capitulo 6

Una habitación se encuentra en la parte trasera de la mansión. Alrededor de una docena de guardaespaldas están entrenando sus músculos para mejorar su vigilancia mientras protegen a la familia Vargas. Allexin está de pie frente a la entrada, observando a hombres fornidos que visten solo camisetas negras, con brazos musculosos que resaltan perfectamente, muy adecuados para su trabajo como guardaespaldas.

"¿Tú eres Allexin?" grita uno de los hombres que Allexin no conoce. El hombre, con el cuerpo sudoroso, se acerca y extiende su mano como señal de presentación. Cuando Allexin acepta el apretón de manos, su suposición resulta equivocada. Lo que parecía un simple apretón de manos se convierte en algo más: su cuerpo es levantado en el aire, y casi es lanzado al suelo si no se mueve rápidamente para evitar el dolor del golpe del hombre frente a él.

Aplausos saludan a Allexin. Resulta que esta es su forma de entrenar para dar la bienvenida a un nuevo miembro, piensa Allexin.

"No es de extrañar que el señor Damien te haya elegido directamente. Debes tener alguna habilidad especial".

"Oye, Din. ¿No conoces a este chico?" otro se acerca. El hombre llamado Din frunce el ceño mientras el segundo hombre le da la mano a Allexin sin intentar lastimarlo.

"Soy Ray. Hace tiempo que te conozco por las redes sociales, por lo duro que eres en el ring de lucha", dice Ray.

"Ah, gracias, pero no soy tan bueno", responde Allexin, frotándose la nuca, sintiéndose incómodo porque todos en la habitación lo miran. Además, él es el más pequeño entre ellos.

El hombre llamado Din observa a Allexin de pies a cabeza. Un adolescente muy joven, piensa. Solo lleva una sudadera gris, pantalones cortos negros hasta la rodilla y sandalias de casa que le proporcionaron en la casa de Selena.

Desde cualquier ángulo, Allexin no parece un luchador, solo un adolescente común. Pero si Damien lo eligió y fue a buscarlo a su país, Allexin debe tener un talento extraordinario. Después de todo, logró esquivar su ataque sorpresa.

"Todos, es posible que no conozcan a este chico, así que permítanme presentarlo. Él es Allexin, el joven asignado para proteger a nuestra señorita". Luego, Ray mira a Allexin. "Como eres nuevo aquí, ¿qué tal si nos muestras un poco de lo que puedes hacer?" pregunta Ray, mientras los demás corean su aprobación.

Glekk...

"Vamos, chico, no queremos matarte. Pero proteger a la señorita es algo serio. Debes estar preparado para defenderla en cualquier momento", dice Din.

Ray da una palmada en el hombro de Allexin. "Acostúmbrate al entrenamiento aquí. También obtendrás equipo especial una vez que tengas la edad suficiente para manejar las herramientas proporcionadas", dice Ray.

A Allexin le cae bien Ray. Aunque no se conocen desde hace mucho, este hombre sabe cómo ser un buen amigo. Finalmente, Allexin asiente con la cabeza y se quita la sudadera, dejando una camiseta negra de manga corta que muestra sus músculos bien definidos.

"Parece que ya has entrenado mucho por ahí", dice Ray con una sonrisa.

Sin querer presumir, Allexin solo sonríe con timidez, sintiéndose incómodo al tener que entrenar con estos extraños de cuerpos imponentes.

Una colchoneta negra es extendida en el centro de la habitación. Otro hombre se convierte en el oponente de Allexin sobre la colchoneta, mientras los demás observan en silencio, como si estuvieran viendo una película de Disney.

Los dos luchadores toman posición antes de comenzar el combate. En menos de cinco minutos, Allexin ya ha derribado a su oponente. Aplausos acompañan este breve entrenamiento, y Allexin se retira hacia atrás de la colchoneta, acercándose a Ray.

"¿El entrenamiento aquí siempre implica luchar contra los compañeros?" pregunta.

"No, pero antes de unirte, debes demostrar tus habilidades. Y lo hiciste muy bien. Los videos que he visto de tus peleas en el ring no decepcionan, son tan impresionantes como en persona. La señorita tiene suerte de tenerte como su guardaespaldas", dice Ray. Pero, por alguna razón, Allexin no se siente halagado cuando Ray dice que Selena tiene suerte de tenerlo como guardaespaldas de la chica mimada.

Allexin se da la vuelta para mirar a los otros guardaespaldas, que ya están ocupados con sus propios entrenamientos, utilizando diversos equipos disponibles en el lugar.

"Todos somos amigos aquí. No hay enemistades ni resentimientos. Nuestro estatus es el mismo: somos guardaespaldas. Cuando nos necesiten, debemos estar listos. Creo que aún no entiendes del todo lo que significa ser un guardaespaldas".

"¿No es el trabajo de un guardaespaldas proteger? Mi trabajo es proteger a esa señorita mimada", respondió Allexin, sin darse cuenta de que la "señorita mimada" a la que acababa de referirse estaba ahora mismo con las manos en las caderas frente a la puerta de la habitación, mirándolo con enojo.

"¡Estás en problemas, amigo!" dijo Ray, conteniendo una risa.

Allexin siguió la mirada de Ray y luego suspiró profundamente. "Mira, acabo de decirlo y ya apareció la señorita mimada". Allexin tomó su sudadera y salió de la habitación.

"Regresaré una vez que termine mi tarea de cuidar a la señorita", le dijo a Ray.

"¿Qué te pasa si soy una chica mimada!" exclamó Selena después de que Allexin pasara frente a ella sin siquiera disculparse o pedir permiso.

"No hay problema, simplemente eres digna de ser una chica mimada", respondió Allexin.

Selena siguió los largos pasos de Allexin hacia la mansión principal. "Si no te gusta ser mi guardaespaldas, ¿por qué no renuncias?"

De repente, Allexin detuvo sus pasos y se volvió hacia Selena, quien era varios centímetros más baja que él, bueno, en realidad, mucho más baja en comparación con la estatura de Allexin.

"Si pudiera renunciar como dices, lo habría hecho antes de venir a esta casa. Debes saber una cosa: no es completamente mi voluntad trabajar como tu guardaespaldas. Y no puedo renunciar tan fácilmente como sugieres". Luego, Allexin continuó caminando.

Selena apretó los puños, su rostro enrojecido por la ira. "¡Ten cuidado, chico arrogante!" gritó Selena, y luego se dirigió a la oficina de Damien, pisando fuerte, aún molesta por la respuesta de Allexin.

¡Brakk!

La puerta de la oficina se abrió de golpe. Afortunadamente, Damien no estaba tan ocupado y pudo comprender la actitud de su hija consentida.

Selena entró con el ceño fruncido.

"¿Qué pasa, cariño? ¿Por qué pareces tan molesta?"

"Papá, ¿no puedes buscar otro guardaespaldas? ¿Por qué tiene que ser Xino? ¡Es tan irritante! ¡Quiero arrancarle su cabello rubio hasta que se le caiga!" dijo con voz emocionada y llena de ira.

Damien, en cambio, se rió entre dientes. Ya sabía que Allexin podía ser irritante. En su primer encuentro con él, el joven ya lo había hecho enojar. Sin embargo, el punto a favor era que Allexin era hábil en las artes marciales, por lo que Damien no podía ignorar su habilidad solo por estar molesto con las palabras sin filtro del chico.

"Te acostumbrarás a su actitud. Además, no puedo encontrar un guardaespaldas mejor que Allexin. Es irritante, pero esa es su personalidad y no puede ocultarla. Me gusta Allexin, es un joven sin muchos secretos. Así que acéptalo como tu guardaespaldas hasta que te acostumbres a su forma de ser".

"¡Papá! ¿Por qué lo defiendes? ¡Es tan irritante!"

"Te acostumbrarás a Allexin, Selena. Solo necesitas adaptarte. Si no fuera por Allexin, podrías estar en peligro. Ahora sal de la oficina de papá y ve a estudiar o haz algo para que no sigas odiando a Allexin".

Selena se sintió aún más molesta. Finalmente salió de la oficina de Damien y se encontró con Allexin, quien se dirigía a la cocina para tomar agua.

Allexin sonrió burlonamente cuando sus ojos se encontraron con los de Selena. "¿Qué tal? ¿Lograste convencer a tu padre de que me despida? Ah, no hace falta que respondas. Con solo ver tu cara, ya sé que tu padre no me va a despedir tan fácilmente", dijo.

Selena levantó ambas manos, formando garras, con ganas de arañar el rostro de Allexin en ese mismo instante.

"¡Argh! ¡Eres insoportable! ¿Qué le hiciste a mi padre para que insista en mantenerte?"

Allexin se encogió de hombros con calma. "No sé qué es lo que le hace gustar de mí. Si no te gusto, haz lo que sea para que tu padre me despida. Así podré liberarme de una señorita mimada como tú". Allexin guiñó un ojo maliciosamente, haciendo que Selena estallara de ira y casi le lanzara un jarrón.

"¡XINO!" gritó, dejando a los sirvientes curiosos por el alboroto. Sin embargo, el objeto de su grito solo se rió, sin sentirse molestado en lo más mínimo. De hecho, si lo despidieran, Allexin podría regresar a Denver y reunirse con sus amigos. Pero parecía que esa esperanza no se cumpliría.

Damien lo mantendría a toda costa, especialmente después de haber visto sus habilidades en las artes marciales de primera mano. Allexin suspiró mientras se recostaba en su cama, exhausto.

"No estoy seguro de poder liberarme de esa señorita mimada en el corto plazo", murmuró con resignación.

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