Capitulo 1

POV Helena

—¡Vamos Helena!

—¡Ya voy!

—¡Siempre es lo mismo contigo, llegaremos tarde! ya sabes como es la  Dolores.

—Lo sé, lo siento no escuche la alarma.

—Es que te pasa siempre, ya no te espero mas, si llegas tarde es tu problema.

—Vale, vale.

Llegamos a la puerta del instituto y seguimos corriendo escaleras para arriba.

«Malditas escaleras» 

—¡Por fin llegamos! —grita mi amiga toda agitada.

—S-si, —le respondo mientras intento coger aire.

—Además parece que la clase no a empeza-...

En ese momento a Janise y a mi queremos que nos trague la tierra.

«Mierda aquí vamos...» 

—¡Helena Luz Rubio  y Janise Alexandra Jones! —gritó nuestra profe de Literatura Universal.

—Buenos días María Dolores —Respondemos a la vez Janise y yo.

—Nada de buenos días, llegan tarde ambas ¡Otra vez!. ¿Voy a tener que llamar a sus familias para que dejen de interrumpir mi clase?...

—No señorita, llame a los míos es mi culpa, no de Janise solo me estaba esperando.

—Da igual, ha sido elección de Janise, por lo tanto es su culpa y tiene que cargar con la responsabilidad. —María Dolores suspira.

—Helena acompáñame afuera y tu Janise ve a sentarte, Agatha vigila la clase y da ejemplo como delegada ¿entendido?

—Por supuesto señorita —Responde Agatha.

«¡Agh! ¡Cómo la odio!»

Salimos al pasillo y la Señorita Dolores empieza a hablar, bueno a sermonear.

—Sé que has tenido unos meses difíciles Helena, pero tienes que centrarte en tus estudios y en llegar puntual, sino te irá mal este curso. Sabes que ella no habría querido eso. Te lo perdono por esta vez, no llamaré a tus padres ni a los de Janise pero por favor que sea la última vez.

—Gracias Señorita, al final no resulta ser tan terrorífica como aparenta ser…

«Dime que no he dicho eso en voz alta»

«No, que va y yo soy el Pepe.»

«Mierda.»

«La has cagado pero bien.» 

«Sabes no ayudas.»

«Ese es tu problema además me tienes que soportar quieras o no.»

«Que genialidad…»

—¡Helena Rubio! —me gritó la Señorita Dolores por segunda vez hoy.

«Mierda. »

«¡Ja, toma ya!»

«Haz el favor de call-...»

—¿Me estás escuchando? —pregunta la Señorita Dolores

—Sí.

«No.»

«¡A ti nadie te preguntó!.»

—¿Podrías repetirme lo que me has dicho?

—Pues verá… se me ¿olvido?

«Mentirosa.»

—Aja, —respondió dudosa Dolores—, en fin volvamos a clase y lo dicho es la última ¿entendido?

—Si, señorita.

El resto del día sigue como siempre, clases y más clases, ¡Qué ganas de irme a casa, por suerte ya estamos a viernes!...

—¡Adiós Janise!, saluda a las chicas de mi parte.

—¿Seguro que no quieres venir?

—No, estoy cansada si cambio de idea te llamo.

—Prométemelo estoy aquí siempre ¿Vale?

—Te lo prometo, vete o llegarás tarde.

—¡Adiós!

—¡Adiós, disfruta!

En cuanto veo que se va Janise corriendo y ya no la veo cojo mi móvil, me pongo mis EarPods y empiezo escuchar mis reproducciones favoritas en mi móvil y empieza a sonar “Idontwannabeyouanymore” de BILLIE EILISH. Mi casa está a pocas paradas del bus del instituto, normalmente cojo el bus, hoy prefiero irme caminando... Cuando llego, veo que mis padres siguen aún trabajando. En cuanto cruzo la puerta mi madre se acerca y me tiende una bandeja.

—Hola hija, ¿me llevas esto a la mesa 9?  

—Si, enseguida.

Dejó la bandeja un momento en una mesa aparte, me quitó el abrigo, lo cuelgo en el perchero que hay en la entrada, guardo los EarPods en su cajita y los meto en el bolsillo trasero de mi vaquero.  Recojo la bandeja y me dirijo a la mesa 9.

—Aquí tiene su gaseosa y su pincho de tortilla ¡Disfrute!

—Gracias. —Respondió el señor de la mesa 9.

Bueno os habréis dado cuenta de que no vivo en un apartamento corriente, vivo en una casa con 3 pisos. En la planta de abajo está el negocio familiar Rubio es una medio cafetería/pastelería. En el segundo piso está la sala de estar, la cocina y los baños y en el último piso las habitaciones.

Mi padre se acerca donde estoy yo todo cubierto de harina.

—Hola papá

—Hola cariño, ¿Qué tal tu día?

—Bien, ¿pero qué te ha pasado a ti?

—Se me ha caído un saco de harina, ya sabes la torpeza la heredaste de tu padre.

Mi madre al salir de la cocina y ver a mi padre no para de reir.

—Pero querido, ¿Qué te ha pasado? —lo dice entre risas.

—Si, si tu no dejes de reirte ¿eh?

Mi madre suspira. —Cariño, ¿puedes atender a ese cliente que queda?  —lo dice señalando a la mesa que queda. —Y tú —señala a papá, —Ven a la cocina que te ayudo.

Cuando mis padres se van a la cocina me dirijo a la mesa 3, hay un muchacho que aparenta mi edad o eso parece. Está como muy distraído en sus pensamientos. Lleva gafas de sol, su pelo es castaño claro, le cae despreocupadamente por la frente y alrededor de las orejas, su es nariz ancha, sus labios sensuales y rosados, de piel cetrina, sus pantalones y chaqueta son vaqueros, lo complementa con una camiseta blanca y deportivas unas negras. A través de su camiseta se aprecian bíceps geniales que-...

«¡Deja de pensar en eso!»

«Amiga no lo puedes evitar, además tienes razón.»

«¡Y tu no ayudas, esto es culpa tuya!»

«Lógico, echar la culpa a tu propia conciencia de tus pensamientos perversos.»

—Buenos días bienvenido a Mayorquina, ¿Qué se le ofrece?

El chico, se sorprende al oirme, no me había notado porque pega un pequeño salto en la silla.

—Hola, vera… no quiero molestar se me ha olvidado la cartera, bueno, mejor dicho, el dinero así que igual mejor me voy disculpen las molestias —Se levanta y se dirige a la salida.

«Oye tu reacciona ¿hola? tú has visto que chico eso no te pasa todos los días, aprovecha.»

«Callate nadie pidió tu opinión.»

«Lo sé y aún así te la doy, invitale.»

«Estas loca es como un extraño.»

«Un extraño bien guapo, además más loco que tú no lo creo. Intenta lanzarte de vez en cuando que no te va a pasar nada, además parece decaído.»

«¡Que no!»

«Miralo de esta forma, ¿vas a dejar que se marche un cliente con esos animos de este sitio? lo criticaran por tu culpa y darás mala imagen al negocio.»

« Agh.»

« Punto para mí.»

Rápidamente me dirijo hacia al chico y le sostengo del brazo.

—¡Eh!, Espera un momento.

Se da la vuelta y me observa aún con las gafas de sol puestas.

« ¿Por qué las llevara?... »

Ahora que me fijo es un poco más alto que yo, por lo que tengo que elevar la cabeza un poco.

—¿Qué? —pregunta él.

—Siéntate en la mesa a ver si te puedo traer algo.

—Ya te he dicho que no llevo dinero encima.

—No pasa nada, por esta vez invita la casa espera ahí sentado —le señalo la mesa de antes.

—Eres muy amable pero-…

Antes de que termine, lo siento en la mesa de antes y me dirijo hacía lo cocina, mi madre está terminando de recoger todo y mi padre ya se ha cambiado de ropa después del accidente con la harina.

—Bueno cariño y ¿Qué quiere nuestro último cliente? —pregunta mi madre.

—Pues verás mamá, me preguntaba si podríamos invitarle a comer, no ha traído dinero parece decaído y parece que necesita compañía, ¿puedo llevarle unos pinchos de tortilla?

Mi padre se acerca rápido —¿Como? pero...

—Por Favor papá —le interrumpí.

—No le veo problema cariño, —dice mi madre tomando la palabra. —la verdad que tienes a veces un corazón demasiado enorme, llevale los pinchos de tortilla que han sobrado y tu padre y yo te esperamos arriba para comer.

«Si tan solo supiera que no es de su hija la idea...»

«Tu, callate»

Cojo una bandeja, dos platos, dos tenedores y un par de Coca-Colas y me dirijo hacía la mesa. La verdad es que antes parecía muy decaído y solo. Espero que se anime un poco después de haber comido.

—¡Hola!, perdona la demora he conseguido...

Pero me calló al instante el misterioso chico se había ido...

CHAN CHAN CHAN bueno ya dejo de hacer el tonto xd

¿Qué os parece nuestra protagonista?

¿Quién sería aquel muchacho misterioso?

jejeje bueno les dejo ahí para que piensen xd

Hasta pronto bye!💕😊

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