Miguel se dieron por unos meses hasta que Luis nos encontró.

Yo fui condenada a morir en la plaza publica frente a todos pero Miguel solo fue expulsado del pueblo cuando confeso que yo lo había embrujado con mi belleza .

No pude despedirme de mis hijos y tampoco fui defendida por el hombre que pense que me amaba.

Lo que no sabía entonces esque mudamos de piel y cada vez que lo hacemos aprendemos algo nuevo. No supe entonces porque Miguel me traicionó d esa manera .

Pagué el precio de amar

@ MeganNuez7

Estoy mareada . El moviento del barco en alta mar es nuevo para mí tambien los son estos grilletes que nos han puesto.

Hasta hace unos días yo simplemente era una joven feliz de alguna de las tribus de negros que habitaban el África.

Me llamo Alika y era una de las jovenes más bellas de mi tribu.

Mi piel es oscura y mis cabellos muy risados tengo 14 años o eso creo y fui capturada junto con otras personas para ser vendida como esclava en un lugar muy lejos de mi tierra.

Ellos nos han puesto cadenas pero ko son como nosotros su piel es tan blanca y transparente que hasta por un momento pense que eran fantasmas o dioses.

Nos gritan y nos golpean pero no entiendo nada de lo que dicen. Nos alimentan con cosas que ni conocemos.

Ahora estamos en una barco sucio y todos los lugares y olores parecen oscuros hasta peligrosos.

Alguna de las muchachas que viajan son de mi comunidad otras de tribus vecinas.

Varias no han dicho una sola palabra desde que abordamos el barco, algunas simplemente se lamentan y lloran.

Hasta hace unos días mi vida era plena felicidad. Los ancianos de la tribu concertaron un matrimonio para mí con uno de los cazadores mas fuertes .

Tafari es fuerte y muy atractivo , él y to nos hemos encontrado un par de veces a la orilla del río y por supuesto nos hemos mirado. Las constumbres en mi tribu no nos permiten acercarnos u hablar con hombres solteros las mujeres debemos mantenernos siempre juntas de esta manera nos soliamos porteger. Así era antes de los cazadores.

Pero fui capturada cuando fui al río por agua y ya no supe mas nada de él o de mi familia. Mientras el barco continua moviéndose una de las muchachas canta una canción para consolar a su hermanita .

Todas hacemos silencio y dejamos que la melodia nos lleve.

Cua fo hace unos días nos bañabamos en el río todo era risas y juegos entre nosotras. El sol brillaba y mis hermanas y yo disfrutabamos de la calma cuando un grito desgarrador vino de la selva por ma sque intentamos huir o defendernos los hombres blancos llegaron y nos capturaron.

Algunos cazadores intentaron defendernos pero sin éxito las armas de los hombres fantasmas son diferentes a las de nuestros guerreros.

Vi a mi hermano Moroni y otros hombres pelear por nosotras y lo vi morir frente a nosotras sin poder ayudarnos.

Ahora nuestro viaje continúa y no sabemos cual será nuestro destino solo que seremos usadas y golpeadas.

Hay tantos hombres fantasmas en este barcos son inferiores a nosotros en cantidad pero sus armas son letales. Nos tratan como animales y nos usan a gusto.

Varias de nosotras han sido violadas o golpeadas por ellos. Solo somos objetos animales que usan y luego se rien de nosotras.

No sé lo que dicen desconozco su lengua al igual que su olor rodo en ellos parece distinto y peligroso.

El capitán suele venir a observarnos o supongo que es el jefe por el modo en que les grita y dice cosas y los otros hombres obedecen.

El capitán suele pasar y caminar muy lento mirándonos ya está entrado en años lo supongo por las arrugas en sus rostro vsite de una maner muy distinta al resto. Sus ojos suelen buscarme y yo intento que no encuentren no quiero que me toque pero no tengo forma de salir de aquí.

Cuando escucho los gritos de las otras mujeres mientras son violadas quiero tirarme al mar y dejarme morir.

No sé que hay fuera de este barco no sé que puede haber peor que esto solo siento miedo.