Amanda Smith era una chica morena de cabello castaño y ojos claros, de buen físico. Con tan solo 19 años, su cálida mirada hacia qué cualquiera quedara deslumbrado con ella y su belleza, hacía que los demás se sintieran en paz y confianza con ella.
Como cada mañana Amanda se preparaba para ir a la universidad, se dio una ducha, se hizo una coleta alta y se dirigió a su closet para elegir un hermoso outfit de un top blanco ajustado a su plano abdomen y un jeans ajustado que hacía resaltar su gran figura el cual combinó con unos tenis a juego con la blusa.
Al salir de su habitación bajos los escalones para dirigirse a la Mensa en donde su madre Marta ya había servido el desayuno.
-Marta: Buenos días mi preciosa nena como has dormido.
-Amanda: muy bien mama ya me tengo ir porque tengo examen y no quiero llegar tarde sabes cómo son los maestros de estrictos.
-Marta: pero debes desayunar que tal que te de un desmayo antes del examen por llevar la panza vacía eso si sería un problema, déjame empacarte unas frutas para que te las vallas comiendo de camino.
-Amanda: está bien mama pero apúrate.
Amanda salió de la casa después de coger las frutas empacadas por su mamá y tomó su auto color rojo, el cual era de clase media como ellos.
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Amanda Smith era una chica morena de cabello castaño y ojos claros, de buen físico. Con tan solo 19 años, su cálida mirada hacia qué cualquiera quedara deslumbrado con ella y su belleza, hacía que los demás se sintieran en paz y confianza con ella.
Como cada mañana Amanda se preparaba para ir a la universidad, se dio una ducha, se hizo una coleta alta y se dirigió a su closet para elegir un hermoso outfit de un top blanco ajustado a su plano abdomen y un jeans ajustado que hacía resaltar su gran figura el cual combinó con unos tenis a juego con la blusa.
Al salir de su habitación bajos los escalones para dirigirse a la Mensa en donde su madre Marta ya había servido el desayuno.
-Marta: Buenos días mi preciosa nena como has dormido.
-Amanda: muy bien mama ya me tengo ir porque tengo examen y no quiero llegar tarde sabes cómo son los maestros de estrictos.
-Marta: pero debes desayunar que tal que te de un desmayo antes del examen por llevar la panza vacía eso si sería un problema, déjame empacarte unas frutas para que te las vallas comiendo de camino.
-Amanda: está bien mama pero apúrate.
Amanda salió de la casa después de coger las frutas empacadas por su mamá y tomó su auto color rojo, el cual era de clase media como ellos.
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Amanda Smith era una chica morena de cabello castaño y ojos claros, de buen físico. Con tan solo 19 años, su cálida mirada hacia qué cualquiera quedara deslumbrado con ella y su belleza, hacía que los demás se sintieran en paz y confianza con ella.
Como cada mañana Amanda se preparaba para ir a la universidad, se dio una ducha, se hizo una coleta alta y se dirigió a su closet para elegir un hermoso outfit de un top blanco ajustado a su plano abdomen y un jeans ajustado que hacía resaltar su gran figura el cual combinó con unos tenis a juego con la blusa.
Al salir de su habitación bajos los escalones para dirigirse a la Mensa en donde su madre Marta ya había servido el desayuno.
-Marta: Buenos días mi preciosa nena como has dormido.
-Amanda: muy bien mama ya me tengo ir porque tengo examen y no quiero llegar tarde sabes cómo son los maestros de estrictos.
-Marta: pero debes desayunar que tal que te de un desmayo antes del examen por llevar la panza vacía eso si sería un problema, déjame empacarte unas frutas para que te las vallas comiendo de camino.
-Amanda: está bien mama pero apúrate.
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Al salir de su habitación bajos los escalones para dirigirse a la Mensa en donde su madre Marta ya había servido el desayuno.
-Marta: Buenos días mi preciosa nena como has dormido.
-Amanda: muy bien mama ya me tengo ir porque tengo examen y no quiero llegar tarde sabes cómo son los maestros de estrictos.
-Marta: pero debes desayunar que tal que te de un desmayo antes del examen por llevar la panza vacía eso si sería un problema, déjame empacarte unas frutas para que te las vallas comiendo de camino.
-Amanda: está bien mama pero apúrate.
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