capítulo 7- primera víctima

Un grito se escucho desde el jardín trasero de la mansión, todos los sirvientes corrían desesperados a la escena; justo ahí estaba, era la Duquesa, la esposa legal del Archiduque, quien estaba tirada en el pasto, en un charco de sangre y su expresión al morir era como si estuviese asustada de algo.

Pronto el Duque llega y mira aquella escena y levanta la vista, todo indica que la mujer cayó desde un lugar alto de la mansión, esta era de tres pisos, pero era realmente alta, así que no podían estar seguros si cayo de una ventana o de la azotea, rápidamente el hombre ordenó levantar el cuerpo, mientras que envió a sus guardias a revisar todos los pisos, pero, al momento de mirar, nota a Rachel mirando por su ventana y le sonríe, para después apartarse. Celia también llego a la escena y aun cuando Filipa quiso detenerla de acercarse no pudo y la chica grita mientras se deja caer al piso cerca de su madre.

- noooo! Madre, madre levántate...madreeee!

Filipa la sostiene mientras la mujer es cubierta con una sábana y llevada dentro de la casa, pero todos están intrigados por saber, como fue que la mujer cayó. El archiduque ya esta tocando en la habitación de Rachel, Amy es quien abre le deja entrar, mientras que Rachel esta sentada en el pequeño sillón de su habitación leyendo un libro, el Archiduque entra y le quita el libro para tirarlo lejos.

- ¿fuiste tú? ¿Tú la tiraste?

Después de lo que hizo contra el maestro, nunca se sabe de que sería capaz, pues anteriormente la niña ya había recibido algunos malos tratos de parte de la Duquesa.

- no se de que habla, yo solo escuche los gritos y mire por la ventana.

- mientes, te vi sonreir.

- perdone pero, no puedo llorar por una mujer que me causo daño...ella me trataba mal y nunca le reclamo, ahora que se muere, viene a culparme.

- eres la más sospechosa, tus habilidades son buenas y el profesor a dicho que tienes mucha frialdad.

- padre ¿por qué? Se supone que quiso mucho a mi madre, pero a mi, mi, a mi me culpa de cosas que no he hecho.

La niña se puso a llorar de manera desconsolada, Amy se acerca para abrazarla, ante esa reacción, el Archiduque solo se da la media vuelta y se aleja de esa habitación, sospecho, pero, si esa niña es tan hábil y capaz de matar a una persona, castigarla sería innecesario, ya que sus habilidades serían muy útiles para la familia. Cuando Rachel no escucha los pasos de su padre su llanto se transforma en una risa burlona, Amy se sorprende pero se mantiene cerca y en silenció.

- mujer estúpida, creyó que era la misma niña llorona que antes...

Rachel continúa con su risa por un rato.

La mujer tal como había quedado con su hija, fue a buscar a Rachel, entrando a la habitación sin tocar y rápidamente le tomo del cabello jalando de ella con fuerza mientras abrió las ventanas, como eran grandes la jalo con fuerza para asomarle la cabeza fuera.

- vuelve a interferir contra mi hija y yo misma de lanzaré desde aquí...imaginate, acabarás con todos tus pequeños huesos rotos.

Rachel sujetaba la muñeca de la mujer pues era doloroso la manera en la que sostenía su cabello, pero en ningún momento se quejo y lloró.

- ella empezó, yo solo le devolví el golpe...

- ¿te atrevez a responderme así? Mocosa estúpida, veo que quieres morir.

- no, yo no moriré esta noche...

Rachel le pellizca la mano por lo que la mujer la avienta lejos quedándose de pié junto a la ventana.

- mocosa...solo estás logrando que yo te eche de esta casa.

- tú no tienes esa autoridad, seas la esposa legal o no, tu poder en esta casa, no es nada, al Archiduque le da por igual si vives o no.

- t-tú...juro que te echaré a la calle o mejor aun, te venderé como esclava sexual.

- cuan segura estás, pero voy a comprobar, que no vales nada en esta casa, lástima que no lo verás...

Rachel levanta la mano mientras un círculo mágico rojo brilla cerca de la niña de el sello sale una nube roja que pronto se transforman en miles de mariposas que van contra la Duquesa rodeándolo y pegándose a ella por todos lados, la mujer empieza a sacudir las manos buscando apartarlas, mientras se hace atrás y en un momento cuando la mujer puede ver, Rachel la empuja con fuerza con ambas manos perdiendo el equilibrio por el barandal de la ventana hasta caer por ella, el grito que se escucho en ese momento, era el de la mujer que caía al vacío, antes de dar su último aliento, vio la sonrisa de Rachel al asomarse por la ventana.

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