Hace algún tiempo Raúl y yo éramos solo amigos, los mejores amigos, yo secretamente siempre había estado enamorado de él, nos conocíamos desde la primaria, a mí me transfirieron de escuela por el trabajo de mi padre, era mi primer día, cuando unos chicos más grandes estaban tratando de robarme mi almuerzo, él llegó corriendo, sostenía un palo y comenzó a golpear a los otros chicos, pero ellos eran de sexto y nosotros apenas íbamos en segundo, así que fácilmente lo detuvieron y lo golpearon, yo como pude también me metí en la pelea, así que el resultado fue que obviamente nosotros terminamos muy malheridos, pero ellos no se fueron limpios, se llevaron unas cuantas mordidas de mi parte, además de algunos arañazos y patadas en las pantorrillas, los maestros pudieron darse cuenta del alboroto y nos fueron a salvar, a los grandulones los expulsaron por golpear a dos niños pequeños, desde ese momento nos hicimos los mejores amigos, pasamos grandes momentos siempre juntos, tuvimos muchas aventuras, tanto dentro como fuera de la escuela, al terminar la primaria entramos a la misma secundaria en donde Raúl comenzó con sus escasas relaciones, la verdad se estaba convirtiendo en un chico muy apuesto, en la prepa en donde descubrimos que yo era pésimo para los deportes y él era bueno para todo lo que hiciera, e incluso la universidad en donde ingresamos a diferentes carreras, pero seguíamos muy unidos.
Desde los 18 años comencé a vivir por mi cuenta, ya que mi padre necesitaba volver a mudarse, pero yo no quería, en primera porque ya había entrado a una universidad de prestigio y en verdad había sido algo complicado y en segunda porque no quería dejar al amor de mi vida, aunque en realidad no pretendía decirle nada, no me iba a confesar, no quería arruinar nuestra amistad, prefería estar siempre a la sombra y acompañarlo eternamente, incluso estaba decidido a verlo casarse y formar una familia, aun en ese punto estaría feliz, siempre y cuando me pudiera considerar un amigo, mi padre lo entendió así que se fue el solo, mi madre, bueno ella tenia años que no estaba con nosotros, nos abandono diciendo que mi padre no le prestaba atención y que su trabajo era más importante que ella, a mi simplemente me dijo adiós, creo que nunca me quiso, no se porque, aunque le he preguntado a mi padre, el solo dice que no es verdad, que mi madre me amaba, pero que ella pensó que yo estaría mejor con el, y que por eso me había dejado, aunque en realidad se lo agradezco, de haberme tenido que ir en ese entonces habría tenido que abandonar a Raul.
Yo, cierto, no me presente, me llamo Rodrigo, tengo ahora 35 años, mido 1,70, complexión media, cabello castaño claro, algo rizado, unos ojos grandes y verdes, soy amable, cariñoso, algo temperamental y enojón, sin embargo, siempre cedo muy rápido y más ante una sola persona.
Pero me estoy adelantando, les contare mi historia, comenzando desde los 18 que comencé a vivir solo.
Cuando me quede solo, me quede en la casa en la que habíamos estado mi padre y yo desde que era un niño, ya que el la había comprado pensando que ya no tendríamos que mudarnos nuevamente, era grande para una sola persona, pero yo ya estaba acostumbrado a ella y a estar solo también, ya que el trabajo de mi padre a veces le demandaba dedicarle mucho tiempo.
Una semana después de conocernos Raul y yo nos dimos cuenta de que éramos vecinos, así que desde pequeños siempre estábamos uno en casa del otro, sus padres me conocían muy bien y me consideraban un buen chico, y mi padre se acostumbró a la presencia de Raul, le agradaba mucho, decía que era buena compañía para mí, hasta el momento no ha cambiado eso, incluso ahora que estoy haciendo la limpieza de la casa el esta sentado en la sala frente al televisor.
Rodrigo.- En lugar de estar ahí sentadote deberías de ayudarme ya que estas aquí de intruso.
Raul.- Hieres mis sentimientos, no estoy de intruso, vengo a hacerte compañía para que no te deprimas por la ausencia de tu padre.
Rodrigo.- Si, claro, seguramente quieres ver un partido y tu hermana no te dejo y solo vienes aquí porque sabes que yo casi no la utilizo.
Raul.- Bueno me descubriste, me dejas.
Rodrigo.- No tienes remedio, esta bien, ve la tele, pero te toca preparar la cena.
Raul.- Trato hecho.
Nuestra relación era fácil, parecíamos hermanos, pero yo estrujaba mi corazón para que no se diera cuenta de mis sentimientos, semana a semana lo veía con alguien diferente, ya sea un chico o una chica, si, mi amigo es Bi, y se que sus gustos en chicos son muy diferentes a como yo soy, siempre lo he visto con chicos algo afeminados, pequeños, de cara linda, rasgos delicados y buenos gustos, aunque yo no estoy tan mal, soy alto 1,70, no soy muy musculoso pero tengo los brazos y la espalda algo marcados, y el abdomen con lo que normalmente dicen el Six pack, siempre me ha gustado verme bien, aunque soy pésimo en deportes me gusta trabajar mi cuerpo en el Gym, se podría decir que soy atractivo, muchas chicas lo dicen y claro soy Gay.
Esa última parte nadie la sabe, solo mi papá que me acepto gustoso, sin reprocharme nada, sin insultos ni degradaciones como algunos chicos sufren, que como lo descubrió bueno, fue algo vergonzoso, me encontró haciéndome “un trabajo manual”, mientras veía la foto de Raul en mi lap y susurraba su nombre, el entro a mi habitación porque quería saber si me apetecía salir a cenar, pero al ver la escena simplemente salió nuevamente, claro no puede haber un momento peor para que te encuentre tu padre, cuando Sali rumbo a la sala en donde se encontraba el,
estaba esperando de todo menos lo que me dijo.
Santiago.- Raul y tu son novios.
Rodrigo.- No papá
Santiago.- Pero a ti te gusta
Esa no era una pregunta
Rodrigo.- Si, papá, soy Gay, lo siento.
Santiago.- Porque lo sientes, eres mi hijo y siempre te voy a querer, no importa que, solo, me sorprendió un poco, ya que eres un chico tan tranquilo que nunca pensé encontrarte en tal circunstancia, aunque ya se que eres joven y tienes tus necesidades.
Rodrigo.- Papá, por favor no digas eso(Rojo como tomate)
Santiago.- Jajajajajajaja, y vas a decirle que te gusta.
Rodrigo.- No quiero arruinar nuestra amistad, los gustos de el con los chicos son como15 o 20 cm
mas bajos que yo y mas delicaditos.
Santiago.- Bueno hijo, cualquier cosa que decidas yo estaré apoyándote. Te quiero hijo.
En realidad nunca he salido con nadie tampoco, solo se que soy Gay porque me gusta mejor mi amigo y no me atraen las chicas para nada, esto lo he sabido desde que tenia 14 y desde entonces lo he podido ocultar muy bien, pero creo que es hora de aceptarlo y mostrarlo sin ninguna vergüenza, lo
único que me afectaría verdaderamente es que mi familia no lo entendiera, pero ese no es el caso, así que no le encuentro motivo alguno para seguir en las sombras.
Que porque ahora, bueno hay un chico lindo que me anda rondando, acaba de ser transferido a la escuela y su carrera es de la misma área que la mía, así que varias de las clases las tenemos juntos y es la primera vez que encuentro atractivo a alguien que no sea Raul.
Sergei.- Hola pequeño
Rodrigo.- jajaja solo tu me llamarías pequeño, mido 1.70, y que tu seas una jirafa no es mi culpa.
Sergei.- hey solo mido 1.95, no soy una jirafa, pero tu si eres pequeño.
Rodrigo.- Jajaja, ok ok, me rindo contigo grandulón.
Sergei.- Vamos por un café después de la clase, me estoy durmiendo y la siguiente que nos toca es de dos horas, no creo soportarlo.
Rodrigo.- Vale.
Sergei es un chico Ruso, creo que su nombre lo delata un poco, tiene 19 años, mide 1,95, es muy
musculoso, piel blanca casi como la leche, rubio de ojos azules, un azul tan profundo como el mar, me podría perder en esa mirada, tiene apenas dos días en la escuela, no le habla a nadie, pero inexplicablemente al momento de verme en el salón me sonrió y se sentó a mi lado, tiene un acento hermoso, y una voz tan grave que hace que me moje cada que lo escucho hablar.
Al terminar la clase, como lo habíamos dicho nos dirigimos a la cafetería, no estaba tan llena ya
que casi todos los alumnos continuaban en clase, nuestro profesor nos dejo salir 5 min antes y con
eso fue suficiente para poder ir por el café de Sergei rápidamente y yo también aproveche para
comparar uno.
Mientras estábamos en la cafetería esperando el café Sergei estaba parado detrás de mi y coloco su cabeza sobre la mía, era una escena algo cómica de ver, el me cubría por completo con su cuerpo, ni siquiera Raul logra eso, ya que el mide 1,80 y tiene casi la misma complexión que yo, solo un poco mas marcados los músculos, pero no tanto como Sergei, al salir de ahí, el iba rodeando mis hombros con su brazo, aunque en realidad parecía que me usaba de bastón.
Rodrigo.- si te recargas un poco mas me dejaras enterrado en el suelo.
Sergei.- Jajajajaja, no eres tan debilucho como para que eso pase, creo incluso me podrías dar algo de pelea.
Rodrigo.- Lo dudo, no se hacerlo.
Sergei.- Yo te podría enseñar muchas cosas pequeño.
Creo que la plática está tomando otro camino ya que la voz de Sergei bajo un poco el tono y se volvió mas sensual aun, si es que eso es posible, y en automático mis mejillas se tornaron de un rojo muy vergonzoso, así que solo baje cabeza y evite el contacto visual
Unos segundos después sentí como me jalaban de un brazo, no sabia que había pasado, pero no
era nada bueno.
Raul.- Oye, tu, porque estas intimidando a mi amigo, el que seas enorme no te da el derecho de hacer algo así.
Raul había malinterpretado mi reacción hacia Sergei, pensó que me estaba intimidando ya que
justo la posición en la que nos encontrábamos lo da a entender, Sergei con su enrome brazo alrededor de mis hombros, inclinándose sobre mi para hablarme muy de cerca, y yo a su lado sintiéndome mas pequeño y con la cabeza agachada.
Sergei ante la reacción de Raul solo enderezo su cuerpo cuan largo era, se veía algo intimidante es
cierto, pero entonces soltó una carcajada.
Sergei.- Seria incapaz de intimidar a mi pequeño. (y con su enorme mano sacude mi cabello)
Raul.- Tu pequeño, a que te refieres.
Sergei no aclaro nada, solo me guiño un ojo, se dio la vuelta y comenzó a caminar, no sin antes decirme que nos veíamos en la clase, yo me tuve que quedar con Raul para explicarle la situación.
Rodrigo.- Creo que malinterpretaste a Sergei.
Raul.- Huy que nombresito, pero a ver dime que paso.
Rodrigo.- A mi me gusta su nombre(susurrando con las mejillas algo rojas)
Raul.-He
Rodrigo.- Nada, nada, Sergei acaba de entrar a la escuela apenas el día de ayer.
Raul.- Si lo escuche, hay muchos rumores sobre un Ruso enorme.
Rodrigo.- jajaja si, es el, y bueno entro a mi clase y nos hicimos amigos, justo ahora que nos encontraste acabábamos de ir por un café y ahora íbamos al salón.
Raul.- Pero porque dice que eres su pequeño.
Rodrigo.- Bueno porque el es enorme a comparación mía.
Raul.- Pero dijo MI
Rodrigo.- Sera porque el es el único que me podría llamar pequeño, entre todos los compañeros ninguno sobresale tanto, ni es mucho mas alto que yo.
Raul.- No me agrada.
Rodrigo.- Calma, es una buena persona.
Raul.- Siento que te esta coqueteando.
Rodrigo.-Bueno, no le encuentro problema a eso,
Raul quedo con los ojos abiertos a todo su potencial
Rodrigo.- Oye, me tengo que ir, mi clase esta por comenzar y el salón esta lejos, bye
Soy un cobarde, solté esas palabras sin pensarlo y después hui del lugar dejando a Raul muy desconcertado y con cara de que no se la podía creer, pero sabía que me esperaba una charla con
el, no lo podía evitar por siempre y mas porque casi vive en mi casa, solo le falta dormir ahí.
Cuando llegue al salón el ya se encontraba en su lugar y yo me senté a su lado.
Sergei.- Espero que no te haya metido en problemas con tu novio.
Rodrigo.- Raul no es mi novio, solo es un amigo algo sobreprotector.
Sergei.- Entonces estas solterito y disponible
Rodrigo.- S-si.
Sergei.- Que suerte tengo.
Que acababa de pasar, en definitiva, si está coqueteando conmigo, pero ya no pudimos continuar con la platica porque el maestro entro al salón y comenzó con su aburrida clase en la que tuvimos que hacer equipos y no me toco junto con Sergei, el pobre se veía extremadamente incomodo con sus compañeras de equipo, al parecer no le agradaban y ellas intentaban por todos los medios
acercarse a el, aunque tenia el semblante serio aun así se veía sumamente guapo.
Alan.- Oye, Rodrigo, como es que lograste que Sergei te hablara, contigo siempre muestra una sonrisa y con las chicas míralo, se ve demasiado intimidante.
Rodrigo.- No lo se, el se acerco a mi.
Sam.- Deberías intentar ayudarlo a socializar.
Rodrigo.- Claro, lo intentare.
La clase termino, después de un rato Sergei por fin se relajo un poco y mostro una sonrisa ladeada, pero eso solo después de que le mande un msj diciéndole que quitara la cara de estatua que traía y que las chicas no se lo iban a comer vivo, casi suelta una carcajada a media clase cuando lo leyó,
y yo casi escupo el café que estaba tomando cuando recibí su respuesta.
****Sergei.- Pero yo a tí si te podría comer.
En automático mi cara se puso de un rojo intenso, este Ruso si que sabia como subirme los colores
a la cara, de ahí que el resto de la clase mostrara su sonrisa ladeada, las chicas quedaron embelesadas con el después de eso.
Al terminar la clase yo aun continuaba algo avergonzado por el mensaje por lo que intente
escaparme sin mucho éxito.
Sergei.- A donde vas con tanta prisa pequeño.
Sergei me había alcanzado y nuevamente coloco su brazo sobre mis hombros
Rodrigo.- a- al baño.
Sergei.- pensé que huías de mi.
Rodrigo.- Porque habría de hacerlo.
Sergei.- Porque estas rojo como un tomatito maduro y ese color te queda de maravilla (susurrando en mi oído) me encantaría ver que otras partes de ti se pueden poner de ese hermoso
color.
Sus palabras, su voz y su aliento sobre mi oído fueron el detonante perfecto para que comenzara a
sentir mis piernas como gelatina.
Rodrigo.- Deja de jugar.
Sergei.- No estoy jugando, hablo en serio pequeño.
De pronto me quede quieto, no sabia que hacer, o como reaccionar, en verdad era la primera vez que un chico coqueteaba conmigo y era tan directo sobre lo que me decía, solo me quede callado escuchando sus palabras repetirse una y otra vez en mi cabeza.
Sergei.- Te molesta que te diga estas cosas
Rorigo.- Quieres que sea completamente sincero contigo.
Sergei.- Si
Rodrigo.-No, no me molesta(Con una sonrisa tímida y completamente rojo), solo que es la primera
vez que un chico coquetea conmigo.
Sergei.- Como puede ser eso posible, si eres bellísimo, desde que vi tus ojos me hipnotizaron.
Rodrigo.- Bueno pues, no lo sé, solo las chicas se acercan a mi, tal vez a los chicos no les parezco
atractivo porque no soy pequeño y delicado.
Sergei.- Pues a mi si me pareces muy atractivo.
Rodrigo.- Gracias, supongo, aunque tu también eres muy atractivo.
Sergei.- Me alegra que te guste, eso me da a entender que podría tener una posibilidad
Rodrigo.- ¿Posibilidad?
Sergei.- si, para conquistar tu corazoncito.
Si que es directo este Ruso, pero me gusta.
Rodrigo.- O-ok.
Ya era hora de la salida y tenia que ir a mi casa, Sergei me acompaño al estacionamiento en donde
me subí a mi moto, el por su parte se fue a su auto, no sin antes claro soltar otro de sus comentarios que me hacen sonrojar.
Sergei.- Uff, veo que te encanta tener un monstruo entre las piernas, entonces vamos por buen
camino.
Como ya tenia puesto mi casco no vio que me puse mas rojo que nunca, no le conteste nada solo
levante mi mano en señal de adiós y conduje a la salida.
Una vez en casa pude relajarme un poco, en verdad que me estaba volviendo algo loco, hoy todo el día prácticamente me la pase sonrojándome cada 5 minutos y todo por el, me fui al baño, y me di una ducha rápido, necesitaba relajarme, y el sentir el agua caliente correr por mi cuerpo era lo mejor para lograrlo.
Al salir del baño solo me quede en boxer, al fin estaba solo en mi casa, me dirigí a la cocina estaba a punto de terminar de hacer mi comida cuando sonó el timbre, ya sabía quién era así que solo grite pasa, y tal y como lo pensé entro Raul por la puerta.
Raul.- Hola.
Rodrigo.- Que tal tu día, te vez algo estresado y molesto.
Raul.- El día fue algo estresante.
Rodrigo.- Sientate, quieres agua.
Raul.- Claro.
Rodrigo.- vas a comer conmigo hoy.
Raul.- Mmm sip
Me sentía completamente como un ama de casa diciéndole a su marido que se sentara a descansar mientras esperaba que la comida estuviera lista para que comieran juntos.
Yo seguía hablando desde la cocina y el estaba en la sala, cuando salí para darle el agua se quedó
un poco sorprendido de verme en ropa interior, cuando éramos mas chicos ya nos habíamos visto incluso desnudos, pero desde hace un par de años que ya no lo hacíamos, el normalmente andaba sin playera incluso en mi casa, pero era muy raro que yo lo hiciera, pero no le preste mayor importancia y solo volví a la cocina para servir la comida que ya estaba lista, una vez que los platos estuvieron en la mesa tome mi playera que descansaba sobre el respaldo del sofá y me la coloque, podría andar desnudo por la casa, pero para comer es un asunto diferente, hay que ser educados.
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