Después de tanto tiempo encerrada por la pandemia necesitaba viajar a un lugar que me hiciera recordar mi juventud, con tanto tiempo libre me había hecho adicta a leer novelas y eso me trajo la inquietud de querer ver nuevamente a ese hombre que fue el primer amor y que marcó tanto mi vida.
Después de subirme a un bus, me fui rumbo a ese puerto, al llegar comencé a caminar por todas las calles en que pasee de su mano, éramos tan idealistas que nunca pensamos que nuestra historia terminaría.
Tome el ascensor que me llevaría a un cerro con lugares de mucho tránsito turístico, sin duda, el puerto de Valpo era uno de los lugares más bellos de Chile, estaba admirando la belleza del océano desde lo alto de ese cerro cuando al darme vuelta bruscamente choque con un hombre unos años más que yo, me pareció conocido pero solo atiné a decir,disculpa!, a lo que el no respondió, se quedó mudo. Yo seguí caminando y disfrutando de todos esos murales tan bellos, me hacían recordar lo mucho que me gustaba pintar y que era una de las muchas cosas que dejé con la vida de casada. Entre a una galería donde habían varios cuadros hechos en lápiz carbón, eran realmente bueno, en ese momento lo recordé a él, siempre quizo ser arquitecto y le gustaba el dibujo, fue en ese momento que vuelvo a ver al hombre que hace un rato había chocado,nos miramos y el se atrevió a decirme, nena eres tu ?, yo quede en shock, porque aquel hombre era quien yo creía lejos de este país hace más 20 años. No supe que decir y salí de la galería rápidamente sin contar que me seguiría, era tan insólito que algo que muchas veces pensé estuviera sucediendo, pero nada de lo que mi mente planeo en sus muchas fantasías pasó esa tarde. Con lo nerviosa que estaba entre a un resto bar, ahí le pedí al mesero una michelada, no hacía calor pero yo estaba ardiendo, no de ese ardor, si no de miedo, de sentir estar haciendo algo malo, como una niña haciendo una travesura y que ya de niña no tenía nada, era una mujer mayor, con unas hijas adultas, pero que se mantenía bien, llevaba una vida sana últimamente y había comenzado a cuidarme más.
Pero bueno recibí mi michelada y la empecé a beber muy rápido, creo que el poco alcohol fue mucho porque no había comido y si le sumo el aire marino, me sentí mareada, pedí la cuenta y salí de ahí, camine unos pasos y llegué a un mirador, me senté en una banca, estaba tan sumida en mis pensamientos cuando sin darme cuenta se sienta a mi lado Alonso, nos quedamos mudos por varios minutos que se hicieron los más largos, pero de pronto el rompe el silencio y me pregunta, que ha sido de tu vida Johana?, me contuve de pararme y dejarlo hablando solo, tomé fuerza para mirarlo a los ojos y decirle, aquí me vez disfrutándola!! Con un tono arrogante, el me miraba con una fijación que me estaba descolocando y fue ahí que me dice, tenemos mucho de que hablar.
Luego de mirarnos a los ojos comenzaron a salir las palabras, me pregunto por mis hermanas, por mi madre y por ella, creí que no tocaría el tema, pero por lo visto no era tan insensible como lo recordé, se notaba cansado pero no perdía ese atractivo que en su tiempo me volvió una loca de amor por el, había sido mi primer beso, mi primer amor y mi primera desilusión, pensé que me saldría todo ese veneno que guarde por años, pero no se si fue el lugar o el momento que me dio la calma para poder tener una charla amena, me contó que hace poco había vuelto de Estados Unidos y que uno de sus motivos era que su madre enferma, deje que hablará sin hacer muchas preguntas, y de pronto me miró y me dice, tu no vas a perdonarme nunca.... Cierto?, la verdad no sabía que decir pero me di el valor y le dije fríamente, y porque habría de hacerlo?, a lo que él me contestó, porque a pesar de todo lo que pasó yo te ame profundamente y se que fui un desgraciado contigo, pero la vida se encargo de cobrarmelo.
Estaba muda con su respuesta, porque sólo Dios sabe cuanto sufrí, fueron meses de angustia, de una tristeza infinita de la cual me costó pararme.
Lo miré y le dije, no fue fácil dejar mis sueños de lado por afrontar una responsabilidad que no era solo mía, para ti resultó simple, te fuiste sin mirar atrás y todo el amor que juraste se fue a la mierda!
Abrió sus ojos sorprendido, yo ya no era esa chiquilla que babeaba con su puta presencia, es que debo recordar que el era un adonis, el hombre más guapo que tuve antes de casarme, era un romántico.
No quería romper la charla de esa forma y tome un respiro para decirle que debía irme, pues ya oscurecía y mi casa estaba a 45 minutos del puerto de Valpo, quizo tomarme la mano y yo reaccioné alejándome, me dijo, lo siento, pero me gustaría verte de nuevo, dame tu número y pongamonos de acuerdo, yo solo atiné a decirle que estaba bien, pero que solo me enviara wasap pues no siempre contestaba el celular, lo cierto era que no quería que fuese a llamarme justo cuando mi marido estuviese en casa, tal vez debí negarme, pero yo sabía que había mucho que decirse y era mi oportunidad para sacarme esta bala que llevaba por años metida en mi.
Me acompañó a tomar el bus de vuelta, ambos recordamos nuestras antiguas y largas caminatas, fue tan loco sentir que el pasado se hacía presente, y que por más que habían pasado los años no se podía borrar.
Llegamos al paradero, ya comenzaba a oscurecer y ponerse el frío, el puerto siempre ha sido helado por la tarde, aunque ya estuviésemos en primavera.
Nos despedimos y ninguno atinaba a acercarse, sin previo aviso me abraza y me susurra al oído, ha sido lindo verte, nena.
Luego de ese abrazo me subí al bus, lo mire por la ventana y el movio su mano expresando un adiós, no pude dejar de recordar aquel día en que me fue a dejar, ese día descubrí que su amor ya no era el mismo, había ido a pasar el año nuevo con el y su familia que hasta ese momento pensé que miraba con buenos ojos nuestra relación, pero la verdad que el había cambiado, su nuevo trabajo y mi vuelta a mi ciudad habían logrado enfriar nuestra relación, pero yo había viajado a verlo para decirle algo muy importante, lo que no hice, pues al percibir su distancia opte por guardar el secreto.
Volviendo a mi casa debia asimilar lo que me había sucedido, el encuentro con el me perturbaba, pero en el fondo de mi me sentía eufórica, complacida, yo había anhelado ese encuentro y en mi mente tenía mil palabras para decirle, lo que en la realidad no pudo ser porque el nerviosismo del momento me bloqueo y quedé con las palabras en mi boca.
Llegué a casa, tire la bolsa al sillón, y me fui a mi habitación, mi marido no estaba, semana por medio trabajaba fuera de la ciudad lo que me daba tiempo de estar 7 días sin el y hacer cosas para mí.
Mi esposo era un hombre bueno,trabajador y un excelente padre, pero este ultimo tiempo por su trabajo lo sentía distante.
Mis noches después de ese encuentro fueron largas, me volvieron tantos recuerdos que no quería revivir, sobre todo los más tristes. Pero hacía un tiempo me propuse ser feliz y vivir la vida a concho, solo fijándome en lo bueno.
Por ello empeze a recordar esas largas caminatas que nos llevaban por la costa y que terminaban en esa playa, las torpederas, una playa pequeña que se ubicaba en un lugar precioso con algunos árboles y césped, donde muchas veces nos tendímos para besarnos con pasión y tocarnos hasta quedar ardiendo de tanto desearnos, éramos tan jóvenes, yo tenía 18 años y el 23, el me escribía cartas llenas de amor, teníamos tantos sueños, viajar, terminar una carrera, casarnos, en fin, solo sueños.
Estaba en el sillón leyendo, cuando de pronto suena mi celular y llega un mensaje, hola como estas decía, no había agregado su nombre, así que no conteste, al rato nuevamente suena un mensaje, Soy Alonso, cuando podemos vernos ?
Me puse nerviosa, algo en mi estómago me angustiada, pero a la vez me hacía sentir viva.
Le conteste que no podía viajar, me devolvió el mensaje diciendome si venia el a mi ciudad. Lo que me aterro, esta era un ciudad pequeña y no quería que nadie supiera de él.
Le dije que la próxima semana tenía que viajar a Viña para un trámite, que cuando me desocupara lo llamaría para juntarnos por ahí.
Sabía que no debía seguir con esto pero algo me instaba a querer verlo nuevamente y terminar esa charla.Me prepare mentalmente para ese nuevo encuentro.
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