Me gustó mucho el fina,l Anastasia se lo merece ¿Como intento asesinar a la dulce emperatriz?Siempre supo que el príncipe no le haría caso y aún así se enamoró tanto que se volvió loca– Digo mientras dejo mi teléfono en la mesita de noche– Aunque me da un poco de pena Anastasia, pero la princesa antes de ser la emperatriz la trataba muy bien... tengo tanto sueño... Anastasia me gustaría que cambiaras tu....destino....– me quedaba completamente dormida
–¡Señorita despierte!– Una voz me despertó y la luz del sol iluminó mi cara– ¿Eh? ¿Donde estoy?– Miraba hacia todos lados tratando de ubicarme, vi a una mujer frente a mi con una vestimenta bastante extraña.–Señorita, el duque Nikolaevna la está esperando para desayunar, tenemos que bañarla.
Espera ¿Duque Nikolaevna? El único que conozco con ese apellido es a el padre de Anastasia de la novela que leía anoche.
Me levanté sobresaltada de la cama, me encamine hacia un espejo que estaba en mitad de la habitación.
Todo en mi tembló al ver el reflejo de una chica completamente ajena a mi apariencia, me tambalee tratando de entender que estaba pasando.
–Señorita, si no se encuentra bien podría llamar al doctor.
Mi mirada se dirigió a la mujer, si en realidad era esa Anastasia podía decir que ella era Lucy, la niñera.
–Estoy... Distraída.
Dije, desvíe mi mirada al espejo otra vez tratando de aclarar mis ideas, realmente no creía en el tema de la reencarnación pero de alguna manera no podía ser imposible.
Un rato después tratando de procesar lo que está pasando me bañaron y me vistieron, Lucy me guió hasta el comedor donde estaría el padre de Anastasia, el duque Keiran Nikolaevna Romanova.
–Anastasia, buenos días– Dijo el hombre mayor sentado en un extremo de un larga mesa.
–Buenos días padre– Respondí algo nerviosa, no sabia que decir o hacer exactamente. Por mi cara puedo decir que aún soy una niña.
–Siéntate a comer– Algo indecisa tome asiento justo al lado del Duque, lo que menos quería era levantar alguna sospecha sobre de que yo no era su Anastasia.
–El tiempo pasa demasiado rápido.–Dijo el Duque dando un bocado a su plato. El padre de Anastasia procede a darme un discurso en el cual me entero que tengo la edad de 13 años, menciona el tema del matrimonio lo cual lo hace dar una expresión de enojo y no es difícil deducir que se encuentra en negación por ese tema.
Según tengo entendido en la época en que se basa la novela era muy normal encontrar un prometido o prometida a un corta edad, era mucho mejor si este tenía una alta posición social.
Anastasia al ser hija de un Duque como Keiran Romanova, procede a ser una princesa. Y sobre su padre solo está el emperador, y sobre ella el príncipe...
Un resumen rápido del contenido original narra la vida de la princesa Alicia Stelle Morán, la princesa de un reino vecino a este imperio. Su hogar cuenta con una gran potencia en defensa y soldados por lo cual es "Invitada" a conocer este lugar, con su visita es forzada a quedarse por un tiempo hasta que su padre acepté un acuerdo de paz con el emperador.
En ese tiempo la protagonista conoce a quien será su interés amoroso principal.
Ren Nerva De Angely Palmiert.
El primer príncipe y heredero de la corona.
Tiene todo el encanto de un protagonista y un príncipe, por supuesto Alicia se enamora completamente de él. Pero para hacer las cosas más interesantes aparecen personajes secundarios como otros intereses amorosos.
En total son cinco hombres.
Debo admitir que que tuve un poco de celos cuando leía la novela, ah y claro la villana.
Anastasia Nikolaevna Romanova.
Hija única del Duque Keiran Romanova y futura heredera de todo el Ducado.
Anastasia fue criada como lo que era desde que nació, su actitud cambio de un momento a otro volviéndose realmente egoísta.
Tuvo un encuentro con el protagonista en un evento y rápidamente quedó flechada por él, dicho encuentro sucedió cuando ella aún tenía trece años mi edad actualmente.
Anastasia trató de acercarse a él, pero Ren siempre tenía una forma de rechazarla, al final llego Alicia y él simplemente se entregó a ella.
Di un suspiro dándome cuenta que me había tocado la peor parte de esta historia.
Definitivamente no jugaré en el país de villana ¿Porque? Siempre son las primeras en morir.
Ha pasado un tiempo desde que desperté en un mundo de fantasía donde me convertí en la villana, estuve trazando distintos planes, aprendiendo cosas de la Anastasia original y cambiando ciertas cosas las cuales me negaba a hacer.
No podía seguir tratando de forma egoísta a los empleados de la mansión, en este momento son mis mejores aliados, aunque al principio fue incómodo para todos logre meterme poco a poco y entablar una relación de respeto.
En cuanto al Duque, planee ciertas actividades con él.
, sutilmente le sacaba algo de información sobre el imperio y cosas que tendría que tener en cuenta.
Los días eran soleados, llenos de una alegría que pronto se veía interrumpida.
>Princesa, el Duque solicita su presencia.
Deje a un lado los documentos que tenía sobre una mesa en el balcón, eran prácticamente anotaciones por si podía olvidar algo importante de la novela. Me dirigí a la oficina del Duque.
Toqué la puerta y cuando escuche su aprobación entre a la habitación, mi padre estaba sentado detrás del escritorio mientras leía unos papeles, su mirada viajó a mí dándome una sonrisa invitándome a sentar frente a la silla que estaba al otro lado de su escritorio.
>Padre, ¿En qué puedo ayudarte?
>Quería comunicarte algo, Hija.< El Duque saco un sobre de uno de los cajones.
>En una semana será la celebración del décimo octavo cumpleaños de su majestad el príncipe heredero.
>Su fiesta de mayoría de edad...
>Así es, su majestad se convertirá en un adulto. Al ser amigo cercano del emperador y por mi título estoy forzado a asistir, pero tú no tienes que hacerlo.
Fruncí el ceño, ¿Porque no asistiría? No podía negar que me sentía algo nerviosa, pero no podía esconderme por siempre en mi cómoda casa.
>Padre, yo...
>No agradezcas, tu presencia no es requerida en la ceremonia. Sería incluso mucho mejor si te abstienes de asistir.
>Quiero asistir.< Mi tono de voz saliósi mucho más firme de lo que en realidad quería que sonará. El Duque se quedó en silencio mientras me miraba haciendo la misma expresión de confusión que yo hice justo hace un momento.
>Creía que estos eventos no te interesaban.
>Y no lo hacen, pero es una ocasión especial que no se repetirá dos veces. No soy cercana a su majestad, pero me gustaría demostrar que tiene el apoyo del Ducado.
Mi padre asintió aunque no se notó muy convencido, bastaron solo unas cuantas palabras más para llegar a un acuerdo.
Cuando volví a mi habitación trace planes y muchos escenarios en los que podría encontrarme con el protagonista, por muy Anastasia que fuera ahora seguí a siendo yo por dentro y mi amor por Ren no podría ser fácil de disimular.
El plan de ser amiga del protagonista no funcionaría, simplemente planeaba mostrarme plana ante mis reacciones, demostrar que lo respetaba pero que no me importa tanto como para darle tanta atención.
Prácticamente, me jugaría mi futuro en una noche en la que esperaba que todo fuera de maravilla, con la experiencia que tengo leyendo este tipo de novelas sabía mejor que nadie que no sería fácil porque cambiar la historia afectaría de muchas formas, no podía confiarme ciegamente ante nada.
La modista llegó un tiempo después y así pasó una semana.
Lucy con ayuda de otras mucamas me arreglaron y pusieron el vestido que habian diseñado exclusivamente para mi, aunque no estaba acostumbrada el diseño sencillo podía hacerlo mucho más fácil.
Una vez fuera, mi padre me dio un elogio por mi buena apariencia a los cual sonrei agradecida.
El camino fue largo y bastante silencioso hasta que por fin llegamos al palacio, fuimos anunciados ante el gran salón por lo cual robamos las miradas de los invitados, ya sea de felicidad por vernos, simpatía o desprecio pude sentir cada una de las emociones.
Pude escuchar constantemente los murmullos de las personas, en su mayoría no eran totalmente agradables para mi gusto pero no tanto como para llegar a ofenderme.
Recuerdo un hecho de la novela original, en la fiesta una noble tira accidentalmente su bebida sobre el vestido de Anastasia, me baso en las descripciones y la ubico entre el resto de invitados dándome una cuantas miradas de burla.
Sería mucho mejor para mí no cometer el error de Anastasia y quedarme sola porque el Duque fue a saludar a unos cuantos conocidos.
Me mezclé enteré la multitud y me movía de un lado al otro en el salón huyendo de la noble obsesionada conmigo, me vi obligada a retirarme a uno de los balcones que estaban solos y alejados del salón.
Pude dar un suspiro de alivio al notar que no me seguía, lo cual no duró mucho tiempo cuando escuche la puerta abrirse detrás de mi.
Me di la vuelta para retirarme pero la voz masculina me hizo detenerme.
>Disculpe, no sabía que...
Al encontrar mi mirada con la del hombre frente a mí me detuve, al igual que el dejo de hablar.
Trague saliva y di un paso atrás.
Su apariencia no pasaba desapercibida para mí, podría reconocerlo entre un millón de personas. El protagonista de esta novela es simplemente único.
Encontrarlo en persona tan pronto definitivamente no estaba entre mis planes, Ren lucia un elegante traje de gala, su cabello blanco estaba peinado hacia atrás de una forma muy perfecta, sus ojos rojos se enfocaron en mí y por un momento me sentí como una presa que fue descubierta por un vil depredador, que podría lanzarse sobre mí en cualquier momento.
>Me retiro primero.
Dije, y procedí a hacer una reverencia. Me obligue a mi misma a ocultar toda emoción que podría mostrar en mi rostro, pase por su lado pero rápidamente fui detenida por su agarre en mi muñeca.
>No sabía que estaba aquí, señorita. Seré yo quien se retire.
>De igual forma, tengo que volver a la fiesta.
Insistí, suavemente retiré mi mano de su agarre porque no quería parecer asustada o que pensaras que tenía algún tipo de temor con él.
>Sabe... ¿Sabe usted quien soy yo?< Por un momento quise que alguien apareciera por la puerta e irrumpiera esta conversación.
>Es su majestad el príncipe heredero.< Dije con obviedad.
>Tú... Anastasia Romanova.
>Princesa Romanova, para usted.
Otra vez mi tono salió mucho más fuerte de lo que en realidad quería, Ren soltó mano y no sin antes dar una reverencia salió dejándome sola y confundida.
>Que extraño...< Murmure.
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