Antonella tu avión ya va salir, decía Lisa.
- voy.
- ya se que odias ir a casa, pero es verano cariño y necesitamos que tú padre no se le ocurra visitarte.
- si ya lo sé, contestaba mientras trabajaba en mi computadora.
- llámame princesa
- claro.
Mi padre es Jacobo Router, es un hombre muy ocupado.
Cuando murió mi madre yo tenía 6 años su dolor fue tan grande que se refugio en su empresa, mi hermano tenia 16 por lo que se quedó con papá. Cómo soy mujer y mi papá no tiene tiempo para cuidarme me encerró en un internado. Creo que fue lo mejor la verdad es que hasta mis 18 años estuve feliz, tenía muchas amigas y las maestras eran muy amables. Cuando salí del internado mi padre me mandó a estudiar al extranjero, justo cuando termine la preparatoria tuve un evento. Termine tomando terapia creo que el me dejó en este país por qué se avergüenza de mi. Solo estaba con el en vacaciones, el me consentía pero no me interesa soy feliz con solo hablar con el.
Mi padre arreglo mi matrimonio por lo que tengo que aprender a cocinar resulta que mi futuro esposo es un hombre que tiene costumbres donde la mujer debe estar en la cocina y estar en su hogar cuidando a sus hijos. Me casare cuando cumpla 25 años. Mientras tanto me están preparando para ser una buena esposa.
Lo que no sabe mi padre es que en este tiempo estudio la carrera de marketing digital y diseño. Gane una beca es lo lindo de vivir lejos de casa, soy la dueña de mi propio tiempo .
Mi mejor amiga es Lisa ella es mayor que yo, ella ya terminó la carrera. Nos conocimos en un curso extra de la universidad. Ella lo tomó porque iba a terminar la carrera y era obligatorio yo porqué necesito tener conocimientos antes de encerrarme en un hogar para servirle a mi esposo.
Iniciamos nuestra propia empresa con un préstamo que le otorgaron a ella, yo vendí el auto que papá me regalo, el no se enteró por qué le dije que lo choque y necesitaba uno nuevo, tengo las esperanzas de huir de mi compromiso.
Mi hermano Vladimir tiene 32 aún no se ha casado, papá dice que por ser hombre tiene que disfrutar. No estoy de acuerdo. Pero así es mi padre. Acepte mi matrimonio porque la verdad es que salí con cuatro chicos pero todos me engañaron, creo que lo mejor es un matrimonio arreglado así no hay que enamorarse solo es como un trabajo.
- Hola Antonella. Decía mi hermano.
- Hola Vladimir
- Lista para tus clases de cocina
- Claro que no, las odio. Decía enojada
El se carcajeaba.
- El chef particular me odia, siempre se rie de mi.
- Si quieres le digo a papá que te mandé a la escuela de Fors. Están dando un curso de cocina rápida solo sería por dos meses.
- Me agrada
- ¿Cómo vas con la universidad?.
- Bien pronto voy a salir.
- Y el tratamiento
- El doctor me quitó unos medicamentos, ahora solo consumo uno.
- Me da gusto.
Mi hermano sabe de mis estudios él me apoyó y me cubre de papá. Lo amo, es un gran hermano. Bajamos del auto, mire mi casa, suspiré tenía tantos recuerdos desagradables pero al final era mi hogar.
- ¡Papá! lo abrace.
- Hola hermosa.
- ¿Cenaremos juntos?
- Si mi amor, solo atiendo una llamada y cenamos.
- ¿Cómo está? le preguntaba a mi hermano.
- Bien, últimamente se preocupa mucho por ti.
- Pero estoy bien .
- Eso es lo que queremos Antonella, que estés bien .
- Sé que él se preocupa por mi pero estaré bien.
Mi madre se suicidó porque tuvo un periodo de depresión, papá creo que yo herede la locura de mi madre, en mi último noviazgo me tomé unas pastillas. A papá no le agrado. Estuve en terapia y ahora tengo tratamiento. Se que estuvo mal pero mi último novio me manipulaba y me obligó a tomarlas. Dijo que si lo amaba tenía que probarlo y que tenía que tomar un frasco de pastillas, fui tan ingenua que las tomé. Cuando me hospitalizaron me llegó una foto de el con otra chica besándose con pasión. El dijo que era igual que mi madre una loca y que jamás estaría conmigo.
Yo le conté de mi madre porqué pensé que me amaba y quería que conociera todo de mi, pero me equivoqué.
- ¿Cómo estás hermosa?
- Bien papá
- Me encanta que estés en casa
- A mí también.
- Papá le dije Antonella que porqué no se inscribe a un curso en la escuela de Fors.
- ¿Para que?
- Para cocinar.
- A ok, si ella quiere.
- Prefiero eso papá que estar con la chef Yung. Me mira como si fuera tonta.
- Cariño es exigente
- Claro papá.
Mi prometido es un chico oriental. Por lo que tengo que aprender a cocinar, tienen costumbres extrañas que aún no entiendo.
Cuando cumpla 25 años estaré viviendo con su familia para aprender sus costumbres.
Hoy es mi primer día en la escuela Fors.
Es un grupo de 10 personas. Tiene buenas instalaciones, dan otros cursos como natación, fútbol, cocina que es a la que asisto, dibujo y otras .
Son pocos alumnos, pero me gusta, algunos son de mi edad y otros más jóvenes.
La chef me mandó a la bodega por un kilo de harina y aceite.
Creo que no le caí bien.
Cuando entre a la bodega era enorme y oscura.
Comencé a buscar, la harina, el aceite ya lo había encontrado.
- ¿Que haces aquí?, decía un joven molesto
- Busco harina.
- ¿Quién te dejo entrar.?
- Estaba la puerta abierta
- Los maestros son los únicos que tienen acceso a esta área.
- La chef Trina me mandó.
- ¡Toma!, me entregó harina.
- Gracias.
Cuando regrese la chef me regaño, porqué me tarde en regresar.
Le dije que me comentaron que solo pueden entrar los maestros a la bodega.
- tenías que ser rápida, niña, decía enojada.
No entendía nada.
Regrese a casa cansada.
Hablé con Lisa.
- Hola nena.
- Hola princesa.
- ¿Cómo van las cosas?
- Perfecto estamos trabajando en la cuenta de la soda.
- ¿La morada?
- Si esa
- Genial me puedes mandar por correo lo que falta.
- Claro y que tal tu clase de cocina
- Apesta creo que no le agrado a la chef.
- Que suerte tienes, pero es lógico tienes manos de princesa.
- ¡Cállate!
- Mira, aprende a dar buen sexo y el chino será feliz.
- No es chino.
- Bueno para mí todos son chinos.
- Eres de lo peor lisa.
- Te amo princess. Cuando regreses tenemos algunas juntas con dos empresas.
- Si, deberías de verlas tu
- Pero tú sabes más que yo.
- Lisa tu eres la cara de la empresa yo solo soy la aficionada que hace el trabajo sucio.
- Muy bien, te dejo, Nelly está discutiendo con el fotógrafo.
- Esta bien
- Besos princesa
Nuestra empresa es nueva, hacemos publicidad para algunos productos, apenas iniciamos tenemos pocos clientes. Espero pronto tener tantos que pueda renunciar a mi matrimonio arreglado. Mi papá me va a casar porque su empresa la va a heredar mi hermano y yo no tendré nada, pero al ser la esposa de Toshiro las empresas tendrán fuertes contratos, lo que me da una seguridad financiera a mí y la empresa de mi hermano. Acepte al principio porqué estaba pasando por terapia y no quería saber nada, ahora que estoy mejor no quiero romper mi compromiso ya que eso perjudica la posición de la empresa de mi padre, espero que el al darse cuenta que no sé cocinar me deje.
Mi empresa crecerá, y para mí divorcio tendré trabajo y no necesitaré de Toshiro.
Hoy nuevamente la chef me mandó por la mantequilla y leche.
Le dije que no podía, ella furiosa me saco del salón. Me dijo que no volviera sin el producto. Estoy tan molesta, que llegue a la oficina del director, no había nadie.
- Genial no tengo con quien poner una queja.
Camine a la bodega por las cosas, no le daré gusto a la chef y prefiero a esta, que al privado.
Las horas son pocas.
Llegue de nuevo a la bodega, no había nadie, así que entre rápido y encontré la leche me faltaba la mantequilla.
Vi una puerta grande de esos refrigeradores industriales, estaba abierta así que entre y busqué mantequilla.
La encontré y escuché que cerraban la puerta.
- ¡No por favor!, grite.
Estoy adentro golpeaba, pero mis manos eran tan frágiles y delgadas que no hacía ruido.
- Genial me voy a congelar, pensé.
Me puse a llorar con las manos en mi rostro.
- ¿Qué sucede?
Subí la mirada, era el chico de la vez pasada, pero ahora lo miraba bien era más grande que yo. Creo que tiene la edad de mi hermano.
- Cerraron la puerta.
- ¡Y tú qué haces aquí!, gritó. Tu la cerraste, eres tonta.
- ¡Disculpa idiota!, no soy tonta.
¡Estúpida escuela, voy a quejarme de todo esto!. gritaba. La chef es una idiota y tú también.
El se quedó callado.
Después abrieron la puerta.
Salí corriendo en cuanto la abrió uno de los profesores.
Escuché que a lo lejos decia el profesor, esto se puede malinterpretar si se sabe.
Cuando llegue al salón la chef me regaño de nuevo, terminamos de preparar algunos pasteles. Y me castigo por llegar tarde, me dejó lavando todas las ollas.
- Genial ahora tengo que lavar las ollas. No me importaba, lo hice para tener una calificación para este curso, aunque parezco princesa en el internado hacíamos actividades de una ama de casa.
Solo no aprendí a cocinar.
Y es por qué tuve un accidente a los 10 años al encender la estufa me queme la mano no sé cómo la flama fue mucha y alcanzó mi mano. No me sucedió nada pero quedé traumada.
- Quieres ayuda ya es tarde y van a cerrar la escuela. Decía el chico de la bodega.
Lo ignore.
El se acercó y comenzó a tallar unas ollas.
- Lamento lo de hace un rato. Pero a mí me tienen trabajando en el inventario y si algo sale mal será mi culpa.
- Claro, no hay problema. ¿También estudias aquí?
- Si soy estudiante de natación.
- Vaya, no pensé que dieran clases de natación
- si de hecho los viernes puede nadar cualquier alumno. ¿Por qué te odia la chef?, decía sonriendo.
- No tengo idea.
- ¿Quieres ir a comer?
- Tengo que regresar a mi casa.
- Disculpa es que quería hablar contigo y disculparme.
- Muy bien aceptó.
- Pediré el taxi, decía el
- No te preocupes vamos en mi auto.
- Gracias
El se subió y me llevó a un lugar, donde vendían donas y café.
Nos sentamos, el llego con donas y dos vasos de café
- Listo, te compre de chocolate.
- gracias, ¿Trabajas en la escuela?
- Si soy el ayudante de todo.
- No estás muy grande para ser el ayudante.
- No
- ¿Eres casado?
- No
- Bueno pensé que tenías hijos y tenías que mantenerlos así que aceptas un trabajo pesado y me imagino que está mal pagado.
El se reía.
- me pagan bien. Pero me gusta estar a la sombra.
Yo también estoy a la sombra de mi empresa, pensé. Claro yo soy dueña con Lisa.
- ¿Y no piensas superarte?
El se reía
- Si quiero lo mejor para la escuela.
- ¿Siempre hablas demasiado?, decía mordiendo su dona.
- Si creo que si, pero solo con la gente que me agrada.
- Yo te agrado
- Creo que si.
El se reía.
- Eres muy linda te lo habían dicho.
- Si yo me lo digo siempre.
El se reía.
- Te gustaría salir mañana a comer algo.
Pensaba en mi respuesta, el es guapo y humilde. Pero yo estoy comprometida y regresaré a mi rutina la universidad, el trabajo. Vamos deja de pensar tanto Antonella solo es salir a comer. Pensaba
- Ok pero ¿como te llamas?
- Soy Alex.
- Mucho gusto Antonella
Nos despedimos, el tomo un taxi y yo regrese a casa en mi auto.
Al día siguiente la chef ya no me mandó a la bodega y me ignoró.
Cuando salí vi una nota en mi auto.
Esta es la dirección, te veo en una hora.
Llegue al lugar era una pequeña fonda.
- Hola ¿cuál es su nombre?, me preguntaba la chica que nos recibía.
- Antonella
- pase, la estamos esperando, su mesa reservada para dos personas.
¿Mesa?, pensé, si es una fonda.
Me reía.
Me sentaron en una mesa cerca de dos ventanales se miraban unos hermosos tulipanes rojos y amarillos.
- Le ofrezco un café, llegó unos minutos antes de su cita.
- ¿Disculpa?
- Si es que nos informaron que llegaría a las 3:00 no a las 2:40.
- Es que soy puntual, dije sorprendida.
- Ok
Mire el lugar tenía un aspecto muy sencillo por lo que pensaba que era una fonda, pero esto era algo exclusivo todos los que llegaban tenían reservación.
Creo que algo bueno tenía este lugar para tener demanda.
Él llegó corriendo.
- Hola
- Hola .
- ¿Reservaste aqui?
- Si la comida es increíble y los postres lo mejor.
- Bueno, pedíamos y al probar la comida me quedé maravillada, era delicioso.
- Si la comida es muy buena.
La mesera se acercó.
- El postre de la señora, Alex.
- Si por favor.
Era un delicioso pay de queso con Zarzamora.
Claro que ya he probado algunos pero estaba delicioso.
- Esta riquísimo
- Si verdad, hace mucho que no venía a este lugar pero sabía que te gustaría.
- Gracias
- ¿Por qué estás tomando el curso?
- Por que no se cocinar.
- Claro, pero te gusta.
- No me obligan
- ¿Quién ?
- Es una larga historia.
- Me gustan las historias largas.
- Bueno mi prometido es de los hombres a los que le gustan las mujeres en casa y que cocine.
- ¿Te vas a casar?.
- Si eso creo
- ¿Eso crees?
- Cuando el se entere que no se cocinar igual cancele nuestro compromiso.
- Vaya y que hay de lo que el siente.
- No se, así son las cosas. No hay sentimientos en este matrimonio.
- No entiendo.
- No lo conozco y él tampoco me conoce. Así que solo será una unión de dos personas viviendo juntos.
- ¿Eso te agrada?
- Si claro.
- ¿Por qué?
- Porqué es mejor.
- Pensé que eras de las chicas que creen en el amor a primera vista.
Yo me reí.
- Tal vez lo fui.
- Me agradas Antonella, lástima que estés comprometida, decía sonriendo.
No se por que lo hice, pero lo bese.
Estuvo mal pero me gustó la manera en la que me mira.
- Lo siento Alex, será mejor que me retire
Me levanté rápido y me subí a mi auto.
Lo mejor era ya no saber nada de él.
Al día siguiente terminando las clases salía rápido, no quería encontrarme con el.
Cuando llegue a mi auto. Encontré otra nota.
Tu beso me encantó. Me gustaría invitarte a este lugar te va gustar.
Tenía la dirección de un cine al aire libre.
Si te animas te espero.
Llegue a casa no quería seguir, esto es peligroso, pensaba.
- Hola lisa.
- Hola princesa, ya entregué lo que me mandaste, al cliente le fascino, creo que tenemos otra cuenta.
- Genial, dije triste
¿Que pasa, te escuchas rara.?
- Conocí a un chico.
- Un chico guapo.
- Algo así.
- ¡Vamos habla!
- Ok, si es guapo me invitó a comer, le dije que me voy a casar y me dijo que le agrado, lo bese.
Creo que me vi muy urgida.
Ella se reía.
- Princesa te pasaste tú tienes que regresar a terminar la UNIVERSIDAD en unos años te vas a casar.
- Si lo sé
- Me llamaste para que te diera un consejo.
- Si
- Bueno ya hablamos de ésto antes, el amor duele y mucho. Tu te estás recuperando de una relación que casi te quita la vida. Si te enamoras volverás a sufrir, sabes que tu destino lo marcaste hace dos años atrás. Pero de eso se trata vivir, de amar y sufrir. Disfrútalo mientras dure. Total loca ya estás. Que más loca te puedes volver.
- Gracias, no necesitas recordarme que estoy loca.
- Vamos princesa sabes que la gente loca como tú y yo, son las que disfrutan más de esta vida.
- Ok, hoy me invitó al cine.
- Uy qué tierno.
- Tengo que irme
- ¡Ten mucho sexo loco!, gritaba.
- ¡Cállate!
Llegue al parque.
El me saludo con la mano.
- Hola Antonella.
- Hola Alex.
- Lista.
- Claro.
Me sentía nerviosa pero me gustó que no tocará el tema del beso.
Terminamos de ver la película.
Caminábamos a la salida.
- Es una pena que estés comprometida
- ¿Que?, dije mirándolo.
Me tomo la mano.
Me jalo hacia él y me besó.
- Disculpa pero solo quería probar de nuevo ese sabor.
- Esto esta mal Alex.
- Si lo sé
- Yo también tengo algo que decirte.
- ¿Que?
- No puedo iniciar nada.
- ¿Que no entiendo?.
- No puedo salir con alumnas, soy un trabajador de la escuela.
Yo me reía
- Ok no te preocupes. Fue un placer salir contigo Alex, pero en verdad tengo cosas más importantes que hacer.
Me di media vuelta.
Que estúpida excusa, mejor que me diga que es casado, pensaba mientras caminaba hacia mi auto.
Al día siguiente pregunté en el grupo de natación si conocían a un Alex, nadie sabía nada de el.
Llegue a la bodega y estaba cerrada.
No podía sacarlo de mi mente. Acaso fue un sueño o ya me estoy volviendo loca en verdad.
Decidí enfocarme en mis clases de cocina.
Cuando terminó la clase una chica organizaba que fuéramos a beber unas cervezas para conocernos mejor. Era un lugar cerca de la escuela, dejé estacionado mi auto en la escuela, porque íbamos caminando.
Bebí dos cervezas la verdad es que con mi medicamento no puedo beber. Pero quería sentirme normal.
Ya era tarde nos despedimos, yo caminaba mirando mis pies, el viento soplaba y tiraba las flores de los árboles. Era hermoso un camino de flores moradas.
Me gusta ver los paisajes y sus colores, me ayudan con mis diseños.
- Te vas a caer, dijo el
Lo miré parado enfrente de mi
- Si verdad.
Me acerque a mi auto y traté de abrirlo.
Creo que el alcohol me pegó un poco.
- Así vas a manejar, decía atrás de mi.
- Si dije molesta.
Entonces tomo mi mano
- te llevo. Me quitó las llaves, se subió a mi auto y lo encendió
- tu dirección .
- No se
- No me vas a decir
- No, será mejor que tome un taxi
El me jalo hacia el y me besó de nuevo.
- ¡Déjame!, grite.
- Lo siento, no puedo sacarte de mi mente.
- ¡Idiota!, bajete de mi auto. ¡dame mis llaves!.
- No
- ¡Dame mis llaves! grite.
El me abrazo.
- Toma, me las entrego.
Lo empuje y camine. El iba atras de mi.
Genial este tipo está loco, más que yo.
Así que me gire
- ¡Déjame en paz!
- Solo quiero que llegues bien
- Déjame, tú no sabes nada de mi. Esto solo es un desperdicio yo me voy a ir y esto será un recuerdo en dos meses.
- No te gustaría que fuera un lindo recuerdo, me abrazo.
- No
- ¡solo un beso!.
- Lo bese con pasión. Ahí tienes tu beso. Lo solté y me subí al taxi.
Hoy es fin de mes, ya han pasado casi 15 días, no lo he visto y nadie lo conoce, solo fue eso, un lindo recuerdo, desapareció.
- Buen día profesora, los directivos pasarán a ver las instalaciones.
Entraron muchos hombres y miraban las mesas de cocina. Entonces lo vi con un hermoso traje haciendo observaciones.
Baje la mirada, no quería mirarlo.
- Muchas gracias profesora, decía el.
- De nada director.
- ¿Director?. Cómo que director
Le pregunté a una de las chicas
- ¿por qué le dijo director al tipo ese?
- Por qué es el dueño de la escuela y el director.
- Ahora entiendo, no puede salir con alumnas, pensé
- Me engaño. Que hijo de ..
Seguí en mis clases, cuando entro el comité de natación.
- hola chicos, solo para invitarlos mañana tendremos una fiesta en las albercas, nos gustaría que fueran, es para apoyar el equipo tendremos concursos y venta de comida, bebidas. Pueden traer sus trajes de baños. Espero que nos acompañen.
- Genial, decía Susi. Antonella ¿vamos a ir?, verdad.
- Susi pero tengo cosas que hacer.
- Vamos que tal si llega tu chico misterioso. No decías que estudiaba natación .
Si supiera que lo acabo de ver vestido con un traje y resultó ser el director.
- Si está bien.
Susi es mi compañera de esta clase desde que entramos al curso me enseña y ayuda en todo. Nos llevamos bien.
Así que le conté del chico misterioso.
Estoy tan enojada como me engaño.
Me dejó que lo besara cuatro veces y se va tan tranquilo, haré que pague.
Esa noche pensé en vengarme, mintió para acercarse y después desapareció.
Hoy terminamos las clases, susi me jalo para que fuéramos a la alberca. Todas las chicas y chicos tenían su traje de baño.
- ¡Vamos!, decía Susi, si traes tu traje de baño.
- Si Susi
Es la primera vez de Susi en una alberca. La verdad es que en el internado nos dieron clases de natación y cuando estuve en rehabilitación, me pedían que hiciera una actividad física para enfocarme en otras cosas. Así que nadaba todas las mañanas.
Susi se aventó y noté que no salía del fondo, nadie se dio cuenta, porqué estaban en su rollo. Me quite la ropa rápido y me sumergi. La tomé del brazo y la saqué un chico me ayudó, la saco, salí de la alberca y comencé a darle respiración de boca a boca y a maniobrar, ella empezó a toser, saco el agua. No me di cuenta que ya todo el alumnado estaba a mi alrededor.
El maestro de natación estaba a mi lado.
- Muy bien ¿como te llamas?
- Antonella.
- Gracias Antonella, decía Susi.
- De nada.
Todos me miraban sorprendidos.
- Gracias, decía el maestro.
Una chica nos entregó una toalla.
Tape a Susi. La levanté.
- Ven y la senté en una silla.
- ¿Estás bien?, decía el maestro
Alex llego con los paramédicos.
- ¡Que diablos Víctor!, le gritaba al maestro.
- Lo siento, no pensé que hubieran chicos que no supieran nadar.
- Te dije que no quería esta reunión.
- Lo siento.
- Pero está chica Antonella la salvó, si quieren revisar a la chica pero está bien.
Él me miró. Yo me gire y lo ignoraba.
Los paramédicos la revisaban.
- ¿Estás bien Susi?, decía el paramédico.
- si gracias
Tomé mi ropa y me vestía
Mire a varios chicos que me veían como si fuera un pedazo de carne
- Susi tengo que irme, quieres que te lleve a casa.
- No Antonella mi mamá ya viene en camino. -Ok linda, ella era una chica de 18 años.
- Te veo mañana.
- Si
Camine a mi auto.
- ¡Espera!, gritó
Lo ignore.
El me tomo el brazo.
- Antonella, gracias
- Lo hice por mi amiga, no por tu estúpida escuela.
- Lo siento. Perdoname
Lo mire enojada
- Me mintió señor Alex, sabe que me hace sentir como una idiota por creer que era un conserje. ¡Déjame!, porqué pueden vernos y no te va gustar que digan que sales con una alumna.
- En unos días dejaras de ser mi alumna.
- Claro y me voy a ir. Así que déjame en paz.
Me soltó.
Subí a mi auto.
Cuando llegue a casa, mi hermano y mi papá traían trajes negros.
- ¿Qué guapos, a dónde van?
- A una fiesta
- Genial, no tomen mucho
- Tu vas a venir, decía mi hermano jalándome el brazo.
- No, sabes que odio las fiestas de los amigos de papá.
- Vamos, así serás mi pareja y las mujeres dejarán de acosarme.
Me reía
- Ok, solo porque voy a ser tu pareja.
- Muy bien.
Me puse un vestido plateado largo con un escote en la espalda.
- Lista
- ¡Te miras hermosa!, decía papá
-Gracias.
Era una gran fiesta, mi hermano me tomaba del brazo.
Las mujeres me miraban enojadas.Cómo siempre estuve lejos de casa, nadie sabía cómo era la hija de papá, era mi primera fiesta en casi 15 años.
- Vamos hijos saludemos a Guillermo.
Cuando nos acercamos al grupo de hombres, mi hermano me besaba la mejilla.
- gracias, pase el pasillo de la muerte y gracias a ti sobreviví, decía por las mujeres que estaban en dos filas.
Me reía con el.
- Hola Antonella, decía Alex.
No, que hace aquí, pensé
- ¿Es tu novia Vladimir?
El se reía.
- Es hermosa, pero es mi hermanita.
- ¿Tu hermana? decía asombrado.
- Si Antonella te presento a
- Ya lo conozco hermano. Es Alex
- Alexander Fors decía su padre.
Mi papá miró asombrado a su padre y lo saludaba con alegría.
- Leonardo Fors, decía mi padre.
- ¿Pensé que no estarían aquí?
- Tu amigo insistió.
- Hija él es uno de mis socios.
- Mucho gusto Leonardo.
- No sabía que tenías una hija tan hermosa.
- Gracias, decía yo sonriendo.
- Ella no le gusta estar en esta ciudad, le encanta estar lejos de mi.
- No es verdad papá.
Alex me miraba como tonto.
- Voy por agua, le dije a mi hermano.
Quería alejarme de ellos. El otro tonto no dejaba de mirarme.
Estaba en la barra.
- ¡Agua!, por favor.
- Si señorita.
Fui al baño, quería salir de ahí. Odio las fiestas tontas de los amigos de mi papá, no sé porqué, solo las odio. Me quedé parada y llame a Lisa.
- Hola nena
- Hola princesa
- ¿Que haces?
- Estoy en una fiesta con mi padre
- ¿Aceptaste?
- Si ya sabes que las odio.
- Y para colmo el famoso chico misterioso es Alexander Fors . El director de la escuelita de cocina y hijo de un socio de mi papá.
- No el que te robo unos besos, ¿no era el conserje?
- No
- Mira que pequeño es el mundo.
- Si quiero salir de aquí, pero mi padre se va a molestar.
- Tranquila tú puedes.
- Eso espero. Te llamo mañana
- Si necesito que revises unos proyectos
- Ok.
Guarde mi teléfono y el se me acercó.
- Está molesta conmigo.
- Si, lo ignore.
- Lo siento, me tomo de la cintura.
- ¿Que diablos te pasa?.
- Quiero pedir disculpas y tú me ignoras.
- ¡Sueltame!
- Esta bien.
- Ok disculpate.
- Lo lamento, pero es la primera vez que hago algo así, la verdad no sé porqué contigo lo hice, no tenía derecho. Pero es raro que una chica de tu edad entre a mis cursos, pero veo que tu hermano fue el que te dijo.
- Si
- Me gustaría que pudiéramos ser amigos.
- ¿Amigos?, me reía.
- Hace unos días atrás querías un lindo recuerdo.
- Bueno pensé que no volvería a verte
- Pero ahora que soy la hija del socio de tu papá, te asusta.
- Claro que no
- Yo veo que si
- Si tenemos un lindo recuerdo, tu y yo terminaremos casados.
Me carcajeaba.
- Lo siento, pero yo ya tengo prometido.
- ¿Pero si estarías dispuesta a tener un lindo recuerdo de verano?
- Si pero con el conserje, no con el director o con el hijo del socio de mi padre.
El se acercó a mi.
- La que tiene miedo eres tú. Tanto te importa tu prometido
- Si, dije sería.
- ¿Y por qué con el conserje si?
- Por qué sería solo un lindo recuerdo.
- ¡Puedo ser tu conserje!
- No lo creo.
Me jalo al baño de mujeres y lo cerró.
Me besó con pasión. Se separó.
- Solo te regreso el beso que me diste.
Se salió.
- Hijo de ...Esto es un juego tonto, pensé enojada.
Así que dejé la escuela, me di de baja.
Al día siguiente espere que todos los alumnos salieran y entre. Llegue con un vestido negro corto.Entre a su oficina.
El estaba en la computadora.
Cuando alzó la mirada solo pudo decir
- ¡Antonella!.
Me subí encima de el, lo bese con deseo, desabroche sus pantalones, tome su miembro, tenía buen tamaño, lo acaricié y lo roce en mis entrepiernas, no lo introduje solo quería darle un lindo recuerdo, podía sentir como ambos estábamos mojados. Me levanté y salí de la oficina. El se quedó asombrado. Fue la última vez que nos vimos, regresé a la universidad y a mi trabajo.
- ¿En qué piensas Ani?, decía Lisa.
- En nada
- ¿segura?
- creo que hice algo malo.
- ¿que hiciste?
- utilicé Alex y me acaricie con su miembro.
- ¡que estás loca!
- no solo quise vengarme
- ¡así casi cogiendo!
- el me engaño y yo solo quería que pagará, además el quería un lindo recuerdo de verano.
ella se carcajeaba.
- ¿ese tipo te gusta?
- no
- claro que sí, te encanta tanto que quieres coger con el.
- ya no voy a volver a verlo.
- pues si tú lo dices, pero estás jugando un juego muy fuerte, sabes que con eso le estás diciendo que te haga suya.
- si ya lo sé
- Esos meses trate de olvidarlo, trabajaba más no quería pensar en sus labios, su perfume, sus manos acariciando mi cuerpo, creo que ya lo estoy recordando, me voy a volver loca.
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