no es un sueño

Sofía

Escuché como abrieron la puerta, también algunos ruidos y voces extrañas, abrí mis ojos y estaba en una habitación diferente, Camilo estaba a mi lado desnudo y sus hermanos también estaban en la habitación con una señora al parecer era la madre de Camilo, cubrí mi cara con la sábana y susurré casi imperceptible.

--- Mierda lo hice, no fue un sueño---

cuando todos salieron, no puede evitar decir:

--- Pellizcarme debo de estar soñando---

--- Que te parece si mejor te beso y verás que no estás soñando--- dijo el y me besó, no podía creer que yo me haya atrevido a tantos en su cuerpo se podía ver qué fui un poco salvaje.

--- Si quieres podemos repetir, después de todo tú te harás responsable de mi, mira como me has dejado, tú te aprovechaste de mi inocencia---

--- Qué!, estás loco yo no me aproveche de ti--- dije, al parecer a él le divertía, ver mis relaciones.

--- Si lo hiciste recuerda yo te dije que pararás---

--- No te hagas la víctima--- en eso se escucho que tocaron la puerta era la madre de Camilo con ropa.

--- En una hora los espero en el comedor ahí hablaremos--- dijo ella muy seria,, salió de la habitación y Camilo se puso encima de mi y volvió a besarme.

--- Una hora es suficiente para volver hacerlo--- dijo Camilo, me quitó la sábana y pude ver la gran mancha de sangre, mi cara ardía de vergüenza, pero al verlo completamente desnudo mis ojos se abrieron como platos, todo eso entro en mi, esos eran mis pensamientos, ahora que estaba más consiente me dio algo de temor.

--- Tranquila, ya no te dolerá todo lo contrario te gustará que me pedirás más--- dijo el mientras recorría con sus besos mi cuerpo, no se que me estaba pasando que sentí la necesidad de él, de su cuerpo y sus caricias, el simple toque de sus manos hacían erizar mi piel, esa piel que ardía ante su presencia, no me importaba nada solo lo quería a él, volví a enredar mis piernas en su cintura el me penetró y de mi salieron algunos gritos de placer quise contenerme pero no pude, el callo mi boca con sus besos hasta que llegamos al delicioso orgasmo, después tomamos una ducha, y había llegado el momento de la verdad me tenía que enfrentar a lo que diría la ma:Dre de Camilo, cuando bajamos todos estaban reunidos en el comedor incluso su padre y los mellizos.