Por ahora serás solo mía

Camila se levantó y miró para los lados, había escuchado que alguien la llamaba y ahí estaba una señora pequeña que la miraba con nerviosismo.

-Buenos días, señorita Parker, su desayuno está abajo, el señor Morozova nos dejó un recado para usted, que no llegará tarde a la oficina- le dijo la sirvienta.

-Buenos días, ¿el señor Morozova ya se fue? -pregunto Camila buscando con la mirada su ropa.

-sí señorita, él salió a primera hora, aquí le dejo esta ropa, baje para que coma, el conductor la espera.

La sirvienta se retiró y Camila miro la ropa, era toda gris, la falda era más pequeña de acostumbrado, se coloca todo y se miró en el espejo, se impresionó era más sensual y elegante, el hombre tenía buenos gustos para las vestimentas femeninas, era obvio salía con muchas mujeres tenía que ser un experto esto.

Bajo para la cocina, tenía un plato con un huevo revuelto y pan integral. Realmente no tenía hambre, no estaba acostumbrada a comer tan temprano, su comida de la mañana era solo un café y salir corriendo al trabajo, esa tranquilidad la hacía sentir ansiosa.

Buenos días, señorita Parker, soy Verónica la cocinera, desea que le haga alguna bebida proteínica- dijo una chica, era joven y delicada. Le sonrió esperando una respuesta

-No gracias, no estoy acostumbrada a nada de esto, el desayuno está muy rico. ¿El señor Morozova toma proteína? -pregunto Camila curiosa.

-sí señora, todo natural -respondió Verónica orgullosa de su jefe.

-gracias por conversar Verónica, la comida esta deliciosa.

-me voy retirándome señora, voy a avisarle al conductor para que la lleve- ella sonrió y se fue por una puerta al lado de la cocina.

Camila estaba decida a hablar directamente con Nicolai, los días anteriores se sentía como drogada con todo lo que había sucedido, sus sentimientos habían quedado hechos añicos, ya los contratos habían sido firmados, ya el miedo había pasado. Tenía que aclarar muchas cosas con Nicolai y hoy realmente conocería como era ella, no era una mujer sumisa que obedecería todas sus exigencias de boca cerrada y tampoco iba a ser su muñeca sexual.

El conductor la llevó hasta la entrada subterránea del edificio que tenía un ascensor directo hasta las oficinas centrales de la empresa.

Cuando entró a la oficina Nicolai la estaba esperando con unos documentos en la mano, la miro de arriba a abajo y comenzó a hablar.

- Señorita Parker su capacitación como asistente comienza hoy.

- Está bien señor Morozova\, pero antes que eso quiero saber otras cosas.

- Puedes llamarme Nicolai cuando estemos solos y ¿qué quieres saber? - Nicolai se sentó enfrente de ella. Realmente era una mujer hermosa\, sabía que con esa ropa se vería muy sensual\, sus curvas eras sobresalientes.

-No me has aclarado cuáles son tus primeros planes con respecto al contrato de embarazo.

-Lo primero en realizar es tu cita médica, todos los meses irás y te examinarás en el ginecólogo, está prohibido que tomes cualquier tipo de anticonceptivos, si los tomas será la quiebra del contrato y la devolución de todo el dinero, eso ya está especificado en el contrato solo espero que no lo olvides.

- ¿cuándo iré al médico?.

-mañana a primera hora, la cita estaba agendada para hoy, pero la cambié, hoy estaremos al tanto con tus responsabilidades en la oficina.

- y mi vida personal...

-por ahora serás solo mía, no podrás ingerir ninguna bebida alcohólica. Está todo en el contrato, tendrás poca interacción social, evitando a otros hombres, no quiero un hijo que no sea mío.

-ya te disté cuenta que no soy sexualmente activa, y mi trabajo me lleva gran parte de mi tiempo así que mis amistades son nulas, quiero dormir en mi casa - dijo Camila mirando directamente a los ojos a Nicolai, esto último hizo que él colocara mala cara.

-así que hoy me dirás todas tus exigencias, habían tardado - dijo Nicolai molesto.

-sí, no haré todo lo que tú me digas, tengo opiniones. No me voy a quedar callada para que tú hagas lo que quieras conmigo. Espero que comprendas que lo que yo siento también es importante - Camila intento decirlo sin escucharse nerviosa, realmente el hombre tenía una presencia fuerte, pero había sido capaz de desafiar a su padre cuando se fue de casa, este hombre era poca cosa.

-así que la gatita, saco sus garras - dijo Nicolai, tenía una sonrisa perversa en su rostro, no podía dejar de ver las piernas de Camila - quiero que recuerdes que firmaste un contrato para mí.

-en el cual nunca se especificó que yo tenía opiniones respecto a otras cosas, te vendí mi cuerpo no mi alma - dijo Camila, él quería rebajarla, pero no lo lograría.

- Tú sola entregarás tu alma Camila- dijo Nicolai era la primera vez que la llamaba por su nombre\, Camila sintió un escalofrío en su espalda

- ven aquí.

- ¿qué piensas hacer? - Camila aun tenía el bolso sobre sus piernas\, así que se aferró a él\, como si de repente el bolso la pudiera sacar de esa oficina.

-ven y lo averiguarás, es una orden de tu jefe, no querrás quebrar tu contrato por insubordinación.

Él estaba sentado en su silla ejecutiva, no se había movido, Camila comenzó a caminar hasta la mesa y le dio la vuelta, los pasos de sus tacones eran ensordecedores en sus oídos, la oficina era muy grande y ella no se había querido acercar demasiado a Nicolai. Cuando llego en frente de él, él la observó unos segundos antes de comenzar a pasar su dedo por el borde de la falda, con un dedo tocaba la falda de Camila y con otro rozaba sus piernas, el suave toque de los dedos de Nicolai hizo que su respiración aumentara el ritmo.

-Gírate Camila - dijo Nicolai.

Camila lo miró, tenía muchas ganas de desafiarlo, pero algo no dejó que lo hiciera, no fue su consciencia, fue su curiosidad, estaba experimentando nuevas sensaciones y quería un poco más de la noche pasada, así que se giró.

- Eres hermosa Camila\, tu cuerpo es exquisito\, un nuevo manjar para mí y voy a disfrutarlo cada centímetro- mientras decía esto tocaba las nalgas de Camila y las apretaba\, subió su falda y observó sus nalgas desnudas

-Podría entrar alguien- dijo Camila en un susurro, tenía los ojos cerrados, sintió como Nicolai mordió suavemente su nalga mientras que con su mano rozaba su vagina excitándola.

- Tú eres mi asistente\, nadie molestará en este momento- dijo Nicolai apartado sus manos.

Camila solo escuchó el roce de la ropa, quería voltear, pero se sentía como de piedra pesada, ya antes se había masturbado así que sabía que era sentirse de esa forma, pero era muy distinto de tener a un hombre que jugaba con su cuerpo. Él la tomo por las caderas y la empujo más cerca de él, sin hacerla voltear, tomo su ropa interior y la bajo, mientras iba besando sus muslos.

-Siéntate - la tomó por las caderas y la guió para sentarse encima de él.

Camila sintió como su verga entraba en ella, era grande y caliente, escuchó como él gruñía por la excitación, las manos de él la guiaban, tocaban y la excitaban cada vez más, comenzó a moverse cabalgando encima de él, la excitación iba cada vez más en aumento, él besaba y mordía el cuello, llegaron al clímax juntos, él la apretó fuerte entre sus brazos.

Se quedaron así un tiempo, Nicolai olía el dulce aroma del sexo, olió el cabello rojizo de Camila que era abundante y le llegaba a la cintura, por qué una mujer tan bella estaba soltera se preguntó, era algo que no le debía de preocuparle.

 - Puedes ir a limpiarte al baño- dijo Nicolai, sacándolos a los dos del trance.

Camila se levantó y se dirigió al baño, esta vez había sentido algo diferente, pero quizás eran cosas de ella, ese hombre no iba a cambiar en un día, ¿o sí?...

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