Al parecer ya había amanecido, podía sentir la molesta luz de sol en mi cara, abrí mis ojos cafés miel lentamente, me senté en la enorme cama de sábanas rojas y me quedé observando a mi alrededor, estaba en un cuarto grande, de paredes limpias y con diseños complicados, deduci que podría ser algún hotel. De repente sentí que algo o alguien se movía a mi lado, levanté un poco las sábanas y pude observar a una joven de mi edad, de cabellos dorados y facciones hermosa dormía placidamente y al igual que yo estaba completamente desnuda.
- Mierda, otra vez... - Dije para mi mismo.
Me levanté y me dirigí a pasó lento al baño de la habitación tratando de esquivar toda la ropa que estaba en el suelo desparramada, en cuanto llegué pude observar mi rostro en el espejo, mi cabello liso, un poco largo y café oscuro estaba todo desordenado y chasco. Mi rostro tenía unas leves ojeras debido a la falta de sueño, no quería recordar lo que había hecho anoche, pues ya me sabía la historia de memoria.
Me lave el rostro, busque mi ropa, me vesti, agarré mis cosas y me fui del hotel sin decir nada.
Mi nombre es Will Jonhson, tengo veinte años y estoy cursando mi tercer año en la universidad, vivo solo en un pequeño pero acogedor departamento.
Durante el día estudio y trabajo e intento dar lo mejor de mi mismo en todo, pero tengo un serio problema...
El s*xo.
Soy adicto a el, no se desde que momento pero no puedo estar un día sin tener, suelo buscar mujeres desesperada o simplemente s*xo casual pues no puedo vivir sin ello, he intentado conterme durante el día para que no me afecte, pero de alguna u otra manera término despertando en un hotel junto a alguna chica que jamás he visto en mi vida, intentó parar, pero no puedo.
Hoy es sábado así que tendría el día para mi, pensaba ir a alguna disco para encontrar alguna chica que quisiera pasar la noche conmigo pero recordé que debía ir a la casa de mis padres para visitarlos.
Antes de ir fui a mi departamento para bañarme y cambiarme. El lugar en el que vivía era pequeño pero perfecto para mi, supongo que como todo universitario no tengo tiempo para limpiar así que la mayor parte de los días está desordenado.
En cuanto termine a lo que iba salí de mi hogar, me subí a mi vieja pero amada camioneta y fui directo a la casa de mis padres. Luego de media hora llegué al lugar, me estacione, bajé y fui hacia la puerta. En cuanto toque apareció en la entrada una chica de 17 años, estatura promedio, ojos grandes pardos, cabello café oscuro y ondulado, test blanca, hermosa y tierna, me abrazó con una enorme y cálida sonrisa.
Ella es querida hermana menor.
- ¡Tantas lunas sin verte Will! - Dijo aún sin soltarme - ¡te extrañaba tanto!
- Je... Yo igual Mabel - Abrazandola igual.
Me soltó para luego tomarme de la mano - Mis padres te están esperando adentro, ven, pasa -dijo arrastrando hacia adentro.
Mabel me llevó hacia la cocina donde estaban mis padres, los dos me sonreian y me abrazaban con emoción, ya que hacia un tiempo que no venía.
Luego de hablar un largo rato subí al cuarto de Mabel, el cual como el de una típica adolescente estaba desordenada y llena de cosas inecesarias. Lo único perturbador eran la gran cantidad de posters de grupos coreanos pegados en las paredes. Ella se sentó en su cama y yo en el suelo.
- Oye Will, sabes, ya me queda el último año en el colegio y porfin decidí que estudiar - me dijo emocionada.
-¿En serio?, ¿qué es? - pregunté curioso. - ¡ Postular a la carrera de Astronomía! - respondió feliz.
- Me alegro, es algo que te ha gustado desde pequeña.
- Si, así podré ser feliz estudiando lo que me gusta al igual que tú - me sonrió - eres mi ejemplo a seguir y estoy orgullosa de ti, a excepción tú calentura.
Ahh... Olvidaba mencionar que Mabel y yo tenemos demasiada confianza así que sabe mi problema al s*xo, o como ella lo llama, "mi calentura".
- Ahh... No es como sí yo lo quisiera, es mi adicción.
- Will, entiende que sí sigues teniendo sexo como conejo tú amiguito de abajo ya no dará para más y caerá rendido -apuntandome la entre pierna - ya no se te va a parar.
Que es inocente mi hermanita.
- Ya lo se - dije superando - pero no puedo controlarme, me gusta tanto el s*xo como a ti los coreanos.
- Vaya, entonces sí que te gusta mucho.
- Sí - dije levantando mis hombros.
De pronto el celular de Mabel comenzó a sonar, al parecer le había llegado un mensaje ya que solo lo miro por unos momentos.
- ¡Rayos!, ¡se me había olvidado! - se levanto apurada - espérame un momento Will, de inmediato vuelo - luego de decir esto salió apurada del cuarto dejándome solo.
- ¿Qué fue eso?...
Quizás se acordó de algún trabajo pendiente que tenía, no le tomé importancia y me quedé mirando sus posters, me sorprende venir y ver que tiene cada vez más.
Luego de un momento escuche que abrían la perilla seguida de risillas, era la de Mabel y la de un chico. Sentí curiosidad y me quedé mirando la puerta hasta que finalmente se abrió, primero entró Mabel y atrás de ella apareció un chico de su misma edad, su test era mucho más blanca que la mía y la de mi hermana, sus ojos eran de un precioso esmeralda, su cabello era de un negro profundo y tenía un flequillo que aunque él intentará correrlo con su mano le tapaba el ojo izquierdo, era más alto que Mabel pero claramente más bajo que yo. Sus vestimentas eran igual que la de los adolescentes que aman el rock.
Me quedé un rato mirándolo fríamente, ¿quién era este?, ¿el novio de mi hermana?. Al parecer no se había dado cuenta de mi presencia hasta que decidí hablar haciendo que diera un salto de sorpresa.
- ¿Quién es este chico Mabel? - pregunté molesto.
- Ahh... Will, él es Eliott, Eliott él es mi hermano Will.
- Un gusto - dijo con una sonrisa.
- Para mi también... Mabel, ¿es tú novio? - dije intentando controlar los celos de hermano mayor.
Primero se miraron y luego gritaron al mismo tiempo un claro y fuerte ¡¿Qué?!
- ¡No somos novios! - me gritó Mabel - ¡él es mi mejor amigo!, ¡jamás en la vida estaría con un tipo tan cabezota como él!
- ¡Oye!, ¡ aquí la única cabezota eres tú! - dijo el chico con tono de enojo.
- ¡ Tú eres un maldito perro enojon!
- ¡Y tú una víbora con patas!
Se me había olvidado lo infantiles que eran los adolescentes.
- Ya... No peleen, me quedó claro - dije tratando de evitar que se terminaran matando.
- Ach...- escuche del muchacho mientras se acercaba a mi y se sentaba en algún lugar del suelo - te compadesco hermano, debiste haberla soportado durante todos estos años, menos mal que ya no vives con ella o sería el infierno en persona. - ¡ No digas esas cosas Eliott! - gritó molesta.
- Sí, por esa misma razón me fuí - siguiendole el juego.
- ¡Y tú no lo apoyes Will! - dijo más molesta- sabía que no sería buena idea presentarlos.
Ambos nos reímos.
Al parecer me llevaría bien con este niño.
Luego de que Mabel se calmara nos pusimos ha conversar los tres, al parecer Eliott venía por un trabajo pero lo habían suspendido y mi hermana olvido avizarle.
Me agrado bastante este niño, compartíamos gustos similares como los musicales y el amor por los animales, de vez en cuando durante la conversación surgian pequeñas bromas hacia Mabel que la hacían enojar. Mi madre la mandó a comprar así que nos dejó solos hablando de nosotros.
- ¿Así que no te gusta mi hermana? -pregunté.
- Por supuesto que no, aunque sí por un momento me gustó, al ver lo obsesionada que estaba por sus coreanos me rendí, pero ahora la quiero como mi hermana pequeña, me prometí cuidarla, mi cariño es netamente de hermano mayor.
- ¿Eh?, cuidadito que ese papel es mío -ambos reímos.
De pronto su celular comenzó a vibrar, lo sacó de su bolsillo, lo observó y luego me dijo.
- Perdón, debo contestar -dijo sin aún contestar el celular.
- Dale, no te preocupes.
Al decir escucharme esto se iba a levantar, pero antes de que pudiera hacerlo sus piernas se enrredaron e hicieron que cayera, antes que pudiera hacer algo estaba encima mío, estamos tan cerca que podía sentir su respirar agitada debido al susto, podía escuchar vibrar el celular pero ya no sabía en donde había caído, estaba concentrado en los hermosos ojos del pequeño.
Su rostro estaba tan cerca del mío, y la pose en la que habíamos quedado era muy comprometedora, estaba normal hasta que me di cuenta que su entrepierna debido a la caída estaba haciendo presión contra la mía y que al intentar ponerse de pie rozaba mi miembro.
Dios, este es un castigo por ser adicto al s*xo, ¿cierto?...
Involuntariamente tiré a Eliott al suelo y me puse arriba de él asujentando sus manos.
Mierda, me excite.
- Emsss... Will, ¿qué estas haciendo?, ¿acaso me vas a vi*lar?-preguntó riendo.
Tenía dos opciones, o alejarme de Eliott y comportarme normal, o dejar llevarme por lo mismo de siempre y tener s*xo rápido con él. No me detiene la razón de que sea un chico, un día por lo desesperado que estaba me tiré a un tipo y como veo la situación terminara haciendo lo mismo por lo caliente que estoy, es solo que uno, es el cuarto de mi hermana, dos, ella podría llegar en cualquier momento, tres, sentía que muchos ojos rasgados provenientes de los posters me observaban y cuatro, este chico era aún menor de edad. Está situación no favorece a ningún adicto al s*xo como yo.
- Oye Will, creo que la broma ya pasó, deberías soltarme, debo contestar - dijo mirándome directo a los ojos.
Esa mirada... En verdad es muy excitante y mi entrepierna lo está comenzando a notar.
Después de todo, el negocio más cercano a casa queda a 3 cuadras, tengo tiempo de sobra.
- No me puedo contener Eliott...
Luego de decir eso me dirigí directo a su cuello y comense a pasar mi lengua por todo este haciendo que algún gemido saliera de los labios de Eliott, cosa que hacia que me volviera loco. Una de mis manos soltó su muñeca y con esta comense a masajear lentamente su mi*mbro por encima de sus jeans.
- Ngh...Ahh... W- Will... - Dijo entre gemidos - De- detente... no... No me toques... Ahh... Allí...
Me acerque a su oído sin parar de masajear su mi*mbro - Tús gemidos no te ayudan mucho - y mordí su oreja haciendo que exclamara de excitación, al parecer era su punto débil.
Necesitaba más, quería sentir mi piel contra la suya. Solté su otra mano para así meter la mía bajo su camisa y tocar sus pezones ya duros.
- ¡Ngh...! - su rostro ya estaba completamente rojo.
Pude sentir con mi mano que aún lo masajeaba la er*cción que tenía.
- Vaya, te pusiste duro... - dije con una voz seductora.
- C..cállate... p-pervertido... -dijo intentado contener sus gemidos.
- Que lindo... haces que me excite más - recorrí nuevamente todo su cuello con mi lengua.
Ya no aguantaba más, mi mi*mbro ya estaba duro y era doloroso tenerlo así mas tiempo, saqué mi mano de su entrepierna para también meterla bajo su camisa. Con mi er*cción ya clara bajo mis pantalones comense a rozar mi mi*mbro con el suyo con envestidas pequeñas que me daban un gran placer a mi y al parecer a Eliott igual ya que de sus finos labios no paraban de salir dulces gemidos.
- Te gusta ¿cierto?- dije sin para de tocar su pezones y moverme.
- N.... N- Ngh... aah... N-..no... - esa dulce voz.
Es como sí estuviéramos teniendo s*xo, pero con ropa.
- Necesito más -dije al lado de su oído y con ya una voz excitada.
Justo cuando iba a desabrochar su cierre sientó una enorme y dolorosa clavada en mi estómago, y pude ver claramente antes de caer al suelo del dolor como Eliott había formado un puño y me golpeó.
- ¡PERVERTIDO DE MIERDA! - dijo aún con su rostro sonrojado pero molesto - ¡casi.me vi*las mierda!
No pude decir nada por el dolor en mi abdomen, vi como Eliott furioso se levantaba del suelo, se arreglaba la ropa para luego ir hacia la puerta la cual abrió y justo se encontró con Mabel quién acababa de llegar con unos bolsas.
- Justo a tiempo Eliott, ayúdame con esto, me pesa mu- -de inmediato fue interrumpida.
- ¡ ME VOY! - gritó enojado saliendo del cuarto y al parecer yéndose de la casa.
Mabel miro confundida como se iba, se dio vuelta para preguntarme que es lo que había ocurrido pero miro mi entrepierna y salió un gran suspiro de decepción por parte de ella.
- ¿Enserio hermano?, ¡¿Enserio?!, ¡ no puedo dejarte solo por unos minutos y te pones caliente con mi amigo! - me dijo enojado, tiró las cosas al suelo y salió corriendo tras de Eliott.
El pequeño golpea fuerte...
Luego de haber estado agonizando en el suelo por fin pude ponerme de pies, el dolor aun seguía clavado en mi estomago pero era más pasable y podía vivir con ello. Me quede mirando un poco la habitación de mi hermana, no porque quisiera mirar los posters de coreanos de Mabel, si no que estaba pensando, digo, ¿qué mierda acabo de hacer?, por mi estúpido impulso sexual casi violo a un menor de edad, y en la pieza de mi hermana, soy de lo peor.
Tome las bolsas que había tirado Mabel al suelo para llevarlas a la cocina, iba a ir a dejarlas, justo antes de salir de cuarto siento el sonido que hace un celular cuando esta en modo vibrador, me detuve a escuchar he intentar de ir al lugar del que provenía, camine unos pasos y en el momento en que dejo de sonar lo encontré. Era un celular, lo tome, quizás era de Mabel, pero luego recordé lo que había sucedido hace algunos minutos, era de Eliott, y cuando me tire encima de él cayó. Lo observe por unos segundos hasta que nuevamente comenzó a vibrar, mire y en la pantalla salia el nombre de Anna quien estaba llamando.
Preferí no contestar y a pagarlo, lo guarde en el bolsillo de mis jeans, luego cuando volvería Mabel se lo pasaría para que ella se lo entregue a Eliott.
Ahora que me acuerdo.... le debo una disculpa a ese chico...
En cuanto baje al primer piso mis padres me llenaron de preguntas sobre lo que había sucedido, dijeron que vieron salir enojado a Eliott mientras que Mabel lo seguía rápidamente. Solo les dije que me había peleado con él porque no estábamos de acuerdo sobre un tema, el cual se lo creyeron de inmediato, no me gusta mentir a mis padres, pero si se enteran del depravado que soy seguramente me llegaría una buena paliza.
Luego de una media hora esperando en el cuarto de Mabel hizo su triunfal entrada, pateó la puerta como pudo, furiosa y aprovechando que estaba sentado en el suelo se acerco a mi, y aprovechando que yo estaba sentado en el suelo me pego una fuerte patada en mi entrepierna, haciendo que inmediatamente me desplomara en el suelo quejándome por el enorme dolor.
- ¡Aaahh!, ¡¿por qué hiciste eso?! - Reclamé tirado en el suelo poniendo mis manos en mi entrepierna intentando calmar el dolor, cosa que no funcionaba.
- ¡TE LO MERECES! - me gritó - ¡¿Acaso no sabes lo que hiciste antes?!, ¡te dejo por unos minutos he intentaste follar a mi amigo!
- No era mi intención - dije sinceramente, lo cual al parecer Mabel siquiera lo creyó.
- ¡Aaaahh!, ¡ahora el pobre de Eliott quedó traumado por lo que le hiciste!, ¡apenas dejo que le hablara y se fue corriendo a su casa! - comenzó a moverse por la pieza sin dejar de gritarme - ¡Fui a verlo pero no me quiso abrir!, ¡Y TODO POR TU CULPA!
Mierda, muy pocas veces he visto a Mabel de esta manera, y cuando se pone así es porque en verdad esta enojada.
Intente sentarme nuevamente - Mabel, en verdad, perdón yo no quería hacerlo pero mi cuerpo se movió por si solo - el dolor aun seguía pero podía estar sentado.
Mabel me miró por unos segundos, luego dio un largo suspiro, fue hasta donde mi y se sentó a mi lado.
- Sabes hermano, -sonó más comprensiva, ya había notado que decía la verdad - a mi no me debes pedir perdón, sino a Eliott, y aparte, debes arreglar tu problema o seguramente luego prenda el televisor y me aparezca que fuiste detenido por violar a alguien.
- Si lo se - dije apenado - pero mi problema es una adicción, lo que ocurrió hace rato fue como cuando le pones enfrente un trago a un alcohólico, o unos zapatos a una loca por las compras, o una droga a un drogadicto, para ellos es inevitable no tomarlo, comprarlo o inhalarlo, para mi es lo mismo... justo se dio una situación comprometedora que hizo que quisiera tocar, y desafortunadamente fue tu amigo, en verdad nunca fue mi intención hacerlo... - fui lo más sincero posible. Mi hermana me miró a los ojos, su mirada reflejaba que ya entendía todo lo que decía.
- No te preocupes Will, ya entiendo lo que dices - dijo apoyando su cabeza en mi hombro - sabes que soy tu hermana y puedes confiar ciegamente en mí... solo te pido que te controles o simplemente hazlo pero con personas que busquen también esas cosas, pero no fuerces a nadie.
- Esta bien, intentare controlarme - y luego de di un pequeño beso en la frente.
Se rió - Más te vale que así sea.
En verdad amo mucho a mi hermana.
Luego de esa conversación bajamos para ayudar con la preparación del almuerzo, desde hace tiempo que no comía con ellos. Extrañaba estar con mi familia, pero como mi vida de universitario es tan ocupada tuve que irme cuando anocheció. Me despedí de todos, aunque antes de irme Mabel me volvió a repetir sobre lo que habíamos hablado, yo solo asentí, la abrace, subí a mi camioneta y emprendí camino a mi departamento.
En cuanto llegue fui directo a mi cama y me tire en ella, quede mirando el techo pensando en lo que le había hecho a Eliott. De pronto me acorde.
- ¡Su celular! - me dije al recordar.
Me levante de inmediato y revise mi bolsillo, allí estaba, saque el celular y lo quede mirando.
¿Cómo puedo ser tan tonto?
No podría llevárselo a Mabel porque mañana tiene clases temprano y en la tarde planeaba salir... no me queda más opción que devolvérselo yo, aun es temprano, así que tendré tiempo de sobra para salir en la noche, y así aprovecho de disculparme con él.
Pero... no tengo ni la menor idea de donde vive.
- Quizás el celular tiene alguna dirección escrita - seguido de esto prendí el celular.
Luego de unos segundos de que se prendiera de inmediato comenzaron a llegar mensajes, espere por un momento para que cesara, hasta que finalmente pude ver que tenía 20 llamadas perdidas y 30 mensajes.
- ¿Quien puede ser capaz de mandar 30 mensajes? - dije sorprendido - siquiera mi madre es así - leí el nombre del remitente y decía Anna - Aaahh.. la misma chica que llamaba antes... quizás sea su novia...
La pobre estaba llamando cuando yo intentaba tener sexo con su novio.... ¡SOY UN ASCO DE PERSONA!
Deje ese tema a un lado y me dispuse a buscar en algún lugar de su celular la dirección de su casa intentando no meterme a muchos lugares, ya que a mi tampoco me gusta que me revisen mi celular. Y logre mi objetivo, justo en una nota pude ver claramente una dirección, no estaba seguro si es esa en donde vive, pero no cuesta nada intentarlo.
Salí de mi departamento y subí a mi camioneta, miré mi reloj que marcaba las 21:30, supuse que aun estaría despierto, porque enserio, ¿quien se acuesta tan temprano?. Encendí el motor y fui hacia la dirección del celular. No tarde más de 20 minutos en llegar, detuve mi camioneta enfrente de una casa de dos piso, me di cuenta que quedaba cerca de la casa de mis padres. Comprobé si era la dirección correcta, baje de camioneta y fui hacia la puerta, no sentía ningún ruido adentro, pero aun así toque el timbre que esta tenía. Espere por unos minutos y volví a tocar, esta vez sentí que alguien bajaba las escaleras y se dirigía a la puerta con paso lento. Finalmente sentí como giraban la perilla y la puerta se abría.
Pude ver a Eliott detrás de ella, con un camisón ancho y al igual que los pantalones que traía (los cuales largos y anchos que tapaban sus pies) era de color azul oscuro, su cabello estaba todo alborotado, al parecer había despertado recién porque su cara reflejaba cansancio, expresión que cambio rotundamente cuando me vio.
Tras de eso, le entregue su celular, él solo lo dejo en un mueble. Nos pasamos un largo rato hablando, teníamos muchos temas de conversación, siquiera me preocupaba de ver la hora, estaba todo concentrado en las palabras que diría Eliott. No paramos de hablar ningún segundo, en verdad podemos convertirnos en grandes amigos en un futuro.
Estaba de pie junto a un mueble, desde que había llegado no había visto a sus padres, ¿estaran en casa?, ¿nos habran escuchado?, ¿me odiaran por intentar violar a su hijo?, aahh.. eso es obvio Will, eres todo un estúpido.
Estaba perdido en mis pensamientos hasta que apareció Eliott con dos tazas de café en sus manos, va hacia donde estaba yo y me entrega una.
- Hice un poco de café.
- Gracias- sosteniendo entre mis manos la taza de café que me daba él - por cierto, ¿y tus padres?
- Bueno, mi madre es enfermera y la mayoría del tiempo tiene turnos de noche, por esa misma razón suelo acostarme temprano para no sentirme solo cuando ella no esta, y mi padre murió - dijo con una taza de café en sus manos.
- .... Oh... lo siento - dije algo apenado.
- No te preocupes, murió cuando yo tenía solo 5 años, no tengo muchos recuerdos de él -toma un sorbo de café - así que no me afecta -dijo con una sonrisa.
Me senté en el sillón - Aaahh.. me siento un poco aliviado, creí que la había embarrado - dije entre risas.
- No importa - dijo sentándose en el otro sillón - háblame de ti.
- Mmmm... - pensando - ¿Qué cosas te gustaría saber? -dije sonando algo misterioso - ¿qué soy batman?
Se rió - No, eso ya lo sabía - reí con él - no lo se.... sobre tu carrera, ¿qué estudias?
- Estudio Medicina Veterinaria -dije orgulloso pues amo lo que estoy haciendo.
- ¡¿En serio?! - pude ver como sus ojos se iluminaban - ¡eso debe ser genial!
- ¡Si!, es la mejor carrera que puede haber, aparte ayudo a los animales y eso es algo maravilloso, ¿te interesa? - tomando un sorbo de café.
- ¡¿A quien no?! - sonaba como un niño pequeño - ¡por mi salvaría a todos los animales del mundo!, hubo un tiempo en el que quería estudiar eso, pero me di cuenta que soy muy llorón, bueno, no llorón, pero soy muy sensible con los animales, es como si viera a un perro con la patita rota y me dan ganas de llorar.
- ¿Entonces que planeas estudiar? -pregunte curioso.
- Estoy en proceso -sonrió.
- Pero solo te queda este año ¿o no?
- Si lo se -mientras dejaba el tazón en la mesita - pero es muy pronto para pensar en esas cosas, digo, no me siento preparado aún, aparte es muy aburrido pensar en el futuro.
- ¿Aburrido?, ¿por qué? - dije interesado por el tema en que entramos.
- Porque el simple hecho de pensar que en algún momento debo dejar todo esto y comenzar a tomar responsabilidades como un adulto es aburrido, el poder ya no ser un niño o adolescente es agobiante -dijo estirándose en el sillón.
- Pero no por ser adulto seras aburrido, yo conozco a personas mayores que yo que aun salen a jugar o andar en bicicleta - creo que esto se convertirá en un debate.
- No es eso, pero ya el ser adulto tienes que dejar de hacer muchas cosas, estar bajo el mando de otros y tu mandar a otros, la vida de los adultos es muy complicada.
-Pero tu puedes hacerla interesante, yo intento hacer eso.
Me miro - ¿como volverme adicto al sexo? Alcé una ceja - Oye, ese es un problema, no es broma - comenzo a reirse.
- Jeje perdón - ya más calmando - bueno, no lo se, espero que simplemente los días se pasen lentos.
- Yo a tu edad ya tenía planeado todo para cuando cumpliera 18.
- Sonó como si fueras un anciano - imito voz de viejo - "yo a tu edad..."
Ambos comenzamos a reír, hasta que el celular de Eliott comenzó a sonar, de inmediato este se levanto del sillón y fue al lugar en donde lo dejo.
Miro quien era y luego sus ojos se abrieron como dos platos - ¡Mierda!, ¡Se me olvido llamar a Anna! - tomó el celular - disculpa - y se metió a la cocina.
Me reí para mi mismo, desde que comenzamos hablar que este chico no se había acordado de eso, en verdad que es distraído. Por cierto... ¿Quién sera Anna?, yo me asustaría si una chica me llama y mensajea tantas veces, pensaría que es una acosadora.
Luego de unos minutos volvió, a paso lento y algo bajoneado mientras que daba uno que otro suspiro hasta llegar al sillón que estaba yo y sentarse a mi lado.
- ¿Qué ocurrió? - pregunte suponiendo cual sería su respuesta.
- Se enojo, pensó que estaba en la casa de alguna chica cuando en realidad un chico que se cree batman intentaba tocarme - tirándome la indirecta.
Me reí - Lo lamento por tu novia -dije tomando café.
Me miro - De hecho... ella no es mi novia.
Me atore con el café que pasaba por mi garganta, cuando por fin me lo trague mire con asombro a Eliott.
- ¡¿Entonces quien es como para enviarte 30 mensajes seguidos?! - estaba impresionado.
- Es mi ex -dijo cabizbajo.
Si ya estaba sorprendido ahora lo estaba mil veces más.
- ¡¿TÚ EX?! - grite.
- Si, mi ex... -dijo mirándome.
- ¡¿Pero cómo puede tu ex mandarte 30 mensajes?! - no encontraba explicación.
- bueno... sigo enamorado de ella... -con un tono triste.
Puse mi mano en su espalda - Aaahh... niño... eso esta mal
- Ya lo se, pero yo termine con ella... supe que me estaba engañando con otro tipo -hizo una pausa- pero aun así ella sabe que aun la amo, siento que solo soy un juego para ella, y aunque lo sepa sigo teniendo contacto con Anna - su expresión solo mostraba tristeza.
En verdad este chico esta mal...
Le di unos golpecitos en su espalda - yo te ayudare.
- ¿Ah? -me miró.
- Te ayudare a olvidarla -me levante - siento que es muy aburrido estar aun enganchado a un ex, así que te ayudare.
Me miro confundido - ¿Pero cómo?
Pensé por unos segundos hasta que una idea fugaz paso por mi cabeza - Ya se!, cambiaremos chips, yo tendré tu número y yo el tuyo, así cuando Anna llame diré que me encontré este celular o algo para que te deje tranquilo.
- ¿Y tus contactos? - pregunto.
- No importa, si llaman solo di que vayan a mi casa, yo los tengo todos anotados en una agenda así que da lo mismo.
Lo pensó por un rato y comenzó a reír.
- ¿De que te ríes? - pregunte confundido.
- Es que tu y Manbel si que se parecen, cuando ella me ayudaba a no encontrarme con Anna en el colegio, tu me ayudas con olvidarla afuera - dijo ya calmado.
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