Camino de la vergüenza

Victoria

Me despierto en los brazos de un hermoso hombre no puedo creer que me haya entregado a un hombre que apenas acababa de conocer, cuando busco mi celular y lo reviso me doy cuenta de que ya son las cinco de la mañana.

Mierda mis padres me van a matar, me levanto con cuidado de no despertarlo parece un ángel caído así dormido, busco mi ropa me visto rápido y salgo de la casa de Karen espero que ella no se diera cuenta de que yo me acosté con el bombón de su primo.

Llamo un taxi y no demora en llegar, cuando llego a mi casa mi adorado padre me está esperando en la sala. Y yo tratando de que no me viera.

- Es está la hora de llegar Victoria, habíamos quedado en un trato.

- Lo sé papá. - Piensa rápido en algo. - La verdad baile mucho y estaba cansada me recosté en la cama de Karen y me quedé dormida cuando me desperté ya era tarde.

- Victoria, sabes que nos preocupamos por ti, las calles a esta hora son muy peligrosas.

- Lo se papá y lo siento, no volverá a pasar.

- Claro que no, estas castigada por dos meses, por favor sube y te acuestas mañana te quedas con tus hermanos nosotros trabajamos.

- Pero papá mañana es domingo y hasta donde se en la universidad no hay clases.

- No tienes porqué refutar lo que te digo así que haz caso, o quieres que te castigue enserio. - Un padre amoroso pero al mismo tiempo tiene su carácter y ya había pasado un buen tiempo desde que me había golpeado.

- Está bien papá. - Hay que saber agachar la cabeza.

Le doy un beso a mi papá y subo a mi habitación entró a mi baño y me ducho la parte baja me duele pero eso debe de ser por la perdida de mi virginidad.

Al estar bajo la ducha me pongo a recordar la noche tan maravillosa que pase con Leonardo, sus manos recorriendo mi cuerpo y mis manos recorriendo el de él, su cuerpo tonificado por no mencionar su miembro.

Victoria despierta, no volverás a ver a ese hombre es un ángel vestido de demonio él no se fijaría en una persona como yo alguien insignificante, con su porte solo le deben de interesar mujeres más llamativas, no una niña.

Lo mejor fue haber salido antes de que el se diera cuenta, antes de que se despertara y me dijera lo que yo ya suponía. Puedo ser joven pero entiendo muy bien estas cosas no soy tan mojigata.

Al salir de la ducha voy a mi habitación, estoy acostumbrado a dormir desnuda cuando me quitó la bata delante de mí espejo, me doy cuenta que tengo varios chupones en mi pecho.

Sonrió como una idiota, pensando de que esto puede significar algo para él, que me marco para que nadie tocará lo que es suyo.

Pero que estupideces piensas eso solo lo hacen los mafiosos cuando les interesa alguien y cuando se van a casar y formar una familia con esa persona.

Me acuesto pensando en Leonardo, pero las horas son cortas para dormir alguien entra en mi habitación y me despierta es Arturo mi adorado hermano.

- Hermanita tenemos hambre son las diez de la mañana.

- Tan temprano, déjame dormir.

- Nadie te dijo que te fueras de fiesta así que levántate tu sabes que no se cocinar y Brad y Kevin ya están despiertos.

- Ya voy. - Me levanto me pongo una sudadera y bajo. Les preparo el desayuno a mis hermanos y nos divertimos mucho, ellos son mi vida, pero hay una cosa que me tiene muy preocupada porque mis padres últimamente están actuando de manera muy rara.

El lunes siguiente voy a estudiar como de costumbre y me encuentro con Karen ella tiene una mirada picarona.

- Hola Vic cómo estás, como te fue este fin de semana. - Me imagino que ya lo debe de saber.

- Muy bien gracias cuidando de mis hermanos.

- Y no me vas a decir nada más, como que pasaste la noche con mi primo.

- La pasé muy bien es muy atento y baila muy bien.

- Tu sabes a lo que me refiero, se que pasaste la noche con él, que hicieron el amor y que perdiste tu virginidad. - Le hago un gesto para que baje la voz.

- Callate eso no se dice a grito entero.

- Esta bien, está bien, pero cuéntame cómo te trato como fue.

Le cuento todo tal y como sucedió, ella solo pega gritos de alegría, nunca pensé que le emocionará tanto que yo perdiera mi virginidad con su primo.

- A y también me dejo chupones. - Ella abre los ojos como platos.

- Me estás hablando en serio.

- Si, dejo uno en el cuello de manera que no se viera y mi cabello lo cubriera y otros pecho. - será que eso significa algo, por qué por la cara que tiene Karen es algo que al parecer él no hace. - Pasa algo.

- No nada, me alegra mucho que él te aya tratado muy bien.

Seguimos hablando de todo un poco, de cosas más triviales. Los días pasan y no me he vuelto a ver con Leonardo y mis padres siguen desapareciendo, lo hacen muy seguido y en la noche, cuando creen que todos nosotros estamos durmiendo.

Solo espero que no estén metidos en nada raro y que no les vaya a pasar nada. Cómo ellos mismos dicen las noches son peligrosas por acá.

- Hola mamá. - Escucho un ruido en la cocina.

- Hola hija cómo estás.

- Bien mamá y papá dónde anda.

- Ya viene le tocó hacer un taller, hija te llegó una caja te la deje en tu habitación.

Subo corriendo a mi habitación, quien me podría enviar algo a mi, no tengo novio y menos amigos mi única amiga es Karen.

Al abrirla encuentro una caja de chocolates, unas rosas y un peluche el olor que desprende el peluche lo conozco muy bien. Más al fondo encuentro una nota.

" Desde el primer día no dejo de pensar en ti, espero que pronto nos volvamos a ver para poder hacerte mía otra vez".

Cojo la nota y la aprieto contra mi pecho, espero que esto no sea una broma de mal gusto, no sé qué me pasa con él, deseo volver a verlo lo más pronto posible y con ese pensamiento me voy a dormir.

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