Aless Borracha.

Bajo las escaleras y se sentó en la gran silla que estaba en la sala, 20 minutos después un auto sonó, la puerta se abrió y ahí estaba Aless cargada por Glen.

Glendy: La subiré a su habitación.

Carlo: No es necesario, déjala en el sofá.

Glen pudo notar la enorme molestia de Carlo, así que hizo lo que el pidió y salió de la casa sin decir más nada.

Aless estaba sentada en el mueble, sonriendo sinicamente por su travesura.

Carlo: Subestimaste mi carácter, puedo ser mucho peor de lo que las personas dicen.

Aless: Me importa un carajo Señor Russo.

Carlo quería darle un enorme lección pero no se atrevió.

Carlo: Subes a tu habitación por favor.

Carlo se puso de pie y camino hasta el despacho y se sirvió una copa de whisky, el sabía que esto sería complicado, pero igual sabía que Aless lo hacía a propósito.

Aless se puso de pie y con mucha dificultad subió las escaleras, tomo una ducha con agua muy fría y se puso una pijama. Pero para su mala suerte el hambre la estaba matando, su estómago sonaba, era una señal de que quería comida, así que bajo las escaleras con mucha precaución para ir a la cocina.

Mientras tanto Carlo se había terminado su vaso de whisky, así que iría por un vaso con agua y se iría a descansar, el camino en medio de la obscuridad hacia la cocina y tomo un vaso de agua.

Aless camino en la obscuridad hacia la cocina, ella no sabía por dónde estaba caminando así que intento apretar el apagador de la cocina, deslizó su mano por la pared y pudo sentir otra mano de bajo de la de ella, siguió el camino de la mano hasta el pecho de un hombre y pudo sentir una figura muy deliciosa.

Carlo: Aless, que crees que estás haciendo.

Ella se espanto por la voz, por un momento pensó que la borrachera la estába haciendo alucinar.

Aless: Lo siento, es que yo no...

Carlo: Que necesitas, te ayudo?.

Aless: No quiero nada de ti Carlo.

Carlo: Vasta ya, dime lo que quieres.

Aless: Que te vallas, te odio, vete con tu mami.

Carlo cerro, los ojos, quería explicarle que había puesto en su lugar a su madre pero sabía que ella estaba tan borracha que no lo entenderia.

Carlo: Lo siento, pero no podrá ser posible.

Aless lo golpeó demasiadas veces en el pecho, pero no le causó ni un solo dolor, solo una enorme molestia.

El la aparrago fuerte y le pegó las manos en la pared mientras se las tomo con fuerzas y se pegó a ella.

Carlo: Acabas con mi paciencia sabes?.

Aless: Pues vete.

Carlo: No lo hare pequeña, aquí estaré todo el tiempo y tú estarás conmigo, así que acostumbrate.

Aless: Yo no me quedaré contigo.

Carlo: Por que? acaso me temes? temes quererme? o peor aún, temes amarme?.

Carlo le dijo todo esto con sus labios pegados a los de ella, solo podía sentir la respiración agitada de Aless.

Aless: No, basta.

Carlo: Quieres que te bese? si fuese malo lo haría sabes? para que sintieras toda la molestia que yo sentí hace unos momentos por tu culpa, pero no, yo no soy ese tipo de hombre.

Carlo se despego de ella y la soltó. Se dió la vuelta y se dirigía hacia su habitación.

Aless se quedó pegada a la pared con su respiración agitada. Y antes de que el se fuese le dijo.

Aless: Besame Carlo.

El retrocedió unos pasos y le pregunto.

Carlo: Que acabas de decir?.

Aless: Quiero que me beses.

El se acercó a ella y se pegó a su cuerpo, le tomo la barbilla y la beso desesperadamente, ella lo abrazo por el cuello y se monto en el, el la cargo en su cintura y ella le dijo.

Aless: Hazme tuya por favor.

Carlos camino con ella cargada hasta la habitación, abrió la puerta y la recostó en la cama, se puso encima de ella y la beso apasionadamente de nuevo, bajo sus manos hasta su intimidad y cuando estaba apunto de tocarla.... Reacciono, la soltó y se puso de pie, ella se quedó tirada en la cama con los ojos cerrados, estaba tan ebria que no podía abrirlos. El no podía hacer eso, sabía que Aless estaba borracha, eso sería aprovecharse de ella y el no lo haría. Camino hacia afuera y cerro la habitación de Aless, para luego dirigirse a la de el e intentar dormir.

El sabía que Alessandra no se acordaría de nada al otro día, así que no era necesario tenerselo que contar. El se acostó y se quedó profundamente dormido.

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