Me levanto con miedo en las noches y con el corazón pendiendo de un hilo cada que escucho su llanto. Corro a su habitación y lo veo sentado en su cama abrazando su oso favorito. En cuanto se percata de mi presencia a su lado deja de llorar y me mira con esos hermosos ojos verdes que derriten el corazón de cualquier persona.

Lo tomo entre mis brazos y lo llevo a mi habitación mientras esconde su cabecita en mi cuello. No tarda mucho en quedarse dormido y aprovecho para acostarlo de nuevo.

Hago un muro de almohadas a su alrededor para evitar que se caiga al suelo. Apago las luces y enciendo una lámpara de estrellas para que el cuarto no se vea tan tenebroso. Me acomodo junto a él que está durmiendo con una paz infinita, ya que ni se imagina los problemas que hay a su alrededor.

Admiro como boba lo lindo que se ve. Veo sus labios pequeñitos y sus cachetes regordetes los cuales dan ganas de morder. Tiene un lindo pelo rubio como el oro y sus manitas chiquitas. Sin duda vivo enamorada de él.

Mi hijo es el regalo más grande que me haya podido dar la vida. Por eso no me cabe en la cabeza que su padre lo rechazara aún sin haber nacido y para colmo son como dos gotas de agua a excepción de los ojos.

Cuando por fin logro coger el sueño, recuerdo cada cosa que me ha pasado desde que tuve a mi hijo. El cual ahora tiene casi cuatro años.

La mañana llegó y hoy tuve que traer a mi hijo conmigo a trabajar, ya que nadie lo podía cuidar. Para mi suerte Ángel es un niño bien portado y dulce, por lo que no da qué hacer.

Soy la asesora financiera de la empresa "V Exportex" y mano derecha del CEO Vladimir Vólkov. Él y su esposa han sido cómo mis padres, pero ellos desconocen mi secreto mejor guardado.

Cuando descubrí mi embarazo, pensé que me despedirían de mi puesto por ser madre soltera. Pero al contrario de lo que creí, recibí cariño, amor y apoyo de su parte.

Ellos adoran a Ángel. Lo tratan cómo si fuera su nieto y sin saberlo, son los abuelos paternos de mi bebé. Pero eso nunca lo sabrían. Cuándo su hijo Santiago Vólkov decidió desaparecer cómo un cobarde, juré que este secreto se iría a la tumba conmigo.

Y justo cuando pienso que me llevaré mi secreto a la tumba. Todo mi mundo se desmorona en un abrir y cerrar de ojos.

Cuando salgo del elevador, Ángel va corriendo con sus piernas chiquitas por los pasillos rumbo a mi oficina y yo no hago más que sonreír. Sin más lo vi tropezar con alguien y caer sobre su redondo trasero.

Corro para ver que no se hizo nada. La persona con la que choco lo ayuda a levantarse.

_ ¿Estás bien pequeño?

Pregunta él, en un segundo me sentí morir. Ángel sonríe y asiente con su cabeza. Él acaricia el pelo de mi hijo y a mí un miedo me invade todo el cuerpo. Solo atino a separar a mi hijo de su lado. Al incorporarse no puedo evitar retroceder y ocultar a Ángel detrás de mí.

_ No te quiero cerca de mi hijo, que sea la última vez que te acerques a él.

"4 años antes"

Laurent Vitale

_ ¿Qué? ¿Cómo que no vas a ir? _ Grita mi hermana _ Este es otro evento que te pierdes.

_ ¿Y qué tiene que ver? Sabes que no me gustan esos eventos dónde solo van la gente rica y los chismosos de mi trabajo.

_ Laurent tienes que salir más y disfrutar la vida. Aún eres muy joven para pasarte todo el tiempo viendo la tele cuando no trabajas.

_ ¿Pero qué tiene? A mí me gusta ver la tele.

_ Laurent, eres la asesora financiera de la empresa, no puedes dejar de ir. Aparte me dijiste que presentarían a los hijos de tu jefe como los herederos de todo.

_ ¡Ahaaaaaaa! _ Grito frustrado _ Si te digo que iré ¿Me dejas de molestar?

_ Claro que sí, aparte, ya llame a mamá para que te viniera a buscar. Le dije que no era bueno que manejaras si ibas a tomar.

_ Así que lo tenías todo planeado ¿No?

_ Así es y mejor ve a bañarte que mamá dijo que venía dentro de un rato.

Al decir esto, veo por última vez a mi hermana antes de que salga de mi cuarto con una sonrisa de oreja a oreja por haber logrado su objetivo.

Con aire de fastidio entro dispuesta a darme un baño relajante y dejar que mientras el jabón recorre mi cuerpo, todo el estrés se quite. Paso un rato bajo la ducha caliente y decido salir ya, antes de convertirme en una pasa.

Si les soy sincera, este tipo de eventos no me gustan, ya que siempre están llenos de personas que no conozco. Pero debo reconocer que esas personas dejan fuertes sumas de dinero como recaudación de fondos. Los cuales se darán a centros de apoyos que lo necesiten.

Me dirijo a mi armario en busca de algo que ponerme. Necesito algo a la altura de la ocasión. Siento un grito tras de mí y doy un respingo en mi lugar. Al darme vuelta la loca de mi mejor amiga y mi hermana están sonriendo como el gato de Alicia en el país de las maravillas.

_ ¿Tú también estás confabulada en esto?_ Pregunto a la que se supone es mi mejor amiga.

_ Pues claro, sal de tu closet. Todo lo que necesitamos está aquí _ Dice enseñándome unas bolsas.

_ ¿Eso es un vestido?_ Mi mejor amiga asiente.

_ Lo compré hace mucho, pero nunca lo estrené. La verdad no pensaba ponérmelo a estas alturas y por eso te lo traje.

_ Y yo traje mi estuche con maquillajes, esta noche serás la más bella _ Ahora hablo mi hermana.

_ No sé si deba confiar en ustedes.

_ ¡Oh vamos! Siéntate en tu tocador que vamos a empezar _ Sentencio mi mejor amiga.

¡Oh por Dios! ¿Qué será lo que me harán? Una es una loca de la moda y la otra del maquillaje ¿Qué resultados obtendré de esta locura?

(...)

Estaba alucinando, todavía no lo podía creer, me miraba en el espejo y no podía creer que era yo. Llevaba un vestido azul satín con unos espectaculares zapatos de tacón negros y un maquillaje natural, con un peinado de ensueño. Sin duda ellas habían hecho un excelente trabajo.

_ Les quedo increíble _ Digo feliz.

_ Menos mal te gusto, te ves espectacular _ Dice mi mejor amiga.

_ ¡Oh por dios hermana! Dejarás a muchos escurriendo babas en la fiesta de esta noche.

_ ¿Qué haría sin ustedes?_ Digo abrasándolas.

_ Probablemente serías una solterona aburrida toda tu vida _ Soltó mi hermana y largamos una carcajada.

En medio del abrazo sentimos como mi madre sonó la bocina del auto dando a entender que era hora de irse. Salí de la casa y mamá me sonríe mientras me alaga. Ella dice que estoy muy guapa y yo me sonrojo, le doy un beso para luego subirme en su deportivo rojo último modelo.

¿Se preguntan si somos ricos? La respuesta es no ... Mi mamá y mi papá manejan dos cadenas de restaurantes y nos va muy bien porque su comida es la mejor de toda Italia al menos para mí.

Luego de que llegáramos al hotel donde se realizaría la fiesta, me despedí de ella y le dije que regresaría en taxi así ella descansa luego de terminar de trabajar.

Laurent Vitale

Una vez dentro del salón, veo muchos rostros conocidos y otros no tanto. Noté que muchos de los invitados se me quedaron viendo, a lo que me pregunté si tenía algo mal conmigo o la ropa.

Luego de eso siento una mano en mi hombro que me hace dar un respingo en mi lugar. Al darme la vuelta, veo la sonrisa agradable de mi jefe y me tranquilizo.

_ Perdón querida, no quise asustarte _ Me dice con su notable acento ruso y tan cariñoso como siempre.

_ No se preocupe señor _ Le devuelvo la sonrisa.

_ Que bueno que viniste, quiero presentarte a mis cuatro orgullos en esta vida _ Dice feliz, extendiendo su brazo

_ Claro, con gusto _ Digo correspondiendo a su gesto.

Mientras caminamos hasta donde él estaba, veo a cuatro hombres que a mi entender deben ser sus hijos. Los observo discretamente a los cuatro mientras nos acercábamos y debo reconocer que son como dioses griegos o mejor dicho rusos. Son altos, fuertes y jodidamente sexy. Ya casi a pocos pasos de ellos, vi que había una mujer muy linda parada junto a uno de los hermanos y a la esposa de mi jefe. Por lo que deduje que bebía ser o amiga de la familia o la novia de alguno.

_ Laurent querida, que gusto verte aquí. Estás guapísima _ Dijo la señora Mayara con una gran sonrisa.

_ Gracias, usted también se ve espectacular y para mí es un gusto estar aquí con ustedes.

_ Querida ¿Cuántas veces te he dicho que me trates de tú?

_ Muchas sin duda, pero para mí es más cómodo tratarla de usted.

_ Bueno está bien, si te sientes cómoda así no se discute más el tema. Aun de esta forma no dejaremos de ser amigas ¿Hecho?

_ ¡Hecho! _ Y diciendo eso nos dimos un fuerte abrazo.

_ ¡Bueno ya mujer! _ Dijo mi jefe _ Laurent ahora quiero presentarte mis cuatro orgullos y herederos de todo lo que tengo _ Dijo con satisfacción en sus palabras _ Él es el más chico Michele, tiene 19 años y pronto cumplirá los 20.

_ Es un gusto joven Michele _Digo estrechando su mano con cortesía a lo que él respondió igual se ve que es un joven muy simpático y todo un galán.

_ El que le sigue es Darío, que ya tiene 26 años.

_ Un gusto, señorita _ Acepte su saludo y también me presenté. Pero al tocar su mano, sentí algo raro tal vez porque su apariencia seria demanda cuidado.

_ Este que vez aquí es Santiago, quien recientemente cumplió 27 y de mis hijos es el más ingrato porque para saber de él. Tengo que ir a Rusia a jalarle de las orejas.

Al decir eso no puede aguantar una pequeña risa que escapó de mis labios ante tal ocurrencia del señor Vólkov. Ambos nos saludamos estrechando nuestra mano. Y lo que no puede evitar en ese momento, fue sentir cómo una corriente eléctrica recorría mi cuerpo ante su tacto en mi mano. Y como si la piel me quemara, tuve que soltarme de él disimuladamente.

_ Y el mayor de mis hijos, él es Bruno y tiene 30 años. Esta bellísima joven que vine acompañándolo, es Inca su esposa.

_ Un placer, Laurent _ Dijeron los dos a la vez, se ven que están conectados el uno con el otro.

_ El placer es todo mío.

_ Hijos míos ella es la asesora financiera de la empresa que tengo aquí en Italia. Laurent es muy buena en lo que hace y es un lince en los negocios, por lo que también es mi mano derecha. Y lo será para uno de ustedes cuando tomen mi puesto de presidente.

Aquellas palabras de mi jefe me alentaron mucho, ya que eso quería decir que si él faltara yo seguiría conservando mi puesto que tanto me gusta. Estos cuatro hombres a simple vista se ven que son de armas tomar, y de carácter muy distinto. Por lo que debo tener mucho cuidado con ellos.