[Nirasu Komo]
Desperté, en mi oscura habitación mientras un poco de la luz de la sala entraba por la ventana y golpeaba mi cara de forma directa, di vuelta tratando de ignorarla pero fue inútil, junto a esa molestia la alarma del celular comenzó a sonar, ya era la hora de levantarme de una vez por todas, me senté en la cama dando la espalda a la pared que antes se encontraba a mi izquierda y tome el Nokia Antiguo que emitía un sonido irritante, lo quité y coloque mis pies sobre el suelo mientras un escalofrío recorría mi espalda haciéndome temblar un poco. Caminé unos pocos pasos de la forma más silenciosa que pude para no despertar a mi hermano con quién compartía el dormitorio hasta llegar a la puerta y gire la perilla con suavidad, dejando que la luz golpeara por completo mi rostro, salí a la misma velocidad y cerré la puerta tras de mí, llegando a la sala que estaba conectada con el comedor y comenzé a caminar hacia el fondo, pasando en frente de la habitación de mis hermanas y llegando a dónde se separaba la cocina y el cuarto de lavado, tome hacia la izquierda y al final llegue al baño. Prendí la luz y abrí la puerta mirando la baldosa de color azul verdoso y el lavamanos de color verde junto con el espejo donde podía ver mi desordenado cabello negro y las ojeras que se manifestaban en mi rostro y sin posponerlo más entre al baño y me quite la ropa ya con toalla colgada a un lado, entre a la ducha y gire la llave lentamente, me aparte un poco para no mojarme de golpe y tras algunos segundos metí la mano en el agua que caía.
<< Está caliente... pero esta bien, supongo >>
El agua se había calentado de más pero no había ningún problema con eso al final.
Me bañé sin ningún problema y me seque, luego de eso me envolví en la toalla y salí del baño, mientras daba el mismo recorrido para volver a mi habitación y poder colocarme el uniforme de la academia mi hermana estaba saliendo de la casa, y al llegar a mi habitación antes de tomar la perilla la puerta se abrió, ni hermano se había levantado antes de tiempo, este salió de la habitación y yo entre, ya a solas solo encendí la luz y me dispuse a colocarme el uniforme como lo pedía la escuela. Al terminar solo salí nuevamente y me dirigí a la cocina donde mi madre ya estaba rezando en un rincón con los ojos cerrados y las palmas conectadas, sosteniendo una camandula en ellas. Solo me acerque tratando de evitar hacer ruido y en un posillo servi un poco de café en leche, regresando al comedor me senté en mi silla y lo tome junto con un poco de pan que había, ese era el desayuno de mi día a día, y al terminar solo volví al baño a lavar mis dientes, tome mi mochila y me diriji a la puerta principal de la casa, ya abierta por mi hermana podía ver como el fría recorrería todo mi cuerpo al salir.
– Ya me voy – Hablé sin dirijirme a alguien en específico y tampoco lo hize particularmente alto y antes de que alguien respondiera solo salí de la casa y recorrí el patio lleno de tierra y pocas piedras hasta llegar a la puerta que separaba la calle de la propiedad privada a nombre de mi madre, abrí y salí, al escuchar la puerta cerrar tras de mí comenzé a caminar por las oscuras calles con la baja iluminación amarilla mientras veía de a poco el oscuro cielo, debían de ser aproximadamente las 5:00 AM, iba justo a tiempo a lo que sería mi primer día de clase en el penúltimo año de la academia Atarashi Shea. Aquella academia no era igual a las demás, su prestigio recorría todo Japón aunque hasta el momento solo tenía dos sedes, una en Osaka y la otra es a la que yo asisto en Kioto pero era diferente porque no permitía el graduarse al terminar la preparatoria, en esa academia después de terminar la preparatoria se debe estudiar 3 años más que ofrece la academia... Usualmente los graduados terminan a los 19 años, sin embargo gracias a que soy adelantado terminaré a los diecisiete. Aquellos tres años que se estudiaban de más tenían recompensas, entender que era lo que se quería estudiar a futuro, experiencia laboral y aprender un poco más de todo, además de resaltar y entrenar las habilidades sociales.
Llegue al subterráneo después de casi 20 minutos de caminata en la calle, pague mi entrada y espere el tren indicado, la academia quedaba al otro lado de la ciudad donde la ciudad era más segura y vivían las personas de una mayor clase social, al llegar el metro subí y tome el primer asiento que pude mientras fijaba mi mirada en las personas que iban quedando de pie.
Hombres, mujeres y algunos jóvenes con uniformes distintos al mío, pero habían varias parejas en el lugar que se demostraban su cariño en público y tenían el rostro lleno de amor.
<< Ellos también tienen esa ridícula expresión... Es insoportable, definitivamente es una ridiculez pensar que eso les sirve de algo >>
Me perdí en mis pensamientos mientras seguía sentado mirando a los demas pasajeros, hombres y mujeres con trajes de oficinistas que cambiaban de estación con algunos ancianos o estudiantes que viajaban en grupo o en pareja hasta que llegue a donde debía bajarme, apenas se detuvo el metro baje rápido y salí del subterráneo, aunque era poco ya estaba más claro que antes aunque aún abundaba algo de frío, seguí caminando por varias calles hasta que llegue a la academia. La puerta principal estaba abierta dejando entrar al estacionamiento para bicicletas, una pequeña cancha de fútbol y el campus lleno de árboles y el verde pasto, seguí el camino por casi 100 metros hasta el edificio central pero estaba cerrado con una hoja colgada.
..."La bienvenida y el día académico inicia a las 6:10"...
Al parecer era el único que no lo sabía, aún debía esperar 20 minutos a que las clases iniciarán, pero apenas di vuelta vi de frente a la persona con la que menos deseaba encontrarme ese día.
- Yomu Muita...
[Yomu Muita]
Desperté, la alarma del celular resonaba por toda mi habitación, rápidamente me senté y tome el celular de la pequeña mesa que se encontraba al lado derecho de la cama y quite la alarma, me estire y salí de la cama por el lado izquierdo y me dirigí a mi baño privado, donde la blanca baldosa relucía con la luz, todo era elegante como mi padre lo había querido siempre, entre a la ducha y calenté el agua a mi temperatura deseada y me bañé como siempre lo hacía, al terminar salí del baño y me coloque el uniforme de la academia para luego peinarme nuevamente en el baño, mientras el enorme espejo brillaba un poco con la luz iba definiendo en mi pelo diversas carreras.
<< Es el primer día... Recuerda, mantente calmado y atento a lo que suceda, ya es el segundo año excepcional que voy a enfrentar... debo elegir uno de los clubs obligatorios >>
Al terminar de peinarme salí de mi habitación mientras en el amplio pasillo mientras iba caminando y las luces se encendían por dónde pasaba miraba las ventanas enormes que mi padre había puesto, que dejaban ver el estacionamiento y varios edificios más a lo lejos, siempre he vivido en el mismo lugar, la mansión Muita construida a petición de mi padre que es un empresario de mucho renombre a nivel mundial, es por eso que sus espectativas con respecto a mí son muy altas.
Continúe con mi camino por la mansión mientras pasaba por los distintos dormitorios para los servidores de mi padre y los visitantes que nunca estaban llenos, hasta que si vuelta al final del pasillo y me adentre en la cocina donde me encontré con un hombre de cabello marrón que media cerca del metro noventa que al parecer estaba cocinando algo, lentamente me acerque a la barra y prendí la estufa que había al otro lado, dándole la espalda.
– Hola, Padre – Lo saludé sin mirarlo mientras alistaba lo que iba a preparar.
– Hola Yomu, dime, ¿preparado para tu inicio de año escolar? –.
– Si, ya está todo listo y ya elegí un club entre las opciones que me diste –.
– ¿Cual elegiste exactamente? –.
– El club de teatro, es la mejor opción, me diste a elegir entre el club de matemáticas, el de teatro o un club deportivo – Hablé mientras cocinaba y rápidamente quedó hecho, al igual que el plato que mi padre tenía el cual paresia merecedor de estrellas Michelin, por mi lado un simple huevo frito como el me había enseñado en algún momento y al mismo tiempo fuimos a la mesa, cada uno se sirvió café y nos sentamos en los extremos del comedor – Aunque cualquiera de esos clubs me pueden dar oportunidades para salir de Kioto y explorar un poco más, además de darme a conocer... El de teatro es el mejor, no quiero hacer parte de uno deportivo, y si me uno al de matemáticas puede que mi popularidad disminuya y me sea más difícil acceder el otro año a ser el presidente escolar –.
Mientras hablaba mi tono siempre se mantuvo neutro, no era solo por eso que había decidido unirme al club de teatro, desde pequeño la actuación era algo que me había llamado bastante la atención pero para mi padre debía de heredar las empresas y los restaurantes familiares.
– Es una buena idea... continúa así – Rápidamente se levantó y dejó el plato en el fregadero para luego irse de las cocina, llevaba un elegante traje negro por completo lo que debía decir que iría a ejercer su puesto de presidente corporativo.
Termine de comer y me levanté de la mesa, lave mi plato y nuevamente regresé a mi habitación, minuciosamente revise de nuevo mi cabello y las cosas que llevaba en mi mochila, mientras guarde mi celular y tome por el otro pasillo, al llegar al vestíbulo amarillo como el oro baje las escaleras y llegué a la puerta principal donde estaba enmarcada encima una foto de mi difunta madre.
– Ya me voy Madre –.
Abrí la puerta y salí donde un carro Chevrolet ya me esperaba junto con el chófer personal de mi padre.
– Señorito Yomu, ya está listo el vehículo –.
– Gracias –.
El conductor me abrió la puerta y subí, luego la cerró y el ocupo su lugar en el puesto de adelante, el carro encendió y se puso en marcha muy rápido, llegó a la reja donde se separaba la propiedad pública de la privada y el celador la abrió para el haciéndole una seña en forma de saludo, el carro salió y giro a la derecha avanzando unos metros llegando a la calle principal.
Mientras el vehículo hacia su recorrido desde la ventana podía ver como pasaban otro vehículos y cómo iban caminando otras personas en la acera, pero siempre había algo que me llamaba demasiado la atención, lo que había visto era una pareja tomada de la mano que asistirían a una escuela distinta a. la mía.
<< Me sigo preguntando cómo se sentirá... poder contar con alguien de esa forma, debe ser lindo >>
Hasta ahora solo me había preguntado lo que era querer a alguien, estar enamorado y pasar tiempo con esa persona especial, mis únicas referencias en cuanto a eso eran simples, series, libros y novelas, aunque no me fiaba mucho de eso y al tener esas palabras en mente solo vino a mi cabeza el recuerdo de hace tres semanas.
– Nirasu... yo... – Casualmente iba algo retrasado para la salida ya que había tenido que realizar un favor al profesor de química, y cuando andaba por el pasillo para llegar a la puerta principal de la institución escuché lo que sucedía, y antes de seguir me escondí para ver cómo resultaba eso – Yo... ¡Estoy enamorada de ti! – Grito la chica sin preocuparse porque la escucharán, para mí había sido un momento hermoso, era la primera vez que escuchaba una declaración en mi vida, y con tan solo es valor que la chica había demostrado ya pensaba que era suficiente, pero me equivoque.
– ¿Eh?, ¿Estás segura de lo que estás diciendo? – Aquella había sido la respuesta del chico en cuestión.
Una fuerte frenada hizo que saliera del mar de pensamientos que tenía y dejara de recordar aquella escena.
– Oye, ¿Por que esa frenada? – Pregunte al chófer algo preocupado.
– Perdone señorito... es que un ciclista se me atravesó, pero ya llegamos –.
Baje del auto después de escucharlo y entre en la abierta puerta principal de la academia, mientras veía como el estacionamiento para bicicletas estaba vacío me sentí confundido, y seguí subiendo hasta donde sería la bienvenida de los alumnos pero con la mala fortuna que me perseguía me encontré con aquel pelinegro que tanto solía molestarme.
– Yomu Muita –.
– Nirasu Komo –.
[Yomu Muita]
Nuestras palabras resonaron como si hubiera eco en el campus de la academia, mientras nos mirábamos a los ojos el uno al otro, el era Nirasu Komo el niño "prodigio" de Atarashi Shea, solo tiene 16 años pero está en el grado de los de 18, además de eso es el primer becado por la academia pero lo que más me fastidia de el, es la mirada que tiene como si nada le importará y como si no pudiera simpatizar con nadie, solo lo detesto por completo.
......................
[Nirasu Komo]
La fortuna no me sonreía como lo había hecho tal vez toda mi vida, la persona que más querría evitar por los dos años que aún me faltaban en la academia había aparecido frente a mi. Yomu Muita, el que es considerado como el mejor en toda la academia y con el futuro más prometedor, el niño rico que heredará una gran fortuna en un tiempo, pero para mí sin duda era alguien que detestaba bastante, en especial su actitud de mostrar que siempre tiene todo pensado y la importancia que le dan como si fuera el mesías.
– Oye, ¿puedo saber por qué no estamos en el teatro? –.
– Miralo por ti mismo, no soy tu sirviente –.
No tenía porque responder a lo que el preguntara, y era justamente por eso que me aparte un poco para que el mismo leyera la hoja colgada en la puerta.
......................
[Yomu Muita]
<< Otra vez tiene esa actitud... Me fastidia, esa superioridad que quiere demostrar >>.
Me acerqué a la puerta y vi la hoja pegada en ella, la bienvenida sería 10 minutos más tarde que lo usual, seguramente lo habían comunicado por las redes sociales que manejaba la academia, y esa era la explicación del porque no había nadie más en la misma situación que nosotros.
– ¿Por que llegaste temprano? –.
Voltee para ver a quién me acababa de hablar y para mí sorpresa mantenía la mirada fija en mi.
– Porque no sabía que habían corrido la hora de ingreso –.
– Lo debieron anunciar en los canales oficiales de la academia, ¿El niño rico no pudo mirar? – Su tono había cambiado, cuando preguntó había burla en su voz.
– Lo mismo podría preguntarte a ti ¿Por que has llegado temprano? –.
– A diferencia de ti, yo no tengo la facilidad de solo pedir las cosas y que me las den – Nirasu metió la mano en su bolsillo, y saco un viejo celular Nokia – Así que no sabía, además... Solo corrieron la hora por unos minutos, igual hubiera tenido que llegar a esta hora si lo hubiera sabido, el tren que me trae tarda cerca de una hora en volver a pasar, es algo que alguien como tú nunca entendería –.
Aquellas palabras me habían fastidiado mucho, aún así oculte por completo mi descontento para que esté no lo notará y no hiciera otro comentario como los últimos.
– Pero, no respondiste a mi pregunta ¿Por que haz llegado temprano? –.
– Bueno... la verdad es que no soy muy apegado a las redes sociales, por eso no me enteré de que habían cambiado la hora unos minutos –.
......................
[Nirasu Komo]
Aquella respuesta me había parecido un chiste de muy mal gusto, no entendía como alguien que tenía tanto dinero y no debía preocuparse por casi nada en su vida ignoraba algo básico como las redes sociales.
– ¿Te perdonaste con aquella chica? –.
– Eso a ti no te importa –.
Tras responder a su pregunta solo voltee la mirada buscando un lugar en el cual sentarme y relajarme, pero en la noche había llovido y el césped del campus seguramente se encontraría bastante mojado así que no había un lugar al cual huir sin demostrar el fastidio que le tenía a Yomu.
– Así que no lo hiciste... –.
– ¿Por que debería de hacerlo?, ella se declaró y yo le respondí de forma acertada –.
Hace tres semanas, una chica se me había declarado en uno de los pasillos de la academia, pero sus sentimientos no fueron correspondidos, y por desgracia para mí, Yomu había escuchado todo el tiempo la conversación y me había sermoneado cuando tuvo la oportunidad diciéndome que había tratado mal a la jovencita que con tanta valentía se había acercado a mi, sin embargo, aún no entiendo porque debería de pedir perdón.
– Dime que es un chiste de mal gusto... –
Nuestra charla y el ligero enojo en la voz de mi acompañante fueron cortadas de golpe debido al rechinar de las bisagras de la puerta, el celador abrió la puerta desde adentro dejándonos ver un amplio salón con el piso hecho en madera y una gran tarima al fondo, tras dedicarnos una mirada ambos entendimos que lo mejor era dejar el tema ahí y atravesamos la puerta principal, varios profesores se encontraban en grupo hablando unos con los otros y apenas nos vieron el silencio reino en el amplio lugar.
Después de unos segundos de que el incómodo silencio permaneciera, los profesores regresaron a sus charlas pero en una voz aún más baja pero dos de ellos se acercaban a nosotros con el fin de dialogar seguramente, mientras veía como se acercaban solo me aparte hacia un lado dejándole toda la atención a Yomu.
<< Me da fastidio estar tener que dialogar con esos dos >>.
Los profesores correspondían al área de matemáticas y química y hablaban con Yomu de forma energética y rápida, por mi parte solo me recosté en una pared y me senté en el suelo, saque el antiguo celular y miré la hora.
<< Aún faltan cinco minutos >>.
No tenía idea de que hacer en los minutos faltantes para que empezarán a llegar los otros alumnos.
– ¿Estás seguro de estar ahí sentado? –.
Una nueva voz había hecho presencia en el teatro, voltee a mirar y me encontré con un joven de aspecto mayor y mucho más alto que yo.
– Si, estoy bien supongo –.
Tras mi respuesta, el nuevo se sentó a mi lado y me dio un ligero codazo en el hombro.
– Debiste haber respondido algo más divertido Nirasu... ¿Que le pasó al chico de preparatoria que sonreía por todo? –.
– ¿Te serviría si te digo que ese chico maduro? –.
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