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Infierno Azul

Te cuento una historia

Hace eones en un universo basto y vacío surgieron del polvo estelar las primeras criaturas, “los inmortales”

Todos tenían habilidades espectaculares pero inútiles en el vacío infinito.

Algunos virtuosos tenían la habilidad de crear, estos se convirtieron en los dioses de la creación.

En pocos siglos el basto y vacío universo se llenó de infinitos mundos, cada mundo a su vez dividido por varias dimensiones, y cada dimensión tenía su propio dios creador. Los demás inmortales se fueron incorporando a los diferentes mundos a medida que se asociaban con los dioses creadores, se convirtieron en dioses secundarios según sus habilidades.

 

More: si mamá, papá ya me contó la historia del espacio los dioses y el multiverso, además lo vi en la escuela.

 

La niña hace un gesto de enfado y continúa gritando.

 

More: ¡en la clase de literatura y ficción!

(toso) No pensaba contarte esa historia, la historia que quiero contarte involucra a dos inmortales, y está llena de peleas, sangre, misterios, romance… Y lo más importante es que lo creas o no, mi pequeña, es una historia real.

 

More se acuesta en el suelo apoyándose en la alfombra. Con una sonrisa en el rostro se prepara para escuchar atentamente el resto de la historia.

 

More: me convenciste con lo de romance.

 

(continuo) En un lugar del universo infinito había un pequeño mundo azul que poseía una sola dimensión, su dios creador no era muy bueno trabajando en equipo, por lo que el dios Anu creo un mundo lleno de criaturas casi perfectas, poderosas e independientes, con grandes poderes mágicos, podían vivir siglos y después de morir renacían en otra criatura. Pero sus criaturas eran muy tristes por lo que obligatoriamente tuvo que asociarse con un puñado de inmortales para mejorar su obra.

El dios del horizonte y el viento Enlil le dio vida a un paisaje cuya belleza iba más allá de la imaginación. El dios Enki del agua le dio vida a los océanos, ríos y lagos llenándolos de criaturas extraordinarias. La diosa Inana de la fertilidad y el fuego logro que cada especie de criatura o planta pudiese tener descendencia, les dio a todos ellos la capacidad de amar, sentir y sufrir.  Y el último fue el dios que representaría la oscuridad del mundo, las mentiras y el miedo: Nergal el dios de la muerte.

Nergal fue el designado para cumplir con la gran tarea de proteger y controlar el inframundo. El cumplía su misión asignada con orgullo y devoción, pero después de unos cuantos siglos comenzó a sentirse solo y aburrido. Como las criaturas de este mundo renacían después de morir no había mucho que el pusiera hacer.

En su aburrimiento descubrió que sí conseguía que las criaturas hicieran pactos con él podía llevar sus almas al inframundo el tiempo que el quisiera. Y fue así como Nergal comenzó a ser temido en su mundo. Él buscaba a seres inseguros, quebrados, con deseos oscuros y el corazón ennegrecido por la envidia, la venganza o la ira, pues solo estos seres son capaces de vender su alma por un deseo.

Aún así se aburría pronto de esas almas podridas, y cada vez que se aburría lo mandaba a renacer de nuevo.

Los milenios seguían pasando y la existencia de Nergal como dios de la muerte le parecía más frustrante, hasta que otro dios creador dio con su pequeño mundo azul. Nergal abrió un portal para espiarlos durante la toma de las decisiones importantes. El otro dios era muy joven e inexperto y todos sus ayudantes igual de jóvenes e inexpertos que el, aún así fueron muy astutos, en vez de crear criaturas perfectas crearon criaturas que fueran evolucionando lentamente generación tras generación, con una expectativa de vida corta, para acelerar el proceso.

 

Nergal: muero por saber quien de estos idiotas fue el afortunado dios mortífero.

 

Nergal comienza a reír tapándose la boca para no ser descubierto mientras le hablaba a su propio reflejo en el portal.

 

Nergal: muero por saber… No puedo creer lo gracioso que soy.

 

Finalmente el más joven del grupo de inmortales fue elegido como dios de la muerte y designado con un grupo de ayudantes a controlar el infierno. Nergal no podía negar su envidia, sin embargo, la existencia de este mundo le daba la oportunidad de tener un lugar diferente donde ir a distraerse y como ese mundo estaba constantemente evolucionando era difícil para él aburrirse.

 

Sin embargo había una verdad irrefutable, una verdad que Nergal se negaba a admitir. Y es que las almas podridas y los paseos por la otra dimensión lo entretenían, pero no lo llenaban, su solitario corazón se oscurecía a través del tiempo, resignado a una existencia eterna sin sentido. Pero la sonrisa de una niña encendería una luz que parecía estar apagada en el. Esperanza.

 

Ocurrió en una ciudad donde sólo vivían elfos.

 

Los elfos eran una comunidad muy unida, pero muy conservadora. Gobernados por un consejo de sabios ancianos a los que solo el almirante superior del ejército tenía acceso, y este mismo almirante se encarga de hacer cumplir con las órdenes y voluntades del consejo.

Había escuelas de magia donde las elfas aprendían a restaurar la naturaleza, mientras que los elfos hombres aprendían de batalla y estrategia. Su sociedad estaba establecida así, y nadie jamás lo había cuestionado, nadie antes de ella.

 

Nergal vagaba por el pueblo buscando una posible alma podrida con quien hacer un trato, cuando escucha gritos y vidrios rompiéndose. Se acerco a la casa donde provenían los gritos y abrió un portal al interior de la casa, oculto en la oscuridad de la habitación reconoce en una niña tirada en el suelo a su próxima víctima.

 

Madre: (la jala del cabello con una mano y con un rebenque en la otra le pega en las piernas cortándole la piel) ¿te crees un niño o que demonios te sucede?

Niña: (soportando el dolor) no mami, lo siento

Madre: ( le sigue pegando) siempre lo sientes pero lo vuelves a hacer, ¿tienes idea de lo que van a decir de mi o de tu padre? Que tenemos una hija loca que le gustan las espadas.

Niña: no estoy loca, mami, tengo talento si le muestro al almirante el me aceptara en el ejército.

Madre:(deja de pegarle, pero la jala más fuerte del cabello y la avienta contra una mesa de vidrio que se hace pedazos con el impacto) ¿qué le mostrarás? ¿Tu agilidad para robar las armas de tu padre? No es un talento que acepten en el ejército.

Niña: (tratando de incorporarse) lo siento

Madre: (se da la vuelta para salir de la habitación) ¿por qué no puedes comportarse como una buena niña y hacer arreglos florales o algo así. Sabes el año que naciste comenzó la guerra con los trolls, de seguro fue una señal del dios Anu que me advertía las dificultades que tendría con tigo. (suspira) límpiate, ya es muy de noche, tu padre debe estar por regresar.

 

Nergal bostezaba mientras observaba a la niña que siguió en el suelo por unos segundos mas, probablemente estaba llorando en silencio, el cabello le cubría la cara y no podía verla bien. Entonces, como si supiera lo que pensaba, le tocó observar con asombro a la niña levantarse y trastabillar por el dolor en sus piernas, la vio respirar profundo y enderezarse acomodando su cabello violeta con mechones rosados en una sola cola dejando ver unos hermosos ojos verdes brillantes, no había lágrima ni indicio de que hubiera antes, la niña camino rengueando unos metros hasta un espejo en la pared y se sonrió amablemente mientras se quitaba pedazos de vidrios que se le metieron en la frente y los brazos, sus piernas sangraban mucho y las marcas del rebenque exponían la carne de la niña.

 

Niña: Tchs tonta. Mañana me llevo a Leonardo para que me haga de campana, o me van a volver a descubrir. (suelta una risita tierna y se aparta hacia el baño para bañarse mientras tararea alegremente una melodía)

 

Nergal quedo impresionado, jamás en su existencia presenció a alguien sufrir así y simplemente sonreír. Salió por su portal de la casa, era evidente que la niña tenía una voluntad muy fuerte y no vendería su alma, aún así mientras se alejaba algo lo llevaba a voltear a ver en dirección a la casa de la niña.

 

Dentro de la casa la madre vacía la armería de su esposo y amontona todas las espadas y cuchillos en un cofre y le pone candado.

 

Al día siguiente la niña huye de clases con un amigo con intención de ir al bosque a practicar, pero al revisar la armería esta vacía.

 

Niña: maldición, ¿de dónde saco ahora una espada?

Niño:  ya olvídalo, resignate de todas formas no te aceptarán en el ejército por ser niña.

 

Un sonido metálico asusta a los amigos que salen de la armería corriendo, en la puerta encuentran una brillante espada tirada junto a una daga. Ambos ven hacia todos los lados buscando un posible dueño, pero están solos.

 

Niña: (sonriendo triunfante) a Pegaso regalado…

 

Ambos salen corriendo hacia el bosque, Nergal observando desde las sombras sonríe y atraviesa su portal saliendo del lugar.

 

Junto a la armería en la copa de un árbol un extraño observó todo lo ocurrido.

 

Extraño: (sonriendo)  ¿por qué Nergal le daría una espada a una niña?

 

El extraño atraviesa un portal y desaparece.

 

(hago una pausa)

 

More: woow, ¿en serio? Osea, el tipo sabe que Nergal estaba ahí, y que le dio la espada y sólo le vas a decir “ el extraño”, decime al menos como se llama

(Le acaricio la cabeza) es muy tarde More, si la historia te interesa mañana cuando vuelvas de la escuela te cuento un poquito más.

More: (haciendo pucheros) me vas a hacer lo de Sherasade.

Padre de More:(sale de la oficina, donde estaba en una conferencia on line) ¿qué historia le cuentas?

(le sonrió cómplice) la de Nergal.

Padre de More: (no soporta la risa y suelta una carcajada ruidosa) amo esa historia.

More: (muy feliz) vez el también quiere escucharla, sigue… (suplica con ojos de cachorrito) por favor mami.

(Firme) Mañana después de la merienda, lo prometo.

 

Todos nos fuimos a dormir.

Es necesario.

More pasó toda la noche y todo el día pensando en el extraño del árbol.

Llego por la tarde del instituto, su padre la esperaba con mate cosido casero, ese mate cocido de campo que inunda la casa con su aroma a gloria. More se sentó en la mesa con su taza, y su padre hizo lo propio con la suya.

More:(toma un sorbo de mate cocido y lo enfrenta) Pá, tu ya conoces la historia que me contaba mamá, me puedes contar rápido quien es el extraño del árbol.

Padre de More:(le acaricia la cabeza despeinándola) deja que tu madre te cuente la historia como ella sabe hacerlo.

More: (hace pucheros) pero me va a hacer lo de Sherasade.

Padre de More: (sonriéndole) si es probable que lo haga, aunque no creo que tarde mil y una noches.

Madre de More: (entra a la cocina con las bolsas del mercado) ¿Quieres aportar?

More:(apresura la taza y corre a abrazarla) ¡Mami!

Tanto el padre como la niña terminan de lavar sus tazas y se acomodan en el sillón del living esperando ansiosos por la historia.

Madre de More: (continuo) El viento soplaba furioso moviendo las copas de los árboles en el claro del bosque mientras una pequeña elfa practicaba con la espada cortando casi cualquier cosa a su paso. Al principio veía y copiaba los movimientos de su padre al entrenar, o a los soldados siempre que podía escabullirse, así consiguió la inspiración para su entrenamiento propio, pese a las negativas de sus padres debido de su condición de mujer.

 Estaba establecido en la cultura de los elfos que sólo los masculinos entrenarían con armas de guerra, mientras que las mujeres solo entrenaban a favor de la protección de la naturaleza, más sin embargo lo preestablecido no le interesaba a la pequeña Azul, que fascinada por la fuerza de los guerreros elfos entrenaba cada día sin descanso.

Los padres de la pequeña elfa arremetían ferozmente contra ella para persuadirla de abandonar su gusto por lo relacionado al ejército, mientras el corazón de la pequeña guerrera parecía romperse un poco con cada golpe. Aun así la esperanza por un futuro mejor la guiaban con alegría por su escabroso camino.

Entre los jóvenes las cosas no eran mejores, las elfas de su edad la despreciaban por su gusto por las armas, la tachaban de hereje, masculina, indigna, la ignoraban y se burlaban de su ropa, por lo general sucia por el entrenamiento en lo profundo del bosque, huyendo  de la vista de sus padres que le proporcionarían una paliza de llegar a verla.

Los elfos de su edad la golpeaban y empujaban constantemente para demostrarle su inferioridad en fuerza física. Sólo uno de ellos podía considerar su amigo, Leonardo siempre tendía su mano para ayudarla a levantarse cuando terminaba en el suelo luego de los golpes de sus compañeros o sus padres, siempre la observaba y se mantenía cerca para ayudarla, maravillado por la capacidad increíble de Azul para sonreír después de todo.

Leonardo: Esta tarde hay mucho viento, la verdad no entiendo tu terquedad ¿Tanto te gusta la guerra y la sangre como para arriesgar tu integridad física de esta forma?  No te equivoques, te respeto por seguir tus sueños, pero temo que te vuelvas una amarga violenta y entrenada que destruya la aldea al final. (Entre dientes) Aunque se lo merezcan por como te tratan.

Azul: (Bajá su espada y se ríe de su amigo de forma muy ruidosa) Para seguirme como una sombra me conoces muy poco. (limpia el sudor de su frente y gira para sonreírle gentilmente) No me gusta la guerra ni la sangre, mi sueño no es ser una luchadora sanguinaria y atemorizante

Leonardo: (Se levanta del suelo donde se sentó para ver el entrenamiento de su amiga) Pero pareciera que entrenas para cobrar tu venganza, quizás no te des cuenta pero te vuelves cada vez más hábil, más fuerte y aterradora. Tu entrenamiento va rindiendo fruto. (sacude la tierra de sus pantalones) Aunque no entiendo porque te sigues dejando maltratar, ya eres más fuerte que todos los elfos y elfas de nuestra edad y más grandes. (Con expresión de incredulidad) Entiendo que no te enfrentes a tus padres. Aunque imagino que esa sonrisa tuya debe estar escondiendo un odio creciente.

 

Entre las sombras donde nadie podía verlo un hombre reía en silencio, se revolcaba en el suelo por el absurdo dicho por el pequeño elfo, su risa se camuflaba con el viento. Velozmente se enderezaba para escuchar la respuesta de Azul

 Azul: (Miraba a su amigo con su tierna sonrisa característica, luego miró en el horizonte al sol naranja escondiéndose) Te equivocas, no deseo la guerra, ni la sangre, ni mucho menos la venganza, deseo proteger este pueblo que amo tanto, no sólo las plantas y la naturaleza si no a toda su gente, como lo hace mi amado padre. La gente del pueblo no me entiende porque soy diferente, con el tiempo se acostumbrarán a mi, si entreno con fuerza algún día podré entrar al ejército y ganarme el respeto de todos por mi habilidad. Mis padres como los demás se violentan por lo desconocido, se que me aman en el fondo de su corazón, desearían que yo fuera una niña normal. No les guardo rencor, los amo con el alma, amo a toda la gente de este lugar, los perdono por su ignorancia y sueño con la fuerza para protegerlos a todos. (Gira para ver a los ojos a su amigo y le sonríe) Creo que el dolor de hoy el precio a pagar por la felicidad de mañana. No mancharía con rencor u odio el brillante futuro que construyo en mi corazón.

Nergal: (sonríe de forma maliciosa ante las palabras de Azul) Tchs típico, parece ser incapaz de albergar odio en su corazón. En cambio los siglos me han enseñado que eso no existe, una criatura sin odio es tan absurdo como un cerdo volador. Vale la pena observarte pequeña elfa Azul. Te seguiré observando, anhelo ver el momento exacto en que esa sonrisa se desarmé dando espacio al odio y la contaminación en tu puro y brillante corazón. (Gira sobre sus pies para entrar en su portal) de todas formas, no es como que tenga algo mejor que hacer.

El viento sopló más fuerte, el sol calló en el horizonte de los amigos, un sol tras otro caían en su horizonte lleno de sueños.

La guerra contra los trolls se llevo la vida de los padres de Azul, los años pasaron entre tristezas, duelos, pérdidas y batallas. El ejército finalmente reconoció el talento de la elfa, tan fuerte y poderosa que los llevó a innumerables victorias, pronto la nombraron capitán del ejército defensor y  Leonardo la seguía en batalla como su segundo al mando, y el resto del día como su mejor amigo.

No obstante ni la guerra ni las penumbras borraron la dulce sonrisa de Azul que aún miraba el infinito soñando, llena de esperanza, con su futuro feliz. Mientras Leonardo la observaba con su mirada llena de nostalgia y añoranza, siempre que podía la protegía.

 El elfo poseía unos profundos ojos celestes, y el cabello dividido en la mitad de un lado negro y el otro blanco, muchas elfas de la comunidad estaban interesadas en el, pero el se comportaba de forma muy hostil con todas, con todas excepto con Azul.

Más allá de los amigos expectante observa atentamente a la ya joven adulta elfa y se sirve una copa de un vino popular en la cantina de los elfos “Alexandria” .

Nergal: (Estrechando la botella de Alexandria en el suelo) ¿Cuánto más me aras esperarte Azul? (Sonríe repentinamente) No puedo esperar a verte sumida en el odio con tu “esperanza “ en pedazos.

Madre de More: (miro a mi esposo que comienza a ponerse incómodo con el relato, y luego a mi hija) Bueno creo que ya es suficiente por esta noche.

More: Nooo (lleva sus manos a la cabeza) al menos dime quien es el extraño, porque si Nergal se va y el queda mirándola, no pueden ser la misma persona…

Padre de More: (le acaricia el pelo para tranquilizarla) es muy tarde, mañana continuamos.

More: (resignada bosteza) esta bien.

More saludo a sus padres dándoles un beso en la mejilla a cada uno, después se fue a su habitación, dejándolos solos.

Madre de More: (lo abraza y le da un beso tierno) ¿Estas bien?

Padre de More: si, sólo….. Pienso que …. ¿Es necesario que le cuentes esta historia?

Madre de More : (lo suelta y lo mira con seriedad) sabes que sí, mientras antes lo sepa será mejor. Esta fue la única forma que se me ocurrió.

Padre de More: (muy rojo, tapándose la cara con las manos) ¿Pero cada detalle?

(sonrió) vamos nuestra niña ya tiene 12 años, no es tan pequeña. Si omito esos detalles perderá el interés, además, es una hermosa historia.

Padre de More: Tchs me voy a bañar, te espero en la recámara.

Madre de More: (le sonrió) tomaré un café y te alcanzo.

Hacia frío, era tarde, ella tomaba su café y observaba la ventana.

sus ojos se encendieron como lámparas reflejándose en el cristal de la ventana con un verde esmeralda muy brillante. bebía su café y murmuraba para si misma: así es amor, es necesario que ella también lo sepa.

 

Traiciones

More llegó de la escuela, tomo su merienda, hizo su tarea y como aún su madre estaba ocupada le ayudó con la limpieza. Karen Hell a sus 37 años no aparentaba más de 20, su cabello negro como el ébano y su piel trigueña resaltaban sus hermosos ojos marrones.

Ella trabajaba solo por las mañanas, por lo que tenía toda la tarde libre para ocuparse de la casa y de su hija.

Por otro lado su padre, Ian Blue también era un hombre muy apuesto, alto con cabello negro azulado y sus ojos de un profundo azul marino. El trabajaba con la computadora desde la casa y pasaba la mayor parte del día encerrado en su escritorio trabajando.

Ambos eran padres muy amorosos y gentiles. More crecía rodeada de calor y afecto ignorando que sus maravillosos padres le ocultaban un secreto que cambiaría su vida para siempre.

La niña y la madre terminaron de limpiar y se acomodaron en el living para continuar con una historia que Karen había comenzado ya días atrás, el padre salía del escritorio y se acomodaba abrazando a su hija en el sillón esperando con ansias el comienzo de la historia.

Karen: (continuo) La tranquilidad invitaba a los soldados a disfrutar de un refrigerio en la cantina, los elfos y Azul se reían contándose anécdotas de batalla, mientras que el resto de las elfas se ocupaban de restaurar la naturaleza destruida después de la última batalla contra los trolls.

Azul: Llegaban de todas partes, creí que morirías cuando el grandote te lanzó ese puñetazo.

Leonardo: (Con un gesto molesto) Tchs estaba todo controlado, podía contra el. Pero disfruta lucirse mi capitán, ¿Era necesario cortarle la cabeza?

Azul: (muestra una muy obviamente falsa cara de arrepentimiento) Lo siento, me asuste y actúe rápido.(cambia su expresión sonriéndole de forma divertida) La próxima dejo que te aplasten.

Todos los soldados sentados en la gran mesa de la cantina se reían y bebían, varias botellas de Alexandria yacían vacías al costado de ella. Todos bebían menos Anir, un soldado muy hábil en batalla pero muy tímido fuera de ella. Sus ojos turquesa y su cabello grisáceo no conseguían llamar tanto la atención como sus mejillas casi constantemente rojas por pudor, vergüenza o timidez.

Anir:(muy nervioso, levantando apenas la voz) La Capitán es realmente bondadosa pero aterradora en batalla

Azul:(Soltó una carcajada y le guiñó el ojo, enrojeciendo aún más el rostro del elfo) Gracias Anir… supongo

Todo sea por restaurar La Paz.

Aun muy sonrojado ante la sonrisa de su hermosa superiora abre la boca para decir un halago y es interrumpido por el elfo con mayor puesto en el ejército por lo que baja la mirada y le da rápidamente su lugar.

El almirante superior Edward White, un hombre muy alto y fornido, muy apuesto aunque bastante mayor de edad pese a su apariencia.

Anir: Almirante superior White, siéntese aquí por favor.

Superior White:(Con una botella de vino de Alexandria en mano voltea la silla molesto y se refiere directamente a su capitán sin reparo en Anir o los demás) Aún no entiendo la perseverancia de los trolls por estas tierras, se sabe de su codicia natural por hacer travesuras, y entiendo que de alguna manera lograron organizarse , Pero después de perder tantos soldados contra ti principalmente, no entiendo su persistencia.

Leonardo :(visiblemente nervioso) Co como se sea, este vino me esta cayendo mal, voy a salir a tomar aire.

Leonardo salió por la puerta de la cantina mientras dentro aún perduraban, las risas y anécdotas. Leonardo, por otro lado, aun nervioso se aleja de la cantina a una velocidad increíble en dirección a los límites de la pradera donde sin testigos se encontraba con un extraño hombre encapuchado, su piel verde bajo la capucha delataba su origen troll.

El troll le extiende una bolsa de monedas de oro, y se quita la capucha. Se trataba de Agares, el capitán del ejército de trolls.

Agares: Es tu parte de lo recaudado en la última conquista, Black está alterado, si ella es Lilith hay que apresurarnos a tomar acción, y terminar con esto de una vez.

Leonardo: (con una actitud sarcástica) Tchs no abrían muerto tantos, si ella fuera fácil de matar. (Se pone serio y baja la mirada, toma del suelo una flor azul) Estoy seguro que tiene que ser ella, el color de sus ojos y su cabello no pueden engañarme, su rostro, su piel, y hasta su sonrisa siguen siendo las mismas (se molesta y desintegra la flor concentrando energía en su mano) De todas formas, tienen a su madre, tortúrenla hasta que le digan si es Lilith o no….

Agares: Es más fácil decirlo que hacerlo, su madre no reveló nada sobre ella.

Leonardo: (muy molesto) TORTÚRENLA MAS.

No puedo equivocarme hasta su corazón es el mismo que el de Lilith antes de traicionarnos.

Agares: ¿Estas muy seguro? Black y tu la conocieron. No puedo negar que tiene una fuerza en combate extraordinaria, pero puede ser resultado de entrenar toda su vida.

Leonardo: Como dicen los humanos “a seguro se lo llevaron preso” pero de cualquier forma, si es la reencarnación de Lilith en este mundo la quiero muerta y de la peor manera posible, que sufra por su descaro.

Agares: ¿Es siquiera posible reencarnar en un mundo que no es el tuyo?

Leonardo: (muy molesto lo toma del cuello y le grita) NO TE OLVIDES DE QUIEN SOY (se calma y lo suelta) Yo mismo he buscado la forma de renacer aquí. Y la mayor parte de tu población no son más que estigios que yo mismo saqué del averno.

Agares: (respirando asustado y con dificultad trata de integrarse) Lo siento, no lo volveré a olvidar. (sonríe maliciosamente) Aún así creo que tengo un plan para acabar con ella, pero tendrá que ensuciarse las manos.

Leonardo: (sonríe) Te escucho.

En la cantina los combatientes aún se saciaban entré vino, cuentos, anécdotas y muchas risas. Algún que otro niño entraba a la cantina solo para recibir un recuerdo, abraso o gesto de la amada capitán Azul, que por su carácter y fiereza a lo largo de los años había ganado la admiración y el cariño de todos.

Su trágico pasado era de público conocimiento, muchos de los camaradas que hoy brindaban con ella habían sido parte de su suplicio en antaño. Más en el dulce corazón de Azul no había lugar para algo tan trivial como el rencor.

Superior White: (levanta una botella) Propongo un brindis, por la capitán Azul, ya que desde que ella forma parte de nuestro ejército no hemos sufrido bajas ni pérdidas, las elfas se encargan de las plantas destruidas en combate, pero nuestras invaluables vidas están a salvo gracias a nuestra implacable Azul.

Azul:(sonrojada y avergonzada de las palabras de su ya muy ebrio superior) No exagere Almirante. Somos un equipo todos juntos.

Superior White: (grita) Tonterías…

El almirante se levantó de su asiento con la botella en alto y todos los demás lo siguen completamente de acuerdo con lo dicho, mientras Azul se tapaba el rostro con las manos.

Todos: SALUD!!!

Todos los elfos se levantaron, levantaron sus copas, sus botellas y brindaron con alegría ante las palabras del ebrio Almirante superior White. Azul finalmente agradeció y brindo con ellos.

El superior White entre risas se arrojó en su silla nuevamente, para darse cuenta que la misma ya no estaba en su sitio. Termino en el suelo, en una posición vergonzosa con las piernas casi sobre la mesa, habiendo tirado con el, en un intento desesperado por evitar su caída, a dos elfos que cayeron con sus sillas sobre ellos. Las carcajadas no se hicieron esperar, la misma Azul no pudo contener se ante semejante caída.

Azul:(casi ahogándose de tanto reír) Lo siento no puedo evitarlo, fue un segundo pero juro que ante mis ojos pareció en cámara lenta…(siguió riendo) Su cara mi Almirante, debería verla. (se agarró la panza y continuo riéndose)

Superior White: (Se levanta con dificultad del suelo, rojo de la vergüenza y el enojo volteando hacia todos lados buscando su silla, hasta que se encuentra con un elfo extraño, reía sin parar sentado en su silla. Inmediatamente le grita) TUUUU ¿Quién DEMONIOS ERES Y POR QUÉ TOMASTE MI SILLA?

Elfo desconocido: (Corta su risa abruptamente y pone una muy obviamente falsa cara de preocupación) Lo siento ¿Te ibas a volver a sentar?

More: (limpia una lágrima de risa) por dios, me imagine al almirante todo despatarrado en el suelo y casi muero de risa.

Karen: (riendo) me alegra que lo disfrutes por que ya te vas a dormir.

More: ¿Qué? No… Pero no me podes dejar así, ósea su mejor amigo está traicionando al pueblo y el extraño, todavía no me decís quien es, sólo que es el responsable de la caída de el almirante.

Karen: (ríe y le da un beso en el cachete) nunca dije que el extraño de la cantina era el mismo extraño del Árbol.

More: (molesta) MAMÁ. Exijo qué continúes con la historia.

Ian: Mañana hay escuela temprano ve a descansar mi princesa. Prometo que la próxima parte será más interesante.

More: (suspira resignada) esta bien

More se despide de sus padres y ellos se quedan mirándose en silencio un poco más. Hasta qué Ian rompe el silencio.

Ian: (toma su mano con preocupación) mañana puedo contarle yo la historia, si quieres.

Karen: (le sonríe con ternura) gracias, me lo pensaré, por ahora solo quiero ir a descanzar.

...

Se dan un beso y van a su habitación a descansar.

...

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