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Estocolmo

Secuestro

Mr. Young
Mr. Young
Esos malditos.
Anya
Anya
¿Qué pasa, papá?
Mr. Young
Mr. Young
Nada, nada. No pasa nada, cariño.
Anya
Anya
No tienes cara de que no pase nada. Dime.
Mr. Young
Mr. Young
Ah... De nuevo recibí amenazas.
Anya
Anya
¿Qué? ¿Ahora qué quieren?
Mr. Young
Mr. Young
Mi dinero. ¿Qué más podrían querer?
Anya
Anya
¿Qué dijeron?
Mr. Young
Mr. Young
Recibí otra carta esta mañana. Decían que más me valía tener los ojos abiertos.
Anya
Anya
No te preocupes, padre. Haré que aumenten tu seguridad.
Anya
Anya
¿Bob?
Bob
Bob
¿Sí, señorita?
Anya
Anya
Quiero que le digas a todos los de seguridad que acompañen a mi padre en el evento de esta noche.
Bob
Bob
¿Todos, señorita?
Anya
Anya
Todos ellos. Incluídos los míos.
Mr. Young
Mr. Young
¿Qué? ¿Estás loca?
Anya
Anya
Tú eres el importante, papá. Tú serás el objetivo de esta noche. Además, Fleur estará conmigo toda la noche. No pasará nada.
Mr. Young
Mr. Young
Mmm. Bob, te quedas con ella, ¿de acuerdo?
Bob
Bob
Sí, señor.
Mr. Young
Mr. Young
Y no le pierdas el ojo.
Bob
Bob
Claro que no, señor.
...
Esa noche, en la evento.
Fleur
Fleur
Es un honor para mí presentarles a nuestro querido amigo y anfitrión. El señor Young.
La audiencia aplaude.
Son un montón de gente elegante que asistió a la gala de caridad.
Mr. Young va al escenario y toma el micrófono que la chica le ofrece.
Mr. Young
Mr. Young
Gracias, gracias, señorita Fleur.
La gente sigue vitoreando a Young.
En la estancia, un montón de guardias vestidos de negro mantienen la atención en el hombre y en los invitados.
Mr. Young
Mr. Young
Gracias. Me complace ver tantos rostros conocidos. Grandes amigos y colegas, sean bienvenidos a esta gala de caridad. Todo el dinero de esta noche será donado a la casa hogar “Rainbow”. No nos quedaremos con ningún centavo.
Algunos invitados ríen, ajenos a toda la seguridad que camina entre ellos.
Mr. Young
Mr. Young
Así que gasten, amigos, ¡gasten mucho! Que todo es para un bien. ¡Disfruten!
De nuevo la sala se llena de aplausos y Fleur toma de nuevo el micrófono.
Fleur
Fleur
Ya lo escucharon, damas y caballeros. Damos por iniciada la venta de arte.
Entre silbidos, aplausos y el ruido de tacones y charlas, Mr. Young se acerca a la esquina donde Anya ha estado acompañada de Bob.
Mr. Young
Mr. Young
Te ves preciosa, hija.
Anya
Anya
Gracias, padre.
Mr. Young
Mr. Young
¿Alguna novedad?
Bob
Bob
Ninguna hasta ahora, señor. Los agentes reportan todo tranquilo.
Mr. Young
Mr. Young
Bien. Nadie es tan idiota para atacar en un lugar público.
...
11:30 pm. Jardín del evento.
Anya
Anya
Estaré bien, Bob. Sólo necesito descansar de estos tacones.
Bob
Bob
¿Segura?
Anya
Anya
Sí. Anda, ve a tomar algo.
Bob
Bob
De acuerdo. Vuelvo en seguida.
Bob se va al interior del salón y Anya se quita los tacones que llevan toda la noche matándola.
Anya
Anya
No estoy hecha para estas cosas.
Mysterious man
Mysterious man
¿Y por qué los usa?
Anya
Anya
¡Ah! Me ha asustado.
Mysterious man
Mysterious man
Lo lamento. No fue intencional.
Anya
Anya
No, está bien. Lamento mi reacción. He tenido un día largo.
Mysterious man
Mysterious man
Puedo imaginarlo. Siendo la hija de Mr. Young, debe tener mucho qué hacer.
Anya
Anya
No es un secreto. ¿Lo conozco?
Mysterious man
Mysterious man
No he tenido el placer. Pero nunca es tarde.
Anya
Anya
Tiene razón. Bueno, usted ya sabe quién soy. ¿Puedo saber quién es usted?
Mysterious man
Mysterious man
¿Es necesario saberlo? ¿No prefiere el misterio?
Anya
Anya
No soy muy fan del misterio.
A esas alturas, Anya comienza a ponerse nerviosa mientras el hombre se acerca a ella lentamente, con las manos metidas en los bolsillos.
Mysterious man
Mysterious man
Bueno, resulta que a mí sí.
Anya se pone de pie y recoge sus tacones.
Anya
Anya
Debo ir adentro. Que disfrute su noche.
Ella intenta pasar por un lado del hombre pero él la sujeta por la mano.
Mysterious man
Mysterious man
Me temo que esta noche no volverás adentro, guapa. O a tu casa.
Anya
Anya
¿Qué-...?
En ese momento, él le pone un pañuelo húmedo y oloroso a cloroformo en la nariz, impidiéndole gritar y sin opción a tomar aire.
Forcejea un poco, pero es imposible moverlo. Él es más fuerte que ella.
Después de unos segundos, los ojos se le nublan y su fuerza se acaba.
Lo último que ve, es la sonrisa de aquel hombre.
...
Despierta con un dolor de cabeza terrible y náuseas.
Está en un lugar oscuro, atada de manos y pies a una silla.
Descalza.
Anya
Anya
¿D-dónde estoy?
Su voz suena débil. ¿Hace cuánto está ahí? ¿Cuánto tiempo estuvo inconsciente?
Mysterious man
Mysterious man
Pensé que nunca despertarías.
Anya
Anya
Tú de nuevo... ¿Q-qué quieres de mí?
Mysterious man
Mysterious man
Nada.
Anya
Anya
¿Qué hago aquí? ¿Cuánto te están pagando?! Te daré el doble!
Cornelius
Cornelius
JAJAJAJAJAJA
Cornelius
Cornelius
Suenas igual que tu padre.
Anya
Anya
¿Usted...?
Cornelius
Cornelius
Hola, pequeña Anya.
El hombre delante de ella es alguien a quien conoce desde hace años.
Cornelius Phillips. El amigo de golf de su padre. Un hombre al que alguna vez ella misma llamó tío, aunque no era nada suyo.
Cornelius
Cornelius
Oh, no parezcas tan sorprendida.
Anya
Anya
Es un maldito traidor. ¡Basura!
Cornelius
Cornelius
Enciende la luz, muchacho.
La luz se enciende cegando a Anya por un momento. Cuando logra enfocar, ve con mayor claridad a Cornelius y al otro hombre en la sala.
Zack
Zack
...
El mismo que se acercó a ella en el evento y la llevó hasta ahí.
Anya
Anya
¿Qué quiere?
Cornelius
Cornelius
Todo, querida. Quiero todo lo que tu adorado padre quiera dar por ti.
Cornelius
Cornelius
Imagino que será mucho, teniendo en cuenta que eres su única hija.
Cornelius
Cornelius
Ah, sí. Ya puedo verlo, entregando cada centavo por tu bienestar.
Anya
Anya
¿Qué clase de amigo es usted? ¡Esto es traición a mi padre! Él lo aprecia.
Cornelius
Cornelius
¡Bah! Todo fue planeado para llegar a este momento, niña tonta.
Cornelius
Cornelius
¿No lo ves? Un hombre cualquiera topándose con tu padre en el campo de golf, estando ahí cada día que él estaba para hacerse amigos. Y aquí estamos.
Anya
Anya
Mi padre no le dará nada. Lo encontrarán primero.
Cornelius
Cornelius
JAJAJAJA. Lo dudo, lo dudo. Debiste verlo volverse loco hace unas horas. ¿Dónde está mi hija, dónde?
Anya
Anya
No...
Cornelius
Cornelius
Sí. Eres su debilidad. Y ahora usaré esa debilidad para quitarle todo. Lástima que no te verá al final del túnel.
Con risas, Cornelius se va dejando a Anya sola con el hombre que la llevó hasta ahí.
Temblando, pensando, sudando. Pasan los minutos y él enciende un cigarrillo y se sienta en un sofá.
Ahora que puede ver mejor, se da cuenta que está en una casa de seguridad. Las ventanas están oscuras pero no escucha ruido de autos, lo que quiere decir que no están en la ciudad.
Él estira los pies a una mesa de centro y enciende un televisor.
Zack
Zack
Estás en las noticias.
Anya levanta la vista y ve su rostro en el noticiero.
Anya
Anya
¿De verdad va a matarme?
Zack
Zack
Eso dijo.
Anya
Anya
¿Entonces tú qué haces aquí? ¿Tú lo harás?
Zack
Zack
No. A mí sólo me pagaron por traerte. Espero órdenes. Quizás me vaya mañana, así que no te acostumbres a verme.
Anya
Anya
Oye, te daremos el doble. No, el triple. Sí, te daremos el triple. Sácame de aquí y haré que te den todo el dinero que quieras.
Zack
Zack
Escucha, bonita, ya viste mi cara. No me voy a arriesgar.
Anya
Anya
Lo olvidaré todo. Si alguna vez nos vemos, haré como que no te conozco. Nadie sabrá de ti. Me encargaré de culparlo sólo a él.
El muchacho termina su cigarrillo y se pone de pie. Camina con la misma seducción de antes hacia ella y le tira el humo en la cara.
Zack
Zack
Digamos que me estás tentando con tus propuestas. Aunque, todo lo que me haz ofrecido es dinero de tu padre. No tuyo.
Anya
Anya
Es dinero, a fin de cuentas. ¿Lo quieres o no? ¿No estás haciendo esto por dinero?
Zack
Zack
Mhm. Ofréceme algo tuyo.
Anya
Anya
¿Mío? Tengo... Tengo joyas, autos. Te puedo dar lo que quieras.
Zack
Zack
¿Lo que quiera, eh?
Anya
Anya
Sí, sí, pide lo que quieras. Lo tendrás. Lo juro.
El muchacho sonríe con un gesto que le da escalofríos a Anya.
Mira hacia abajo, al escote de Anya. Y contra toda su voluntad, los pezones de Anya se ponen duros con la mirada caliente del hombre.
Zack
Zack
¿Lo que quiera?
Anya
Anya
Y-yo n-no... ¿Qué es lo que...?
Una mano rápida, dura pero gentil se posa en su pecho derecho. La acaricia por encima de la tela del vestido.
Anya tiembla en su sitio y cierra los ojos.
Lo siente acercarse, y luego lo escucha hablar a la altura de su oído.
Zack
Zack
Tranquila. Solo quiero tocarte.
Anya
Anya
N-no lo h-hagas. Por favor...
Pero cuando él le muerde suavemente el lóbulo de la oreja, ella no puede evitar el gruñido placentero que se le escapa.
Mierda.
¿Por qué tenía que ser virgen? ¿Por qué tenía que reaccionar así ante los roces de ese chico?
Era guapo. Era alto y olía bien. Y le hablaba con un tono entre despreocupado y autoritario que no quería admitir pero le encantaba.
Desde que lo vio en la fiesta notó que era atractivo.
Pero él la había llevado hasta ahí. Por culpa de él era presa de Cornelius.
Zack
Zack
Mmmh. Estás temblando.
Sin más, él se aleja despacio, echándose para atrás y sacando otro cigarrillo.
Zack
Zack
Lo siento, preciosa. Pero no te puedo dejar ir.
La ignora durante el resto de la noche. Pero no es eso lo que le preocupa, sino la húmeda reacción que el roce ajeno le ha provocado.

Distracciones (+18)

En casa de Mr. Young, las cortinas estaban corridas, las puertas cerradas, los guardias fuera.
Y en la cama con Mr. Young...
Fleur
Fleur
¡OH, Dios! ¡Así, Señor, así!
Fleur, la atractiva, seductora y siempre dispuesta Fleur gozaba a lo grande con la enorme dureza de su jefe.
Lo conocía desde que tenía memoria, pues siempre fue amiga de Anya y vivía más en casa de la chica que en su propia casa.
Sus padres eran unos muertos de hambre, alcohólicos, adictos. Y el señor Young era todo lo que ella habría querido en un hombre.
Tenían una aventura desde hacía dos años.
Y esa mañana, después de saber que Anya había desaparecido, corrió para consolarlo.
Ni bien se cruzaron, se arrancaron la ropa y follaron una y otra vez.
Mr. Young
Mr. Young
Mueve ese culo, preciosa. Así, uff.
Fleur saltaba contra la polla de su jefe. Mientras sus redondas tetas se movían a todas direcciones.
Fleur
Fleur
Sí, papi... Metela más, papi. Sí...
Anya estaba quién sabe dónde, pero matarse pensando en ello no la traería de regreso.
Tenían que esperar por un rescate.
Y el señor Young estaba seguro que daría lo que fuera para recuperar a su hija.
Después de una larga sesión de sexo, Fleur se recostó sobre el pecho desnudo y sudoroso de su hombre.
Jugó con los vellos de su pecho y le recargó las tetas en la piel.
Fleur
Fleur
Anya estará bien, ya verás.
Mr. Young
Mr. Young
No lo sabemos. Si algo le pasa...
Fleur
Fleur
Shh. No pienses lo peor. Tú mismo lo has dicho, quieren dinero.
Mr. Young
Mr. Young
Y lo tendrán. Les daré lo que sea.
Fleur
Fleur
Lo sé.
Knock-knock.
Mr. Young
Mr. Young
¿Quién es?
Bob
Bob
Bob, señor. Tenemos una llamada.
Mr. Young se puso de pie tan rápido que tiró a Fleur a un lado de la cama. Se cubrió con un albornoz de toalla y abrió la puerta.
Bob tuvo una imagen completa del cuerpo curvilineo de Fleur. Tragó saliva con dificultad, y le pareció ver una sonrisa en los labios de la mujer.
Mr. Young
Mr. Young
Dame el teléfono.
Se lo quitó de las manos, y él siguió observando a Fleur. Ella abrió las piernas a propósito y Bob sintió que su entrepierna palpitaba.
Ella articuló sin sonido alguno.
Fleur
Fleur
¿Te gusta?
Bob se relamió antes de girarse y seguir a su jefe lejos de la tentación de aquella mujer.
Mr. Young
Mr. Young
¿Quién habla?
Cornelius
Cornelius
Amigo, soy yo. ¿Cómo estás? ¿Qué novedades hay?
Mr. Young
Mr. Young
Ah, Cornelius. Nada. Ni un maldito pedido de rescate. Nada. Me estoy volviendo loco.
Cornelius
Cornelius
Trata de mantener la calma. Tengo a mis amigos de la policía haciendo todo lo posible por encontrarla.
Mr. Young
Mr. Young
Te lo agradezco.
Cornelius
Cornelius
No es nada. Sabes que adoro a tu hija y que te estimo mucho, amigo.
Mr. Young
Mr. Young
No puedo creer que se la llevaran.
Cornelius
Cornelius
No lo vimos venir. Pero descuida, la encontraremos.
...
En la casa de seguridad.
4.20 pm
Zack
Zack
Come.
Anya
Anya
¿Para qué? De todos modos me van a matar.
Zack
Zack
Mira, preciosa. No debería decirlo, pero si te quisieran matar, ya lo habrían hecho.
Anya
Anya
Cornelius dijo que me matarían.
Zack
Zack
Te quieren viva. Así que come. Te prometo que no tiene veneno.
Anya lo miró a los ojos con la frente arrugada. Luego miró el plato.
Anya
Anya
Sigo atada. ¿Podrías soltarme?
Zack
Zack
Mmm. Te solté cuando dijiste que querías ir al baño y casi te matas intentando saltar por la ventana.
Era cierto. Él la había atrapado justo cuando ella casi caía desde el cuarto piso. Nunca pensó que estarían tan alto.
Anya
Anya
No lo intentaré de nuevo.
Zack
Zack
¿Lo prometes?
Anya
Anya
Ugh. Sólo suéltame. Quiero comer por mí misma.
Zack saca las llaves de las esposas y se sienta en una silla al lado de ella. La mesa está puesta sólo para ella. Si alguien lo viera, nadie creería que la tienen secuestrada.
La casa de seguridad está equipada con todo. La noche anterior, Zack la llevó a una habitación sin ventanas y la encerró ahí. A excepción de eso, había ropa limpia, sábanas limpias y agua tibia.
Todo estaba limpio y ordenado.
Zack la había despertado de una manera que no esperaba. Anya aún pensaba en eso y le temblaban las piernas.
Cuando abrió los ojos esa mañana, Zack estaba junto a ella en la cama, acariciando su vientre, muy cerca de su zona íntima. Anya despertó con un suave gemido, y él río para luego ordenarle que se vistiera y prepara para desayunar.
Y ahora comerían. O al menos ella lo haría.
Zack
Zack
Tienes unas manos muy suaves.
Le dijo como si nada, tomando sus manos y girandolas suavemente delante de sus ojos.
Zack
Zack
Me pregunto cómo se sentirían...
Anya se sonrojó intensamente al leer su pensamiento. Y se soltó para tomar la cuchara.
Zack
Zack
Jaja. ¿Qué? ¿Nunca has tenido una erección entre tus manos?
Anya
Anya
Deja de hablar porquerías, estoy comiendo.
Zack
Zack
Tomaré eso como un no.
Anya
Anya
¿A ti qué te importa?
Zack
Zack
No me importa. Sólo hago conversación.
Anya
Anya
Sólo hablas tonterías.
Zack
Zack
¿Y de qué quieres hablar?
Anya
Anya
Pues, no sé. Podrías contarme cómo terminaste siendo un imbécil.
Zack
Zack
Ah, pero es una historia aburrida.
Pero ya le había picado la curiosidad. Aunque él no dijo nada hasta que ella terminó de comer.
Zack levantó los platos y los llevó al lavabo para limpiarlos.
Anya
Anya
¿Y bien?
Zack
Zack
Soy huérfano. Crecí entre monjas y buenas tundas. No era el chico más tranquilo del orfanato, la verdad, así que me metía en muchos problemas.
Zack limpiaba los platos con tranquilidad, pero teniendo un ojo en ella.
Zack
Zack
Cuando cumplí la mayoría de edad, me fui de ese lugar. Pero no es fácil cuando no conoces a nadie, y las ganas de salir adelante no te ponen un pan en la mesa.
Zack
Zack
Conocí a alguien que conocía a alguien, ya sabes. Me enseñaron sus trucos y terminé robando autos. Vendíamos las piezas y así teníamos comida. Luego un techo.
Zack
Zack
Luego me hice de fama, porque nadie sabe para qué es bueno hasta que prueba haciendo de todo.
Zack
Zack
Resulta que soy bueno para burlar a la autoridad.
Él le mostró una sonrisa orgullosa que a Anya le pareció sincera, aunque no había nada de qué sentirse orgulloso.
Anya
Anya
¿Cómo terminaste trabajando para Cornelius?
Zack
Zack
Le robé una gran cantidad. Pero el maldito tiene contactos por todos lados y me encontró. Me ofreció trabajo a cambio de no demandarme. Y aquí estamos.
Zack se limpió el agua de las manos y se acercó a Anya.
Volvió a tomar las esposas y le indicó que le tendiera las manos.
Anya
Anya
No me esposes, por favor...
Ella le miró con ojos de súplica y Zack casi sintió pena por ella. No era un desalmado.
Él simplemente hacía eso para comer.
Pero ella no tenía la culpa. Su única culpa era ser hija de un millonario.
Anya
Anya
Por favor. Te prometo que no intentaré nada, pero no me esposes. Duele.
Él suspiró y la tomó de las manos, haciéndola levantarse.
Zack
Zack
De acuerdo. Pero si Cornelius viene, tendré que hacerlo.
Anya
Anya
Está bien.
***
Había pasado una semana desde que estaba ahí.
Estaba aburrida, cansada por no poder dormir bien pese a la comodidad de la cama.
Se sentía sola, incluso aunque sus charlas con Zack eran más largas ahora.
Cornelius había aparecido dos veces, sólo para recordarle que seguía al mando.
Le dijo que quizás su padre no la echaba tanto de menos ahora que dormía con Fleur.
Anya no se sorprendió, lo sospechaba. Pero le dolía que su padre matara el tiempo con sexo y no buscándola.
Era domingo, quizás. En el televisor no había noticias, sólo películas repetidas. Así que quizás sí era domingo.
Zack la había dejado sola para ir por provisiones.
Y pese a tener una expresión de desagrado en el rostro por atarla, lo tuvo que hacer.
Estaba esposada y atada de los pies al sofá.
Escuchó pasos y la puerta se abrió pero no era Zack.
Cornelius
Cornelius
Hola, primor.
Él entró a sus anchas y se quitó la gorra de golf.
Ella no dijo nada.
Cornelius se sentó a su lado en el sofá, se rascó los huevos y luego la miró de pies a cabeza.
Anya llevaba un short corto porque hacía calor, y una blusa blanca.
Cornelius
Cornelius
¿Te está tratando bien mi muchacho?
Siguió en silencio.
Cornelius
Cornelius
Pasan mucho tiempo juntos, ¿no es así? ¿No ha intentado cosas contigo?
Silencio.
Cornelius
Cornelius
Mhm. Eres toda una mujer, Anya. Mírate. Atractiva. Y esos senos...
Cornelius acercó su mano a la pierna de Anya pero ella se hizo a un lado como pude. Él río.
Cornelius
Cornelius
No te hagas la mosquita muerta conmigo. ¿No salías con ese chico, Mitchell?
Cornelius
Cornelius
Dudo que sólo se hayan tomado de las manos.
Anya
Anya
Déjame en paz.
Cornelius
Cornelius
Eres salvaje. Me gusta eso.
Cornelius volvió a ponerle la mano en la pierna con más firmeza, subiendo los dedos por el short de Anya.
Cornelius
Cornelius
Deberías probar a un hombre de verdad.
En un movimiento rápido, Cornelius tomó el cabello de Anya y la empujó hacia abajo, a su regazo. Con la mano libre intentó bajarse la cremallera. Anya supo lo que él intentaba hacer.
Cornelius
Cornelius
Quiero que me lo chupes...
En ese momento, la puerta se abrió de golpe y Zack entró haciéndose notar.
Cornelius soltó a la chica y ella, con lágrimas en los ojos, se agachó para cubrirse el rostro.
Se sentía sucia y avergonzada, aunque no hizo nada y Zack había llegado en el momento justo.
Zack
Zack
Buenas. No sabía que estaba aquí.
Pero desde luego que él lo sabía.
Ni bien se acercó al lugar, bajó de la moto a toda prisa al ver el coche de Cornelius abajo.
No confiaba en ese cerdo cerca de Anya.
Y si bien la chica no había sido más que un dolor de cabeza, no se merecía nada que ese hombre quisiera hacerle.
Y cuando la vio llorando, roja, sofocada, supo que llegó quizás un poco tarde. Sintió furia.
Una furia que lo hizo dar pasos pesados hacia él.
Cornelius
Cornelius
No te tomes tantas libertades, muchacho.
Zack lo pensó dos segundos, antes de mirar de nuevo a Anya. Le bastó verla con los ojos empañados en lágrimas para soltarle un golpe certero en la nariz a Cornelius.
Zack
Zack
Cerdo.

Escape

Cornelius terminó tirado en el sofá, inconsciente.
Mis ojos se abrieron como platos y miré a Zack.
Anya
Anya
¿Está muerto?
Zack
Zack
No tiene tanta suerte.
Zack se puso de rodillas delante de mí y me quitó la soga de los pies. Después liberó mis manos y tiró de mí hacia él.
El movimiento fue tan firme que no pude negarlo. Puso sus manos en mi rostro y me observó con mucho cuidado.
Zack
Zack
¿Estás bien?
Asentí.
Zack
Zack
¿Te hizo algo?
Anya
Anya
No...
Zack
Zack
Muy bien. Vámonos.
Anya
Anya
¿Irnos? ¿A dónde?
Zack
Zack
Ponte esto.
Me tendió su chaqueta y, sin más, salimos rápido de aquel lugar.
Vi todo por primera vez. El edificio, las escaleras, el exterior.
Luego vi una moto y un auto.
Zack me puso el casco y se colocó unos lentes. Se montó en la motocicleta y me indicó que hiciera lo mismo.
Zack
Zack
Sujetate fuerte.
El motor rugió una sola vez antes de que la llanta rechinara y avanzaramos por un camino de tierra.
El camino se extendía entre los árboles. Supe que estábamos a las afueras de la ciudad, y no tenía la menor idea de a dónde íbamos.
Pero no podía escapar.
Y no quería.
De momento, mi lugar seguro era con Zack.
***
Llegamos a una gasolinera y Zack me pidió que no me quitara el casco.
Llenó el tanque y seguimos por media hora más. No fuimos a la ciudad, sino a la dirección contraria.
Después, cuando ya era de noche, se detuvo en un motel.
Zack
Zack
Pasaremos la noche aquí.
Anya
Anya
Está bien.
Zack
Zack
Espera aquí.
Me quedé sola por unos minutos mientras él entraba a la recepción. Me quité el casco, sin pensar que alguien pudiera reconocerme. Ahí no había nadie más de todos modos.
Bajé de la moto y Zack volvió poco después con un juego de llaves.
Abrió la puerta de una habitación al fondo y arrugué la frente al ver que sólo había una cama.
Zack
Zack
Tranquila. Dormiré en el sillón. La cama es tuya, princesa.
Cerramos la puerta y fui a sentarme en la cama mientras él se metía al baño.
Anya
Anya
¿Crees que Cornelius nos esté buscando?
Zack
Zack
Sin duda. No va a dejar ir a su mina de oro.
Anya
Anya
¿Qué pasará si nos encuentra?
Zack
Zack
Me matará y te llevará con él. No lo sé.
Anya
Anya
Dios. ¿Tienes un plan?
Zack apareció de nuevo y se tumbó en el sillón.
Zack
Zack
No.
Anya
Anya
¿No? ¿Qué demonios fue eso?
Zack
Zack
Te salvé. Quédate con eso.
Anya
Anya
Pero no tenías que hacerlo. ¿Qué puede importarte?
Zack
Zack
Escucha, no soy un monstruo, ¿si?
Anya
Anya
Pero...
Zack
Zack
No lo soy. Hago cosas por dinero, sí, pero no he matado a nadie nunca, mucho menos permitiría que un cerdo como él te hiciera algo.
Anya
Anya
¿Cómo supiste que...?
Zack
Zack
Lo escuché muchas veces hablar sobre ti de una forma degenerada.
Anya
Anya
Tú tampoco has sido un caballero.
Zack
Zack
La diferencia es que conmigo te gustó... ¿Miento?
Me quedé en silencio.
Mi cuerpo había reaccionado a él antes. Y pasar tiempo con él a solas me hizo ver que sus palabras eran ciertas. Zack me había cuidado.
Como quiera que fuera la situación, me cuidaba.
Zack
Zack
Hay agua tibia en el baño, pero no hay ropa limpia.
Anya
Anya
Está bien.
Zack
Zack
Saldré a fumar.
Sin más, se puso de pie y se fue. Me quedé sola y decidí entrar a la ducha.
El agua caliente me quitó algo de tensión, pero mi cuerpo seguía temblando al pensar en Cornelius y lo que casi me hizo hacer.
Tuve asco.
Me envolví en la toalla y salí con la ropa hecha un nudo. No tenía ropa limpia, así que tendría que usar la misma.
Zack seguía fuera, así que me quité la toalla y me la puse en el cabello.
Estaba desnuda.
Cuando él entró...
Me giré de golpe ante el ruido de la puerta y lo vi observarme.
Sus ojos muy abiertos.
Pero en ellos no había hambre, había calidez.
Intenté quitarme la toalla y cubrirme a medias la parte delantera.
Zack
Zack
Ya lo vi todo.
Anya
Anya
¿Podrías darte la vuelta o salir?
Zack
Zack
¿Eso quieres?
Su pregunta me tomó desprevenida. Dudé. ¿Quería eso?
¿Quería que él se fuera?
¿Por qué lo estaba pensando tanto?
Anya
Anya
Sí...
Zack
Zack
De acuerdo.
Cuando se fue de nuevo, me vestí, pero mi cuerpo se sentía acariciado en silencio.
Anya
Anya
Ya puedes entrar.
Zack entró pero no dijo nada, fue directo a ducharse.
Tardó tanto, que mientras escuchaba las gotas caer, el cansancio me venció y me quedé dormida.
Soñé con el viento en mi cara y mis brazos alrededor de un torso firme y fuerte.
Era Zack.
Soñé que me besaba la frente y me decía que todo estaría bien.
Y sentí sus fríos dedos recién salidos de la ducha en mis labios.
Desperté solo para encontrarlo frente a mí, de rodillas al lado de la cama.
Anya
Anya
Zack...
Zack
Zack
Shh. Duerme. Mañana pensaremos qué hacer.
Anya
Anya
No quiero que Cornelius nos atrape.
Zack
Zack
No lo hará. No lo permitiré.
No sabía si estaba soñando o no, pero los dedos de Zack acariciando mi rostro se sentían muy reales.
Anya
Anya
Gracias por salvarme.
Zack
Zack
No fue nada.
Anya
Anya
¿Zack?
Zack
Zack
¿Sí?
Anya
Anya
La cama es más cómoda...
Zack
Zack
¿Puedo?
Anya
Anya
Sí... Me sentiré más segura así.
Zack
Zack
Está bien. Mueve ese bonito trasero.
Lo sentí palmearme el trasero suavemente y me hice a un lado. Él entró en la cama conmigo, manteniendo su distancia.
Pero fui yo quien se giró para encontrarlo.
Si estaba soñando, dejaría que todo pasara. Y si estaba despierta, qué más daba. Todo lo que quería era seguridad.
Le pasé un brazo por el torso y él acomodó mi cabeza en su hombro.
Besó mi frente y me centré en el sonido de su respiración.
Entre el sueño, lo escuché hablar.
Zack
Zack
¿Qué me está pasando?

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