...Ángela...
Ya pasó la hora del almuerzo y Salvador no llegó, y no queda ni un poco de comida en el departamento, he decidido coger coraje y salir para conseguir algo.
Me puse unos pantalones largos y una chamarra, busqué el dinero que Salvador me ha dejado y salí. El pasillo se ve sombrío, pero no hay nadie, aunque es temprano en la tarde. Subo al ascensor y es todo silencio, bajo y entro a la tienda pegada al edificio.
Al caminar por las góndolas elijo lo que llevaré, hasta que veo unos pies de zapatos negros plantarse ante mí, subo de a poco la vista y unos puños en furia tiemblan, hasta que llego a unos ojos negros envueltos en ira.
Le temo.
—¡¡ Tú... !! — es lo único que alcanzo a decir, después de soltar la bolsa de mi mano para salir corriendo. Rafael me persigue hasta el edificio, subí al ascensor; él no alcanza a meterse, así que corro por los pasillos para meterme al departamento de Salvador.
—¡ Maldita hija de puta ! — un puño golpea mi rostro y caigo, golpes, gritos y sangre veo correr por el piso, no puedo respirar, lo último que veo es a un señor ya mayor algo cano, rodeando a Rafael con otros tipos.
—¡ Tu padre está en camino, maldita ramera! — Los hombres detienen su boca y lo cargan ... mientras el hombre mayor le marca al celular.
Mientras tanto Salvador...
...Salvador...
Después de llegar al café, no puedo creer lo que está mujer me está proponiendo, mi corazón quisiera seguirla, pero mi razón por algún motivo me lleva a Ángela.
Me acomodo más en la silla, mientras siento como una estocada se clava en mi pecho, al ver esa sonrisa en su rostro, esa que alguna vez me enamoró, hoy me da asco y repulsión. Trago saliva, para decir lo que sé me matará lo último del alma, y suspiro, pero antes de abrir mi boca el móvil el mi bolsillo suena. Mientras los grises de María se clavan en mis movimientos.
— ¿ Pasa algo mi amor? será mejor que me des una respuesta, me queda poco, antes de que Caín regrese de su negocio. — mujer maldita, eso es la mujer que yo amé. No hago caso a su petición y respondo, sólo para oir la voz de Alfonso temblar.
—¡ Mi señor! La señorita Ángela... ha sido atacada por Rafael en la puerta del departamento.— eso es todo lo que pude oír, antes de sentir la bola de nervios acumularse en la boca del estómago. Entonces la voz de María desapareció de mi mente y sólo tengo esa pequeña mujer en los ojos, mientras el temor y la ira se mezclan en mi sangre.
No hago más que salir del café al auto, sólo para ver a María correr tras de mí enfadada.
Con el corazón en la garganta, doy una llamada.
— Preparen el avión a México... — la autopista está repleta, mientras mi teléfono vuelve a sonar, es María, tengo el pensamiento nulo, sólo los ojos de Ángela llenan mi mente... y no entiendo este sentimiento que surge en mi corazón.
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Comments
Gertrudis Abreu Robles
María si antes tenía un grano de consideración, ahorita mismo no queda nada!!! maldita zorra de cuarta!!! basura de p... m...!!! Dios mío dame paciencia con este tipo de seres que tienen doble cara!!! al menos el diablo no niega lo que es pero estás perras son una lacra de la sociedad que deben ser eliminadas
😒😡😤🤐😑👿
2023-02-09
2
Martha Padilla
Ella te va a ayudar a sacar completamente de tu corazón a la zorra de María
2022-11-16
1
Lauri Esparza
cosita hermosa 😘😘
2021-07-26
3