Recién estaba despertando. Sentí los suaves rayos del sol entrando por mi ventana y una pequeña brisa entró moviendo suavemente las cortinas.
Ya había disfrutado de unas largas vacaciones con mis amigos, así que tenía mucha energía para regresar a la escuela.
Me levanté de la cama y me metí a bañar, sentí el agua recorrer suavemente mi piel, estaba tan calmado que perdí la noción del tiempo.
Cuando terminé me alisté y me dirigí a la escuela.
Era un día muy bonito, dios, de verdad me sentía tan bien... definitivamente no iba a dejar que nadie me arruinara el día.
Entré a la escuela y esperé junto a mis compañeros al profesor.
-Muy bien chicos, como es el primer día de clases podrán sentarse como les apetezca
Todos eligieron su lugar, obviamente todos se sentaron junto a sus amigos o parejas. Las sillas estaban acomodadas por 5 filas de 6 asientos, yo me senté en el primer asiento de la tercer fila.
Todos comenzaron a hablar y el profesor acomodó sus cosas en su escritorio. Todo iba de maravilla hasta que llegó el momento de presentar
-Muy bien, probablemente ya nos conozcamos, pero aún así hay que presentarnos, ya que veo varias caritas nuevas
Este profesor era uno de mis favorito, pues es muy inteligente. Es de esas personas que son muy pacientes hasta que les "quiebras el plato", entonces se enojan y dan más miedo que el mismo demonio.
-Muy bien, iremos en este orden, primero irá la fila número 5, luego la número 1, seguirá la número 4, después la número 2 y al final la número 3 ¿De acuerdo?
-Si profesor- Dijeron los alumnos con las pocas ganas que tenían de estar en el salón y en la escuela.
Y así empezaron las presentaciones, la verdad no puse mucha atención a los nombres y gustos de mis compañeros, no es como si me importara mucho.
Después de varias presentaciones llegó el turno de mi fila, pasaron mis compañeros y la chica que se sentó detrás mío se levantó con mucho cuidado de no desacomodar la corta falda que traía -Mi nombre es Maritza, tengo veintiún años, me gusta salir de fiesta y hacer amigos, por favor, cuiden de mi...- Todos los chicos comenzaron a silvarle , y ella simplemente sonrió como si hubiese ganado un trofeo.
-Ehh...- Podía notar la incomodidad del profesor, pero en fin, así son los chicos -Muy bien, sigues tú joven- Dijo señalándome
Me levanté lentamente y hablé:
-Me llamo Setsuna, tengo veinte años, me gusta estar solo leyendo y dibujando, no me gustan las fiestas y mucho menos el escándalo- Pero qué tontería había dicho, ahora todos me verán como un fenómeno, aunque es la verdad, odio el ruido, y lo dije especialmente por mis compañeros.
-¡Vaya! Veo que eres igual a mi, yo también detesto el ruido- Dijo el prpfesor esbozando una sonrisa- Muy bien, ya que nos hemos presentado podemos seguir con la clase
El profesor se dió la vuelta y continuó hablando, me senté y escuché el balbuceo de mis ruidosos compañeros de clase.
Iba a ser un día muy largo al parecer.
Vi el reloj, 9:30, aún faltaba mucho para el receso, la clase fue muy aburrida, ya que fue un repaso de varias cosas que ya habíamos visto, pero mis compañeros no parecían entender mucho.
Se me da muy bien estudiar, por el momento es lo único que tengo que hacer, hasta conseguir un trabajo.
Sentí las miradas burlonas de mis compañeros, pero ya estaba acostumbrado a eso y la verdad no me importaba en lo más mínimo.
Vi de nuevo el reloj, 10:30, ¡al fin!
Sonó la campana de la escuela y todos salieron como si fuesen una manada de animales.
-Setsuna, ven un momento
Fuí hacia donde estaba mi profesor y el se levantó de su asiento.
-Quiero felicitarte por continuar estudiando, muchos alumnos se fueron antes de terminar la carrera, lo que ocasionó que tuviéramos que crear dos grupos con los alumnos restantes
-Si... Que fastidio
-Deberías ayudar a tus compañeros a estudiar, así podrás hacer amigos
-Estoy muy bien así, tener amigos es todo un lío
-Jaja, muy bien, entonces no insistiré, puedes salir a comer
-Gracias
Salí del salón y me senté en una pequeña jardinera, saqué mi comida y comencé a comer, me había preparado una ensalada de verduras con pollo asado y un poco de arroz blanco.
La verdad soy muy "especial" si se trata de comida, me gusta comer de todo un poco, nunca dejo nada en el plato, pero enserio odio las frituras y parte de la comida rápida, no es por que tengan tantas calorías, si no por que mi madre así me lo enseñó, ella era muy estricta con la comida.
Tenía un buen rato libre, había adelantado las siguientes tres materias durante las vacaciones, así que podía darme mi tiempo para comer y relajarme, decidí escuchar un poco de música; encendí mi celular, me coloqué los audífonos y puse música.
En eso una chica de cabellos rojos y ojos azules se acercó y me quitó el audífono derecho.
-¿Qué te sucede?- Dije enojado
-Le gustas a mi amiga- Dijo aquella chica masticando un chicle con la boca abierta
-¿Y?
-¿Cómo que "Y"? Ve a hablarle
-No, ¿por qué lo haría?
-Agh, eres un pesado, la muy tonta cree que lo harás, así que no la lastimes
-No tengo por que obedecerte, ahora, vete
La chica inhaló y se puso una mano en el pecho con cara de asombro -¡Pero que grosero! Lo que tienes de guapo lo tienes de tarado- La chica se dió la vuelta y se fue enfurecida
Volví a colocarme los audífonos y seguí escuchando música.
Encendí mi teléfono y con un toque vi la hora 11:50, tal vez debería adelantar más materias.
Me levanté y me dirigí a una oficina para pedir mi adelanto de clases, después de unos minutos me lo dieron.
Entré a un salón con compañeros distintos, pero esta vez eran igual que yo, gente inadaptada que prefiere estudiar a hacer amigos.
Me senté en una mesa apartada y saqué mis libros.
-Bueno... Será un día largo...
No tardé mucho tiempo en concentrarme, el silencio con el que estaba rodeado me ayudó a relajarme y a poder estudiar.
Tiempo después empezó un corto receso de cinco minutos, me incorporé y me recosté en la silla, era muy incómodo estar agachado escribiendo por tanto tiempo.
Todos los alumnos que estaban en aquel salón se sentaron en una misma mesa y pusieron música.
Al parecer todos ellos compartían los mismos gustos musicales. Me invitaron a sentarme con ellos; no tenía nada más que hacer, así que me senté con ellos. Pasé todo el receso escuchando música de los Bukis.
No soy tan fan de las canciones de esa época, sin embargo, algunas canciones son bastante buenas. Cuando terminó el pequeño receso, puse manos a la obra y terminé mi trabajo.
Encendí mi teléfono y vi la hora, 13:40, ya era momento de regresar con mis compañeros odiosos.
Salí del aula y regresé a mi antiguo salón.
Toqué la puerta y el profesor me dejó entrar, todos estaban en silencio, al parecer los estaban regañando.
Sí, definitivamente el peor momento para regresar.
-Es increíble, apenas el primer día y ya me están dando problemas... ¿Saben qué? Olviden lo de la otra oportunidad, no se las daré
-¡¡No profesor!!- Dijeron los alumnos casi llorando -Mis padres me van a matar- Exclamó una chica con lágrimas en sus ojos
-¡Yo podría perder la beca!- Lloriqueó otro chico
-Eso debieron pensarlo antes de armar un escándalo con los alumnos de nuevo ingreso, y tú- Dijo señalando a la chica que lloraba como Magdalena- Se supone que eres la jefa de grupo, debiste notificarme lo antes posible sobre esta situación, y no ser parte de ella
La chica bajó la cabeza por las firmes palabras del profesor, y yo no entendía absolutamente nada.
-Es increíble que a su edad se sigan comportando como niños estúpidos
El profesor definitivamente estaba ardiendo en enojo.
-Setsuna, tú serás el nuevo jefe de grupo
-¿Y...yo?
-Sí
-No creo que sea buena idea
-Eres muy inteligente y disciplinado ¿Por qué no?
-Lo siento, pero... no puedo
-¿No puedes?
-No, pues adelanté varias clases durante las vacaciones, me graduaré antes que mis compañeros
-Ya veo, era de esperarse... Muy bien, entonces el jefe de grupo serás tú Jin
-Sí profesor
Jin era otro nerd inadaptado al igual que yo, sin embargo era odioso, siempre se quejaba y trataba de llamar la atención de los profesores.
Dieron las 14:59 y ya era hora de salir, todos se fueron lentamente del salón y en silencio. A decir verdad, desearía que los regañaran más seguido, así guardarían más silencio
Salí de la escuela y me dirigí a mi casa, abrí la puerta y di un enorme suspiro, al fin estaba en casa.
Me senté en mi escritorio y comencé a terminar mis deberes escolares.
Quien sabe cuánto tiempo estuve trabajando, pero sentía un fuerte dolor en mi espalda, vi mi reloj y ya eran las 20:57, con razón tenía hambre.
Me levanté del escritorio y fuí a la cocina, había terminado todo mi trabajo, así que no tenía de qué preocuparme, en 5 meses más podré salir de aquella escuela para conseguir un buen trabajo.
Fueron pasando los días, y nada novedoso se asomaba en ellos, todo era tan repetitivo para mi.
Un mes con días iguales... Tal vez era hora de cambiar un poco la rutina o me volveré loco.
Era sábado, así que decidí salir un rato a caminar.
Me cambié, tomé mi cartera y teléfono y los coloqué en mis bolsillos traseros, después salí de mi casa.
En el lugar donde vivo hay mucha gente con mucho dinero, algunos vecinos son buenos y otros son odiosos, pero era algo de lo que ya estaba acostumbrado.
-Hola Setsuna
-Hola señora
-¿A dónde vas?
-Iré a caminar un rato, el clima está hermoso
-Es cierto, ¿cómo cas con la escuela?
-Muy bien, ya estoy por terminarla
-¡Que bueno! Espero que consigas un trabajo muy bueno
-Gracias señora, hasta pronto
-Adiós
Seguí caminando y vi un enorme camión de mudanza, bajaban cosas hermosas y muy caras, al parecer las personas que se mudaron son de demasiado dinero.
Vi mi reloj y ya era tarde, así que decidí regresar a mi casa, pues también tenía mucha hambre.
Regresé a mi casa y busqué las llaves.
-¡¡¡!!!- ¿Dónde están mis llaves?
¡Mierda las dejé en la mesa! ¿Cómo se supone que entraré a mi casa?
Intenté buscar la forma de abrir mi casa, el señor que cambia las cerraduras no abre en fines de semana, y la única forma era rompiendo la ventana.
Pero si la rompo la escandalosa alarma se activará y armaré todo un escándalo.
-Carajo... Tendré que hacerlo.
Cuando estaba dispuesto a armar un escándalo rompiendo la ventana, escuché una voz masculina.
-¿Qué haces?
-¿Eh?- Me di la vuelta y vi a un chico de ojos marrones y cabello oscuro -Intento abrir mi casa, dejé las llaves adentro
-¿Puedo ayudarte?
-¿Sabes forzar la cerradura?
-Lo intentaré
Aquel chico se puso de cuclillas y puso manos a la obra.
No creo que ese niño rico sepa algo de...
-Listo
-Wow... Gracias- Dije sorprendido
-No es nada
Entré a mi casa y el chico volvió a ponerse de cuclillas.
-¿Qué haces?
-Reparando la cerradura, es peligroso que la puerta principal de una casa no funcione, y más si un chico guapo vive en ella
Me quedé impresionado ante las palabras de aquel chico, tanto que hasta creo que me sonrojé.
-Ya está listo
-Muchas gracias... Emmm ¿Gustas algo de beber?
-¿No es molestia?
-¡Para nada! Te lo debo
-Jeje, bueno, gracias
-Siéntate, en un momento traigo la bebida, ¿te gusta el champagne?
-Sí
-Vale
Entré a la cocina y tomé dos copas y el champagne que había comprado con mis ahorros.
-Tu casa es muy linda y acogedora
-Gracias
Serví la bebida y tomé las copas
-Aquí tienes
-Gracias, ¿puedo saber tu nombre?
-Oh, me llamo Setsuna
-Setsuna... No es un nombre muy común, ¿Qué significa?
-Según mi madre, mi nombre significa nieve en calma, es un nombre raro con un significado hermoso ¿No crees?
-Me gusta tu nombre, suena muy bonito, Setsuna...
La forma en la que decía mi nombre era... extraña, me ponía nervioso
-¿Y tú? ¿Cómo te llamas?
-Aron, un nombre aburrido
-Jeje, sí, demasiado aburrido
-Jaja
Ambos reimos, y me percaté de que tenía una sonrisa hermosa, este chico tiene algo que llama mi atención...
Hablamos un largo rato, la verdad es que este tipo era muy divertido.
-¿Qué edad tienes?
-Tengo Veinte ¿Y tú?
-Veintiuno
-¡Vaya! Ya eres muy viejo
-Jaja, calma, solo es un año
-Jeje
Aquel chico me miró fijamente y me hizo sonrojar.
-Ya es muy tarde, creo que es hora de irme
-Oh sí, está bien
-¿Podemos vernos mañana?
-Claro, siempre serás bienvendio
-Genial, entonces... Nos vemos mañana- Dijo con una sonrisa coqueta
Aron salió de mi casa y yo me fuí a la cocina.
-Dios... Ese chico es tan... guapo
Tengo que calmarme, apenas lo conocí... Además, no creo que él tenga interés en los hombres y aunque así fuera, jamás tendría oportunidad con él, es demasiado guapo e inteligente.
Supongo que me tengo que conformar con verlo y tal vez llegar a ser su amigo.
-Haa~... Creo que iré a dormir
Subí a mi habitación y me recosté.
Mi mente estaba llena de ideas y pensamientos que no me dejaban dormir, al parecer el insomnio regresó.
Me levanté y tomé las pastillas que me recetó el doctor para cuando tuviera insomnio, tomé el medicamento y volví a la cama.
Horas después pude conciliar un poco el sueño.
Sonó mi alarma y las pocas ganas que tenía de levantarme se desvanecían con cada movimiento que hacía.
Me armé de fuerzas y me alisté para el colegio, solo son 5 meses más... Solo 5.
Entré al salón para adelantar más clases y mi día siguió como de costumbre, solo que esta vez en el receso no escuché a los Bukis si no que escuché la canción de La Bamba, y para ser sincero me gustó esa canción, era muy alegre y pegadiza, tanto que la fuí tarareando todo el día.
Llegué a mi casa e hice todos mis deberes.
Fui a la cocina y me llevé un poco de fruta y café para trabajar.
-Al fin terminé...
Me levanté de mi escritorio y subí a mi habitación, decidí leer un poco pero sonó el timbre.
-¿Quién será?
Bajé y al abrir la puerta me encontré a Aron con una caja de chocolates en la mano.
-¿A...Aron?
-¡Hola! Quedamos de vernos hoy ¿Lo olvidaste?
-Oh... ¡No!, por supuesto que no lo olvidé
Mierda... Lo olvidé por completo
-Jeje, bueno... ehh, te traje unos... chocolates- Me dijo tímidamente colocando su mano detrás de su cabeza
-Oh... Gracias
-No es nada- Sonrió
-¿A dónde te gustaría ir?
-Conozco una plaza de lujo ¿Qué tal si vamos a comer ahí?
-¡Me parece buena idea!
Era obvio, un chico tan adinerado no querrá ir a la taquería o a cualquier lugar barato. Mierda, tendré que ir por mi cartera y mi tarjeta...
-Iré por mi cartera, no tardo
-No hará falta, yo te invitaré todo
Me quedé sorprendido, este chico es el novio que todos quisieran tener, hasta yo...
-Iremos en mi auto ¿Está bien?
-¡Oh! Bueno
Subí a su auto y el comenzó a conducir, la verdad estaba muy nervioso, jamás había ido a una plaza lujosa, y mucho menos había salido con un chico tan guapo como él.
Cuando llegamos a la plaza, me abrió la puerta del coche y me ayudó a bajar de él, fue tan caballeroso que parecía un sueño.
Caminamos un largo rato y ambos decidimos ver una película, pero casualmente solo habían películas de terror y de romance.
Con lo que odio las películas de romance...
Ambos nos decidimos por ver una película de terror.
-Pensé que optarías por una película romántica
-A decir verdad las detesto
-Jaja, vaya... eres distinto a las demás personas... Me encanta que seas único- Dijo con una sonrisa seductora
Mierda... Este chico me volverá loco.
Nos sentamos en las primeras filas, y comenzamos a ver la película.
Por momentos sentía su mirada, lo que me ponía muy nervioso, tomé palomitas y le ofrecí.
La película fué muy aburrida en mi opinión, pero mucha gente salió corriendo de la sala, ¡Ja! Cobardes.
Cuando terminó la película salimos del cine y regresamos a casa.
-Gracias por invitarme al cine, fue muy divertido
-Me alegra que lo hayas disfrutado, ¡nos vemos!
-¡Adiós!
Cerré mi puerta y me acosté en mi sofá.
Aún no lo podía creer, de verdad había salido con un chico guapo a una plaza súper lujosa, es un sueño.
Entre pensamientos me quedé dormido, dormí tanto que el tiempo pasó rápidamente y sin darme cuenta ya era muy tarde.
Encendí mi celular y con un toque vi la hora, 6:40 ¡Carajo! Es tardísimo.
Ni siquiera me cambié la ropa que traía, solo me lavé la cara y los dientes, me puse un poco de perfume; me llevé un cepillo y subí al autobús.
Mientras iba de camino me fui acomodando un poco el cabello.
Cuando llegué al salón, todos ya estaban sentados y listos para la clase.
-¿Puedo pasar?- Dije abriendo la puerta del salón
El profesor vio su reloj -10 minutos tarde Setsuna y sabes muy bien que la tolerancia es de 5
-Lo siento, me quedé dormido
-Que sea la última vez que llegas tarde
-Sí profesor- Dije sentándome en mi lugar
-Muy bien, hoy tendremos a un invitado muy especial en el salón, quiero que se comporten y presten atención, ¿está claro?
-Sí profesor- Contestaron los alumnos como niños pequeños
-Muy bien- El profesor fue hacia la puerta y la abrió- Puede pasar
No me lo podía creer.
De verdad estaba aquí, mi estómago empezó a darme cosquillas y mi cuerpo comenzó a temblar.
Era...
-Hola, es un placer estar con ustedes
Podía escuchar el murmullo de las chicas <
-Muy bien, él es Aron, un chico prodigio experto en negocios y administración empresarial, tiene veintiún años y estará aquí para darles una clase extra, "administración empresarial"
Todos estaban fascinados con Aron.
-Aron puedes sentarte un momento, solo terminaré este tema
-Sí profesor
Aron se sentó, era tan alto y musculoso que la butaca parecía de juguete.
El profesor siguió dando clases y Aron no dejaba de verme, cruzábamos miradas una y otra vez. Decidí mirarlo fijamente también e inmediatamente la cosa se convirtió en una competición de miradas.
Aron simplemente sonrió y al fin desvió sus bellos ojos marrones.
Cuando levantó la mirada para verme de nuevo, alcé la ceja para darle a entender que yo había ganado, Aron dió una sonrisa torcida y río en silencio.
-Y así es como funciona el álgebra, ¿entendido señor Setsuna?- Dijo el profesor acercándose a mi -Veo que está muy distraído hoy, ¿puede resolver este problema?
El profesor me dió el plumón y me acerqué a la pizarra, no era un problema complejo, así que no me puse nervioso.
No era como si estuviera tratando de entender la Hipótesis de Riemann o algún otro problema difícil.
-Entonces el resultado sería P\=2m²
-Muy bien, puede sentarse
-Joven Aron, ya puede empezar
-Con gusto- Dijo sonriéndome coquetamente mientras se levantaba
Dios... creo que me sonrojé.
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