3 DE MARZO DE 2.023

• BUENOS AIRES (ARGENTINA) •

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LEONOR (LENNY)

–. ¡LENNY ESPERA AMOR! –me gritaba Juan.

Cornudo pelotudo idiota. Baje a toda velocidad por las escaleras de este maldito edificio quería salir lo antes posible pero esto parecía interminable.

–. Lenny... –toma mí brazo–. Mí amor... Déjame explicarte.

–. ¡DÉJAME EN PAZ! –le grite soltando mí brazo.

Segundos antes era el mejor día de mí vida, era nuestro aniversario número cuatro de novios y al llegar para darle un sorpresa lo encuentro cogiendo con mí mejor amiga en nuestra cama... ¡EN NUESTRA CASA!

–. Perdoname, amor –dice–. Se que eso fue feo pero...

–. ¡PERO NADA! –lo callo–. Es mí mejor amiga, Juan. ¡MI MEJOR AMIGA!... ¿Cómo pudieron?.

–. Solo paso, no se cómo pero así fue –niega con la cabeza–. No fue nada más que sexo, mí vida. Lo juro, no siento nada por ella.

–. Andate a la mierda –lo insulto–. ¡VOS Y ESA PEDAZO DE PUTA!.

Salí corriendo sin mirar atrás, sin importante una mierda que me este gritando. Llegué a la parada de colectivos y me fui a la casa de mí papá.

Al verme no pregunto nada y solo me abrazo. Le conté todo lo que pasó, me escucho y no dijo nada.

–. No lo creo, papá –lo abrazo–. Hasta me propuso matrimonio, todo parecía tan cierto.

–. Mí amor –besa mí cabeza–. Te dije que ese chico no me gustaba nada, sabía que no era bueno.

–. Los padres jamás se equivocan –lo miro tristemente–. ¿No es así?.

–. Claro que sí, Lenny –me dice sonriendo–. Nos equivocamos como ustedes, como todo ser humano que se aprecie de serlo.

–. ¿Que hago? –le pregunto–. Todos mis sueños están acabados.

–. ¡No digas eso, hija! –me regaña–. Querías viajar. ¿Esos sueños se acabaron también? ¿Ya no quieres irte a Estados Unidos?.

–. Claro que quiero, papá –digo.

–. ¡HAZLO, ENTONCES! –exclama–. Toma tus ahorros, empaca y vete. Empieza de cero allá, la vida no se acaba cuando se acaba un amor... es el inicio a uno nuevo.

–. Gracias, papi –lo abrazo–. Eres el mejor del mundo.

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• NUEVA YORK (ESTADOS UNIDOS) •

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WILLIAM

–. Señor Barnes –me llama el juez–. ¿Acepta este divorcio?.

–. Si, acepto el divorcio –digo con seguridad–. Le daré lo que quiera para que me dé el divorcio.

Estaba en el juzgado firmando ya mí divorcio, ya no quería saber nada de este matrimonio, ganó mí odio al engañarme con mí mejor amigo.

–. ¡Yo no quiero divorciarme! –grito Rebecca–. Will, tenemos a nuestros hijos. Lamento lo que hice, podemos arreglarlo.

–. No arreglaremos nada de nada –niego y miro al juez–. Me ha engañado, señor juez. Quiero divorciarme.

–. Lo lamento, señora Barnes –dice el juez–. Debido a las evidencias de un engaño y el señor Barnes ha dejado claro que no hay arreglo no puedo encontrar motivo para dejar que este matrimonio dure. Doy por terminado este matrimonio.

Golpeó su martillo y al fin pude respirar. Finalmente no hay nada más que nos una además de nuestros dos hijos.

Ya no tengo nada más que hablar con ella, puede irse con ese hombre al que alguna vez fue mí mayor confidente... ¡HASTA EL PADRINO DE MI BODA CON UNA DEMONIO!. Pero ya basta... Se acabó.

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LEONOR (LENNY) BENÍTEZ

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WILLIAM DANIEL BARNES

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REBECCA HOUNTER

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BENJAMÍN ISAAC BARNES

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MEAVE HOUNTER BARNES

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MELODY EFRON

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MARK DONNOVAN

5 DE AGOSTO DE 2.025

NUEVA YORK (EE.UU)

• INDUSTRIES BARNES •

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*🥀**LENNY🥀*

–. ¿Café? –pregunta Melody–. Para la niña trabajadora.

Mire con una sonrisa a mí mejor amiga desde que trabajo aquí. Pasaron dos años desde que llegué Estados Unidos y son seis meses desde que trabajo.

–. ¿Sabes que eres la mejor? –pregunte con una sonrisa–. No sé que sería mí vida sin ti.

–. Lo sé, Lati –me dice–. Lo sé, mí mejor amiga hermosa –pelliza mí mejilla.

–. ¿Donde está Mark? –pregunto–. ¿No tienes a tu crush cerca?.

–. Sshhh... –me cubre la boca–. ¿Que tal si te escucha?. Estaba cerca de mí cubículo y aproveché el tiempo para escaparme.

Ay el amor... Melody y Mark están enamorados desde que los conozco (y si no es de antes), pero ninguno de los dos se animan a acercarse.

–. ¿Y por qué mierda no lo invitas a salir? –la miro con malicia–. Unas copitas y quizás...

–. ¡LATI! –exclama.

Se cubre la boca y mira hacia los lados, me da un golpe en el brazo.

–. Mira lo que me haces hacer, Lenny –me regaña–. Y no, no me atrevería a invitarlo a una cita. Mark es demasiado para mí... Yo soy una simple comunicadora y él está arriba... Es él gran contador amigo del jefe de jefes.

–. ¿Y...? –me río–. ¿Me vas a venir con eso?.

Se cruza de brazos y me mira con seriedad.

–. Habla la persona que rechaza a cada hombre que se le acerca... –me mira de arriba abajo–. Solo porque teme que la engañen de nuevo.

–. Al contrario de ti a mí ninguno me gustaba –me cruzo de brazos–. No estoy lista.

–. Pasaron dos años –dice con el ceño fruncido–. Eres como... Mira mejor me callo.

–. ¡Ey! ¡A vos jamás te engañaron! –suspiro exasperada–. Estás haciendo que me duela la cabeza...

–. "Estás haciendo que me duela la cabeza, ay ay" –me imita con voz aguda–. Ni tanto, Lati. Bueno vuelvo al trabajo mejor... Adiós, adiós.

Dos años... Dos años desde que me fui de Argentina para acá. Fue bastante complicado, aunque el tema del Covid-19 fue bastante fuerte, pude llegar sin ningún problema.

Actualmente el mundo ha encontrado su equilibrio. Algunos países pudieron volver a una cierta normalidad, aquí se ha vuelto a trabajar.

Pasan los minutos y Mark aparece en mí cubículo mirándome con una sonrisa.

–. ¿Cómo estás, Lati? –me pregunta.

–. Pos... En la lucha para no caer –le sonrío–. ¿Que paso?.

–. Venía a preguntar si viste a Meloncito –dice empalagoso–. La vi hace unos minutos pero tiene la habilidad de desaparecer en cuestión de segundos.

–. Claarroo... "Habilidad" –me río–. En fin, bueno si la vi hace unos minutos.

–. ¿Crees que soy cobarde? –pregunta–. Jamás me animo a invitarla a salir.

–. Osea que hablas con los empresarios más poderosos del mundo sin miedo –me echo a reír–. ¿Y te da miedo invitar a "Meloncito" a salir?

Aunque intente no puedo parar de reírme... ¡Dios mio "Meloncito" Que patético!.

–. Eres fría como hielo del polo norte, Lati –me dice ofendido–. ¿No te has enamorado?.

–. ¿Para tener esos apodos pedorros? –lo señaló–. No, gracias.

–. Ay adiós –exclama–. Me voy a trabajar. Bye, bye.

–. Adiós... "Meloncito" –digo con voz exageradamente enamorada–. Ámame, oh... guapo contador, oh... ¡QUIERO QUE ME AMES! –grito burlona.

–. ¡CÁLLATE! –grita caminando hacia el ascensor–. ¡Adiós!.

Todos en el piso nos miran como si estuvieramos locos, yo estoy que me muero de la risa.

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Salgo de la pequeña empresa, es la más pequeña e inútil de toda la corporación Barnes, ellos dirigen el distrito empresarial más grande del país y algunos países del mundo.

Al regresar a mí pequeño apartamento no espero más y voy al baño necesito una ducha. Ceno algo rápido y voy a mí habitación, me quedo acostada mirando al techo.

–. Es increíble que vaya a hacer esto –suspiro y me levanto.

Saco de mí cajonera un diario íntimo que compre hace unos días. Me siento en mí escritorio y suelto un suspiro.

–. Dios no puedo creer que vaya hacer esto –digo bufando–. Veamos que tal.

Abro el diario en la primera página, y tomo mí bolígrafo... Ahí vamos.

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"DIA 1: El amor es idiota (Razón 1)

QUERIDO DIARIO:

Esta es la primera vez que escribo en uno de estos así que... tenme paciencia. ¿Si?.

Okey... Hoy en la empresa aprendí que el amor no solo es ciego, sino que también es patético y también tonto, aunque creo que son la misma cosa, ¿o no?. En fin hagamos una fusión "PATETONTO". ¡ACABO DE INVENTAR UNA NUEVA PALABRA!.

Pues vamos a la realidad no vivimos en un cuento de hadas, debemos centrarnos en la realidad y dejar de volar. "¡NO TE VUELVAS A ENAMORAR, LENNY! ¡JAMÁS!".

Bueno, Aamm... Buenas noches. Lenny fuera"

6 DE AGOSTO DE 2.025

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🥀WILLIAM🥀

–. ¿Cómo es que paso esto, Meave? –le pregunto–. ¿Cómo te involucras en una pelea? –la miro molesto.

–. Lo siento, papá –se disculpa–. Pero me provocó.

–. Hija, por amor de Dios –suspiro exhausto–. Sabes que estoy muy ocupado, las reuniones, los temas de la empresa y...

–. Y no noviecita rubia –bufa cruzandose de brazos.

La miro pero ella no a mí.

Estos dos años desde que nos divorciamos de su madre han sido complicados. Intento sacarle una sonrisa.

–. Oh. Ya veo –digo–. Acaso lo que ven mis ojos y escuchan mis oídos... ¿Son celos de mí niña?.

–. No, no son celos –niega mirando por la ventana.

–. Claro que sí –sonrío y la miro–. Estás celosa, mí princesa está celosa.

Empezó a hacerle cosquillas mientras conduzco. Pero ella aparta mí mano rápidamente.

–. Basta, papá –me dice–. ¡Ya no tengo cinco años!. No son celos, es decepción... Jamás cumples tus promesas, vienes aquí a darme un sermón cuando jamás estás para mí. ¿Con que derecho lo haces?.

–. Son tu padre, Meave –le digo–. Y estoy ocupado...

–. Pero para tu novia jamás lo estás, ¿no? –me mira enojada–. Pasas más tiempo con ella que conmigo.

–. Pasas demasiado tiempo con tu madre –miro por la ventana.

–. ¿Y que esperas? –se pone sus audífonos–. Si tu no estás, al menos ella si.

El auto se queda en completo silencio hasta que se me ocurre una idea.

–. Oye, mí cielo –le digo mirándola–. ¿Que te parece si hoy pasamos todo el día juntos?.

–. ¿De verdad? –me mira–. Siempre me dices eso y ahora...

Señala mí celular el cual se pone a sonar.

–. Anda contesta –dice y mira hacia la ventana.

Suspiro y tomo mí celular para contestar la llamada.

📱 << –. Ben. ¿Que paso, hermano? – >>

📲 << –. Will lamento molestarte pero ocurrió algo – >>

📱 << –. ¿Es tan grave que necesitan mí presencia allá? – >>

📲 << –. Si, hermano. Ocurrió un error muy grave o quizás no lo fue – >>

📱 << –. Okey estoy allá en veinte minutos, Ben – >>

Mire a Meave quien ni siquiera me miraba. La lleve hasta la mansión dónde antes vivíamos juntos, pero desde que me divorcie vivo en un apartamento solo.

–. Meave, amor –le digo–. Lo lamento, pero...

–. No lo hagas de nuevo, papá –me interrumpe y me mira–. Estoy acostumbrada a que jamás estés conmigo.

–. Sabes que no lo hago agrede, hija –suspiro–. Te amo, pero mí trabajo toma mucho tiempo.

–. Creo que tu amor por mí es el mismo que el que le prometiste a mamá... –me mira enojada–. Falso.

–. ¿Ella te dijo eso? –la miro enojado–. Sabes perfectamente el motivo por el cual me divorcie de tu madre...

–. Tu lo hiciste primero –me reclama–. Ella solo...

–. ¡JAMÁS! engañe a tu madre, Meave –le digo aún más enojado–. Respete mi matrimonio hasta el final, incluso cuando descubrí su infidelidad jamás la engañe ni busque venganza. Mírame –le ordenó–. ¿Te quedó claro?

–. Si, papá –asiente–. Lo siento, no quise ofenderte.

–. Deja de escuchar cada palabra que te dice tu madre –digo suspirando–. O terminarás siendo igual a ella.

–. Está bien –baja la mirada–. No lo haré.

–. Mañana haré un viaje a una de nuestras empresas –digo y la miro–. ¿Quieres venir conmigo o no?.

–. Si –me sonríe–. Quiero ir.

–. Bien, vendré por ti –le digo–. Estate preparada, te amo hija.

–. Yo también te amo, papá –me abraza.

Baja del auto y llego a ver a Rebecca por la ventana. No espero a que salgo y arranco para salir de la mansión.

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Llego a la empresa de nuevo y veo a Benjamín hablando con unas personas.

–. Benjamín –lo llamo–. ¿Que paso? ¿Por qué tanto alboroto?.

–. Hermano, creo que alguien nos está robando dinero –me dice preocupado.

Vamos a mí oficina mientras él me explica cómo descubrió todo. Me pasa unas carpetas que Mark le envío para que las veas. Claramente hay un filtración de dinero hacia algún sitio desde hace unos meses.

Una persona nos está robando astutamente varios miles de dólares.

–. Mark dijo que ha estado revisando las cuentas bancarias de sus empleados –dice Benjamín–. Pero nada.

–. Ay hermano –lo miro–. ¿Crees que si alguien está robando podría el dinero en su cuenta principal?. Debe haber alguna flotando por ahí.

–. Lo peor es que no sospecho de nadie, William –dice apenado–. Quizás es que soy muy de confiar en las personas.

–. Mañana iremos a hablar con Mark –digo–. Tranquilo, encontraremos algo con él, estoy seguro.

Suspiro y sigo mirando los números perdidos. No es el dinero lo que me enoja sino que alguien de nuestra confianza, quizás, o alguien al que le dimos trabajo nos este traicionando.