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Ascensión Estelar

Prologo

Nadie recuerda, con certeza. El momento, en el que lo seres humanos. Tuvieron que abandonar, la tierra. Para colonizar, el espacio. Si bien, se tienen algunos antecedentes históricos, y referencia. No hay una fecha, exacta. Que especifique, el momento. En el que la humanidad. Tuvo que dejar atrás, su planeta madre. Y embarcarse, en una travesía. Por conquistar, el cosmos. Mucho menos, se sabe. Cual fue el motivo o, la razón. Que llevo a los hombres a, aventurarse. Fuera de la galaxia. Hacia el cosmos profundo.

Lo único que se conoce. Es que después de viajar, durante más de cien años. La raza humana, hiso contacto por primera vez. Con especies inteligente, de otros planetas. Sin embargo, a, pesar de la buena voluntad del hombre. Este solo encontró desdén, odio, y humillación. De parte de sus homólogos, de otras razas. Que vieron a, la raza humana. Como un futuro enemigo. En la conquista, espacial. Que no podían permitir, proliferar, y asentarse. Si deseaban tener un control, sobre la explotación de recurso. De diversas, sectores del universo. Ya que una nueva raza, solo traería desequilibrio. A tratados, que se había establecido; milenios atrás. Donde, cuatro razas. Coincidas como los Valk´s, Azerz, Glimp, y Nosher. Seccionaron el universo, equitativamente.

Fue así, que las cuatro razas. Comenzaron, una cacería. En búsqueda. De erradicar a, la raza humana. Su ideología, era. Que si una raza, no era lo suficientemente fuerte. Para sobrevivir a, su asedio. Ni siquiera tenían el derecho, de colonizar las galaxias. Lo único que podían hacer, era desaparecer o, convertirse en esclavos. Sin la fuerza suficiente ¿Qué derecho tenía la especie humana, para ponerse en la misma posición que las cuatro razas? ¡Era, totalmente ilógico! A sus ojos. Los seres humanos, eran invasores, y parásitos. Que solo consumirían, valiosos recursos. Si se les permitía expenderse, por el resto del universo.

Poco más de doscientos años, vasto. Para, que la humanidad. Se viera mermada, en gran medida. Antes los constantes ataques, de las cuatro razas. Quienes, en afán. De destruir a, los invasores. No escatimaron gastos, ni recursos. Orillando a, los vestigios de la humanidad. A esconderse, en planeta inhóspitos, y sin recursos. Lo que eventualmente. Llevaría a la raza humana a, la decadencia.

No obstante. A pesar de las penurias. Los vestigios, de la humanidad. Pronto, encontraron un faro de luz. Cuando conocieron, por primera vez. Las reliquias de los Precursores. Planos dimensionales, de épocas primordiales. Dejados, por una antigua civilización. Que se encontraban dispersos, por todo el universo. En dichos planos o, dimensiones secundarias. Los seres humanos, fueron capaces. De despertar, nuevos poderes; desconocido, para las cuatro razas. La Esencia. Energía elemental, nacida del alma. Y las Habilidades. Capacidades, sobre naturales. Que permitían, transfigurar la esencia; en magia.

Pero no solo esto. Al explorar, las reliquias de los Precursores. El hombre, fue capaza. De descifrar, grabados antiguos. De tecnologías, olvidadas; durante eones. Dichos, grabados. Se convirtieron, en la piedra angular. De una revolución tecnológica. Que llevo a la tecnología terrestre a, una nueva era. Mejorando en gran medida, el funcionamiento de los computadores, naves espaciales, y el armamento.

Con estas nuevas, herramienta. Después de ser perseguidos, por más de dos siglos. La raza humana, se revelo en contra de las cuatro razas. Lanzando, un ataque certero. Al corazón, del imperio Glimp. Ataque; que sería solo el primero, de muchos. Que llevaron a los Glimp. A una completa aniquilación, por las manos del hombre. Quien, armado. Tomo, todos sus territorios. Y lanzó una advertencia a, las tres razas; que aun persistían. La humanidad. Ya no era, la pequeña figura. A la que todos, podían intimidar. Ahora estaba, en una posición de poder. Que superaba, al resto de las razas.

Fue así, que por más de 500 años. La humanidad, pudo prosperar, y expandirse en el universo. Colonizados planetas, de los territorios Glimp. No optantes. Se comprendía, que la persistencia de las tres razas. Que buscaban, la completa aniquilación de la raza humana. No iba a detenerse, tan fácilmente. Por lo que, en ves. De bajar la guardia. Previendo, un posible contrataque. En respuesta a, la destrucción de los Glimp. Los remanentes de la humanidad, que se encontraban divididos en tres clanes. Decidieron, unirse. Bajo, una sola bandera. Formando “La unión terrestre”. Una organización gubernamental, y militar. Que se encargaría, de gobernar, y proteger los intereses de la raza humana; en las colonias terrestres. Así, como salvaguardar la integridad de la especie. De enemigos, alienígenas.

A su vez, comprendiendo. La importancia, que habían tenido las reliquias de los Precursores. En el curso, de la guerra. “La Unión Terrestre”, enfoco gran parte de sus recursos. En la exploración, investigación, y explotación; de los planos, dimensionales. Sin embargo, con el tiempo descubrirían. Que los beneficios, que habían obtenido de los primeros planos. Había sido, solo suerte. Ya que, en muchos de ellos. Habitaban, criaturas poderosas. Que atacarían a, cualquiera que entrara en los planos. Haciendo imposible. La obtención de beneficios a, corto plazo. A menos, que los planos fueran conquistados. Por lo que se decidió, no implementar personal militar. En las operaciones de conquista. Y en ves ellos, se optó por un sistema. Que permitía a los civiles, con habilidades. El cazar, en el interior de los planos. Y vender, los recursos recuperados; al gobierno. De esta manera, se explotarían los planos. Sin la necesidad, de gastar recursos militares.

No obstante, comprendiendo. Que los planos, no eran cosa de juego. La misma Unión Terrestre. Separo, su sociedad. De tal manera. Que los más capacitados. Tuvieran accesos a, los mejores planetas, armas, medicinas, elementos, técnicas de combate, habilidades, y naves espaciales. Al igual que acceso, a los planos más difíciles de conquistar. Mientras, que los menos capacitados. Se verían relegados a, plantes de baja categoría. Donde tendría que subsistir, con las sobras. De lo que no querían, los planetas más desarrollados. Así como la entrada, a planos de bajo nivel. Sin embargo. El que nacieran o crecieran, en tan bajas condiciones. No significaba. Que no podías escalar a, mejores condiciones de vida. Siempre que demostraras, tu talento o, tus capacidades. La Unión Terrestre, te permitiría ascender, En el sistema, de clase sociales. Que iba, desde la F a la A. Y en algunos casos especiales, la S.

Capítulo 1: ¡Mocoso! ¡A trabajar!

En un sistema solar. En el límite, del territorio. Que alguna vez. Le perteneció, al imperio Glimp. Una pequeña nave de transporte. Avanza con lentitud, en el vacío estelar.

Con un diámetro, no mayor a los 15 metros. Podría ser categorizada, en la clase Escarabajo. De las naves, de Transporte Menor. Siendo estas. Las más pequeña, de toda la categoría. Este tipo, de naves. Se caracterizan. Por usar Híper Gel, de categoría tres; como, combustible. No cuenta, con sistemas de armas. Y tampoco, están equipadas. Con módulos, y motores; para realizar, saltos espaciales. Su uso, principalmente. Es para transportar mercancía. Sin embargo. Eso, no significa. Que no puedan ser modificadas, para otros usos. Como la recolección de desechos espaciales o, como una nave de salvamento.

En este caso. Esta nave, había sido modificada. Para la recolección. Siendo, la adición. De un brazo mecánico, plegable. La modificación, más evidente. De esta unidad. La cual buscaría, constantemente. Naufragios, de naves abandonadas. De las cuales, recuperaría. Los materiales, elemento o, equipos; que aun fueran, funcionales. Aunque, recuperación. Es una palabra, muy bonita. Para describir, lo que realmente es. Vil saqueo.

En el puente de mando, de la nave. Un robusto hombre, de piel bronceada, y ojos grises. Pilotea, el transporte. A través de una consola. El hombre. De rasgos, americanos. Tendría, entre 40 y 45 años. Era calvo, y tenía una barba pelirroja; bastante, desaliñada. Además, su cuerpo estaba desproporcionado. Teniendo brazos musculosos. Mientras que el resto de su cuerpo, era el de una persona obesa. Vestía un overol rojo oxido; que solo cubría, hasta su cintura. Debido a que había usado, las mangas de la mitad superior. Como un cinturón, improvisado. Para mantener, los pantalones del overol en su lugar. En contraste. Su parte superior. Era cubierta, por una camiseta blanca; algo vieja. Esta, estaba bastante sucia. Y la parte del pecho, estaba cubierta por manchas de alimentos. Que denotaban la mala alimenticia, y falta de higiene personal. De la persona, que la utilizaba.

De la nada, el hombre levanto. Lo que parecía, un burrito. Y le dio, una poderosa mordida. Que acabo, con la mitad del bocadillo. Para luego, limpiarse la boca. Con el antebrazo. Y después, con la mano grasienta. Siguió manipulando, el curso de la nave. En la consola. Algo, bastante desagradable.

No paso mucho tiempo. Antes, de que algo. Llamará la atención, del hombre. Quien pudo ver, en el radar tridimensional de la nave. Un enorme punto a, la lejanía. El cual, parecía acercarse. Conforme la nave, seguía avanzando.

Consternado, ante el suceso. Aquel, hombre. Comenzó a, presionar. Botones e, interruptores. En la consola, de mando. Causando, que segundos después. Una pantalla, holografía. Fuera, proyectada. Desde un cristal. En el centro, de la consola. En la pantalla, podía verse. Lo que parecía, una nave. Flotando a la deriva, en el espacio.

Al ver, esta nave. Los ojos del hombre, se iluminaron. Mientras una sonrisa, maliciosa. Se pintaba en su rostro.

A continuación. Tomo de un costado, de la consola. Un pequeño cilindro. De nos mas, de 15 cm. Este, tenía en un extremo; varios orificios. Y en su costado izquierdo; se encontraba un pequeño botón. Al tener este objeto, en su mano. Lo acerco a su boca, presiono el botón, y hablo.

En otra parte de la nave. Que correspondía, a la bodega de carga. Un joven de rasgo asiático americanos. Se encontraba, haciendo. Una serie, de abdominales. Sobre un contenedor, metálico. El chico, como de unos 13 años. Tenía una cabellera, oscura; corta, y desalineada. Y sus ojos, eran cafés. Su cuerpo. Que, en ese momento. Solo estaba cubierto, en la mitad inferior. Denotaba, una musculatura. Nada, acorte. Para un jovencito, de su edad. Siendo bastante torneada, y marcada; en su delgado cuerpo, de 157 cm. El cual, por cierto. Contaba con algunas, cicatrices.

El rostro, del chico. Era, bastante serio. Aquel brillo de ilusión e, inocencia. Que resplandecía, en los ojos de los pequeños. No estaba más, en el. Hacía tiempo. Que aquel fulgor. Se había extinto, de su mirada. Dejando, una expresión fría. Que significa. Que había madurado, demasiado rápido. Una cruel, y terrible madurez. Producto de una vida, llena de carencias, penurias, y adversidades. Que, solo entenderían. Aquellos, que día con día. Traban de sobrevivir. En sitios hostiles. Donde, no sabías. Si podrías despertar a, la mañana siguiente. O si, simplemente. Tu vida acabaría, cuando cerraras los ojos. Para descansar, solo un momento.

Terminando, de ejercitarse. El chico, se levantó del contenedor. Y seco, el sudor de su cuerpo. Con una tolla. Para, segundos después. Colocarse, una camiseta gris. Que cubrió, su torso. Que hasta, el momento. Había estado, desnudo. Sus piernas, por otro lado. Eran, ocupadas. Por los pantalones. De un overol, de manteniendo; color, azul oscuro. Mientras, que el resto. De la parte superior, del overol. Colgaba, tras sus piernas. Como último, detalle. En sus pies, podían verse. Unas botas, tipo militar; oscuras, como el carbón.

Sin esperarlo. Sintió. Como uno de sus bolsillos, vibro. Así que, introdujo su mano en él. Y de este, sacó. Un pequeño cilindro. Muy parecido. Al que, el hombre. En el centro de mando, de la nave. Había tomado,

— ¡Mocoso! Si ya terminaste, de dormir ¡Muévete! Tenemos trabajo— se escuchó una voz rasposa. Salir, del cilindro. Era el hombre. Que se encontraba. En el centro de mando, de la nave.

— ¡Deja de molestarme, viejo cerdo! ¿De qué trabajo, hablas? Dijiste, que únicamente. Recolectaríamos metal, del carguero abandonado. Y luego regresaríamos a, casa— señalo, el chico.

— ¡Pues, cambio de planes! Apareció, una nueva nave. En el radar. Es una nave de Asalto Menor, clase explorador ¡No podemos dejar pasar, esta oportunidad! ¡Me oíste, Kai! —

— ¿Nave de Asalto Menor? ¡Dreikus, te volviste loco! Esas, son las naves. Que ocupan, los piratas Spider. Debe ser, una trampa ¡hay, que alejarnos!

— ¡Cállate! ¿Quién es el jefe aquí? ¡Tú no me das ordenes, mocos! No olvides, cuál es tu lugar— enfurio el hombre. Que respondía, al nombre de Dreikus. –Además. No hay, porque temer. Ya usé los aparatos. Para analizar, la nave. No tiene, ningún símbolo de los piratas. Al contrario. Creo que tiene, una insignia. De la unión terrestre—

— ¿Y que hace una nave militar, en un sitio como este? —

— ¡¿Y eso a quien, le importa?! Realice, un nuevo análisis. Muchacho ¡Nos ganamos, la lotería! La jodida lotería, te digo. La nave. Aún tiene medio tanque, de Híper Gel—

— ¿Y eso que? Nuestra nave. Tiene un tanque, casi completo. De esa, cosa— expresó, Kai, Con escepticismo. No entendía. Porque, Dreikus. Estaba, emocionado. Por medio tanque de Híper Gel.

—No lo entiendes, tarado. No es esa basura, De Híper Gel, de categoría tres. Es Híper Gel, de categoría uno. El más valioso, y caro de todos.

— ¿De verdad? — la expresión de Kai, cambio. A una de sorpresa.

—Si. Ahora prepara, el brazo mecánico. Vamos a ordeñar, esa nave. Antes, de que alguien más. Pase, por este lugar.

—Lo are, enseguida— comenzó a colocarse. La parte superior del overol.

—Si te apuras, y termínanos rápido. Solo, por esta vez. Subiré tu comisión. De las ganancias, de la venta del combustible. De 10 a 15% ¡Pero hazlo rápido!

Al escuchar, esas últimas palabras. Los ojos de Kai, se iluminaron. —No te arrepientas. De tus palabras. Viejo cerdo—. Y corrió a, los controles. Del brazo, mecánico.

Capítulo 2: Ladrones de combustible ¿podremos caer aún más bajo?

Con un suave, movimiento. El brazo mecánico, comenzó a moverse. Ahora, la nave de transporte. Se encontraba a, un costado. De la nave, de Asalto Menor. Dentro, del área de carga. Kai, controlaba el brazo mecánico. Por medio, de una terminal; con teclado, botones, y palancas. Mientras observaba, desde una pantalla. Como el brazo. Se iba acercando, cada vez más. Al depósito, de combustible. De la nave, abandonada. Segundos después. Presionando, uno botón. Corriente magnética, comenzó a fluir. En la garra, del brazo mecánico. Y esta se adhirió, al casco de la nave. A continuación, escribiendo. Una serie de comandos, en el teclado. Kai, accionó. Una función secundaria, de la garra. Causando, que de su centro. Surgiera, un taladro. Que brillo, en un color azul intenso. Antes de perforar, la superficie del casco.

Cuando, el taladro. Estuvo a punto, de atravesar el tanque combustible. El chico, realizo un nuevo comando. Haciendo, que el taladro. Se detuviera, abruptamente. Conforme el brillo azulino, se atenuaba. Ahora, el taladro. Se había partido, en cuatro. Mientras, que de su interior. Surgía, una aguja metálica. Que atravesó, la última capa de metal. Que protegía, el tanque de combustible. Al atravesar, el tanque. Kai, tiro de una palanca. Y la aguja, abrió su punta. Mientras, una corriente de succión. Comenzaba a, drenar. El combustible, de la nave de Asalto Menor. Que fue conducido, hacia la nave de transporte. A través, de una manguera. Hacía, un tanque secundario. De combustible.

Observando, el drenado. Desde los controle, del brazo mecánico. Kai, hiso algunos cálculos. En relación a, la fuerza de succión. Al parecer. El tanque, de la nave. Debía vaciarse. En no más, de seis minutos.

—Viejo cero, está listo. En 6 minutos. Podremos, largarnos de aquí— presionando, el botón. En el pequeño, cilindro metálico. Hablando, a través de este.

—Ajajajaj. Bien hecho, muchacho— respondió Dreikus

— ¿Cuánto crees, que paguen por esto?

—Normalmente. Unas 2,000,000, de unidades. Sin embargo. No podemos venderlo, por canales normales. Eso, solo nos traería problemas. Y tendríamos que dar, muchas explicaciones. Que, eventualmente. Terminaría, con nosotros dos en una celda—

— ¿Vas a venderlo, en el mercado negro?

—Si. Es la mejor, opción. Aunque, no ganaremos tanto. Posiblemente, la ganancia. Se mayor. Al 1,000,000 de créditos. Además, nos evitaremos muchos problemas. Te lo aseguro— señalo, Dreikus.

—Yo que pensaba. Que lo venderías, en Ocren-3—

—Jamás, lo vendería en ese lugar. Ocren-3. Es un nido ratas, asesinos, y estafadores—

— ¿Si sabes, que estás hablando de nuestro hogar?

—Es precisamente, por eso. Que no voy a vender, este valioso combustible. En ese lugar. Además ¿Quién me lo compraría? Sin mencionar. Que si alguno, de los vagos codiciosos. Que habitan, ese lugar. Se enteran, que tenemos esto. No sobreviviremos, ni un minuto. Antes de que todos, comiencen a dispararnos. Para quitárnoslos, de nuestras manos. Ya sea vivos o, muertos—

—Entonces ¿no sería mejor, dejarlo? Y así evitarnos, problemas innecesarios—

— ¡¿Qué acaso estas locos?! No vamos a dejar nada. Encontramos, justamente. Este tesoro. Y no vamos a, han donarlo— refuto, el hombre.

—Entonces ¿Qué aremos? No creo. Que tengamos, los recursos. Para protegerlo—

—Simplemente, no digas nada. Aterrizaremos en Ocren-3, como estaba planeado. Venderé el metal, que recuperamos. Y partiré, enseguida. A vender, el combustible. En el mercado negro—

— ¿Quieres que te acompañe? —

— ¿Qué acaso temes, que huya con el dinero? —

—Dime. ¿Me has dado razones? ¿Para pensar, qué no lo harías? –

—Niño, listo…— susurro, entre dientes. Dreikus. Y luego, sonrió maliciosamente. –Y dime ¿qué harás, para evitarlo? Acaso, ¿planeas quedarte conmigo, hasta que venda el combustible?

—Es una buena opción—

—Solo que hay, un pequeño problema. En tu plan.

— ¿Cuál? — pregunto Kai. Esperando, ver. Que trucos. Tenía Dreikus, bajo la manga.

— ¿Qué crees que pensara, la pobre Aisha? Cuando, su amado Kai. No llegue, en la fecha. Que ambos, acordaron. Imagino, que pensara que la abandonaste. Y se le romperá el corazón. Llorara fuertemente, y se le escurrirán los mocos. Que cuadro, tan lamentable ¿no te parece?

—Sucio bastardo. No metas a Aisha, en esto—

—No la estoy metiendo, en nada. Simplemente, recalque un punto importante. No es, para que te enojes— Dreikus, tenía un complejo de sociópata. Siempre quería tener, el control de la situación. Y cuando alguien, trataba de superarlo. Usaría, su lengua maliciosa. Para enseñarles. Que no estaban, en las mismas condiciones—

—No tiene, porque preocuparte. Cuando lleguemos a, la atmosfera de Ocren-3. La hare una llamada. Por el intercomunicador de la nave. Le explicare, la situación. Y ella lo entenderá— Kai, se impuso.

—Valla, parece. Que lo tienes todo, bien pensado— nuevamente, una sonrisa maligna. Se dibujó en el rostro del hombre. –Espero, que ella tenga. Provisiones, suficientes. Según, recuerdo. Compraste muchas provisiones, durante este viaje. Debido a, que se les estaba acabando la comida en casa. Realmente, espero que esa niña. Pueda sobrevivir, otro mes de viaje. Sin probar bocado –

El rosto de Kai, enrojeció. Por la ira e, impotencia. Que sentía. –Entonces. Cuando aterricemos, en Ocren-3. Iré a dejarle, provisiones. En lo que vendes, el metal que recolectamos. Me dará tiempo, de ir y regresar. Para, acompañarte. A vender, el combustible—

—Jum…— se escuchó. Una leve riza, contenida. En el cilindro, de trasmisiones. –Claro, hazlo. Con gusto, te esperare—

—…— Kai, resoplo. Guardando silencio, molesto. Había trabajado, demasiados años. Para, Dreikus. Como, para no saber. Lo que, el hombre. Se traía, entre manos. Que el bajara, de la nave. Era justo lo que Dreikus, quería. Seguramente. Después, de que abandonara. La bahía de aterrizaje. El viejo hombre. No se lo pensaría, mucho. Y volvería a, despegar. Sin vender ni siquiera, el metal. Para luego desaparecer, un mes entero. Apareciendo, posteriormente. Con docenas de heridas. Contando, historias. De que había sido, atacado. Por piratas espaciales. Y que estos. Le habría quitado, todo lo de valor. Perdonándole, la vida. Únicamente, por su carisma. Habitando, con dicho relato. El tener, que pagarle a Kai. Tanto por el metal, como por el combustible.

Este era un truco. En el que Kia. Había caído, demasiadas veces; en el pasado. Ya se le hacía, raro. Que Dreikus, le propusiera. Pagarle el 15%, de las ganancias. Es más que obvio. Que desde el principio. El hombre, tenía todo planeados ¡Para no darle nada! Lamentablemente, para Dreikus. Kai, ya no era el niño tonto. Que contrato, hace cuatro años. El haber, pasado. Demasiado tiempo, con él. Lo había cambiado. Y su manera de pensar, era diferente. A la de los niños, de su edad. No solo esto. Habiendo, aprendido. De sus errores, en el pasado. Y conociendo, quien era su oponente. Entendió, como superar esa situación.

—Si te largas. Y no me pagas. Le diré a, todos. En la bahía de aterrizaje, de Ocren-3. Que te convertiste, en un ladrón de combustible. Y hundiré, tu reputación— Kai, conocía demasiado bien a Dreikus. Sabía, que pocas cosas le importaban en esta vida. Salvo por el alcohol, las mujeres, y su reputación.

— ¡Que! ¡¿Me estas amenazando? – grito con ira.

—Solo, te estoy diciendo. Lo que va a suceder. Si tratas, de pasarte de listo conmigo—

— ¡Nadie va a creerte! — Resoplo, el hombre.

—Que lo crean o, no. No importa. Lo importante, es. El cómo, te trataran todos. Después, de que se sepa—

— ¡No tienes, pruebas de nada! Me oíste. De nada. Absolutamente, nada—

Dreikus, estaba muy molesto. Kai, había jugado una carta peligrosa. En Ocren-3. Todo se trataba. De poder, y reputación. Y si no querías ser, intimidado. Debías tener, al menos. Una, de las dos. Si bien, el robo de combustible. Era un delito menor. En comparación del robo, el saqueo, la estafa, el contrabando de arma, el tráfico de órganos, y la venta de drogas. Ningún crimen, era del todo perseguido. En aquel planeta. Sin embargo, el que te dedicaras a algo ilegal. Y que viviera, dignamente de ello. Te daba, cierta reputación o, estatus. En los círculos oscuros, del bajo mundo. Entre más vil, fuera tu crimen. Mayor, era el nivel de respeto. Que esto, acreditaba.

No obstante. Crímenes, como el robo de combustible, y el robo de alimentos. Era mal visto. Por dos razones. Primero. Estos crímenes. Podían afectar, directamente. La economía, de la Unión Terrestre. Y a su vez. La economía. En diversos, planetas. Lo que, eventualmente. Afectaría, la economía. De los, producto, ilícitos. Dañando, al bajo mundo. Y la segunda razón, era. Porque se consideraban, medidas desesperada. Para conseguir dinero, rápidamente. Algo, que solo haría. La peor clase baja, en el mundo criminal. Obviamente. Muchos crimínale, lo hacían. Sin embargo. Ninguno de ellos. Lo admitirá, abiertamente. Por miedo a perder, su reputación. Que, con tantos años de esfuerzo; habían creado. Y una, de esas personas. Era precisamente, Dreikus.

— ¡Maldito mocoso! – vocifero, el hombre. Desde el puesto de mando. Kai, lo tenía. Justo, donde lo quería.

—Di, lo que quieras— el chico, sonrió.

—Si le dices, una sola palabra a alguien. Sabes que también, destruirás tu reputación—

— ¿Cuál reputación? Ambos, sabemos. Que, a diferencia de ti. No tengo, una buena reputación. Que cuidar—

—Doble basura. Sabia, que darte trabajo. Algún día, me traería problemas— suspiro, molesto. –Debí arrojarte. En el primer asteroide, que encontré. Después de que subiste a, la nave. Hace, cuatro años— no había nada, que pudiera hacer. Deshacerse, del muchacho. Era una idea, poco realista. Si bien, el chico era molesto. Era bueno, honesto, y eficiente; en su trabajo. Cosas, que no se encontraban muy seguido; en Ocren-3. Un nido de ratas, de la peor categoría. –Bien, ganaste esta vez. Aterrizaremos en Ocren-3. Venderemos, el metal. Tal, como se tenía planeado. Te daré, tu parte. Y después. Partiré a, vender el combustible. En el mercado negro. La parte de tus ganancias. Te las daré, cuando regrese ¡¿Feliz?!

—No. Pero es, un buen comienzo—

— ¡No sabes, como te odio! En este momento. Doble basura. No se cómo, la pequeña Aisha. Pudo fijarse, en un estafador como tú. Eres de lo peor…— molesto. El hombre, refunfuño. Lanzando, docenas de peste. Durante, un largo rato. Sin saber, que Kai. Había apagado, su aparto de comunicación. Hacía, unos segundos. El hecho, de haberle ganado. Por primera vez a, Dreikus. Lo llenada, de felicidad, y orgullo. Tanto, que no cambia en sí.

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