Capítulo 10

Jessie

Al despedirme de Aarón le pedí a Ángel que me llevara a casa a regañadientes, ya que él quería llevarme al hospital pero me negué rotundamente, así que mejor le pedí que llamara al viejo doctor de la familia y que este fuera a la casa y así lo hizo.

Algunos minutos después de que me revisara el doctor dijo que no tenía ningún hueso roto o lesión interna, solo algunos moretes y rasguños que con un poco de ungüento iban a desaparecer fácilmente.

Lo bueno que mañana es sábado y no tengo que ir al colegio sino ya me imagino las habladurías y chismorreos sobre mí.

Todo el fin de semana estuve encerrado en las cuatro paredes de mí habitación pero como el tiempo sigue su curso el lunes llegó y con ello las clases.

_ ¿Qué cara de mierda es ésta?._me pregunto yo mismo mientras me miro al espejo y aún veo algunos moretes en mi rostro cuando escucho que tocan a mí puerta y como siempre a la misma hora.

_ ¡Joven Jessie el desayuno está listo!._ me dice Ernesto desde el otro lado de la puerta.

_ Gracias en un momento bajo._ le digo y luego escucho como sus pasos cansados se alejan poco a poco, Ernesto es un hombre mayor y es el mayordomo de la casa.

Tomo mis cosas y bajo hacia el gran y lujoso comedor encontrándome un abundante desayuno pero como siempre solo hay un lugar puesto en el y eso hace que se me quite el apetito, me alejó de ahí sin siquiera tocarlo y camino hacia la puerta.

_ ¡Jessie!._ me dice en un tono molesto mi nana María mientras camina hacia mí._ ¿Otra vez no vas a desayunar?._ me pregunta mientras se cruza de manos un poco molesta.

_ Eh..no tengo hambre nana._ le digo dando media vuelta para quedar frente a ella mirando al piso.

De pronto siento sus cálidas manos en mis mejillas haciendo que levante la mirada y me encuentre con su tierna mirada.

_ Mi niño...tienes que desayunar aún estás creciendo._ me dice tomándome las manos y llevándome casi a rastras al comedor.

_ ¡Nana ya no soy un niño!._ le digo soltando un suspiro de frustración.

_ Sí..si..si..lo que diga el joven Jessie._ me dice sonriendo y con un poco de burla.

Mí nana María y Ernesto son esposos y han trabajado para la familia desde la época de mis abuelos, pero yo en vez de verlos como empleados los veo como parte de mí familia, por que son ellos los que siempre me han cuidado ya que mí padre siempre está trabajando en el extranjero y casi nunca esta en casa.

Después de que fuí obligado a desayunar por mí nana María, Ángel me llevó al colegio y como era de esperarse era el centro de atención nuevamente, aunque ahora había algo algo por decirlo así un poco extraño, cuando llegué a mí pupitre pude darme cuenta que hoy no estaba sucio o con insultos como los días anteriores, así que me senté a esperar a que empezara la clase mientras venía un libro cuando una voz me interrumpió.

_ Me contaron que ya tienes un nuevo amigo._ me dice Omar parándose frente a mí mientras sube un pie en el pupitre de enfrente.

_ Es verdad._ le digo mientras acomodó mis anteojos sin voltear a verlo, algo que lo hace enojar.

_ ¿Estas tan desesperado por conseguir amigos que no te importa que sean delincuentes?._ me pregunta en un tono molesto y con burla.

Al escuchar hablar mal de Aarón no lo soporté, porque si no hubiera sido por él no quiero ni imaginarme lo que me habría pasado así que me puse de pie y tuve el valor de enfrentarme a Omar en frente de toda la clase.

_ ¡No te atrevas a hablar mal de él en mí presencia!._ le digo enojado.

_ ¡Hasta este punto lo defiendes Jessie!..¿de verdad te sientes tan solo para defenderlo así?._ me pregunta mientras me muestra una sonrisa de lado que me hace querer darle un golpe para borrarsela de rostro, pero a quien quiero engañar fácilmente él me dejaría como trapeador, ahí es donde se aplica lo que se llama golpe de guante blanco y eso fue lo que hice.

_ Lo defiendo porque él en este corto tiempo que lo he conocido, me ha demostrado ser un verdadero amigo, sin pedir nada a cambio no como otros._ le digo desviando la mirada.

De pronto escucho un fuerte ruido que proviene de la patada que Omar le da al pupitre haciendo que de un pequeño salto mientras lo veo como se va enojado a su lugar.

La verdad no entiendo que le pasa a este idiota, si él fue el que ya no quiso ser mí amigo, además de eso todo lo que me gritó enfrente de todos y ahora se pone así.

Aunque tengo que admitir que si ese día no hubiera sucedido eso yo alomejor no habría conocido a Aarón.

Al llegar la hora del almuerzo me dirigí rápido hacia el pequeño bosque para ver si de casualidad me encontraba con Aarón una vez más ya que en el colegio nadie habla conmigo.

Camine por un pequeño sendero hasta llegar al pequeño lago, pero Aarón no se veía por ningún lado.

_ Creo que hoy no vendrá._ pienso soltando un gran suspiro de frustración mientras miro como las aves vuelan sobre el lago.

_ ¿Porqué ese gran suspiro?..¿En quién piensas?.

Al escuchar esa voz mí cuerpo completo comenzó a temblar de emoción, mientras mí corazón por una cosa inexplicable empezó a latir muy rápido.

_ Te...te...esperaba a tí._ le digo nervioso sin darme la vuelta mientras siento como mí cara se siente caliente, luego escucho como sus pasos se acercan hacia donde estoy y repentinamente me tapa los ojos con una especie de tela negra.