capítulo 3- recuerdos

Ya se había encontrado con Arthur en el pueblo, Susi la guío de regreso a su carruaje para volver, afortunadamente, logro comprar todo lo que hacía falta; mientras el carruaje avanza, Charlize se quedó mirando hacía la ventana, no solo era unos recuerdos de la novela lo que se le venía a la mente, era esos recuerdos de lo vivido por la verdadera Charlize, se veía frente a esos tres chicos, siendo acusada de haber intentado matar a Adele, causando que su carruaje se desviará del camino.

- debiste solo aceptar que no siento nada por ti y retirarte.

- la señorita Adele nunca le hizo daño ¿por qué la trata así?

- yo creí que usted aun podía recapacitar.

Los tres la miraban con desprecio, mientras que el emperador y su padre la miraban como decepción, incluso su padre le dio una cachetada en plena corte e hizo saberle al rey que ella ya no era más de su familia. Después de eso, fue condenada al exilio del país, ella no podría volver nunca a la ciudad. Por compasión su madre la envió en una granja que heredo de su familia, pero no tenía todo a lo que ella estaba acostumbrada; durante el día de su partida, Oscar, su ex prometido se acerco a ella solo para decirle que si intentaba algo más, entonces haría todo lo posible por conseguir una condena de ejecución.

- ¿por qué me desprecias tanto? Yo lo único que hice fue dar todo por mi y amarte como nadie más te amara.

- nunca te pedí hacer nada, nuestro compromiso fue decisión de nuestras familias.

- aun así, dejarme por esa estúpida...espero que con el tiempo te arrepientas y nunca seas feliz.

Antes de que Oscar pudiera decirle algo más, Charlize se metió a su carruaje y finalmente dejo el país. Despertó de ese recuerdo cuando Susi le llamó, habían llegado a la casa, ambas bajan notando que en la entrada había un lujoso carruaje, Charlize lo reconoce rápidamente, ese era uno de los carruajes usados en el palacio imperial, no entendía que estaba pasando, primero vio a Arthur y ahora un carruaje real esta en su casa ¿por qué? Ella no ha hecho nada desde que fue expulsada. Ambas chicas entran a la residencia, en la puerta, era Oscar quien esperaba, lo reconoció de inmediato, por el color rojizo de su cabello y esa sonrisa típica de un príncipe.

Charlize se detiene al verlo, pero, no, no era momento de huir, ella no ha hecho nada, así que no tiene nada que temer, se acercó mirando al frente con firmeza.

- ¿príncipe o emperador? No se como debo llamarlo ¿que le trae a mi humilde hogar? ¿Viene a culparme que le rompí una uña a Adele o que?

- señorita Charlize...yo...

- no se que quiera, pero le invito a retirarse de mi casa, no quiere tener nada que ver con usted.

Charlize camina pasándole de largo, para poder entrar a la casa, pero Oscar se gira y le sostiene la mano.

- señorita espere, he venido porque necesito su ayuda...

Charlize aparta la mano brusquedad y sonríe. No puede creer que este escuchando esa palabras, el prometido que la dejo por otra, viene a pedirle ayuda después de haber hecho que la exiliaran, vaya descaro de ese hombre.

- no presto mi ayuda a un país que me exilió.

Ya no piensa escuchar nada, no le importa si el país esta en guerra, ella no ayudará en nada, ella ya no es la Charlize que haría de todo por Oscar, ella ahora solo quiere vivir una vida tranquila y sin problemas.