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Mil Años No Es Nada

Respira profundo y solo ignóralo

**Los acontecimientos y personajes que aparecen en la historia son ficticios. Cualquier parecido con la realidad no es más que una coincidencia**

El clima era frío, otoño había llegado y en las calles era evidente. Las hojas de colores cálidos hacían ver una hermosa vista en la ciudad, pero nada de eso le importaba a Wang Feng, él solo quería trabajar.

Tuvo que ir al aeropuerto con su asistente, lo que menos quería era viajar, pero el trabajo lo ameritaba. Apenas subió el avión comenzó a leer unos documentos que tenía pendiente. Todo parecía ir de acuerdo a los planes de Feng, pero una voz perturbó su paz.

—El clima es fantástico, ¿no es cierto, linda?

—C-claro. ¿Desea algo más? —preguntó la azafata nerviosa.

La mujer aún lado reprendió al hombre —Deja de coquetear, pide algo para comer.

Se escuchó una risa incómoda proveniente del hombre. Era común ver a su pareja coquetear con alguien más, no importaba el género de la otra persona, se había acostumbrado a tales acciones.

—Tenemos carne de res —dijo sonriendo profesionalmente, no quería meterse en problemas.

—Lo que tú desees darme esta bien.

La chica respondió nerviosamente —O-ok, con permiso.

Cuando se retiró la esposa del hombre le dio un golpe, debía controlar sus hormonas.

Feng suspiró, su día perfecto había sido arruinado, ahora solo quería bajarse del avión e irse a casa. Lo que menos espero es toparse con su enemigo.

—Lo lamento, no predecí que el CEO Huang Xin tomaría el mismo avión.

—Vaya forma de comenzar el día. Deberían sacar a ese tipo de personas —dijo con fastidio— ¿Quizás debería decir qué hay una bomba? —añadió con sarcasmo.

—Si usted lo desea puedo hacerlo realidad.

—No hay que prestarle atención, es alguien a quien deberíamos ignorar.

—Entendido, CEO.

Se sentía fastidiado. Las voces de aquellas personas hablando de cualquier tema le producía jaqueca a Feng, él solo quería disfrutar de su vuelo leyendo papeles y viendo que trabajo le faltaba por completar, pero no podía. Incluso con audífonos podía escuchar a los otros.

Trató de dormir, cuando un recuerdo vino a su mente.

«Me preocupas, deja de trabajar, hay cosas más interesante que hacer. Tómate unas vacaciones»

......................

Fue a visitar el consultorio de su hermano, quería saber como estaba y que había hecho de nuevo, pero no se esperó que fuera reprendido por este.

Wang Yong era alguien que se preocupa mucho por su hermano y más desde que Feng heredó la compañía de la familia, luego que él lo rechazó porque no le llamaba la atención.

—Puede resultar contraproducente para tu salud, ¿es qué acaso no te importa lo que te pueda pasar? —dijo mientras golpeó la mesa con frustración.

Feng se sorprendió ante tal comportamiento de su hermano mayor, era la primera vez que alzaba la voz.

—Vale, entiendo. Cuando termine todo el trabajo que tengo que hacer en el exterior, hablaremos de ello.

Suspiró cansado, no sabía como hacer que su hermanito cambiara su actitud —¿Debo darte un consejo como hermano, amigo o como profesional?

Mostró una sonrisa ladeada y respondió —Elige lo que quieras, piensa con cuál me puedes hacer cambiar de opinión.

Sabía que no conseguiría nada, así que se rindió con decirle que deje de trabajar —Bueno, está bien, haz lo que quieras. Pero no sonrías de esa forma afuera, puedes hacer que los pacientes y doctores quieran salir corriendo del hospital, piensa un poco en los demás.

—Ja, ja. Que buen hermano, te traeré un recuerdo de mi viaje, no me extrañes, gege.

(gege: hermano mayor.)

Antes de que Feng abriera la puerta para marcharse, Yong le preguntó si se había sentido bien. Este solo asintió y salió moviendo la mano en forma de despedida.

......................

—Por aquí, señor —decía la azafata guiando a un pasajero.

El avión despegó con normalidad, era común que hubiera una vista maravillosa desde arriba, pero Feng prefería el asiento que daba al pasillo, no le interesaba ver los paisajes que el mundo le daba.

El vuelo duró más de lo previsto debido al mal clima, apenas aterrizó el avión Feng preguntó sobre la información que le pidió a su secretaria.

—CEO, él no está registrado en el mismo hotel, no se debe preocupar.

—Supongo que tengo un poco de suerte, Meigui.

Se subieron en un auto que le había enviado el hotel donde se quedarían.

Meigui es la esposa de Yong. Ellos se conocieron cuando Feng la envió al consultorio de su hermano en lugar de ir él. Jamás se le pasó por su mente que ellos se enamorarían en cuanto se vieran. A Feng no le molestaba que estuvieran juntos, siempre y cuando su secretaria cumpliera con sus tareas, él no se molestaría, era un tanto caprichoso.

Wang Feng es CEO de la empresa que le habían heredado, él se interesó por los negocios desde joven, así que cuando vio que su hermano prefería ser doctor, él lo ayudó a cumplir su sueño.

Feng entró a su habitación y se recostó sobre el sofá que había en la sala, el diseño del hotel le pareció hermoso, no era llamativo, pero resaltaban ciertas cosas.

En el mismo hotel estaba hospedado Xin, él quería alejarse de su esposa e irse a divertir con cualquier otra persona. Así que pensó en todo lo que le gustaba a ella y logró convencerla de dejarlo ir a pasear. Yan no era tonta, sabía lo que había tramado su esposo, así que lo dejó hacer lo que quiera.

—Pero miren a quién tenemos aquí.

—¿¡Y no qué no estaba!?

Susurró —Lo siento, disculpe mi error CEO.

—Hola, CEO Huang. Un gusto volver a verlo —dijo sarcásticamente.

—Ja, ja. No tiene que fingir, yo sé que lamenta que no este muerto —dijo pasando su brazo sobre el hombro de Feng.

Feng no quería hacer un espectáculo poniendo a aquel hombre en su lugar, así que solo caminó ignorando a Xin. No quería perder su tiempo hablando con aquel hombre, había cosas más importantes para él.

—Siempre tan frío, ¿verdad, Meigui?

A Meigui se le erizó la piel de que alguien que no era su familia la llame por su nombre, respondió lo más sería posible evitando mostrar asco por el hombre —Por favor, no moleste al CEO Wang y también no me llame por mi nombre.

Ambas personas desaparecieron entre la multitud, Xin solo encogió sus hombros y se dirigió hacia su destino.

Sonríe para él

—Por aquí, señor —decía la azafata guiando a un pasajero.

—Muchas gracias —respondió con una sonrisa.

La señorita asintió y se retiró a seguir cumpliendo con su trabajo. Este fijó su vista en otro lugar, se había quedado absorto que no escuchaba los llamados de su pequeño acompañante.

—¿Papá?

Xiao Zhanzheng se sorprendió y giró a ver a su hijo. El pequeño se había preocupado cuando observó que su papá no miraba al frente, lo jalaba suavemente de la mano, tenía una mirada tierna.

—Sí, ¿qué pasa? —preguntó poniéndose en cuclillas para escuchar lo que le dijera su niño.

El pequeño no respondió nada, solo sacudió su cabeza. El mayor no entendió del todo lo qué pasó. A unos cuantos pasos se encontraban sus asientos, cuando llegaron ambos cayeron en ellos. Eran tan idénticos, pero con pequeñas-grandes diferencias.

Durante el vuelo el pequeño Kang se quedó dormido, su visita al hospital lo había agotado.

......................

—Hola, Xiao Zhanzheng, ¿verdad?

Zhanzheng volteó a ver quien lo llamaba, era una voz familiar. La otra persona estaba sonriendo como siempre.

«No ha cambiado nada durante todos estos años, sigue siendo guapo y amable», pensó Zhanzheng, jamás se atrevería a decir tales palabras en voz alta.

—¿Y quién es este lindo niño? —preguntó señalando con un dulce en la mano.

—Mi hijo Kang —respondió orgulloso.

—Hola, un gusto —dijo muy cortés el niño inclinando su pequeño cuerpo, para luego correr a esconderse detrás de su papá.

—Que lindo. Ven, vamos y hablemos un poco, no nos hemos visto en mucho tiempo.

Zhanzheng fue arrastrado al consultorio de su amigo junto con su hijo. Se alegraba de que él esté bien, pero no quería establecer una conversación, era como abrir un cofre que no quería. Una sonrisa falsa se mostró en el cuando vio que su amigo tenía un anillo y una foto de su boda.

—Como puedes ver me case —dijo tímidamente—, me hubiera gustado que hayas asistido, pero me enteré de que estabas en el extranjero.

Zhanzheng respondió con indiferencia —Si, mis padres se mudaron a otra ciudad y yo estuve con ellos durante un tiempo hasta que regresé acá.

—¿Entonces, estás libre?

—No, voy a visitar a mis padres. Kang ha querido ir a verlos, pero yo no había tenido tiempo, en pocas horas me toca ir al aeropuerto.

—¡Qué lástima! —suspiró y añadió— Mi hermano también se iba al extranjero hoy, ¿te acuerdas de él?

—Sí. Me lo presentaste cuando él tenía 2 años más o menos, era tan lindo, nadie en el mundo podría olvidarlo si lo viera, incluso con una sola vez bastaría para recordarlo. ¿Y cómo está él ahora, Yong?

Una risa incómoda salió de Yong, no sabía como decirle que aquel niño lindo se había convertido en un hombre guapo, pero que su actitud era terrible.

—Mi pequeño Feng… está muy bien.

Yong acompañó a su amigo hasta fuera del hospital, quería seguir conversando sobre los años que no se habían visto, pero Zhanzheng tenía prisa, así que lo dejó marcharse con la promesa de que volverían a reunirse.

—Adiós —dijo caminando.

—Zhanzheng, no es adiós es hasta pronto.

—C-claro —respondió mientras agitaba su mano, sin mirar atrás.

«Solo si el destino lo quiere, pero espero que eso no suceda», pensó.

......................

Aquel reencuentro hizo que Zhanzheng se sintiera mal. Miró a su pequeño niño, muy pronto celebrarían el cumpleaños de ambos, pero Zhanzheng no tenía ánimos de celebrar. Se maldijo por ser un mal padre, se puso a pensar en que podía hacer antes de que la fecha llegara.

Él debía resolver muchos problemas en cuanto llegara a la casa de sus padres, suspiró al no saber por donde comenzar.

Fuera del aeropuerto fue recibido por sus hermanas, él le avisó cuando llegaría. Ellas habían llegado 2 días antes, tenían mucho trabajo que hacer y no pudieron esperar a su hermanito.

—¿Y cómo así volviste antes? —preguntaron sorprendidas.

—Hay algo que debo hablar con nuestros padres.

—Alguna pista.

Una de las gemelas se unió a la conversación mientras tenía su vista en frente del volante.

—Sigues siendo muy curiosa, Mei Hua.

—Me siento triste que me ignoren —respondió fingiendo estar herida por las palabras de su hermana He Hua.

—Ja, ja, ja. En casa se enterarán de todo.

En aquella ciudad, el sol estaba en su máximo esplendor. Zhanzheng sacó un protector solar de su mochila y se lo aplicó al pequeño Kang. Él había nacido con complicaciones y su piel era muy sensible. Su papá siempre se preocupaba porque la salud de Kang estuviera bien.

—Ten. Sigue siendo tu bebida favorita, ¿verdad?

—Sí.

—Por cierto, ¿te acuerdas de Wang Yong?, él llamó hace poco al teléfono de la casa, no sé cómo consiguió el número, pero nuestros padres nos avisaron, sonaban muy alegres.

Zhanzheng tosió muy fuerte, no podía creer que su reencuentro no terminaría simplemente en un saludo y ya. Kang se preocupó porque su papá no se calmaba de estar tosiendo, él comenzó a llorar.

El auto se detuvo y las dos hermanas trataron de calmar a los dos hombres de atrás.

—¿Ya te sientes mejor? —preguntó Mei Hua.

—Si —dijo haciendo una mueca.

—¿Qué pasa, hermano?, ¿no te alegras de que haya llamado? No se han visto en años, ustedes eran buenos amigos —hablaba angustiada la otra gemela.

Zhanzheng no respondió nada, no quería conversar de Yong y su amistad de años.

—Ese es el problema, ¿verdad? Que solo eran amigos.

—¿¡Entonces, tú querías-…!?

Mei Hua fue interrumpida por su hermano, quien le estaba enviando una mirada asesina. Ella retrocedió, jamás había visto a su hermanito tener tal actitud con nadie.

—Xiao Zhanzheng.

Por un momento se escuchó un largo silencio dentro del auto.

—Lo siento… hermanas —dijo desviando su mirada hacia una de las ventanas del auto, sabía que ver a Yong haría que su actitud sea un desastre—. Simplemente creo que no es el momento apropiado, para hablar sobre ello.

Todos fijaron su vista al pequeño, él observaba como su papá y sus tías discutían. Le pareció interesante lo que pasaba, así que habló de lo que había sucedido antes de que ellos fueran al aeropuerto.

—Papá vio a su amigo. Él se casó con una mujer linda. Papá tenía una mirada triste —bajo su mirada y preguntó— ¿ese hombre lastimó a papá?

Zhanzheng abrazó a su hijo, se sentía mal consigo mismo por herir a su niño con su comportamiento infantil.

—Él es bueno, no tienes por qué preocuparte. Papá en el futuro no mostrará una cara que no sea llena de felicidad.

—¿Promesa?

—Sí, es una promesa —dijo sonriendo como siempre lo hacía.

Ambas hermanas habían sacado sus teléfonos y tomado muchas fotos. Era uno de esos momentos que querían ver todo el tiempo, pero que no podían. Se conformaron con las tomas que habían conseguido.

¿Lazos rotos?

Llegaron una hora después a casa de sus padres, puesto que el tráfico era terrible. Los ánimos se calmaron y todos disfrutaron del recorrido en el auto.

—Baja despacio, Kang.

El pequeño quería ver con ansias a sus abuelos, se apresuró a tocar la puerta. Fue recibido por las personas que quería, Kang estaba tan feliz que saltó sobre ellos.

Tuvieron un almuerzo tranquilo, estaba prohibido hablar mientras comen. Incluso el pequeño Kang conocía aquella regla, le parecía aburrido no conversar, pero se resignaba haciendo un puchero.

Después de que todos terminaron, Kang decidió alegrar el ambiente en casa. Todos participaron, no le podían negar nada al pequeño. Pasaron dos horas y él se sentía tan cansado que se durmió en las piernas de su papá, era su lugar favorito para conciliar el sueño. Parecía un pequeño gatito.

Zhanzheng acostó a su hijo en una pequeña cama improvisada en la sala. El ambiente estaba tranquilo hasta que el hijo menor decidió hablar. Todos se pararon y se dirigieron hasta el estudio en silencio. El ama de llaves se dedicó a velar los sueños del pequeño.

—¿Qué sucede, hijo?

—Has estado muy raro desde que llegaste —dijo Ling.

Como toda madre tenía un instinto enorme, para conocer que algo no andaba bien con solo una mirada. Todos guardaron silencio. Sabían que algo grave pasaba y no querían presionar al menor, para que hablara.

—¿Son consiente del daño que me hicieron hace 6 años? —preguntó mientras miraba a sus padres.

Ellos se asustaron. Había solo una cosa que hicieron en aquel tiempo “por el bien de su hijo”, estaban seguros de que Zhanzheng lo había descubierto, pero querían estar seguros, así que fingieron no entender de lo que hablaba.

—¿De qué hablas?

Las gemelas no sabían nada de lo ocurrido, en aquel tiempo ellas se fueron al extranjero a estudiar por petición de sus padres. Ellas sintieron que algo no andaba bien desde que su hermanito le dijo que adelantó su viaje, pero no querían sacar conclusiones apresuradas. Debían pensar con la cabeza fría y actuar dependiendo de la situación.

Se escuchó una pequeña risa. Ambos padres estaban preocupados por lo que diría su hijo.

—No puedo creer que sigan fingiendo —dijo mientras trataba de tranquilizarse.

Como todo hijo no quería ofender a sus padres, después de todo ellos le dieron la vida, pero eso no quería decir que aquellas personas tengan el control de esta y hagan todo a su antojo.

—Kang no es mi hijo biológico —dijo sin titubear, se sentía mal por conocer aquella triste realidad.

Todos se quedaron estupefactos, no comprendían las palabras de Zhanzheng. Incluso sus padres estaban en shock después de escucharlo.

—¿Cómo se te ocurre decir eso? —agregó enojado— Violaste a una chica y ahora quieres librarte de todos tus pecados negando la existencia de mi nieto.

Zhanzheng nunca tuvo aquella intención, amaba con todo su ser a su pequeño Kang. Incluso si no compartían la misma sangre, él lo había criado durante todo este tiempo. Ahora sabía la verdad y no permitiría que sus padres lo siguieran negando por nada del mundo.

......................

—¿¡Tú eres-¡?

No terminó de completar la frase, fue callado por la mujer que tenía en frente.

—Hablemos en otro lugar, por favor —suplicó susurrando.

—Está bien.

El turno de la chica aún no comenzaba, tenía una hora libre y debía aprovecharla para aclarar el malentendido que se había originado años atrás. Quería liberarse del tormento que estaba soportando hasta ahora.

Fueron a la cafetería del hospital, estaba casi vacía por lo que se sentaron en una esquina donde las personas no los escucharan. Kang se había quedado en la sala de juegos junto con un amigo que había conocido cuando visitaba el hospital.

Los dos adultos ya sentados frente a frente no sabían por donde comenzar. Tenían tanto que decir, tanto que reclamar. Antes de que Zhanzheng pudiera decir algo, la chica lo interrumpió.

—En verdad lo siento —dijo inclinando su cuerpo.

Su cuerpo se relajó, sus lágrimas se hicieron presentes, ya no podía contener lo que sentía. Zhanzheng no dijo nada, le pasó un pañuelo que tenía y esperó a que la chica terminara de hablar.

—Yo te engañé. Tus padres me contrataron —las últimas palabras que añadió lo dijo viendo al hombre que tenía enfrente.

—¿Qué? ¿De qué hablas, Li?

—Ten.

Li sacó de su bolsa una carta y un teléfono. Zhanzheng tenía miedo por la información que contenía aquellos dos objetos. Tragó en seco y comenzó primero abriendo la carta. En esta había mucho dinero y un cheque a nombre de Xiao Yu para Li, sin una determinada cantidad. Luego encendió el teléfono y en este solo había una aplicación en la pantalla principal.

Sacó sus audífonos y se los colocó, cualquier información que habría allí, estaba seguro de que no debía ser escuchado por otros. Tomó un respiro y presionó “reproducir”.

Era una conversación entre su padre y Li. Se sentía decepcionado, todo este tiempo se había culpado por lo que había ocurrido en el pasado, pero él era el único inocente.

—Gracias y lo siento.

—No. Soy yo la que te pide perdón. Te dejé con un niño que no era tu hijo, hui en de vez de aclarar las cosas —suspiró y dijo— Lo hice por mis padres, ellos estaban enfermos y yo no tenía el dinero suficiente para salvarlos. Conocí a tu padre y… bueno, ya sabes el resto de la historia.

—Entiendo, ¿y cómo están ellos ahora?

—Fallecieron el mismo día que te inculparon.

—Lo siento.

—No lo sientas, mis padres de seguro se hubieran decepcionados si se enteraban de lo que había hecho. “Destruir la felicidad de otros para tu beneficio, es la peor manera de condenarte”, decía mi padre. Al final aquella frase es verdad.

Zhanzheng solo asintió, se compadeció de la mujer con la que hablaba. Li solo deseaba la felicidad de Zhanzheng y su hijo, lo que decida hacer el padre de su hijo para ella estaba bien. Ya sea contarle la verdad u ocultárselo, no se molestaría por la elección que eligiera él.

......................

—Ella me pidió que te diera esto. Cuéntalo, está completo todo el dinero que le ofreciste. No puedo creer que llegaran a tanto solo porque no me gustan las mujeres —dijo burlándose para luego apartar el cabello que tenía en frente y seguir hablando—. Ella estaba embarazada cuando la contrataste y yo nunca la toqué, simplemente dormimos en la misma cama. Fue mi culpa también, no debí confiar a ciegas en las personas que tengo en frente.

—Hermano, ¿tú…? —ambas gemelas dijeron unísono.

—Estoy bien —comentó sonriendo mientras volteaba a verlas.

Fijó su vista en sus padres y le dijo que le den tiempo, que no trataran de excusarse diciendo “lo hice por tu bien”, además de que no hicieran nada en contra de Li o no los perdonaría.

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