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Espíritus Guerreros

Prólogo

El Imperio de Britania, también conocida como la nación de héroes, es un país con poco tiempo de haberse creado y se encuentra en las bases de lo que antes era Reino Unido. Un Imperio demasiado respetado a pesar del tamaño que tiene gracias a los grandes Espíritus Guerreros que salen de aquí; todo niño o adolescentes sueña con ser un Espíritu Guerrero para proteger el Imperio de los enemigos lo cuales llamamos "portadores demoníacos".

Mi nombre es Tristán Dagger, tengo 20 años y soy un elegido entre todos los cadetes de la Academia de Magia de Marley para forma un nuevo equipo de asalto. Toda mi vida he entrenado para convertirme en un Espíritu Guerrero, la persona de la cual recibía los entrenamientos era mi maestro Kuradel, él es un anciano demasiado estricto cuando se habla de entrenar; el me recogió hace 15 años después de quedarme huérfano y me brindó un hogar, llevándome de donde vivía antes a la Capital del Distrito de Marley.

Siendo hoy lunes del año 2280 y aniversario de la batalla final entre las fuerzas de la Asociación Mundial de Magia y los portadores demoníacos, se hará la presentación de un nuevo equipo de asalto en la cual estaré. Ahora mismo estoy arreglando los últimos detalles para salir del hotel e irme a la arena de combate.

Capítulo 1

Es el día donde se hace la presentación de un nuevo equipo de asalto, puedo decir que, hoy va a ser importante para mí, al fin estoy a un paso de cumplir el juramento que me hice hace cinco años cuando obtuve mi Arma Espiritual, la cual consiste en “Derrotar a los portadores demoníacos y evitar que más personas sufran como yo” “es algo anticuado”, sin embargo, para mí es algo de suma importancia por lo cual estoy aquí.

El uniforme que voy a usar, es el mismo de mis tiempos de estudiante en la Academia de Marley. Mi cuerpo delgado ha adquirido un poco de musculatura en torso, pectorales y brazos, que se adapta adecuadamente a esa indumentaria ajustada, color gris, con franjas naranjas en los costados de la cintura que terminan debajo de las axilas, los guantes negros me permiten sostener mi espada, el pantalón expandex me permite moverme con agilidad en cada movimiento que doy y los tenis negros con líneas blancas, son un producto de una marca llamada “WerS” que son hechos para resistir los combates.

Después de varios minutos termino de vestirme, pero antes de salir del vestidor, recibo un mensaje de un antiguo compañero de la academia que dice: —“No te vayas a contener como lo hacías conmigo, recuerda que este combate lo verá todo el Imperio y de eso depende que te reciba bien el capitán”

Cuando termino de leer el mensaje me río un poco, porque siento que me está regañando por subestimar a mis rivales. Suelto un leve suspiro y me dispongo a salir del vestidor.

Es un día soleado en la capital del Imperio, hemos alcanzado una temperatura de 107 °F, las personas en esta temporada de calor acostumbran viajar a las playas de la nación, hoy es todo lo contrario, la Verscelius está totalmente llena, no es para menos, pues se presenta uno de los equipos de asalto más prometedores según los expertos, pues está conformado por un miembro de la realeza, los demás son nobles, la única excepción soy yo, se podría decir que mi clase social es similar a la de un plebeyo.

La Arena Verscelius tiene una capacidad de 99 mil personas, está ubicado en lo que era el Estadio Wembley, se reconstruyó después de la guerra con un material llamado Quarkmatter, que está recubierto de antimagia para evitar daños mágicos. Los siete pasillos que se agregaron fueron por “Las Siete Academias Mágicas del Imperio”, desde ese momento, los cadetes en cada preparación de batalla pasan por ahí para llegar al centro de la arena, que está hecha de una material sintético simulando a la arenisca y así darle el toque de aquellas zonas de combate.

Mientras recorro el pasillo Marley, que está dentro de la Arena Verscelius, veo por todos lados a personas que gritan sin cesar, a lo lejos contemplo a los que serán mis compañeros al terminar este combate. Todos ellos poseen una gran capacidad mágica e incluso parecen más intimidantes de lo que pensaba. Cuando me mandaron la lista de quiénes serían mis nuevos compañeros me sorprendí al ver que todos eran de la nobleza y mas al saber que son hijos de los nobles más importantes de la nación.

Uno de ellos es Zeferino Sallow, representante de la Academia Mágica Venus; según lo que leí en unos artículos de internet, él es un prodigio porque a la edad de cinco años dominó con totalidad su magia de viento, lo cual le permitió que llegará a usar esta de forma eficiente en sus tiempos de estudiante. Su arma es una daga con el filo de obsidiana, una agarradera tallada en rubí, lo que le da esa tonalidad rojiza que combina de manera elegante con el jade que conforma la parte central.

También está Nerea Wilde, representante la Academia Frost, ella es una mujer de tez blanca, con pelo negro y unos ojos azules que resaltan con su vestimenta gris con tonalidades azules celeste en los bordes de esta. Usa una lanza color azul grisáceo con punta en forma de flecha que cubre con su magia de agua, y según, algunos rumores de la prensa, ella y Zeferino están en un noviazgo que habría empezado unos cuantos meses atrás al verlos juntos en un evento formal tomados de la mano.

A lado de Nérea logro ver a Nuriel, representante de la Academia Solus. No sé mucho de él, pero lo que he visto, es una persona demasiado engreída y se comporta como un imbécil cuando está con gente de mi clase social. Por si esto fuera poco, intimida a las personas con sus dos tipos de magia: una de fuego elemental y la otra conocida como luz solar, que incrementa su poder mágico y físico con el cenit.

Solamente alcanzo a verlos a ellos, pero sé claramente que los demás miembros del escuadrón de asalto están aquí, doy un paso hacia adelante, giro mi cabeza hacia la izquierda para alcanzar a visualizar a los que faltan y logro mirar a Margaret. Ella pertenece a la Academia de Magia Brighton, su arma es un arco color azul celeste, con el que dispara flechas que congela lo que tocan.

A lado de ella, veo a Lance, de la Academia Dominick, él es un joven de tez blanca, de pelo lacio, castaño claro y ojos encapuchados café oscuros. Tiene magia elemental de tierra, que concentra en su gran martillo de guerra de dos manos, la parte superior del martillo mide 60 cm, con una cara de 10 cm de diámetro; no sé cómo puede cargar tal arma para combatir, su arma tiene mi misma altura. Conocí a Lance hace un año, en un evento de intercambio de academias, su personalidad era muy agradable aún siendo noble, sin embargo, ¡no pude tolerar que hablara sin parar!, tuvieron que pasar 2 horas para que se callara y yo pudiera regresar a mi habitación del hotel.

El último miembro que veo, es Alice Windsor, la princesa del Imperio y representante de la Academia Lumius. Su magia de luz es una de las más raras en este mundo como la mía, pero también tiene una segunda magia llamada “Relámpago divino” que obtuvo al unirse con un Arcángel. Como era de esperar, nació con una gran capacidad mágica, por eso mismo es una de las rivales más fuerte que enfrentaré y sin duda alguna, está a la altura de un Espíritu Guardián.

Estos son un grupo formado por los Doce Espíritus Guerreros más poderosos del Imperio, sin embargo, no solamente en fuerza física o magia, sino también en habilidades y experiencia en combate.

Todos nos reunimos en el centro de La Verscelius, observando el balcón donde se encuentra el Rey con su ayudante, listos para recibir las indicaciones acerca del evento:

—¡Escucharme bien!, ustedes 7 serán un nuevo equipo de asalto, jurarán proteger El Imperio con su vida, por el bienestar de los ciudadanos —anuncia con voz enérgica, su ayudante.— Mostrarán sus habilidades en un combate de exhibición, el cual acabará cuando solamente uno de ustedes quede de pie.

Entre mis compañeros se ponen a discutir sobre el anuncio:

—¡Eh!… ¿de verdad nos harán pelear para que la gente confíe en nosotros?

—Así es Lance, tendremos que pelear como dicta la tradición de este evento, que a mi parecer, no debería de ser necesario enfrentarnos —responde Zeferino.

—Supongo que me tendré que ensuciar las manos con algunos chiquitines —añade Nuriel mirándome fijamente.

Al sentir su mirada, me volteo a verlo fijamente con una mirada retadora, después de unos segundos vuelvo a mirar hacia el balcón.

—Ahora unas palabras del Rey del Imperio, August Windsor III:

—Es un gran honor para mí, ver a jóvenes tan prometedores como ustedes, ahora mismo ya son Espíritus Guerreros y espero que su futuro sea promisorio. La suerte está echada y que inicie el combate.

Se escucha una campanada para dar inicio a la batalla, todos nos lanzamos a combatir, como era de esperar, Nuriel viene a retarme a un duelo. Intento acercarme de un brinco hacia donde se encuentra para sorprenderlo, pero, él con una gran velocidad toma su arma y da un hachazo, que provoca que me aleje de su área defensiva.

—Veo que eres rápido, un ataque con esa hacha te hubiera dejado heridas graves, pero el siguiente estaré seguro de que te daré. —me dice Nuriel engreídamente, viendo su reflejo en el hacha.

Ciertamente tendré que esforzarme un poco más de lo que pensaba, no puedo acercarme mientras le demuestre un punto ciego para que pueda atacarme. Mi situación es mucho mejor comparándola con la de los demás, Zeferino y Nérea se unieron para lanzar ataques continuos a Alice, que ella simplemente rechaza con ataques resplandecientes de luz.

—¡La pelea es aquí, no es allá Tristán! —grita Nuriel, lanzándose contra mí con su hacha en llamas.

Al escuchar a Nuriel decir eso, reacciono activando mi magia de oscuridad para crear un escudo y así bloquear su gran ataque de llamas, después de ese impacto se empeñó a querer seguir lanzando ataques para derrotarme antes de que pudiera usar mi verdadero poder.

Por primera vez decido hablar en el combate diciéndole:

—Tu fuerza es increíble Nuriel, pero ¡yo soy más fuerte que tú!

—Eso ya lo veremos ¡estúpido plebeyo! —responde Nuriel alejándose de mí.

Diciéndome eso, Nuriel se vuelve a lanzar al ataque con su hacha cargada de fuego, a lo que yo también decido lanzarme a contraatacar evitando ponerme a la defensiva de nuevo.

Ambos ataques colisionan y la fuerza que está usando Nuriel para repeler mi ataque es demasiada, mi rodilla derecha se sienta en el suelo de la arena y eso que aún no usaba su forma espiritual.

Las personas nos miran llenas de emoción por el combate que tenemos, logro escuchar unas voces cercanas a mí, diciéndose unas a otras:

—¿Quién crees que gané?

—La verdad no sé, pero, ¡esto es increíble miren como pelean esos dos!

Al parecer Nuriel y yo tenemos los reflectores en este momento, el combate entre nosotros empieza a ponerse más tenso.

—¿Qué pasa? ¡no dijiste que eras más fuerte que yo! —me dice Nuriel riéndose.

Sus palabras me molestan, justamente en esta situación no puedo hacer nada más que bloquear el ataque, si es que quiero evitar un golpe mortal con su hacha.

—Creo que es hora de activar mi forma espiritual, ¡ven a mí Ifrit! —exclama Nuriel, alejándose de mí, para cubrirse en llamas.

Su fuerza física y magia crecen a tal punto de convertirse en un monstruo demasiado fuerte y por si eso fuera poco, su segunda magia fue activada "luz solar", que como efecto aumenta su magia y su fuerza con el cenit.

No cabe duda, quiere vencerme a toda costa, aunque no entiendo su obsesión de quererme enfrentar sabiendo que soy un plebeyo.

—Ahora es el momento de usar mi verdadero poder, llamarada solar.

Cuando escucho eso, veo una enorme llamarada que viene hacia mí, intento bloquearla con mi espada para evitar quemaduras, pero las llamas alcanzan a hacer contacto con mi ropa quemando unas partes, dejando descubierto mi pecho y brazos.

—Nuriel realmente eres demasiado fuerte incluso más que antes, pero déjame decirte que yo, en toda el combate no he peleado en serio. Creo que ya es hora de enseñarte lo que en realidad es mi fuerza —menciono seriamente.

—¡No seas ridículo!

—¡Ven a mí Athatriel! —exclamo.

Mi cuerpo empieza a cubrirse en oscuridad después de invocar a mi demonio. La magia que desprendo cubre de oscuridad toda La Arena. Las personas me miran llenas de terror por la presencia que doy. Pasan unos segundos y la oscuridad desaparece dejando ver mi cuerpo con la mitad de unión demoníaca. El rostro de Nuriel deja su confianza para mostrar un temor auténtico.

—No creas que expulsé magia solamente para intimidarte, lo hice para preparar un ataque que te inmovilizará, ataduras de oscuridad —menciono de forma intimidante.

Al activar el hechizo la magia toma forma de cadenas oscuras que lo inmovilizan completamente, ni siquiera el calor de sus llamas pueden romperlas.

—¿Cómo es posible, que tu fuerza haya aumentado hasta ese nivel?

—¿De verdad pensaste que eras más fuerte que yo?, eso de verdad me molesta, ni siquiera estoy usando mi unión al cien por ciento y ¡ya te tengo bajo mi dominio! —le digo molesto.

Suspiro y levantando mi espada, canalizo toda mi magia en ella para preparar un hechizo lo suficientemente caótico, y así dejarlo fuera de combate.

—¡Ataque de Cataclismo! —grito.

Dicho eso lanzo un ataque de media distancia impactando en su pecho, y le provoco una herida que abre su torso e instantáneamente desactiva su unión cayendo al suelo inconsciente.

El equipo médico al ver su estado, entra a darle primeros auxilios y aplican magia de sanación para evitar que el sangrado continúe.

Las personas quedaron impactadas al ver como se llevan a Nuriel, incluso el asistente del Rey se sorprende diciendo por el micrófono:

—El combate... que acabamos de ver, es uno de... los mejores que he visto en toda mi vida.

Cuando volteo a mi izquierda, veo a todos derrotados y siendo llevados algunos al hospital o a salas de primeros auxilios. La única persona que está de pie es Alice, ella de verdad da terror y lo peor aun, es que no tengo ni la menor idea de qué ataques tiene.

—Veo que posees un demonio, uno que hace que tu fuerza física y magia aumenten deliberadamente, a tal punto que puedo decir que estás a la altura de un guardián —Dice seria.

Respiro profundamente y viendo mi reflejo en la espada le digo:

—Estás en lo correcto, así que prepárate para ser vencida Luminous Princess.

Nuestro enfrentamiento es inevitable, ella se encuentra a unos 5 metros delante de mí, Alice cerrando sus ojos comienza a envolverse en un capullo de luz rodeada de relámpagos que van de arriba hacia abajo, después de unos segundos su transformación se completa demostrando una armadura simple que cubre el lado derecho de su cuerpo con una aureola color platino, a simple vista uno pensaría que no fue un gran cambio, pero quienes tenemos el don de percibir la magia sabemos que su poder aumentó deliberadamente a una escala que simplemente no se puede medir, toda la magia liberada se expande por el estadio enfrentando mi magia de oscuridad liberada como si fueran el ying y el yang. Ella concentra toda su espada preparándose para un ataque final.

Al igual que ella, canalizo mi magia para lanzar un ataque capaz de derrotarla. No sé si el estadio pueda resistir el choque de ambas técnicas, pero a este punto ninguno de los dos nos vamos a detener.

—Magia de luz, ¡Espada destructora de estrellas!

—Magia de oscuridad, ¡Corte infernal! —digo al mismo tiempo que ella.

En el momento del impacto, se generó una onda de choque mágica que, si no hubiera sido por la magia de protección en ciertas áreas de las tribunas impuestas por los cadetes de Lumius, junto a la antimagia que cubre a estas, toda la arena hubiese sido destruida al igual que todas las personas que están ahí. Una gran tormenta de polvo es lo único que logro ver, es increíble que siga consciente después de tal enfrentamiento, pocas veces alguien me había hecho pelear en serio.

Después de unos segundos, la arenizca comenzó a dispersarse hasta ver de nuevo el rostro de Alice en el suelo, ella está totalmente inconsciente, pero aun así, mantuvo su espada apuntando hacia la mía. Su vestimenta está totalmente rasgada, su pelo se encuentra desaliñado y su cuerpo tiene unas cuantas heridas no graves, posiblemente dejarán marca si no se atienden de inmediato.

Todo el público guarda un silencio al no saber como reaccionar, puesto que por primera vez en la historia de presentación de equipos de asaltos, vieron como un plebeyo derrotó a un noble y un miembro de realeza.

Me siento totalmente fatigado, he usado una mayor cantidad de poder mágico de lo que mi cuerpo puede resistir, sin embargo, levanto mi mano derecha apuntando hacia el cielo y miro de forma retadora al público. Todo el público comienza a gritar llenos de euforia terminando así el hermoso silencio que tanto me gusta, muchos corean mi nombre al igual que otros me abuchean por ser de rango bajo; Alice comienza a levantarse de los escombros para mirarme de una forma sarcástica y decirme:

—No te llenes de tanto orgullo, derrotaste a uno y a alguien que se enfrentó sola a cuatro.

—No seas tan arrogante mujer —respondo sarcásticamente—. En la guerra, lo único que importa es estar vivo y no medio muerta como tú… comprenderás.

—Debo decir que estos jóvenes son realmente increíbles, la fuerza que demostraron en sus combates fue magnífica —expresa el Rey desde el balcón.

El Rey empieza a bajar las escaleras junto a su ayudante dirigiéndose hacia nosotros, que viéndolo de cerca, Alice no se parece en nada a él, mas que en el color de ojos.

Deja de caminar y se detiene enfrente de nosotros, dándonos las siguientes palabras:

—Han demostrado ser los más fuertes para proteger al Imperio espero que, sigan por ese camino —nos dice el Rey tomándonos de los hombros.

Antes de irse, se acerca a mi oído y me murmura...

—Te espero al final del evento en la entrada del estadio, allí alguien pasará por ti y hablaremos acerca de unas cosas sobre tu pasado.

Diciéndome eso se aleja de mí y retoma su camino con los otros dos para felicitarlos por sus grandes esfuerzos en el combate.

Capítulo 2

Estoy algo desconcertado, decirme esas palabreas de esa forma, en un evento es algo preocupante, será acaso que me investigarán por tener un pacto con un demonio o me hablará de otra cosa importante.

Solamente me queda seguir las indicaciones del Rey para evitar meterme en algún problema, aunque siento que debería avisar a mi maestro sobre esta situación.

Antes que nada, debo regresar al vestidor por mis cosas y cambiarme, ya que la vestimenta que traigo está destruida de la parte de arriba.

Llegando al vestidor abro la maleta donde tengo la ropa y saco mi celular, cuando lo prendo las notificaciones empiezan a llegar. Jamás en mi vida había tenido tantos mensajes como hoy y todas eran de mis redes sociales que solicitaban seguirme.

Mensajes de textos donde me piden que si podía hacer tiempo para una entrevista para noticieros y canales de televisión; yo como toda persona normal en este tipo de situación borro todas las notificaciones de mi celular, no es como si más tarde fuera a responder a cada una, y además no me gusta estar en contacto con demasiadas personas.

Terminando de arreglarme, salgo del vestidor y empiezo a caminar por los largos pasillos del estadio; caminando siento como si una persona estuviera siguiéndome, discretamente me giro hacia atrás y la persona que se encuentra ahí es Alice. Verla con ese vestido azul que lleva, llama mi atención haciendo que mi mirada se concentrara en ella inconscientemente.

—Tengo algo en mi rostro o ¿por qué me miras tanto?

Diciéndome eso reacciono, mis nervios empiezan a traicionarme a la vez, llegando pensamientos de los cargos que me podrían dar por ver de esa manera a un miembro de la realeza.

—No es nada, de verdad, solamente pensaba ¿por qué estabas aquí? No me malinterpretes Alice —comento intentando ocultar los nervios.

Cambio mi mirada hacia adelante y sigo mi camino para evitar hacer esta plática más incomoda de lo que ya es.

—¡Detente!

Suspiro, volteo a verla y le digo:

—Perdón por incomodarte de esa manera, pero ahora mismo debo de ir a un lugar para esperar a alguien.

—Te refieres esperar a mi padre —me responde Alice.

Escuchar eso me pone más nervioso de lo que me encuentro, aunque era obvio de que sospecharía de lo que el Rey me había dicho.

—¡No me interesa en absoluto lo que hablaste con mi padre!

—Entonces que es lo...

—Quiero saber ¿Por qué razón tienes un pacto con un demonio? —pregunta mirándome a los ojos.

De todas las cosas tiene que preguntar eso, ninguna persona a parte de mí y mi maestro sabe lo que paso aquel día, cuando hice el pacto con Athatriel; guardo silencio y empiezo a caminar hacia la salida para mostrar que no responderé su pregunta.

—Creo que es irrespetuoso que me des la espalda de esa manera Tristán.

—¡Déjame tranquilo! Solo te diré algo, si tengo un demonio es porque era la única manera de obtener mi Arma Espiritual —respondo irritado.

—Veo que sigues negándote a la pregunta.

—¡Me negaré las veces que sean necesarias! —expreso encarándola a la vez.

—Ya veo, cambiaré mejor la pregunta —insiste Alice.

Mi paciencia tiene un límite y ahora mismo ya está por llegar su punto de quiebre, realmente no entiendo ¿por qué tanto interés en mí? Ella tiene un Arcángel como pacto, no debe ser raro que yo tenga un demonio teniendo magia de oscuridad.

—¿Conoces la historia del origen de la magia y la gran guerra que hubo por su aparición en nuestro mundo? —pregunta cambiando su mirada a su arma.

Todas las personas del mundo conocemos esa historia, cuando tenía cuatro años mis padres me la contaban. Sé claramente quiénes habían sido las personas importantes en ese evento y conozco el origen de la magia en nuestro mundo.

—Sí...

—Siento interrumpir la conversación de ambos, pero el Rey solicita a Tristán en su residencia así que por favor suba al auto —me interrumpe un hombre de apariencia vieja, acercándose hacia nosotros.

—Conque solo requiere la presencia de Tristán.

—No, al parecer también quiere que lo acompañes.

—Por ahora dejaremos esta conversación, ya después terminaremos lo que empezamos Tristán —responde llena de seriedad y dirigiéndose al auto.

Son las 2 de la tarde el día se encuentra demasiado caliente, según los del clima hoy no tendríamos tanto sol; al parecer sus argumentos fueron incorrectas y eso que usan la mejor tecnología y magia para hacer predicciones de ese tipo; el auto donde estoy, aunque tenga el aire acondicionado prendido el calor no disminuye.

Mientras viajamos, ninguno de los dos intercambiamos palabras. El ambiente en este momento era demasiado tenso por la platica qué habíamos tenido anteriormente sobre mi demonio. Empezamos a salir de la Capital por el lado sur, cada vez se ve menos los enormes edificios que distinguen la ciudad y a lo lejos se alcanza a ver una residencia que entre más cerca se volvía más grande.

—Ya llegamos a la residencia, señorita Alice y joven Tristán.

—Muchas gracias por traernos hasta acá señor William.

—No es necesario que me dé las gracias, señorita Alice, es parte de mi trabajo como conductor de la familia real —añade el chofer.

Yo todavía sigo contemplando el lugar donde me encuentro, siempre había vivido en un departamento que tenía mi maestro, al compararlo con esto ni siquiera era una décima parte de la residencia; solamente puedo quedarme en silencio y no hacer ningún comentario alguno.

Ambos bajamos del auto y nos dirigimos a la entrada principal de la residencia, ahí mismo nos reciben más de diez empleados de la residencia junto al heredero de la corona, Kaal, también conocido como el Guerrero Espiritual más fuerte del Imperio; él es un hombre alto, un tanto robusto y de pelo rubio como su hermana, es conocido por ser el verdugo de cientos portadores demoníacos que aparecieron hace 15 años para tomar la capital del Imperio.

—Veo que ambos llegaron bien, nuestro padre está esperando en la sala de reuniones con algunos otros invitados —comenta Kaal desde la entrada, mientras se acerca para recibirnos.

—Hermano ¿qué estas haciendo aquí?, no deberías estar cumpliendo tus deberes como Espíritu Guardián.

—Muchas gracias, también estoy bien Alice. Joven Tristán qué bueno por acceder a la invitación, realmente mi padre quiere hablar contigo sobre unas cosas después de la reunión que tendremos con los lideres de cada distrito del Imperio.

—Un momento, el Rey me había dicho que hablaría conmigo, pero nunca dijo nada acerca de ir a una reunión.

—No te preocupes, solamente será una reunión de tratados comerciales y información sobre los nuevos portadores de demonios que están apareciendo. Si es mucho para ti, puedes quedarte afuera y esperar hasta que termine con Alice.

—Está bien hermano esperaré con él afuera y mientras hablaré acerca del nuevo escuadrón de asalto —responde Alice firmemente mientras cambia su mirada hacia mí.

—Bueno, al parecer ya está todo decidido, ya te llamaré Tristán, cuando acabe la reunión para poder hablar con mi padre —se despide Kaal alejándose de nosotros para ir a la reunión.

Yo sé claramente que no vamos hablar sobre el escuadrón, sino, sobre porqué poseo un demonio, mi única esperanza es que no me presione o haga alguna imprudencia con tal de obtener un poco de información.

Nos adentramos en la inmensa residencia que por dentro es más asombrosa, por todas las decoraciones que tiene.

Siguiendo a Alice, miro por los pasillos algunos documentos, muebles y objetos de gran valor de la época renacentista, creo que un solo collar vale más que todo lo que poseo.

—Sabes, en el momento que sentí tu poder, sabía que nuestro enfrentamiento sería demasiado complicado; además ambos ya estábamos un tanto agotados por nuestros combates anteriores y decidimos terminar con la batalla a un impacto.

—En eso tienes la razón —respondo dando un suspiro.

Después de estar caminando por unos minutos, llegamos a un balcón, en el cual es un gran espacio libre para hablar e incluso combatir.

—Pero debo decir que no esperaba enfrentarme a un usuario de magia oscura, no había nacido ningún portador de magia oscura desde hace doscientos veinte años y lo más soprendente es que tengas un pacto con un demonio —comenta Alice.

Lo que tanto quería evitar, al parecer es lo primero que ella toca en la conversación, solamente me queda escuchar lo que piensa decir de mí y Athatriel.

—Si ella posee magia druida, me obligará a salir, así que mas te vale que hagas algo o si no, esto terminará mal. —expresa una voz violenta que viene de mi cabeza.

La voz que escucho es la voz de Athatriel, no había escuchado su voz desde la mañana que hice la unión con él y lo único que me dice es: "esto terminará mal".

—Coram nobis fecimus pactum cum spiritibus in veram —conjura Alice

Mi espada empieza a liberar un humo oscuro al igual que el arma de Alice y empiezan a tomar formas dejando ver la verdadera forma de Athatriel y el Arcángel de Alice.

—Quién pensaría que nos volveríamos a ver de nuevo Athatriel.

—De verdad pasaría otros doscientos años, antes de volverte a ver Zadquiel —menciona Athatriel.

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