habitación

-que dise serranos el trato

-por supuesto

a si fue como cerramos el trató, me dirijo a mi yate, tengo un plan para que está bella ragazza ( bella chica) termine acostándose conmigo.

la mando a llamar con uno de mis hombres, mientras que yo me meto a bañar, cuando terminó me dirijo al sofá que estaba en la habitación del yate, al poco rato empiezo a escuchar pasos.,

veo como alguien abre la puerta de la habitación en la que estaba, cuando ella entra y me ve semidesnudo, se muerde el labio inferior mientras que su mirada recorre descaradamente todo mi cuerpo, ahí es cuando yo sé que ella también me desea.

-tu también lo deseas tanto como yo

-me as leído la mente

-lo mismo digo bella ragazza (bella chica)

ninguno de los dos dise nada, se que ella sabe a qué a venido, de echo ambos lo sabemos y lo que queremos, sin esperar mucho tiempo, nos empezamos a besar sabía que esto es sexo sin compromiso, mientras que yo me quito la última prenda que tenía y me abalanzó a su boca ella, se quita poco a poco su ropa, está será una noche extremadamente larga.

7 horas más tarde

narra Mía

sonrió complacida, ya tenía lo que quería, ya no había motivo por el cual quedarme más tiempo, me paro de la cama en las que nos encontramos y me pongo de nuevo la ropa, el se me queda mirando,

-que haces??

-me estoy llendo que no vez

-si ya lo e visto, más sin embargo, por qué te Vaz

-creo que el gran jefe de la mafia italiana sabría que los negocios y el placer no se ni ya, además ya tengo lo que quería para que quedarme

- a si que esto haces cada que conoces a alguien, te prostituyes a ti misma para cerrar un negocio, veo como el se para también de la cama, saca su billetera y me antoja un fajo de billetes.

me siento insultada, este que se creyó para hablarme a si, me a tachado de prostituta,

- siento mucho cari, pero la diferencia entre una prostituta y yo es que, las prostitutas se acuestan con hombres por dinero, mientras que yo solo me acuesto con ellos por diversión a i te quedas con tu dinero, chaíto

me voy sin desir nada más, veo que su expresión de asombro, pero rápidamente la quita por su mirada abitual de indeferencia

cuando salgo del yate mi mejor amigo Sebastián se acerca, sin desir nada me da una palmada en la espalda, el me acompañar a la camioneta, ahí ya están mis hombres, no digo nada solo subo a la camioneta mientras que el va conduciendo

en el trascurso del viaje estoy pensando en una explicación lo suficientemente convinsente para salvarme del discurso de mi hermano, por haberme acostado con el italiano durante el negocio, la verdad estoy preocupada, el estará molesto, solo pensar en ello siento escalofríos, finalmente llegamos, bajo de la camioneta y me dirijo a la entrada