ELIZABETH

Mi nombre es Elizabeth Steel. Tengo 26 años, castaña, cabello largo, algo ondulado, de ojos claros y de estatura media; acabo de graduarme de la academia de agentes del FBI con honores. Me especialicé como perfiladora, aunque soy una persona que adora la acción. Me encantan las balas y siento mucho orgullo de lo que elegí ser.  Se preguntarán la razón? Nada de otro mundo, salvar vidas, atrapar a los malos, etc.

Es mi primer día en la oficina del FBI en Washington D.C. Mientras voy conduciendo hacia allí voy pensando en todo lo que pase hasta llegar aquí. Crecí con padres adoptivos, ya que no conocí a mis padres biológicos, según ellos, fallecieron en un incendio cuando tenía 3 años. Tengo una marca en mi mano. Una cicatriz de quemadura que me quedo de esa noche. A pesar de todo fui una niña normal, claro que de pequeña necesite de atención psicológica, puesto que tuve algunos recuerdos reprimidos. Aun así, mis recuerdos me constan desde los seis años en adelante.

Cuando termine la secundaria estaba de novio con el chico más hermoso de la escuela: Connor Wells. Todas morían por él y él moría por mí. O, al menos eso creía yo. Estuvimos juntos mucho tiempo, yo estaba perdidamente enamorada de él. Pero luego, ambos ingresamos a la academia. Hicimos planes de vida juntos, hablamos de formar una familia cuando hayamos cumplido nuestros sueños individuales y hasta pensamos en casarnos, sin embargo, él se olvidó rápido de esas promesas, ya que me engañó con cuánta mujer se interpuso en su camino, pero es historia para otro día.

Voy conduciendo mi coche y la verdad estoy ansiosa por llegar a mi nuevo empleo. Cuando llego al edificio, estaciono mi auto en el parqueadero y me dirijo hacia la puerta de entrada, me anuncio con la mujer que se encontraba detrás de un escritorio y ella me informa que me están esperando en el quinto piso para comenzar con mi entrevista.

Con una sonrisa algo nerviosa, le doy las gracias y me dirijo hasta el ascensor. De allí entraban y salían muchos hombres y mujeres con uniformes y placas. Yo estaba feliz, finalmente comenzaría a cumplir mi sueño.

Al ingresar a la oficina, una mujer de aproximadamente 45-50 años me está esperando junto a un hombre de tez morena que debe tener su misma edad.

-Buenos días. -Exclame cuando ingrese. -Mi nombre es Elizabeth Steel y vine para presentarme al trabajo.

-Buen día, Señorita Steel. La estábamos esperando. Por favor tome asiento. -Exclamo la mujer.

Me siento y la señora se acomoda en su silla.

-Mi nombre es Amanda Harris, soy la directora del FBI y el Sr. aquí presente es Cooper Walk, jefe del Servicio Secreto.

-Buen día Srta Steel. Tal como dijo la señora Harris, seré su nuevo jefe. Sin embargo, le advierto que, como bien lo dice su nombre, el trabajo que se realiza en mi área es un secreto. Según su historial se especializó en psicología forense y es perfiladora. Se graduó con honores y tenemos recomendaciones muy buenas de los directores de la academia. Al leerlo, creí que sería un desperdicio tenerla trabajando en una oficina, por lo que le ofrezco trabajar bajo mi mando.

-Estoy muy entusiasmada por entrar al Buro. Sin embargo, me gustaría que me explique más acerca de su área.

-Nuestra oficina se especializa en la localización y detención de los criminales más peligrosos y más buscados del país. Operamos de manera secreta. Solo los que trabajamos allí sabemos de su existencia y así debe permanecer. En mi opinión profesional, creo que tu eres la persona perfecta para tomar un puesto en nuestra división. Necesitamos de alguien con la capacidad de analizar y pensar como un asesino. Hágame saber si está de acuerdo.

-Claro Señor. Para mí es un honor.

-Bien. Entonces, sígame. La llevaré a nuestra división.

El hombre guio a la chica hasta la salida, se subió a su coche y ella al suyo siguiéndolo. Luego de varias cuadras llegaron a un lugar que parecía una estación abandonada. Estacionaron el auto en el parqueadero subterráneo e ingresaron al lugar.

Por dentro el edificio estaba herméticamente cerrado y rodeado de guardias de seguridad. Funcionaba con tecnología muy avanzada para controlar quien entra y quien sale de allí. Era un lugar prácticamente irrastreable. La fachada exterior lo hacia parecer una especie de estación abandonada, pero dentro, la cosa cambiaba.  Lo que más llamo la atención de Liz fue que había un calabozo con paredes de vidrio blindado que se abría únicamente desde afuera con códigos de seguridad específicos, al igual que los ascensores.

Se subieron a uno y luego de elevarse dos pisos, las puertas se abrieron, dejando a la vista una gran oficina con computadoras y pantallas y dentro oficinas más pequeñas que, Elizabeth dedujo, pertenecía a los agentes con cargos más altos. A un lado de esa sala, había otros escritorios juntos, las pantallas eran una revolución tecnológica y Elizabeth, estaba feliz y entusiasmada.

-¡Agentes!. -Exclamo Cooper. -Les presento a la nueva recluta. Elizabeth Steel. A partir de hoy estará trabajando con nosotros. Les pido que la pongan al tanto del caso que estamos trabajando para que se incorpore rápidamente.

**********

Mi jefe me presentó a mis compañeros de trabajo. Una mujer llamada Fátima Assad y un muchacho alegre, Aarón Arabi; dos agentes de descendencia árabe. Ambos aparentaban tener entre 28 y 30 años aproximadamente.

Por otro lado, estaba Alexander Hamilton, mi superior. Un hombre que debe estar en sus 30, aunque parecía más joven. Sin duda era un galán. Las demás mujeres que trabajaban en la división se babeaban por él. Aunque era bastante serio y recto. Cuando me vio me miro con una especie de frialdad. Tenía una cara neutra que no expresaba absolutamente nada. Estaba de brazos cruzados y mientras que todos mis compañeros me saludaron de manera alegre, el no se inmuto en absoluto.

-Hola a todos. -Salude.

Luego de que me dieran la bienvenida, nos pusimos a trabajar en nuestro primer caso: Los hermanos Luka e Ivar Serkin. Eran terroristas rusos, intensamente buscados desde hace tiempo por la CIA. Hace tiempo se les seguia el rastro ya que tenian una obsesion con los explosivos y los trenes. Vaya locos. Esta mañana se rastreó la información de que estarían en el país.

-Según nuestro informante, los Serkin vinieron aquí por una razón. Un objetivo. Debemos estar atentos a sus planes y atraparlos antes de que logren su cometido. -Dijo Alexander.

-¿Informante?. -pregunté.

-Pues si. Tenemos algunos informantes. Algunos de ellos son criminales pero de menor categoria. Les ofrecemos tratos de inmunidad a cambio de casos gordos. - respondió Fátima sonriendo. -Como grupo que trabaja en secreto, tenemos algo asi como un libre albedrio.

-Bien. Si ya terminaron de hablar, a trabajar. -Alexander se dio la vuelta y se dirigió a su escritorio. -Por cierto, Steel. Aarón la pondrá al tanto del caso. Necesitaremos de su experiencia como perfiladora.

-Entendido, señor.

*****

Estaba analizando los expedientes que me brindo Aarón para realizar el perfil de los criminales. Hasta ahora solo pude deducir que trabajan para una red criminal aún mayor. Como todos los criminales, tienen un objetivo pero cual? y por qué lo hacen?

-Elizabeth, dime que haz encontrado. -La voz de Hamilton me saca de mis pensamientos

-Es difícil de saberlo. Por empezar creo que trabajan para una organización más grande. También creo que hay una razón personal por la que hacen esto. Ellos no tienen ninguna conexion con las victimas de los atentados. Ademas, es de publico conocimiento que solo atacan trenes. Pero no cualquiera... En los ultimos 3 atentados, se tratan de trenes que pertenecen a la compañia Ferroviaria FVA. Pues quizá.... Eso es... Aquí dice que su madre falleció de manera no esclarecida. Y tuvo una relación con este señor... No comprendía porque su apellido me era reconocido...- Mientras le explicaba a Alex, tecleaba en mi computadora buscando lo que quería que viera. -Ahora lo entiendo. Es el dueño de la red ferroviaria.

-Bien. ya sabemos dónde será el próximo ataque... Aaron... Busca el proximo tren que saldra de la empresa FVA. Rapido.

-Aqui dice que acaba de salir uno hace unos 20 minutos y llegara a la estacion X muy pronto. -Exclamo Aaron.

-Bien... Rapido, atrapemos a estos criminales antes que vuelvan a realizar un ataque. Steel, buen trabajo.

Bajamos al garage donde por lo menos diez Suburban estaban estacionadas.

-Steel vienes conmigo. No quiero que cometas un error en tu primer día. Estaré vigilandote.

-Si señor.

-Aaron me escuchas?. -Hamilton se comunicaba con los agentes Assad y Arabi por el comunicador.

-Hamilton. Te oigo. Te guiaré hasta el lugar.

Hamilton asintió y nos dirigimos hacia la estación ferroviaria donde el próximo tren arrimara en menos de 15 minutos. Al llegar, vimos a traves de los binoculares a los hermanos Serkin escondidos y armados, esperando la llegada del próximo tren. Hamilton creyó ver un detonador en la mano de uno de ellos.

-Elizabeth, llama al equipo SWAT debemos detenerlos. Creo que hay una bomba en el tren.

Hice lo que mi jefe me ordenó. Llame a los SWAT. Mientras nosotros nos encargamos de los hermanos , ellos desactivaron la bomba haciendo que el tren llegue en buenas condiciones y sin ningún muerto o herido. El día de hoy pasó sin complicaciones. El caso fue demasiado fácil. Sin embargo, estoy segura de que no todos los días son así de tranquilos por este lugar.

ELIZABETH...

Ha pasado un mes desde que me incorporé al Servicio Secreto del FBI. Todo ha marchado bien, hemos estado tranquilos, resolviendo casos pequeños. Nada importante.

Al llegar a la oficina me encontré con mis compañeros, que tenian custodiado a un hombre en sus 50 años, esposado y sentado en la jaula de extrema seguridad.

Mi superior, Alex Hamilton se acercaba a mi.

-Steel. Este es Robert Ressler. Encabeza la lista de los criminales más buscados del FBI. Acusado de robo, lavado de dinero, tambien de venderle informacion privilegiada a la KGB, un traidor a la Patria. -Exclamo Alex.

-Lo acaban de atrapar?

-No. El es un informarte. Tiene un acuerdo de inmunidad con nosotros. Nos da información a cambio de que le demos la libertad de hacer lo que le plazca. -dijo de manera irónica.

-Hamilton. Suficiente. -Cooper interrumpió. -Steel por alguna razón desconocida, Ressler vino a nosotros para renegociar su trato de inmunidad.

-Disculpe señor, pero... Eso que tiene que ver conmigo?

-Robert Ressler aceptará seguir siendo nuestro informante siempre y cuando solamente hable contigo.

-Pero señor. Yo ni siquiera se quien es ese hombre.

Cooper me miró con sospechas.

-Luego hablaremos de eso. Por ahora necesito que hables con el. Necesitamos saber que otro criminal esta en la lista. Es urgente.

-Lista?

-El acuerdo de Ressler dice que a cambio de su inmunidad nos daría una lista de criminales reales. Las personas a las que verdaderamente debemos atrapar. Criminales capaces de cualquier cosa. Aquellos que encabezan organizaciones aun mas grandes de lo que nosotros creemos. Para el, la lista de los más buscados del FBI es solamente una imagen publicitaria.

-Bien. Lo haré. -Exclame preocupada. Tenia demasiado miedo.

Hamilton abrió la celda y me permitió entrar en ella. Tenia escalofríos de solo pensar que estaré encerrada con ese hombre en una celda herméticamente cerrada. Alexander me miraba con su tipica mirada fria.

-Hola Elizabeth, me alegra verte.

-Quien eres? Como sabes quien soy?

-Dime una cosa Elizabeth. Que sabes acerca de Ivar Volkov?

-Es un criminal sospechoso de decenas de crímenes de mujeres. Nunca se encontraron los cuerpos pero todas las pistas nos llevan a él. -Dije tembloroza.

Ressler asintió.

-Estoy seguro de que lo conoces. Sé que lo haz visto durante tu carrera no es así?

-Si. Realice mi ensayo final sobre él.

-Bien. El hecho es que he estado aportando información al FBI desde hace algún tiempo y es hora de que hablemos de este criminal. Ayudaré a encontrarlo pero a cambio quiero que me saquen de esta jaula y quiero que me dejen participar abiertamente en las reuniones.

-Eso no será posible. -Dije.

-Pues... Entonces no hay caso.

-Esta bien... Yo... Hablare con mi superior.

Di la señal para que me abran la puerta y me dirigí hacia Cooper y Hamilton quienes me veían con cierta intriga.

-Lo oyeron?

-Si.- Respondió Cooper.

-Como procedo? Este caso es importante. Lo estudié durante años. Nunca pude encontrar nada que me de un indicio sobre su paradero. El tipo sabe tapar bien su rastro.

Hamilton me observa curioso, me observaba con una ceja levantada. Queria decir algo, lo se. Pero Cooper tomo la palabra.

-Le daremos lo que quiere. Una vez resuelto el caso nos encargaremos de él.

Asenti y Cooper se dirigió a hablar con el criminal.

-Hay algo que me intriga saber Srta. Steel. -Hamilton se dirige hacia mi aún con la expresión en su rostro.

-Digame.

-Por qué motivo un criminal como Robert Ressler se interesa en usted?.

-Pues.. Créame. Yo también quisiera saberlo.

-Mjm. -Exclamó, girandose sobre sus talones y dirigiéndose a las oficinas.

-Genial... Resulta que ahora todos deben tener la misma confusion. -Pense.

Luego de hablar con mis superiores acerca de la petición de Ressler y que ellos aprobaran la petición, el hombre nos contó acerca de este delincuente: Ivar Volkov es un criminal ruso asociado a varias desapariciones de mujeres. Si bien toda la evidencia de esos casos, nos guían a el, jamás se encontraron a las mujeres desaparecidas, ni un rastro, ni cualquier cosa concreta que lo relacione. Solo son suposiciones. Según Ressler, la última desaparición fue la de una niña de 11 años hace aproximadamente 3 días. Por lo que deberemos investigar el caso.

-Arabi. Necesito que reúnas toda la información posible acerca de este tipo. Busca en cámaras, aeropuertos, hoteles, cualquier registro de visita que haya. Ordenaba el agente Hamilton. -Yo ire a hablar con los familiares de la niña desaparecida.

-Ire con usted. Me adelanté a decir.

-Assad, tu vendrás conmigo. Steel te quedarás con Arabi a investigar. No confío en ti. - Respondió de manera dura, cortandome el rostro por completo.  Ambos agentes se dirigieron hacia el ascensor dejándome con la palabra en la boca. Vi como Fatima me hacia una mirada de empatia. Supongo que no le caigo bien al jefe.

-Tranquila. No siempre es así. -Aarón interrumpió mis pensamientos.

-De quien hablas?

-El agente Hamilton.

-Oh, no te preocupes. Me alegra trabajar contigo. -Dije sonriendo.

Aarón sonrió ante mi comentario y nos dispusimos a investigar acerca de este criminal. Descubrimos que trabaja con químicos. Algunos le dicen "el limpiador" ya que solía limpiar escenas del crimen sin dejar rastro alguno. Los criminales mas importantes de la historia, solian contratar sus servicios.

También notamos que las víctimas van desde el rango de edad de 11 a 20 años. Todas rubias y de ojos verdes. Mientras realizábamos un mapa conceptual con estos datos, la puerta del ascensor se abrió dejando entrar a Hamilton y Fátima.

-Bien. Que descubrieron?.- pregunto Alexander.

Le conté todo los datos que pudimos reunir y asociar a mi superior y yo notaba que me observaba atento. Aunque yo ni siquiera lo miraba. Me sentia algo avergonzada por el momento de hace rato.

-Bien. Nosotros hablamos con los padres de la víctima. Al parecer no conocen al sospechoso y creen que su hija tampoco tenía forma de conocerlo, al parecer la niña no tenía celular y su computadora está bloqueada. Accedieron a entregarmela. Aarón, fíjate si puedes desbloquearla y entrar de alguna forma en su base de datos.

-Si señor.

-Assad, Arabi. Buen trabajo. Estaré en mi oficina redactando informes.

Quede perpleja esperando que mi superior reconozca mi trabajo. Algo que nunca llegó. No comprendo porque tiene esa actitud para conmigo. Solo se, que desde que el informante apareció en mi vida, todo dio un vuelco. Quien es este hombre? De donde me conoce?.

****************

Los días pasaban y seguíamos sin tener rastros de Ivar Volkov. Este caso me estaba absorviendo. Apenas lograba dormir por las noches. Estudie este caso por años. Me parecia muy interesante y en algun momento pense que podria resolver este estupido caso. Sin embargo, aqui sigo. Sin tener idea de quien es este hombre ni donde se encuentra. Estaba observando el mapa conceptual detenidamente pensando en lo que se me estaba escapando de las manos. No podía comprenderlo. Sabia que algo se me escapaba pero que era?.

-Bien equipo. -El agente Hamilton se dirigió a nosotros. -Debido a que no hemos podido seguir el rastro de nuestro secuestrador, el jefe Cooper decidió solicitar ayuda extra. Un agente de Chicago está llegando para unirse al caso. -Dijo Hamilton revoleando los ojos. - Haganme sentir orgulloso.

Todos asintieron y yo solo observé al agente Hamilton. Hoy lucia diferente. Tenía un pantalón de traje color negro hecho a medida, con una camisa del mismo color arremangada hasta los codos, con el ultimo boton desprendido, no traía saco ni corbata. Traia su pelo perfectamente peinado y su barba perfectamente recortada. Vaya, que bien se veia. -Pensaba, pero me obligaba a borrar ese pensamiento. Que digo? Es mi jefe.

El ruido del ascensor me sacó de mis pensamientos, por el ingreso el jefe Cooper seguido de un hombre. Cuando gire mi cabeza para observarlos no podía creer lo que mis ojos estaban viendo.

Elizabeth...

-Equipo. Les presento al agente especial Connor Wells. Estará acompañándonos hasta que cerremos el caso.

Lo observaba y no podía creer lo que estaba viendo. Alli estaba el, rubio, alto, con su cabellera algo largo. Su barba perfectamente recortada. Vestia con un traje de color negro y una camisa blanca. El hombre que tanto daño me había hecho estaba delante de mis ojos, con una sonrisa radiante. El hombre con el que habia planeado una vida. Sus ojos se cruzaron con los míos y elevo su ceja sonriendo de costado con satisfacción y Aires de superioridad. Sentí que mi pecho se oprimía dentro. La voz de Fátima, quien estaba unos centimetros detras de mi, me sacó de mis pensamientos.

-Esta como quiere el agente. -Dijo ella y yo me gire para recomponerme y responder a su pregunta.

-Amm. Creo que no es mi tipo. -Dije, algo descontrolada. Mi amiga me miro preocupada.

-Señorita Steel. Qué gusto volver a verla. Sentí su voz detrás de mí y mi piel se erizo. -  Respiré profundo y me gire para devolverle el saludo.

-Señor Wells. Que bueno que haya decidido unirse a nuestro equipo.

Mis compañeros se miraban sin entender.

-Se... conocen?. -preguntó Fátima.

-Fuimos compañeros en la universidad. -Respondió él. - Haciéndose el Don Juan. No había cambiado en absoluto. El muy desvergonzado lo decia como si solo nos hubieramos visto alguna vez, por casualidad. Maldito idiota.

-Bien. Regresen a sus tareas. Iré al aeropuerto a revisar las cámaras de seguridad. Fátima, me acompañaras, Aarón te quiero en el intercomunicador. Y tú Steel. - me miró serio por unos minutos.- pondrás al tanto al nuevo agente. -Exclamó Hamilton.

Lancé un largo suspiro de frustracion y negué con la cabeza a Aarón.

-Tranquila. Ya te lo he dicho. No siempre es un cabrón. -Dijo Aarón.

-Problemas con el jefe, Steel?.- pregunto Connor con ironía. -metiendose en nuestra conversacion.

-Es complicado. -Me limité a responder.

Lleve a Connor hasta el lugar donde teníamos el mapa conceptual que habiamos creado con Aaron en donde resumimos la informacion obtenida hasta el momento y comencé a explicarle acerca de la investigación. Seguimos buscando pruebas por un rato y luego dijo:

-Como has estado Lizzi?

-Muy bien. Ya sabes. Del trabajo a casa y de casa al trabajo.

-Jamas creí encontrarte de esta manera.

-Ya sabes. El mundo es pequeño.

Connor me dedico una media sonrisa y se quedo observandome con detenimiento.

-Me dirás porque tienes problemas con tu jefe?

-Solo es mi compañero. Y no son problemas. Es complicado ya te lo dije.

-Pues a mi me pareció ver que no te tiene ni un poco de respeto. Es más, creo que ni siquiera te toma en cuenta.

Revolee los ojos y un carraspeo nos interrumpió.

-Espero que se haya metido de lleno en el caso, agente. -La voz potente de Hamilton me hizo temblar. Que tal si había oído todo?

-Claro. La señorita Steel me explicó muy bien. No es así?. -Dijo mirandome.

-Si... Si... -Respondi.  Pero que hace? idiota! Acaso quiere meterme en problemas?.

-Steel. La espero en mi oficina en 5 minutos. -Dijo Hamilton.

-Claro. -Dije... Ay no. Estoy muerta, estoy muerta.

-Ups... Creo que tienes problemas. -Dijo Connor y yo solo negue con mi cabeza y segui a Alex.

****************

En la oficina.

Golpee la puerta de la oficina de Hamilton y ante su asentimiento ingrese en ella.

-Me necesitabas?. -pregunte.

-Si. Observe las cámaras del aeropuerto pero no encontré nada extraño. Iré nuevamente a hablar con los padres de la última víctima. Necesito que vengas conmigo. Necesito que los analices. Aprontate. Saldremos en 5 minutos.

-Claro. Te esperaré.

Salí de la oficina de Hamilton, tomé mis pertenencias y esperé a que el bajara para ir a obtener información de la desaparecida. Nos dirigiamos hacia la casa de los padres de la última víctima del limpiador: Emily Rawson.

-Y bien. De donde conoces al agente Wells?. -pregunto Alex con curiosidad. No me habia dirigido la palabra desde que salimos de la oficina.

-Estudiamos juntos desde pequeños. Luego de la secundaria ambos fuimos a la misma universidad. Cuando terminamos cada quien hizo su camino y no volvimos a encontrarnos hasta ahora.

-Era tu novio?.- preguntó.

-Como lo sabes?

-Instinto.

Largue un suspiro.

-Lo fuimos. Pero lo deje un año antes de finalizar la academia. Y tu... Me dirás por que no confías en mi?

-Me parece demasiado extraña la relación que tienes con Ressler.

-Relacion? Oh, vamos. No lo conozco y no comprendo de donde me conoce. Es algo que me tiene confundida.

-Lo averiguaras. Ya verás.

-Eso significa que empezaras a confiar en mi?

Alex solto una leve sonrisa.

-Tal vez.

Llegamos a la casa donde vivía Emily Rawson. Bajamos y nos dirigimos a golpear la puerta.

-Señores Rawson. Agentes Hamilton y Steel. FBI.

Sin embargo nadie abrió la puerta. Alex siguió golpeándola esperando a que atiendan, mientras yo me asomé por una de las ventanas y miré hacia adentro. La casa estaba vacía. Había sido desalojada.

-Alex?

-Que ocurre?

-Esta vacía.

-Maldicion. Huyeron. Sabia que había algo extraño con ellos.

-Volvamos a la base. Rastreemos cualquier cosa que nos lleve hacia ellos.

Llegamos a la base y allí estaban Aaron, Fátima y por supuesto, el idiota de Connor.

-Aaron. Necesito que busques todo rastro de viajes o salidas del país de los Rawson. Pudiste desbloquear la laptop?. -pregunto Hamilton.

-Claro lo buscaré. Y sobre el computador, la respuesta es no. Esta cifrada con un código que no he podido descifrar hasta ahora. De todos modos estoy intentándolo.

-Bien. Buen trabajo Aarón. Fatima, Connor. Que tienen?

-Seguimos buscando pruebas y conexiones.- Respondió Fatima, mientras Connor solo lo miraba con desdén.

-Algun problema Wells?.- pregunto Alex, desafiante.

-En absoluto. -Respondio este tranquilo.

Note que el ambiente entre Alex y Connor era tenso. Alex era una persona seria, con carácter de liderazgo. En cambio Connor era el matón de la escuela. Odia que le den órdenes y más si se trata de alguien de su edad. Sabia perfectamente lo que estaba pasando por su mente. Era una pelea silenciosa entre dos hombres con la testosterona en las nubes.

Hamilton lo observaba de reojo. Luego se giró en sus talones y se dirigió a su oficina.

Me quedé trabajando en el caso. Necesitaba encontrar una conexión con todo. Un lugar. Algo. Algo que nos lleve al secuestrador. Este caso me estaba afectando.

-Elizabeth?

-Si?. -Estaba tan concentrada que no sabia quien me llamaba, cuando levanto la vista vi a mi superior. - Oh, Alex.

-Que haces aquí? Es tarde.

-Eh... Yo... Perdí la noción del tiempo.. Que hora es?... Estaba concentrada en el caso.

-Y que tienes hasta ahora?. -Dijo apoyandose en mi escritorio.

-No lo sé. Solo intento buscar una conexión pero es... Difícil...

-Si, comprendo. Este caso me está volviendo loco. Oye... Vamos por pizza?

-Ahora confía en mi Sr Hamilton?

Alex sonríe de lado.

-Claro que si no quieres...

-Si iré. Déjame buscar mis cosas.

****************

Fuimos por pizza y unas cervezas y luego nos dirigimos al apartamento de Alex.

-Ven, pasa. Disculpa el desorden.

-Oh, no te preocupes. Es muy bonito.

Alex sonrió. Nos sentamos en el piso de su living con la pizza y las cervezas.

-Y dime... Que paso contigo y Connor. Por qué se separaron?

-Pues... Connor era el típico chico popular de la escuela... Ya sabes, el capitán del equipo de fútbol, todas las chicas morían por el... Ya sabes... y yo, era una simple chica. Pues... Nos enamoramos, o eso creía yo. Estuvimos juntos muchos años.. Y en la universidad simplemente me engañó con muchas mujeres. Luego me humilló. Es una larga historia. Termine dejándolo en su miseria y no lo volví a ver hasta ahora. Y tu que me cuentas?

-Es un idiota. Un completo idiota... Pues yo tuve una novia. Estuvimos juntos desde la escuela también y luego en la universidad, ella quedó embarazada y yo pensaba... Oh no, que voy a hacer?. Pero al mismo tiempo estaba feliz porque iba a ser padre pero... resultó que ese niño no era mío, era de mi mejor amigo. Y ya sabes. Nos separamos, ella se casó con él y ahora están viviendo en Europa. Tiene una vida mejor de la que hubiese tenido conmigo, eso no lo niego.

-Lamento lo que sucedió.

-Nah... Al final, me alegro de que les haya ido bien.