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Un Secuestro Inolvidable

Capitulo 1

Narra Owen

Hola, me llamo Owen, tengo 21 años cumplidos, ya me gradué de la Universidad y actualmente no estoy trabajando, vivo con mis padres, Edgar y Maria en la ciudad Z, y mi hermano menor, Felix, él tiene 16 años, va a la preparatoria...

Hoy estamos celebrando que mi papá compró un coche nuevo, en el cual vamos hacia un restaurante, mi padre va conduciendo por una avenida que se encuentra al norte de la ciudad, eran casi las 6 de la tarde cuando repentinamente un coche se impacta contra el nuestro, nadie lo vio venir pero al parecer era una persecución, al instante me desmayé por un golpe en la cabeza, solo fue un momento y al reaccionar, me llené de tristeza al ver a mis padres golpeados sobre sus asientos y mi hermano prensado al lado mío, yo solo tenia algunos golpes pero nada grave, no tenia fuerzas pero logré salir del coche, no encontraba mi celular y unas personas marcaron a la ambulancia, pasaron minutos y comencé a desesperarme porque la ambulancia no llegaba y yo no sabía que hacer. Vi que el coche que se impactó con nosotros estaba volteado y las personas se encontraban igualmente heridos, después de un rato la ambulancia llegó y llevaron a todos al hospital, yo estaba en una sala de observación, salí de ahí y fui directo a la recepción para preguntar por mis padres y mi hermano pero solo me dijeron que mis padres estaban en terapia y mi hermano en cirugía, no me dieron más datos y me pidieron que esperara, era desesperante pies no tenía mucho por hacer y no sabia nada de ellos, iba caminando por un pasillo cuando un señor en muletas con dos hombres con él me habla.

-Oye muchacho, ¿Cuál es la razón por la que estás aquí?.- dice viendo a Owen con la cabeza vendada.

-Tuve un accidente, un coche se impactó contra el de mi familia y yo fui el único de ellos que salió casi ileso, no me quieren dar detalles de lo que les pasó. - dice Owen angustiado.

-¿Y a usted que le pasó?.- agrega Owen.

-Ah, eso no tiene importancia.

-Bueno me retiro porque necesito conseguir dinero para posibles gastos, nos vemos.- Owen ya se iba pero..

-Espera niño!, ¿Quieres dinero?.- pregunta el señor.

-Si, mis padres están en terapia y mi hermano en cirugía, en algún momento me van a pedir dinero, yo no trabajo así que tengo que conseguirlo.- dice aun mas angustiado.

-Yo te puedo ayudar, te puedo dar trabajo y ganarás dinero fácil.-

-¿Encerio?, muchas gracias.- dice interesado

-Si, solo firma aquí *uno de los hombres saca un papel y se lo da a Owen*, no puedes andar hablando de esto, ¿esta claro?, firmalo.-

Comencé a dudar un poco, era algo sospechoso que tuviera a hombres consigo y la forma en la que hablaba pero necesitaba el dinero, creo que mis padres están graves y mi hermano ni se diga así que firmé.

-Muy bien muchacho, ¿Cómo te llamas?.- pregunta el que ahora es su jefe.

-Me llamo Owen y ¿usted?.-

- Puedes decirme "Jefe" y con eso basta.-

-eehh, ¿okay?.- dice dudoso.

Después me fui para la sala de observación de nuevo, pues me dijeron que no saliera pero yo quería saber de mi familia, bueno nadie supo que salí más que la recepcionista así que todo estuvo bien, cuando llegué, me puse a pensar en ese trabajo que me dio mi jefe, no me dijo nada sobre de qué trataba el trabajo, ni cuanto me pagarían ni nada, eso me deja más dudas y lo hace más sospechoso, después de un rato un doctor entra por la puerta de la sala y me dice que mis padres entraron en un coma indefinido por un fuerte golpe en la cabeza y algunas heridas leves, que mi hermano necesita una cirugía, ya que al quedar prensado se fracturó la cervical, luego me comentó que la empresa donde trabaja mi padre se iba a hacer cargo de una parte de los gastos pero por ser mucho yo tenía que pagar el resto, sabía que esto iba a pasar así que supongo que estuvo bien que aceptara el trabajo que me dieron, lo que importa es que consiga el dinero y mi familia se recupere.

Al día siguiente llegó mi tío Sebastian a la sala donde estaba, me preguntó lo que había pasado y los detalles, le conté todo.

-Owen, lo que se te ofrezca sabes que puedes contar conmigo, ¿si?.-

-Muchas gracias tío pero esta bien.- dice Owen, ovbiamente no le iba a pedir que pagará todos los gastos del hospital.

Mi tío es uno de los pocos familiares que nos apoyan siempre, nunca hemos necesitado dinero ni ayuda de los demás pero siempre está ahí, le agradecí pero yo seré el que pague esa cantidad, me voy a esforzar, luego de una semana, a mi me dieron el alta y a mi jefe igual, me pidió mi dirección para contactarme y se la di, yo me fui para mi casa, me bañé y relajé, este asunto me daba mucho estrés, después de que pasaron algunos días, llegan 3 hombres de traje negro en una camioneta negra blindada y tocan la puerta de mi casa.

-¿Usted es el señor Owen?.- pregunta uno fe ellos.

-Si soy yo.- responde

-Bien, nuestro jefe lo espera en la mansión, venga con nosotros.-

Subí con ellos en la camioneta y condujeron condujeron a una gran casa, algo tenebrosa y anticuada, bajamos del auto y los seguía dentro de la casa, llegamos al comedor y ahí estaba mi jefe.

-Hola de nuevo.- dice con cara seria.

Yo solo me limité a responder.

-Hola.-

-Bien, a partir de ahora comienzas a trabajar, uno de mis hombres te dirá lo que tienes que hacer.- se para y sale del comedor.

Uno de esos hombres se acercó a mi y me dio unos papeles con instrucciones de lo que debía hacer y lo que no, mi trabajo empezó haciendo cosas sencillas como recoger paquetes y entregarlos, no sabia que contenían y no podía preguntar, pues eso era una de las cosas que no debía hacer, todo me parecía algo raro pero solo hacia mi trabajo, así seguí pero luego mis tareas comenzaban a aumentar, mi jefe le pidió a uno de sus hombres que me entrenara, 3 días a la semana, íbamos a un gimnasio y me enseñaba a defenderme y a hacer boxeo, mi físico se parecia poco a poco algo de ellos, no encontraba la necesidad de hacer tal cosa pero igual lo hacía, después de un mes, mi jefe salió de la mansión, sin salir de la ciudad y no volvió en un par de semanas.

Narra Larissa

Hola, yo soy Larissa, tengo 20 años y ya me gradué de la Universidad, soy hija de mi papá, JAJAJA no es cierto, mi papá es dueño de una cadena de hoteles, por así decirlo, somos ricos, después de graduarme no quise ser niña de papi y no trabajar pero él insistía en que me quedara en casa, luego me propuso trabajar en uno de sus hoteles en la ciudad Z, me dijo que era eso o nada así que acepté, nosotros vivimos en la ciudad de al lado, la ciudad O pero me mudé a un departamento para llegar más rápido al hotel, comencé una semana después de mudarme, en lo que me instalaba y ubicaba, cuando voy mi primer día, mi puesto era ser la supervisora y ver si los huéspedes estaban satisfechos, tenía que ir desde las 8 a.m. hasta las 10 p.m., el horario era algo exigente pero estaba bien, siempre llevo ropa formal.

Todos los días llego, saludo a la recepcionista y a los empleados que me encuentro, dejó mi bolso en mi oficina y caminó por el hotel, supervisando que todo marche bien y que los huéspedes reciban un buen servicio pero que también respeten a nuestros empleados. Hoy llegó un señor algo sospechoso, pues traía como 4 hombres de guardaespaldas, no creo que sea una celebridad, ya lo abría conocido si lo fuera, pidió una Swet de lujo, yo estaba ahí en recepción y vi que me miró pero no le tomé importancia, mientras no hiciera nada malo, no tenia problema, entró al ascensor junto con sus hombres y yo seguí con mi trabajo, traía conmigo una taza de café, era de mañana.

Capítulo 2

Narra el jefe de Owen

Hace algunos días vi a una jovencita que me llamó la atención, cuando la vi, pedí a mis hombres que la investigaran, no tardaron mucho y me llevaron la información, al parecer es hija de uno de los hombres más ricos, dueño de una cadena de hoteles, viven en la ciudad vecina pero ella comenzará a trabajar en esta ciudad, se llama Larissa, muy bonito nombre y poco común, creo que iré a visitarla apenas llegue.... Cuando supe que trabajaba en el hotel xxxx, fui a reservar la mejor habitación para verla por un tiempo, saber sus movimientos, al entrar al hotel, ella estaba ahí en recepción, fue de las primeras personas que vi al entrar, ella es hermosa, creo que ganaríamos mucho dinero con ella, bueno, me dirigí a la habitación que me dijeron, ésta era grande, acogedora y estaba muy bien amueblada, era así como un departamento, tal completa como uno, solo llevé una maleta de ropa y le pedí a mi hombres que la acomodaran en el armario, yo baje a ver el resto del hotel y esperar encontrarme con Larissa, asi fue, pues al ir al patio donde se encontraban las albercas del hotel, ahí estaba ella, en una mesa a lo lejos con una taza de café en su mano, supervisando todo, pues mis hombres me dijeron que ella es la gerente del lugar, bueno, necesito pensar cómo ganar dinero con ella, es hermosa y todo pero yo no soy el tipo de persona que se enamora, yo no hago esas cosas, yo las hago a mi manera, y pronto se me ocurrirá algo, me senté en una mesa, algo retirada de donde se encontraba ella, la observé un rato pero luego llegó Daniel, mi asistente.

-Señor, ya hicimos el trabajo que nos pidió.- me informa.

-Bien, ¿salió todo bien?.-

-Claro señor, cobramos un poco más de la cantidad acordada.-

-Bueno, puedes retirarte.- *se va

Ese trabajo del que hablaba Daniel fue que secuestramos a una hija de una familia importante, la encerramos en una habitación de la mansión, no muy agradable esa habitación, estuvo ahí encadenada mientras que en su casa llegó un mensaje diciendo que estaba secuestrada y que si no pagaban una cantidad, una muy buena cantidad, no recuperarían a su hija, no duraron mucho en contestar y aceptaron con tal de que les devolvieramos a su hija, no sin cobrar la cantidad, mis hombres fueron a dejar a la muchacha a un callejón donde iban a recogerla, me informaron que usaron un poco la fuerza,pues ella se resistía, en realidad ese no es mi problema, lo que me importa es que pagaron, creo que eso podríamos hacer con Larissa, supongo que su familia hará lo mismo y pagará la cantidad que sea con tal de recuperarla, veré en que fecha lo hacemos, mientras.

LLAMADA*

-Daniel, necesito que le digas a Owen que le tengo un trabajo, que se prepare.-

-Si señor, ¿algo más?.-

-No.-

FIN DE LA LLAMADA *

-Creo que Owen necesita aprender más de esto.- pienso

Salí del hotel y me dirigí a la mansión donde se encontraba Owen, fui directo al grano.

-Necesito que secuestren a alguien, se llama Larissa, es hija de una familia rica, dueña de una cadena de hoteles.- lo dije dándole unos papeles con una foto e información de ella.

-¿Secuestrarla?.- dijo Owen

-Si, ¿algún problema?.- dije serio

Owen dudó un poco pero terminó aceptando.

-Bien jefe.-

Owen se fue y 2 de mis hombres fueron con el, apenas estaba entrando en este ámbito así que ellos aveces lo ayudaban.

Narra Owen.

El jefe me pidió que secuestrara a una chica, no me esperaba eso, creo que cuando firmé el contrato no sabia en qué me estaba metiendo, no tuve más opción que hacerlo, no me podía safar, pues 2 de sus hombres venían conmigo y temo que me hagan algo si intento huir, me dirigí al hotel donde se supone debe estar la chica llamada Larissa, revisé la foto y Wow, es muy hermosa, me pregunto para qué la querrá el jefe, en fin, esperamos hasta tarde en la camioneta fuera del hotel, cuando la vimos salir, ella se dirigía a su auto así que salimos rápido y le cubrimos la cara con un saco, luego le atamos las manos para que no intentara nada pero aun asi ella trataba de safarse, estaba asustada y eso se notaba, yo no queria hacer esto y mucho menos usar la fuerza pero me ordenaron que lo hiciera si se resistía, como lo estaba haciendo, le di una cachetada, algo no tan fuerte pero era para que entendiera que tenía que calmarse si o si, la subimos a la camioneta negra y nos dirigimos a otra mansión, más pequeña que la otra, ahí entramos al sótano donde la encadenamos de las manos contra la pared, luego le quité el saco de la cara y volteó a todos lados para ver donde estaba y luego me vió a mi con esos ojos azules que tenía, me veía con coraje, yo traté de verla lo más intimidante que pude y así fue, se veía el miedo en ella.

-¿Qué quieres de mi?.- pregunta

-¿Yo?, yo nada, solo sigo órdenes.- dije

-¿Ah si?, entonces, ¿Qué van a hacer conmigo?.- sigue preguntando.

-Mira, solo no hagas nada, igual no creo que puedas con esas cadenas.- Luego de decir eso me fui a la parte de arriba y llamé a mi jefe.

LLAMADA*

-Jefe, ya la traje al sótano y la encadenamos como dijo, ¿ahora que?.-

-Bien, asegúrate de que se porte bien y que sepa quien manda ahí, por ahora solo eso, primero que se den cuenta de que está desaparecida.-

-Okay.- Luego el jefe cuelga.

FIN DE LA LLAMADA *

Bien, solo debo portarme intimidante con ella para que sepa quien manda, nada además de eso, mientras espero las ordenes del jefe, ya era noche y supuse que ella no había cenado nada así que fui a llevarle comida, al llegar, una de las empleadas estaba con ella, dándole comida, ese trabajo no le correspondía a ella, de alguna forma me molestó al no ser yo quien le diera la comida.

-¿TU que haces aqui?.- dije

-Perdón señor, pensé que ella tendría hambre y le traje algo de comer.- dijo con la mirada en el piso.

-Eso no es tu trabajo así que vete de aquí.-

Ella se fue rápido del sótano con la comida luego de asentir con la cabeza.

-Una señora es amable pero ¿la regañan solo porque ese no es su trabajo?.- ya me iba pero escuché que dijo Larissa.

Volteé a verla.

-Si, ese no es su trabajo, al desobedecer una orden del jefe, puede haber consecuencias y quien sabe cuales serán.-

-Pues que idiotas.- dijo y recordé las palabras del jefe.

-Mira, será mejor que cuides tus palabras.- dije amenazante

-¿Qué?, ¿Te ofendiste cuando dije "idiota"?, o más bien, ¿te identificaste?.- vuelve a decir.

Me agaché en cuclillas hasta quedar a su altura y la tomé bruscamente del mentón, ella solo me miraba y ahora no mostraba mucho miedo, ahora tenía un aura también algo desafiante, eso me gustaba, que era una mujer fuerte.

-Larissa, no me hagas usar la fuerza, solo no hagas nada y mide lo que dices.- le dije advirtiéndole.

-Me han secuestrado, no me dan comida, me golpearon al resistirme y me tienen encadenada, ¿Qué puede ser peor?.-

-Se que puede ser duro pero ¿Qué tal si lo hacemos menos feo?, empieza por comer esta comida que te traje.- le di la comida que le llevaba.

-¿Porqué de repente eres menos malo?.- pregunta.

-No lo se, solo come.-

-Ahi vas de nuevo.-

Ella comió y luego me fui del sótano.

Narra Larissa.

Hoy saliendo del trabajo me secuestraron, me encadenaron en un cuarto donde no entra nada de luz, solo hay un foco y varias cosas, creo que es un sótano, una señora algo mayor entró al sótano con una bandeja de comida,

me la estaba dando cuando el hombre que me secuestró entra y la empieza a regañar diciendole que ese no era su trabajo, no puedo creer que exista gente así, luego lo insulte y me amenazó con que cuidará mis palabras pero no hice caso, se me resbaló lo que dijo y volví a hablar, de pronto se volvió algo más amable y me hablo bien, debo admitir que es guapo pero no debo de andar pensando en eso, se agachó y me tomó del mentón, sacándome de mis pensamientos, lo vi a los ojos, unos ojos grises hermosos, después me dijo algo con un tono como de amabilidad y advertencia, me ofreció comida, al parecer la traía para mi, puede que no sea del todo malo pero no debo olvidar que el es quien me secuestró, mis padres no saben nada de mi desde la mañana, siempre los llamo al despertar pero hoy no lo hice porque ya iba tarde a trabajar, se van a preocupar y van a comenzar a buscarme, pero no se donde estamos y me quitaron lo que traía conmigo, mi celular, mis llaves y mi cartera junto con mi bolso.

Capítulo 3

Narra Larissa

Ahora que recuerdo, hace algunos días me peleé con mis padres por no querer conocer a uno de los tantos hombres con los que intentan emparejarme, siempre me dicen que tengo que casarme con un buen hombre y no se que tanto más, yo quiero casarme pero que sea con alguien que si ame de verdad, no con uno cualquiera o que no conozca, en fin, mis padres se molestaron porque no quise saber nada de dicho hombre y les contesté mal, desde ese día no hablamos como siempre, supongo que aún han de estar enojados y no querrán saber de mi hasta que yo me disculpe pero no pienso hacerlo, no me arrepiento de decir lo que dije y además estoy secuestrada, no podría hablar con ellos aunque quisiera, desde ayer que el joven de ojos grises que no aparece, estoy asustada pues unos hombres trajeron a un señor aquí en el sótano muy golpeado y con marcas de látigos en la espalda, espero que no me piensen hacer eso a mi, lo dejaron encadenado frente a mi, puedo ver que le duele, ya que hace alguna que otra mueca de dolor, cuando menos lo esperé, el joven de ojos grises aparece, al parecer no sabia de ese hombre pues se asombró mucho al verlo encadenado.

-Ay Dios!.- dice llevándose una mano a la boca.

-Feo, ¿verdad?, yo llevo viendolo desde la mañana.- le digo algo en tono bajo.

-Ah, vengo a darte algo de comer.- dice

-Gracias, ahora que lo pienso, no se cómo te llamas.-

-Emm, no se si debería decirte.-

-¿Porqué?.-

-Solo dime Martinez, ese es mi apellido, más adelante alomejor te digo mi nombre.- Yo solo asentí

-Y ¿ya sabes que harán conmigo?.- pregunto

-No, el jefe no ha dado ordenes, pero creo que está planeando un viaje, lo que hará contigo probablemente lo haga después del viaje.-

..._EN LA MANSIÓN DEL JEFE_...

-Señor, tiene un nuevo correo, creo que es muy importante.- entra Daniel a la oficina del jefe.

-Haber, *mira la tablet* bueno, bueno, al parecer iré a la ciudad X para firmar un contrato de alianza con la empresa del socio de mi padre.- dice el jefe.

Narra la autora

Cómo no han de saber, el jefe es dueño de una empresa muy importante en esa ciudad, el maneja dicha empresa desde su mansión y tiene un segundo trabajo por así decirse, donde su gente y el hacen trabajos sucios para divertirse, como secuestrar, castigar a los corruptos, vender mercancía, entre otras cosas, el jefe lo hacía ya que aveces se aburría de su trabajo y de su vida. En el mundo empresarial lo conocen como Alejandro Dominguez, empresario de una importante empresa a corta edad, y solo muy pocas personas conocen su nombre en el mundo de la mafia por así decirce, esto porque cuando sale a hacer estos trabajos, usa una máscara para que no lo reconozcan.

-Bien, prepara lo que necesitemos para ir a la ciudad X, nos vamos en una semana, informa a Owen y dile que estará a cargo de Larissa hasta que yo vuelva.- da las ordenes.

-Si señor.- contesta Daniel y se retira.

..._DONDE ESTA OWEN_...

LLAMADA*

-Owen, el jefe saldrá de la ciudad por un mes por negocios, estarás a cargo de Larissa hasta que el regrese.- dice Daniel por el teléfono.

-Muy bien.- dice Owen.

FIN DE LA LLAMADA*

-Bueno, lo que dije al parecer es cierto, el jefe saldrá de la ciudad y verá que hacer contigo hasta su regreso.- dice Owen a Larissa que al escuchar eso suelta un largo suspiro.

-Y, ¿me puedes desencadenar?.- pregunta Larissa.

-Primero iré a ver si hay más gente en la casa.- Owen se va a revisar la casa, al ver que solo esta el personal de cocina y algunos guardias, regresa con Larissa.

-Solo hay poca gente así que supongo que puedo soltarte.- *la desencadena*

Al hacer eso, Larissa le da un rodillazo en la entre pierna que hace que Owen caiga al piso con las manos en sus genitales, Larissa salió corriendo buscando la salida, luego Owen aguantando el dolor, sale corriendo tras de ella, antes de que saliera de la pequeña mansion, Owen la tomó del brazo y la jaló hacia el, haciendo que ambos caigan al piso, luego Owen se levanta y carga a Larissa en su hombro.

-¿Porqué hiciste eso?.- pregunta cuando la deja en una habitación.

-¿Crees que me gusta estar aquí?.- dice enojada.

-No pero no puedo dejarte ir, no lo hago porque quiera, lo hago por el dinero.-

-¿Necesitas dinero?.- pregunta Larissa

- Si, mis padres tuvieron un accidente junto con mi hermano y conmigo, yo fui el único que salió ileso y ellos están graves, necesito el dinero para los gastos.- le explica

-Oh ya veo,mira... si me dejas ir, yo te doy el dinero que necesites.- propone Larissa

A Owen le parecía una buena idea pero pensó que sería mejor si el conseguía en dinero con su propio sudor, aunque este sudor fuera sucio, además de que si la dejaba ir sin consentimiento del jefe, éste podría llegar a matarlo, eso mismo le dijo Owen a Larissa y ella de alguna forma entendió. No la trataban tan mal como pensó que la tratarían en un secuestro, Owen no era una persona tan mala.

-Te quedarás en esta habitación, no puedes salir de la casa por nada del mundo, ¿entendiste?.- Ella solo dice que si.

Larissa estaba mintiendo, en cuanto se fue Owen de esa habitación, trató de salir por una ventana, al lograrlo, va caminando por el pequeño bosque hasta llegar a la salida pero uno de los pocos guardias la ve y la agarra bruscamente al saber que trataba de escaparse, la golpeó un poco y después se la llevó al calabozo donde la volvió a encadenar, unas horas mas tarde, Owen iba a la habitación de Larissa pero no la encuentra ahi, pensó que tal vez se había logrado escapar y eso a él no le gustaba, revisó cada una de las habitaciones esperando encontrarla en alguna de ellas pero nada, cuando baja al sótano abre bruscamente la puerta y la ve ahí encadenada y golpeada, era ovbio que intentó escapar y la atraparon.

-Te dije que no hicieras nada.-

-Si, espero el día de mi muerte.- dice sarcástica.

-Aun no sabes que te hará el jefe.-

-No pero puede que me use de prostituta, que quiera dinero, que haga algo o que me mate, nunca se sabe.- dice ella

-Pues si, veré si puede hacer algo no tan malo.-

-¿Sabes?, en el fondo eres amable.- sonríe.

Owen al ver la sonrisa de esta mujer, se le quedó viendo tiempo de más al ver que ella era realmente hermosa, comprendía porque el jefe la habia pedido secuestrar, además de que le gustaba su sonrisa, también su personalidad, no la conocía casi nada pero sabía que era una mujer fuerte con tan solo verla sonreír estando en esa situación.

-Bueno pues no te acostumbres.- se muestra frío de repente.

Narra Owen

Dijo que soy amable, no se porque pero mis orejas ardieron al escucharla decir eso y verla sonreír, aunque me gustó que dijera eso, no pude evitar ser frío y cortante con ella, nunca fui alguien sociable y nunca me e enamorado, no creo mucho en esas cosas y solo s

muestro mi lado cariñoso y amable con las personas que quiero y mi familia, con las demás personas mantengo distancia y me muestro frío, en la Universidad pensaban que no tenía sentimientos pero mi mejor amigo, Dilan, me conoce bien, Larissa al ver mi cambio de personalidad se mostró confundida, no era lo que quería decir pero salio de mi boca sin pensarlo.

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