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Un Baile Más. (Pasiones Peligrosas - #1)

Episodio 1.

..._______________❤_______________...

Rubí:

Mi vida siempre ha sido una completa mierda, pero se volvió peor cuando perdí a lo único que me quedaba, mis padres. Trabajé desde mis 15 años en un bar, haciendo lo que más me gusta, bailar la danza árabe; aunque no tengo el cuerpo de una modelo curvilínea, hago todo lo que puedo por ser mejor. Antes de la muerte de mis padres, tenía un cuerpo estupendo, era una de las chicas más deseadas de México aún con mi corta edad, pero, la depresión me ganó, y poco a poco fui perdiendo mi escultural cuerpo de Barbie, terminando con unos kilos de más. Ya he recibido suficientes críticas en esta vida por mí cuerpo, que ya lo he tomado como parte de ella. No terminé la escuela, y tampoco estudié en una universidad, por lo que no he seguido ninguna carrera, pero mi sueño siempre ha sido ser una bailarina. No ando en busca del amor ya que eso no me interesa, los hombres prefieren a las mujeres con un cuerpo de diosa, pero yo no lo tengo, y no pienso cambiar, ya que, me siento bien por como soy; solo espero que algún día, un hombre se fije en mí, sin criticar mi apariencia.

Como todos los días, me encontraba en el bar con una escoba en la mano y barriendo, junto con mis otras compañeras, antes de que comiencen a venir los clientes.

-- Buenos días chicas!-- nos saluda nuestra jefa con una sonrisa de lado a lado, pero se le borra cuando me ve; aunque a ella le debo la comida que me llevo a la boca, no la soporto, solo pasa criticandome el cuerpo, y el único motivo por el que me sigue dando trabajo, es porque todos los hombres quedan encantados con mis grandes pechos-- Rubí, necesito hablar contigo, podrías esperarme en mi oficina.

Asenti lentamente, dejando la escoba a un lado y caminando en dirección a la oficina. El tono en el que habló mi jefa, me dejó algo intrigada, supongo que me va a decir algo importante, solo espero que no sea algo que toque mi trabajo.

Al entrar a la oficina, se sentó al frente de mí y me miró de pies a cabeza.

-- Mira Rubí, te seré directa ya que no me gusta mucho bla bla. Lamentablemente tu ya no puedes trabajar más aquí-- abrí los ojos como platos. Y antes de que pudiera decir algo continuó hablando-- Contigo no gano nada de dinero.

-- Pero señora, hago todo lo que puedo...

-- Mira, tu sabes que nunca me ha gustado que descuides tu cuerpo. Mira cómo lo tienes, estás gorda-- agache mi cabeza-- haces bien tu baile, pero a mis clientes no les gusta tu cuerpo. Lo único bueno que tienes es que tienes una cara bonita y unos pechos...

-- Yo no vine a trabajar aquí para prostituirme. Mire señora, solo un día más. Permítame trabajar un día más aquí. Por última vez. Si no le gustan a los demás mi baile, me iré de aquí. Por favor, solo por hoy.

Se levantó y la seguí con la mirada.

-- No creo que hoy hagas magia, pero está bien. Pero eso sí, pierdes tu tiempo. Ahora ve a arreglarte, los clientes ya están llegando.

Me desapareci de su presencia, y empecé a arreglarme. La verdad yo tampoco creo que hoy tenga suerte, digo, soy una gorda, y a ningún hombre le gusta ver a una gorda bailando, o sí?

-- Rubí, tu turno-- me avisó una de mis compañeras mientras me maquillaba un poco.

Logan:

La verdad nunca me han gustado los bares, ya que para tomar algo de cerveza, tequila, whisky, o lo que sea, lo puedo hacer en mi casa, pero mi hermano quería que lo acompañara, y no pude negarme ante su insistencia.

Pedí dos vasos de whisky, y me senté junto con mi hermano.

Dicen que en este bar, hay chicas hermosas que saben bailar, pero, la verdad ninguna mujer en esta vida me ha satisfecho en lo que es el baile, todas piensan en mostrar solo su cuerpo.

Empezó a sonar una música, y una chica salió de repente.

-- No lo puedo creer-- susurró Mark, mi hermano-- es enserio? como una gorda va a bailar? esperaba algo mejor, no sé, una chica con unas nalgotas, aunque no puedo negar que esa mujer tiene lo suyo. Tu que opinas, Logan?

La chica empezó a mover sus caderas lentamente, mientras movía sus brazos al ritmo de las caderas. Lo estaba haciendo tan delicadamente, pero al mismo tiempo sensual. No tenía un cuerpo como otras, pero lo hacía muy bien, que diga, excelente. Su rostro hermoso, su piel blanca, su cabello pelirrojo, sus ojos grises verdosos, y su baile...me estaban encantando. En mi vida eh conocido a muchas, pero ninguna me ha impactado tanto como aquella chica pelirroja. Me pregunto, que tiene aquella chica que me está incitando a tenerla para mí. Mujeres con sobrepeso no son mi tipo, pero ahora estoy empezando a dudarlo. Sus grandes curvas, su grandioso baile árabe estaban haciéndome perder la cabeza, y que ni se diga de mi amiguito de abajo, ya estaba como una piedra.

-- Esperaba algo mejor. Quería ver a una chica casi desnuda bailando al frente de mí-- continuó hablando Mark-- me decepcionaron. Logan, que opinas si vamos a...

-- Cállate! si no fueras mi hermano te hubiese llenado la boca de plomo, cállate por favor-- sonreí de lado mientras veía a aquella joven.

Rubí:

Mientras bailaba, mi mirada se fijó justo en uno de los hombres que estaban viendo mi baile. Un hombre que sólo con verlo me hacía temblar, guapo, alto, pero en su mirada solo veía una persona fría, pero en la expresión de su cara, veía a un hombre deseoso. Al culminar mi espectáculo todos aplaudieron, pero no podía apartar mi mirada de aquel serio hombre guapo, pero que tiene él que me ha hecho estremecer? es como todos los demás, vienen aquí solo para ver a una mujer bailar.

Logan:

-- Perfecta-- susurre cuando la pelirroja terminó de bailar.

-- Te gustó?

-- Me encantó-- arreglé mi traje-- te tengo un trabajo, Mark. Investiga quien es aquella chica. Quiero saber todo de ella, su nombre, su edad, su familia, hasta lo último que comió, todo.

-- Bien...? qué quieres hacer con ella?

-- Lo mismo que hago con las prostitutas con las que ando. La quiero en mi habitación, que me baile, y después tenerla en mi cama-- sonreí de lado.

-- Está bien. En este momento iré a buscar la información-- se alejó de mí.

-- Me dejaste impresionado, belleza. Y a mi amiguito también. No sé que tienes, pero me excitaste. Y obviamente no me quedaré como sin nada. Serás mía.

Episodio 2.

Rubí:

Aquel baile de hace un momento me dejó exhausta.

Al entrar al camerino que comparto con mis compañeras, me senté y tomé un poco de agua.

-- Hoy lo hiciste mejor-- sonrió mi jefa.

-- Entonces me quedo?-- negó con la cabeza.

-- No. Osea niña, por qué no eres como tus compañeras? con ellas si gano dinero, mucho dinero, ellas no se ponen tanta ropa a la hora de bailar, y tu te vistes como una monja. Por Dios, yo no puedo seguir dándote trabajo. Ya que no gano dinero, más bien lo pierdo al darte de comer y que vestir. Te doy hasta mañana para que vayas recogiendo tus cosas.

-- Usted no me puede estar haciendo esto-- susurre.

-- Lo siento querida, pero...así son las cosas aquí, si no sirves...te vas-- sonrió y salió guiñandome el ojo.

-- Y ahora qué hago?

Logan:

-- Así que Rubí del Castillo, huérfana, tiene 18 años de edad, su cumpleaños es en dos meses, vive aquí y no tiene novio-- sonreí al leer la información que le había encargado a mi hermano-- Rubí; eres toda una joyita. Dónde está la dueña del lugar? porque supongo que ella es la que cuida de Rubí, no?

-- Sí, así es.

-- Quiero hablar con ella acerca de la joyita de Rubí-- mi hermano asintió con la cabeza y se alejó de mí-- ay joyita, no entiendo porqué me interesas demasiado.

Minutos después mi hermano se me acercó con una señora, la dueña del bar; le hice una seña para que se vaya y al hacerlo me quedé a solas con aquella mujer.

-- Buenas tardes señor, en qué le puedo servir?

-- Seré rápido ya que no tengo suficiente tiempo, me interesa una de sus bailarinas y quisiera comprarsela.

-- Qué...? Mis chicas no están en venta...-- saqué mil dólares--...como le dije, mis chicas no están en venta-- rodé los ojos y le enseñé 10 mil dólares-- bien, pensándolo bien, podría hacer una excepción. Todas son huérfanas, y no tienen dinero, por lo que sé que aceptarán irse con usted. A cuál quiere?

-- A Rubí-- respondí rápidamente y ella se quedó impactada.

-- A...Rubí? señor creo que se está equivocando de mujer...

-- Quiero a Rubí. A aquella chica gordita pelirroja. Acepta o no hacer tratos conmigo?

-- Sí..sí claro.

-- Bien-- sonreí-- pues en este momento me la llevo?

-- Ahora? señor, tengo que serle sincera, Rubí es una chica algo difícil de comprender, y creo que no aceptará irse con usted-- suspire.

-- Entonces yo encontraré la manera de llevarmela, pero si eso sucede no habrán 10 mil dólares-- iba a levantarme pero me agarró del brazo.

-- Está bien. Hablaré con ella, por favor espereme aquí-- se levantó y asenti lentamente mientras esbozaba una sonrisa.

Rubí:

Aún no puedo creer que me vaya a quedar en la calle, por más de 3 años eh trabajado en este bar, y lo único que sé es bailar, por los cielos, soy una inútil.

-- Rubí! querida!-- entró de nuevo mi jefa al camerino.

-- No se preocupe señora, estoy preparando mi maleta...

-- Rubí, te tengo una buena noticia.

-- Me podré quedar?

-- No, pero es algo mejor. Ya no tendrás que trabajar, o eso creo-- la miré confundida-- hablé con un amigo, él te recibirá en su casa. Así como lo oyes querida, ya no tendrás más una vida de pobre, ahora vivirás en una gran mansión.

-- Pero cómo...?

-- No hagas más preguntas y continúa guardando tus cosas-- acarició mi cabeza-- eres muy afortunada.

-- Gracias por hablar con su amigo y...

-- No tienes de qué, lo hice con mucho cariño, aunque nunca te lo haya demostrado siempre te quice como una hija. Bueno, te dejo, no quiero que tardes. Mi amigo te está esperando abajo-- sonrió y salió del camerino.

-- Bien...?

Nunca esperaba esas palabras de ella, la verdad siempre pensé que le caía mal, pero veo que las apariencias engañan. Con una sonrisa empecé a guardar mi ropa en la maleta. Ya estaba lista, y solo faltaba salir del camerino e ir con aquel misterioso amigo de mi ex jefa. Di un suspiro y salí de aquella habitación.

-- Rubí, que bueno que ya estás lista-- me ayudó la señora a bajar de las escaleras-- mira, te quiero presentar a mi amigo-- señaló atrás de mí y volteé-- él es Logan Smith, el hombre que te sacará de la pobreza.

Era el mismo hombre que no dejaba de mirarme mientras bailaba, el mismo hombre que tenía una mirada tan fría, aquel hombre me ayudará?

-- Buenas tardes, Rubí-- besó mi mano-- espero y nos llevemos muy bien.

Sonreí dudosa, algo estaba mal.

-- Yo también espero lo mismo, señor-- hablé.

-- No me digas señor, dime Logan, no tengo 30 años, tengo 25. Rubí; a partir de hoy tu vivirás conmigo. Te llevaré a mi mansión. Me caíste muy bien desde que te vi. La señora aquí presente me dijo que estabas pasando por un momento muy difícil y que no tenías dónde ir. Por lo que yo te recibiré en mi casa con mucho gusto. Te prometo que tu y yo nos llevaremos muy, pero muy bien-- sonrió.

-- Muchas Gracias-- agache mi cabeza.

Nunca pensé que en este día me sucediera esto, nunca pensé que un hombre de buen corazón me quisiera ayudar sin nada a cambio, o sí?

-- No es necesario que lleves tu ropa, te compraré mucha ropa-- me guiño el ojo.

-- No hace falta, no quiero que se moleste...

-- Me molestare sino aceptas las cosas que te ofrezco.

-- Gracias.

-- No me agradezcas, aún. Vamos, mi carro nos está esperando afuera. Te doy dos minutos para que te despida de la señora-- salió del lugar y me acerqué a mi ex jefa.

-- Señora, este hombre no me da confianza.

-- ¿Por qué? el es tan bueno.

-- Siento que quiere algo de mí.

-- Querida, déjate de tonterías, cualquier mujer quisiera estar en tu lugar, un hombre está dispuesto a ayudarte sin a cambio de nada. Ahora ve, y sonríe-- sonreí y le di un beso en la mejilla.

-- Gracias por todo señora.

-- De nada querida. Buena suerte-- asenti con la cabeza y salí de aquel lugar.

Miré fijamente a Logan el cual estaba en el carro esperándome, estaba dudando en entrar, él no me daba confianza, tal vez quiera aprovecharse de mí...Ay no Rubí, deja de pensar tonterías!

Me subí al auto con una sonrisa y nos fuimos alejando de aquel bar. Nunca había salido del bar, ahora me siento como libre, y estoy feliz. Observé el paisaje, y todo era hermoso.

No dije ni una palabra en todo el camino. El carro se detuvo después de varios largos minutos, y quedamos al frente de una hacienda. Me abrieron la puerta del carro, y agradeciendo me bajé de él.

-- Bien Rubí, esta será tu nuevo hogar.

-- Usted es dueño de esta inmensa hacienda? digo, ha de ser un hombre millonario-- sonreí aún sin salir de la impresión.

-- Más de lo que crees.

-- Es un empresario?-- rió y lo miré confundida.

-- Digamos que soy mitad empresario, y mitad hombre del bajo mundo-- no lo entendí pero no quería seguir haciéndole más preguntas.

Entramos a la hacienda, y note que todo lo que había en ella era brillante y sobre todo, muy valioso.

-- Cuéntame de ti, Rubí.

-- La verdad no tengo mucho que contar señor. Soy una chica ordinaria. Sin padres. Sin ninguna carrera por estudiar. Le podría hacer una pregunta?-- pregunté mientras subíamos las escaleras.

-- Dime-- sonrió.

-- Cuál es la verdadera razón por la que me está ayudando?-- se detuvo a mirarme con una sonrisa, y abrió la puerta de la habitación que estaba adelante de nosotros-- esta será tu habitación.

Me quedé sorprendida al estar parada en una habitación tan inmensamente hermosa.

-- Mi...habitación?-- tartamudeé-- la verdad no sé como agradecer todo lo que está haciendo por mí, señor.

Logan:

Lo sabrás muy pronto.

-- Lo hago con gusto-- sonrío-- en unos minutos una sirvienta te traerá algo de ropa. Si necesitas algo, no dudes en llamarme-- abrí la puerta.

-- Señor!-- corrió hacia mí y me dió un beso en la mejilla, haciendo que una corriente eléctrica estremeciera todo mi cuerpo-- gracias-- murmura con una sonrisa.

Aún no logro entender que tiene esta mujer, un simple beso y ya crea una erección en mí, no me quiero imaginar lo que provocaría verla bailar de nuevo. Espero no enamorarme de esta mujer, yo no nací para esas estupideces tan cursis del amor, yo solo quiero sexo, nada más.

-- No tienes de qué-- salí de la habitación y solté un suspiro.

Rubí:

Al parecer me equivoqué, el señor Logan parece ser un buen tipo, ¿pero por qué aún tengo una espina de desconfianza atravesada en mi corazón?

Minutos después una de las sirvientas de la casa me trajo algo de ropa fina, de las mejores marcas, pero el único problema era que las faldas eran demasiado cortas, y que decir de los vestidos. Llegó la hora de comer, y al bajar, entré al gran comedor, me quedé con la boca abierta al ver la mesa llena de platos exquisitos que jamás eh probado en mi vida. Me senté al frente del señor Logan. Me sentía algo incómoda, en la mesa no había nadie más que nosotros dos. Empezamos a comer, y me metí un poco de comida a la boca para que él no me preguntara nada. En esta vida hay pocas personas buenas, y en una de esas está él, Logan.

-- Te sientes agusta en esta casa?-- me preguntó y levanté la mirada.

-- Sí.

-- Dónde aprendiste a bailar?

-- Mi madre me enseñó cuando tenía 13 años, ella era árabe y mi padre mexicano.

-- Bailas muy bien, Rubí-- sonreí.

-- Para serle sincera usted es la primera persona que me lo dice de verdad. ¿Usted tiene esposa, novia, hijos?

-- No tengo ni esposa, ni novia, ni mucho menos hijos. No tengo tiempo para el amor.

-- Yo también, no me interesa enamorarme.

Al terminar de cenar, subí a mi habitación y me encerré en ella. Es difícil acostumbrarse a una nueva vida de niña rica, aparte que me siento inútil sin hacer nada. Me acosté en mi cama después de ponerme la pillama, de repente me dió algo de sed, y como no tenía un jarrón con agua, decidí bajar, para poder calmar esta bendita sed tomando agua. Me detuve en las escaleras cuando vi a Logan, conversando con un tipo.

-- Bien, y como te va con la gordita? ya te la follaste?-- preguntó el tipo que conversaba con Logan.

-- No, todo a su tiempo, hermano. La joyita de Rubí es algo distinto, no sé, siento como si ella fuera diferente a todas las mujeres.

-- No me digas que Logan Smith, el mafioso de todo México está enamorado de una gordita bailarina-- rió y abrí los ojos de par en par.

Un momento! mafioso?! y para colmo quiere acostarse conmigo?!

-- Deja de decir estupideces, Mark. Mañana comenzaré con lo planeado, mañana tendré a la joyita debajo de mí mientras yo le doy sexo salvaje-- rieron y frunci el seño.

Sabía que ese hombre ocultaba algo. No me puedo quedar más tiempo aquí, no quiero entregarle mi virginidad a un narcotraficante sexy, eso sí que no. Tengo que escaparme de aquí.

Episodio 3.

Rubí:

Subí a mi habitación y me encerré en ella.

Di vueltas de un lado a otro mientras pensaba en cómo salir de esta bendita hacienda.

No puedo creer ¿como pude caer en manos de un mafioso, que me engañó para después querer acostarse conmigo?

Las horas pasaron, y obviamente no pude dormir. Tengo que aprovechar que todos están dormidos para poder escaparme.

Salí de mí habitación y miré por todos lados. Suspire al no ver a nadie. Esta hacienda es muy inmensa y tiene tantas puertas que no sé cuál es la de la salida. Había mucha oscuridad, por lo que me entregué a la suerte. Pasé por un largo pasillo, en el cuál se apreciaba una luz a lo lejos, era la luz de la cocina. Bendito sea Dios!. Había una puerta en la cocina, la puerta trasera que llevaba a las afueras de la hacienda. Sonreí sin poder creer que la suerte me estaba sonriendo, había logrado salir de la casa sin ser descubierta. Ahora solo falta saber que hacer con mi vida.

▪︎▪︎▪︎

Logan:

Cuando amaneció, fui a revisar mis camiones que iba a mandar a Colombia con mi droga, lo cual era más de 35 toneladas toneladas de cocaína. Me dedico al narcotráfico desde mis 18 años, soy el heredero de la mafia ya que mi padre dejó su negocio en mis manos antes de morir. Tengo mansiones y varias tierras, pero más me gusta lo que es haciendas y caballos.

Ayer no pude dormir pensando en Rubí, desde que la vi bailando no he parado de pensarla, y al hacerlo me excito, y termino dándome autoplacer.

Entré al comedor después de que mis camiones con mi cargamento se fueran. Me senté en la gran mesa con mi hermano, y antes de comer miré a una de mis sirvientas.

-- Dónde está Rubí?-- pregunté.

-- La señorita aún no ha salido de su habitación.

-- Dile que venga, es hora de comer.

-- Está bien, con permiso-- desapareció en el pasillo y mi hermano me miró fijamente.

-- Gastaste 10 mil dólares en esa mujer, es enserio?

-- El dinero no importa, recuerda que un millón de dólares para mí es como si me quitaran un pelo, ahora imagínate 10 mil dólares.

-- Ay claro, lo dice el millonario.

-- Ya cállate, en vez de estar hablando, tendrías que estar estudiando.

-- Te diré la verdad, ya no quiero ir a la universidad, es aburrido, yo necesito ir a fiestas, a clubes nocturnos, estar con chicas, simplemente los estudios no son lo mío, no nos llevamos bien, ellos son el negro y yo el blanco.

-- Trabajas? tienes un título? tienes 20 años, aún eres joven, habrá tiempo para tus fiestas, por ahora dedícate a estudiar, ya que yo soy el que te paga los estudios, y crees que es barato? estas en la mejor institución...

-- Señor!-- me interrumpió la sirvienta.

-- Que quieres? dónde está Rubí?

-- La señorita no está.

-- Cómo que no está? debe estar en el jardín, en el baño, en la cocina yo que sé.

-- La busqué pero no pude encontrarla.

Me levanté de la mesa.

-- Busca a Rubí, más te vale encontrarla, ya que si no lo haces recibirás las consecuencias. Búscala en toda la casa, yo iré a buscarla por los alrededores y afuera de la casa. Y tú, ponte a estudiar.

Salí de la hacienda y me subí a mi camioneta.

-- Has de haber escuchado mi conversación con Mark anoche, como para que hayas escapado, disfruta tus últimas horas libres Rubí, de mí nadie se escapa.

Pasaron horas, y no encontraba a la condenada de Rubí. Estaba por regresar a casa, hasta que uno de los hombres que mandé para que busquen a Rubí me llamó.

-- Que pasó? encontraste a la chica?-- pregunté al contestar la llamada.

-- Sí, la tengo en la mira, que quiere que hagamos con ella?-- sonreí.

-- No permitas que los vea, solo siganla viéndola, que no se les escape, iré para allá enseguida, pásame la ubicación-- corté la llamada.

Rubí:

Después de varias horas de caminata, logré llegar al bar en el que trabajaba.

-- Mierda!-- respiré profundo cuando vi que el bar estaba cerrado. Ahora qué hago? mi única esperanza era pedirle ayuda a mi antigua jefa, ahora estoy sola, sin dinero, sin casa y en la calle.

Me levanté y continué caminando, tal vez pueda encontrar a alguna buena persona que me quiera ayudar. Ya es de noche, y lo que menos deseo es encontrarme con algún pandillero que me quiera lastimar.

Mientras caminaba por un callejón algo oscuro y deshabitado, noté que 2 hombres no dejaban de seguirme. Volteé prudentemente y cuando estaba por alejarme de ellos, un hombre se pone delante de mí. Retrocedo un poco, y me tropiezo con otro hombre.

-- Mm, quienes son ustedes?-- pregunto asustada, quien me manda a estar en este tipo de lugares de noche-- si me van a robar pierden su tiempo, no tengo dinero...-- me agarrón ambos de cada brazo y dejando delante de mí a Logan.

-- Qué tal joyita, pensaste que podrías escaparte de mí?-- sonrió de lado y sentí escalofríos-- yo que quería ayudarte.

-- Usted no es buena persona, solo quería acostarse conmigo-- replique.

-- Nadie es bueno en esta vida, deja de ser tan ingenua Rubí. Todos hacemos las cosas a cambio de algo. Yo te ayudé a salir de la pobreza, y a cambio tenías que acostarte conmigo, es lo más justo, no lo crees?-- sonrió-- deja de hacerte la difícil y entremos al auto, estoy muy cansado, eh pasado todo el día buscándote...-- me soltaron y cuando estaba por voltear, me acerqué a él.

-- Yo con usted no voy ni a la esquina. Si quiere acostarse con alguien, hágalo con una prostituta, yo no me vendo, ni mucho menos me acuesto con cualquiera. Si quiere hacer algo con mi cuerpo, lo hará cuando me muera-- sacó su arma y me apuntó en la frente. No sé porqué, pero no sentí miedo al sentir la pistola en mi cabeza.-- ¿me va a matar? hágalo, no le temo a la muerte-- sonreí-- usted es uno de esos hombres que están acostumbrados a que las mujeres caigan a sus pies por el dinero, pero conmigo se equivocó, yo soy una carta diferente. Vamos, dispare, o no tiene los huevos suficientes-- sonrió levemente y sentí una tensión en el aire. Sonrió de lado y bajó su arma. Me quedé algo confundida, esperaba que disparara pero no lo hizo.

-- No te mataré niña-- guardó su pistola-- no esperaba esta reacción. Pensé que suplicarias por tu vida y que harías todo lo que te diga. No pensé que existieran mujeres así. Y tampoco pensé que diría estas palabras..."¡Carajo, tienes los ovarios bien puestos!"-- rió-- tenemos mucho en común, yo también soy igual de valiente.

-- Entonces me deja ir?

-- No-- hizo una seña y cuando estaba caminando al auto, sentí un golpe en mi cabeza...

▪︎▪︎▪︎

Al abrir mis ojos me encontré en la habitación que Logan me dió en su hacienda. Esto no me puede estar sucediendo. Al girar mi cara, vi a Logan sentado en la butaca que se encontraba en la esquina de la habitación.

-- Que bueno que despertaste bella durmiente-- sonrió y se levantó para caminar hacia mí.

Retrocedi en la cama y miré por todos lados para ver si no encontraba algo para defenderme.

-- Si buscas algo para lastimarme, de una vez te digo que pierdes tu tiempo. Ordené que quitaran todas las cosas puntiagudas que podrían lastimar-- se sentó al borde de la cama-- no quería llegar hasta este punto contigo, pero, a partir de hoy, serás mi prisionera. Y harás lo que yo quiera.

-- Eso nunca.

-- Veremos-- tomó un sobre que se encontraba en una mesa, y al abrirla, sacó unas fotos de ellas. Abrí los ojos como plato al ver las fotografías de amigos y amigas-- sabes quienes son? los quieres mucho verdad? Mandé a investigar sobre las personas con las que has pasado todo este tiempo, y sé que las quieres bastante, y no quisieras que nada les pasara, verdad?-- sonrió y los pelos se me pusieron de punta. El mafioso sexy me daba escalofríos. Negué con la cabeza y el guardó las fotos en el sobre-- yo...podría violarte, pero no lo haré porque lo único que no me gusta es que abusen de una mujer. Por eso estoy tomando otras medidas, si tu cooperas, y te portas bien conmigo yo me portó excelente.

-- Por qué me hace esto?

-- Porque...tienes algo que me encanta...la manera en la que bailas y en la que muestras tu cuerpo.

-- No es algo del otro mundo. Soy una gorda ordinaria y común-- negó con la cabeza.

-- Tú eres la primera mujer por la que he salido de mi casa a buscar. Y yo tampoco entiendo porqué me interesas si no eres mi tipo. Pero bueno, no quieras cambiarme el tema. Quieres cooperar conmigo?

-- Ellos son inocentes, no quiero que les pase nada malo por mi culpa. Qué quiere que haga?

-- Esa respuesta esperaba-- se levantó y agarró una caja, la cual la puso en la cama. La abrí, encontrándome con un vestuario de los que se usa para bailar alguna música árabe. Lo miré confundida y el sonrió-- quiero que me bailes.

-- Qué...?-- no sabía si reír o llorar. Era el primer hombre que me pedía algo así. A nadie le ha gustado mi forma de bailar ya que soy gorda, pero él...a él no le importa.

-- Te doy 20 minutos para que te arregles. Ponte lo necesario para que me deslumbres-- caminó hacia la puerta y se detuvo-- por cierto...no intentes escaparte. La casa está rodeada de algunos hombres-- salió de la habitación y respiré profundo.

-- Nunca pensé decir esto en mi vida, pero...¡Qué maldito!-- suspire-- Al decir eso, creo que podré respirar mejor-- miré la ropa. La tela era muy fina, los accesorios que cargaba aquella ropa eran muy bonitos. Siempre he soñado con bailar con esto, pero, ahora bailare para un narcotraficante que me tiene encerrada y amenazada, peor suerte no puedo tener.

Comencé a arreglarme, y me puse algo de maquillaje. No es por presumir pero...quedé hermosa! Aunque mi cuerpo no sea fantástico, me veo bien, besos para mí misma!. Reí. Justo después de ponerme los accesorios que faltaban, la puerta de la habitación se abrió, y me puse nerviosa al ver que era Logan.

Logan:

Como decía mi difunto padre, "Madre mía, esta mujer es de otro planeta, está para comérsela entera". Me quedé con el ojo cuadrado al ver a la joyita con aquella ropa, aunque quiera negarlo, Rubí es hermosa, y aunque mi hermano diga lo contrario, la condenada tiene un buen cuerpo, es ancha pero no tiene barriga, al parecer el baile le sirve de mucho y sobre todo, unos buenos pechos. Ay Logan, deja de decir esas estupideces. Me senté en el sillón y la miré de arriba a abajo mientras me cruzaba de piernas.

Rubí:

-- Quedaste bien.

Es enserio? quedaste bien es lo único que me va a decir? traté de quedar lo más hermosa posible para que quedara agusto, pero el muy maldito me dice, "quedaste bien"

-- Deja de quedarte ahí parada, comienza a bailar. No tengo todo tu tiempo.

Aparte de todo, grosero. Maldita sea la hora en la que entró a aquel bar y me vió bailar. Maldita la hora en la que aprendí a bailar! Nada de esto estuviera pasando si el no hubiese visto mi espectáculo. De mala gana puse la música "Voices of the sahara", la cual era la que iba a bailar. Me giré y dándole la espalda, la canción empezó a sonar.

Logan:

Movió sus caderas lentamente de un lado a otro, y abrió sus brazos, moviendolos como en forma de ola. Volteó y con el pie derecho adelante en punta, movió su cadera derecha de un lado, y lentamente hizo lo mismo con la otra, y así hizo el mismo procedimiento por varios segundos, primero lo hizo lento, y después empezó a hacerlo tan rápido, pero muy sensual. Con una mano en la cabeza, y la otra abierta movió su cuerpo de un lado a otro. Todo su cuerpo vibraba al ritmo de la canción. Era una experta bailando. Sus caderas y sus brazos se movían por sí solos. Dió vueltas con un velo rojo, se veía tan sexi bailando para mí, algo que ninguna mujer ha hecho. Inclinó su cuerpo para adelante, y movió sus pechos rápidamente, haciendo lo mismo con su trasero, lástima que no lo pude ver. Al terminar la música ella suspiró, pero pensaba que me dejaría con ganas de más?

-- No es suficiente, un baile más-- me tiró una mirada molesta y puso de nuevo otra canción.

Por cada movimiento que hacía con sus brazos, piernas, caderas y cabeza, comenzaba a sentir calor. Esto no me puede estar pasando, esta mujer no puede hacer sentir la necesidad de tocarme. Sí, comencé a sentir un hormigueo inexplicable e inevitable en mi entre pierna. Tenía ganas de bajarme los pantalones y obligarla a acostarse conmigo, pero no, aún no, necesito verla bailar, es algo que necesito, algo adictivo, ella es mi droga. Las ganas que tenía eran inevitables. No aguanté más y la agarré del brazo.

Rubí:

Me agarró del brazo y me dió un beso; bien...? me robó mi primer beso, algo que sabía que sucedería en cualquier momento, ya que por como van las cosas, creo que no conoceré a ningún hombre más que al maldito que tengo a mi lado. Lo empujé y le di una cachetada. Lo hice por un impulso, y creo que se ha de haber molestado.

-- Yo...-- iba a decir algo pero me detuve cuando vi una sonrisa en su rostro. Este hombre realmente está enfermo.

-- Eres...la primera mujer que me levanta la mano. Y la verdad no entiendo porqué en vez de molestarme...me encanta saberlo-- retrocedi y sin querer caí a la cama. Se puso encima de mí y retiró el mechón de cabello que tenía en mi cara. Acercó su rostro a mi cuello, y al sentir su respiración en mi cuerpo, no pude evitar y me puse nerviosa-- hueles, deliciosa-- tocó mis brazos-- tu piel es tan suave-- los pelos se me pusieron de punta. Acerco su boca a mi oído-- en este momento podría hacerte mía-- abrí los ojos como plato.

Logan:

Al tenerla tan cerca de mí, me excitaba, y el tenerla indefensa y debajo de mí, me incitaba a probarla. Pero no puedo, algo me detiene. Me he acostado con muchas mujeres, y todas han querido estar conmigo, pero ella...ella es tan frágil que me detengo a hacerle algo, no sé porqué pero me abstengo a tocarla. La pobre estaba nerviosa que no pude evitar soltar una risa.

-- No te haré nada, Rubí. Hagamos algo...te doy seis meses para que te enamores de mí. Si en esos seis meses no sientes nada por mí, serás una mujer libre y no volveré a molestarte, y te irás de aquí con mucho dinero, pero...si llegas a enamorarte de mí, sabes cuál será tu destino.

-- Eso nunca pasará, señor, estaré ansiosa porque pasen seis meses.

-- Nunca digas nunca. Pero...en estos seis meses, bailaras para mí-- agachó su cabeza.

-- Yo...será como usted diga...Buenas noches-- iba a levantarse.

-- Aún no me iré de aquí-- me miró fijamente-- quiero que me bailes de nuevo, quiero un baile más.

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