Capitulo 18

***Cristian***

Celia después de decirme aquella palabra salía de la oficina sin permitirme decir ni una sola palabra, nos quedamos solo yo y mi pequeña hija, ¿sí que loco no?, tengo una hija, nunca pensé en tener hijos a Sara no le gustaba la idea de tener hijos y yo en verdad nunca me plantee tener hijos.

Ahora véanme aquí con esta pequeña que me hace sentir distintos sentimientos, el primero es de felicidad por la posibilidad que me ha dado Celia de ser parte de la vida de mi hija, sé que me perdí un año y seis meses de verla crecer, pero ahora no pienso perderme ni un momento más. El segundo sentimiento es de miedo, tengo miedo de no hacer las cosas bien de no saber cómo ser un buen padre, pero también sé que voy a tenerla a ella que si me equivoco me lo va a decir. Y otro de los sentimientos es de tristeza dejé a la persona que me amaba por estar, "Enamorado" u obsesionado con aquella mujer, hice que llorar muchas veces cada vez que le recordaba que estaba enamorada de otra mujer que ella nunca iba a poder estar en mi corazón, la verdad es que ella estaba metida en mi corazón ya sin darme cuenta amaba aquella mujer a la que hice sufrir, después de pedir el divorcio aquel día me di cuenta de mi error del gran error que cometí, pero mi orgullo me impidió volver a buscarla.

Salí con mi niña en brazo mientras iba pensando en el pasado, en el error que cometí.

Estaba volviendo a mi oficina tenía que seguir trabajando aunque la verdad me daba ganas de ir a buscar a Celia y llevar a mis dos mujeres a pasear, llego a mi piso y estaba en su escritorio mi secretaria me pareció raro que este aun aquí, ya que era la hora del almuerzo.

Cristian: Señorita Vivían ¿Qué haces aún aquí? ¿No va a almorzar?

Vivían: Señor Ferri estaba organizando algunas cosas y también lo estaba esperando a usted para invitarlo almorzar me he dado cuenta de que no ha estado almorzando.- me dedico una sonrisa coqueta, sin embargo, desapareció al percatarse de la niña en mis brazos.- ¿Y esa niña, señor?

Cristian: Mi hija.- dije feliz.- Señorita Vivían aproveche su almuerzo, yo ya encargue algo para que me lo alcancen a la oficina.- No deje que me respondiera y entre con Anna a la oficina.

Paso alrededor de una hora desde que estaba con mi princesa ahora se encuentra llorando y no sé que hacer así que llame a la Vivían para que me traiga un biberón, lo primero que pensé era que tenía hambre y no sabía que le daba de comer Celia.

Vivían entro con el biberón que le pedí e intente dárselo, pero mi hija no lo quería, mi secretaria se acercó para ayudarme y estábamos muy cerca el uno del otro, lo que ponía una barrera que ella se acercara más era la pequeña en mis brazos que lloraba, de repente la puerta se abrió y por ella entro Celia.

Celia: ¿Disculpen interrumpo algo?- me miro con cara de desagrado.-

Vivían: ¿Tú quién eres? - Celia sonrío irónicamente.-

Cristian: Ella es mi esposa, te puedes retirar Vivían gracias por ayudarme con la pequeña.- puede ver en la cara de Celia celos.

Celia: Ja, ja, ja ¿Gracias por ayudarme con la pequeña? ¿De en serio lo dice? ¿Cómo te ayudo con mi niña? Yo observo que mi Anna está llorando.-  se acercó a mí arrebatándome a mi niña de los brazos.- Sabes mejor no contestes las preguntas me voy con mi niña. Ah antes de irme me olvidaba mencionarte dejé de ser tu esposa hace mucho.-Agarro el bolso de la bebé y salió de mi oficina sin mirar atrás.

Cristian: Sal.- Vivían aún estaba allí en la oficina, así que le pedí que se fuera de nuevo.

Intente llamar a Celia para aclarar el malentendido, pero ella no contesto ni unas de mis llamadas, estoy seguro de que contemplé celos en su mirada eso me hace tener una esperanza de poder conquistarla de nuevo.

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