capítulo 5- despreció

Durante las cenas donde era invitada a cenar porque el príncipe estaría presente, Rachel buscaba alguna excusa para no ir, así que, mientras cenaba en su habitación, Amy entro y tras ella, venía el príncipe, Rachel por supuesto hizo un gesto de desgrado.

- Amy, te dije que nadie podía molestarme.

- lo siento señorita, pero joven es el príncipe...

- se quien es, pero no por eso debes dejarlos pasar.

Golpea la mesa con el puño, Amy se encoge de hombros pero Jasper pasa delante de ella y se inclina un poco.

- no la regañes, es mi culpa, solo quería venir para ver como estaba.

- ya me vio, puede retirarse, estoy perfectamente.

Amy se sorprende que Rachel este siendo grosera con el príncipe, su actitud era la de una niña mimada.

- no debe ser tan agresiva, en cualquier lado podrían cuestionarla por hablar de esa manera con alguien superior.

- quien me cuestione, perderá la vida.

Rachel clava con fuerza el tenedor en la carne que tenía en su plato.

- como ve alteza, estoy perfectamente, siempre lo he estado, simplemente, no me apetece comer con malas compañías, arruinan mi apetito.

- ¿malas? No comprendo que he hecho yo para no agradarle, tenga en cuenta que debemos llevarnos bien, nuestras familias planean comprometernos.

- es como usted dice, son planes de mi familia, si fuese mi decisión, yo prefiero alguien con mayor rango, como, el príncipe heredero...

Jasper aprieta los labios ante las palabras de Rachel, nunca espero escuchar esa palabras de esa niña, quien hasta donde sabe, ha sido hecha menos por la familia por su actitud tan calmada y cobarde.

- el príncipe heredero es mucho mayor y ya tiene una prometida.

- lo se, aun así, no deseo casarme con usted, no me gusta, mejor pida la mano de Celia, se ve que ella gusta de usted.

- pero que cosas dice, usted es una niña, no sabe de estas cosas. Pero como esta de mal humor, me retiro, vendré mañana a despedirme.

- es mejor que no alteza, no estaré aquí.

Deja su plato a medio comer y se pone de pié para ir cerca del príncipe.

- no me agrada, espero eso le quede claro. Amy, guía al joven a su habitación, permanecer en la habitación de una niña, puede ser mal integrado.

Dicho esto y sin que el príncipe pueda decir otra cosa, Rachel se dirigió al balcón cerrando las puertas tras de ella, no entrará hasta que el príncipe se vaya de su habitación. Por supuesto, Jasper no entiende del porque esa manera de despreciarlo, cuando para él, Rachel se le hace una niña muy linda y según le había comentado, era una tranquila y no participaba en las actividades de entrenamiento de la familia, aun así, pese a su despreció, le da más curiosidad conocerla, pero lamentablemente debe marcharse en un par de días. Celia quien iba pasando, vio a Jasper salir de la habitación de Rachel, algo que no le pareció para nada agradable, porque esta intentando conseguir que su padre cambie de idea y la mejor manera es que vea que ella y el príncipe se llevan bien.

- alteza, que gusto verle.

Le hizo una reverencia y rápidamente se colgó de su brazo.

- ¿vino para ver a Rachel? Espero ella esta bien, como vio el otro día, aunque seamos hermanas, ella no es muy amable.

- lo he notado, por alguna razón parece que no le agrado, me saco de la habitación.

El príncipe ríe un poco mientras ya van caminando por el pasillo, aunque se siente incómodo por tener a Celia colgada se su brazo.

- que mala, no se preocupe, tratare de hablar con ella, para que de disculpe.

- no, así déjelo, quizás en realidad esta cansada por todo su entrenamiento.

- oh, puede ser, ya ve que es solo una niña, a diferencia de nosotros que nos entendemos mejor.

Celia camina con el chico hasta la habitación de éste y le deja para ir de regreso, debe ver a su padre y hacerle saber que Rachel fue grosera con el príncipe y que seguramente ha estado fingiendo para no asistir a las cenas, su padre es muy estricto y cuida su imagen ante todos. Rachel se había quedado en su balcón, disfrutando de la brisa, desde ahí puede ver el jardín delantero, donde ve pasar a todos los que llegan de visita y a quienes viven en es mansión, empezando por la esposa del archiduque, una mujer ya mayor, asume que de la misma edad que el Archiduque, ella, es la madre de Celia y del hijo mayor, heredero de la familia quien por ahora se encuentra fuera cumpliendo con sus misiones, junto a ella, siempre beben el té las concubinas, todas ellas tiene al menos uno o dos hijos del Archiduque, la única que no está ahí, es su madre, ya que ella falleció de una enfermedad cuando Rachel apenas tenía 5 años, antes de eso, no había tenido otros hijos, así que es la única hija de esa mujer y por ello, siendo la más pequeña, es hecha a un lado, todos los demás hijos del archiduque están entre los 15 años en adelante, excepto por Celia que tiene 14, de ahí que ella siempre esté más tiempo en la mansión, aun no se le asigna ninguna misión aun cuando es lo suficientemente hábil. Mientras las observa, la esposa oficial del archiduque levanta la vista y alcanza verla, Rachel por supuesto inclina un poco la cabeza a manera de saludo, para después retirarse, la mujer solo hace una mueca de molestia y sigue con lo suyo.

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