19. Dulce venganza

-Lía: "Esa sonrisa no va a salvarlo de lo que le espera"... *yéndose*

James bajó para llamar a Miller y cuando Lía le llevaba el té por la tarde los escuchó hablando en el estudio

-Miller: Por suerte Sonia ya se fue... Ahora deberías aprovechar para conquistar definitivamente a Lía, digo... Un hombre y una mujer que se traen ganas, nadie que los moleste, dormitorios cerca... Tú sabes, practicar la futura vida de casados

-James: Creí que eras más sensato que yo ¿Creés que quiero lastimarla?... Ella aún no puede controlarse bien y yo soy bastante mayor en comparación con ella

-Miller: No me digas que te importa la edad... James, somos lycans, mi esposa es unos veinte años mayor que yo, Mery tenía almenos unos trece años más que tú, pero era la mujer que desposarías

-James: Ya sé que para nosotros los matrimonios son arreglados entre familias, pero Lía... Ella es una híbrida, aunque la familia Lorens la reconociera no sería apta para un matrimonio... Lo más que podría llegar a ser es una amante y no voy a dejar que eso pase, prefiero convertirla en mi esposa antes de dejar que alguien más se la lleve

-Miller: *emocionado* Ella te gusta, ese es mi hermano de otra madre

-James: Cállate idiota, sus clases deben haber terminado ya, vendrá pronto a dejar el té

-Miller: No puedo creer que tomes té, *riendo* recuerdo que antes tomabas una copa de vino o tequila por las tardes, ni siquiera están comprometidos formalmente y ya te controla

-James: Mira quien habla, pasaste de cazador a médico en cuanto te casaste, *tono sarcástico* doctor killer

-Miller: No me lo recuerdes... *suspiro* Fueron buenos tiempos, peleas, vampiros, demonios... La adrenalina por los cielos en cada misión...

Lía llegó a dejarles el té, a James le extrañó ver su té de un color diferente al de siempre, pero no le dijo nada y empezó a beber. De pronto dejó de beber y puso la taza en el escritorio, tapó su boca con su puño y la miró molesto

-Lía: *sonriendo* ¿Sucede algo señor Valerius?

James negó con la cabeza y se tragó el té que tenía en la boca luego se levantó a buscar agua, Lía se tapó la boca mientras reía, Miller los miró a ambos y luego olfateó la taza de James

-Miller: *riendo* ¿Por qué le pusiste tanto gengibre a su té?

-Lía: *sonriendo* Dulce venganza

-James: ¿Es por lo de anoche? Ni siquiera estaba consciente y...

-Lía: No, *sonriendo molesta* eso fue por lo de esta mañana, estaba totalmente recuperado cuando despertó

-James: *serio* ¿Sabes que soy alérgico al gengibre? *tocando su pecho*

-Lía: *afligida* ¡¿Qué?! Yo no sabía... ¿Se siente bien?

-Miller: Por suerte estoy aquí... Lía ayudame, llévalo al sofá y dale respiración de boca a boca *buscando su maletín*

Lía ayudó a James a acostarse en el sofá pero cuando puso sus labios sobre los de él, lo mordió y se levantó enseguida, James se dió vuelta y cayó al suelo poniéndose los dedos sobre su labio que empezaba a sangrar

-James: *molesto* ¡Lía que diablos te pasa!

-Lía: Mis sentidos están bastante desarrollados y puedo escuchar al doctor intentando aguantar su risa, *sonriendo* esta mañana me engañó porque estaba muy preocupada por usted, pero ahora estoy tranquila y puedo agudizar mis sentidos a la perfección

-Miller: *riendo* Perdón Lía, por favor no tomes represalias en mi contra, fue él quién quiso pasarse de listo

-Lía: Ya tuve suficiente de venganzas por hoy, *riendo* voy a estudiar, con permiso

James se quedó parado viéndola irse, estaba sorprendido pero sonreía

-Miller: Hermano, esa chica va ponerte las cosas difíciles

-James: Se vengó... Tomó venganza en mi contra... *sonriendo* Nunca la había visto hacer algo como eso, ni siquiera lo hubiera imaginado, *lamiendo la sangre en su labio* la chica linda e inocente de hace poco más de un año, fue cruel conmigo *riendo*

-Miller: Creo que la pequeña gatita resultó ser una pantera, *riendo* lo siento hermano, pero creo que estás con el agua hasta el cuello... *sonriendo* "La chica no es tan ingenua como creía"

-James: Ya que, *riendo* voy a hundirme como caballero

Los dos se quedaron algunas horas platicando y riendo, ambos estaban sorprendidos por la actitud de Lía... A la hora de la cena James solo la veía de reojo y Miller trataba de ocultar su risa