Me desperté temprano por la mañana,
me ayudaron a vestirme, salí junto con las mucamas a el jardin, al llegar pude ver como el diseñador decoraba para la boda de mis hermanos, mientras paseaba en mi carreola por el jardin la servidumbre me saludaba, aunque no teniamos la misma sangre y estatus, los sirvientes eran como mi familia y por lo visto tambien de mis hermanos y padre,
despues de unas horas la boda estaba por comenzar, mis hermanos esperaban a sus novias en el altar, mientras la musica sonaba las dos hermosas novias se acercaban a dicho lugar, sus vestidos eran tan hermosos, eran blancos con leves toques de azul y rosa, tan largos que al momento de llegar al altar llegaban a medio jardin y el velo llegaba hasta el final.
Comenzo la boda, los novios se juraron amor eterno, se entregaron los anillos y para finalizar sellaron su compromiso con un beso.
Despues de que se llevaran a cabo los votos matrimoniales empezó la fiesta, habia muchas personas las cuales platicaban sobre sus vidas llenos de orgullo, asi pasaron las horas, eran las 5 de la mañana cuando me percate de que me habia dormido desde hace mucho, estaba en mi cuarto cuando mi hermano mayor entro diciendo:
-¿Qué deberia hacer bebé?-
Lo mire con confución y le respondí preguntandole:
-¿Cuál es tu problema?-
en ese momento mi hermano se asusto y entre susurros dijo:
-Se me olvido que puedes hablar, pensé que eras un bebé normal y me asuste al escucharte-
al escucharlo me parecio gracioso y entre risas le pregunte:
-¿Cual es tu problema?-
Ivan suspiro y me respondio:
-No lo se, bueno… puede ser que finga no saberlo-
Lo mire, tome su mano y le dije:
-Entonces… ¿Qué crees que te tiene preocupado?-
Ivan se acerco a mi y me dijo:
-Creo que eres tu y tu secreto-
lo mire y con sarcasmo le dije:
-Bueno…la verdad es que no te preocupas por nada-
Mientras hablabamos una de mis nuevas cuñadas pasaba por ahi, al escuchar algunas voces provenientes de mi habitación se asusto pensando que alguien me podria hacer daño asi que entro y al entrar se llevo una gran sorpresa, mi hermano y yo estabamos sentados hablando sobre mi secreto y ella al escucharme hablar se asusto y dio un pequeño grito que se escucho hasta el cuarto de mi padre y hermanos los cuales al escuchar el grito salieron corriendo a mi habitación.
Al llegar preguntaron los tres:
-¿Qué esta pasando?-
Mi cuñada asustada respondio:
-Ese bebé de solo meses puede hablar y moverse a voluntad-
Mi padre se cruzo de brazos, nos miro con una exprecion de enojo y con un tono de disgusto pregunto:
-¿En serio… un bebé que habla?-
Mi cuñada empezo a asentir con la cabeza asustada mientras que mi padre nos miraba a Ivan y a mi con enojo.
Despues de unas horas toda la familia estaba reunida en la sala, Rosetta estaba esperando una explicación mientras agarraba las manos de Violeta, mi padre suspiro para despues preguntar:
-Rosetta ¿Me podrias decir que fue lo que viste exactamente?-
Rosetta miro hacia abajo y respondio:
-Los dos estaban hablando muy normalmente como si de dos adultos se tratase-
mi padre pregunto:
-¿a quienes miraste?-
Rosetta me señalo y despues respondio:
-Ivan estaba hablando con su bebé señor Liesjobri-
Mi padre suspiro y empezó a decir:
-Parece que ocultarlo no servira de nada-
despues de eso mi padre suspiro y dijo:
-Los culpables, resuelban esto-
Sentia que era mi culpa por lo que me pare y mientras suspiraba me acerque a mis dos cuñadas, al llegar puse mis pequeñas manos en sus frentes y con un pequeño golpe les enseñe mi vida y el como llegue a esta casa, mientras les revelaba la verdad ellas empezarón a llorar y en sus ojos se reflejaba mi historia.
Despues de unas horas mis dos cuñadas terminaron de comprender mi situación por lo que les hicimos jurar que jamás le dirian a otra persona el secreto que les conté, ellas comprendieron y lo juraron.
Al dia siguiente me sentia más comoda al saber que podia comportarme como soy realmente sin necesidad de preocuparme por que mis cuñadas descubrieran mi secreto, mientras me dirijia al comedor me encontre con violeta en el pasillo, al verla la salude pero ella se sorprendio un poco al verme caminar y escucharme hablar, al parecer aún no estaba acostumbrada a mi, al llegar a la mesa me sente en una silla muy pequeña la cual al jalar una palanca se elevaba a una altura en la cual yo pudiera comer sin dificultades en la mesa gigante, mis hermanos se reian de mi ya que necesitaba una silla que creciera para poder comer, yo los intentaba ignorar pero al final siempre les hacia cosquillas con la mirada.
Pasaron los dias y al parecer Rosetta y Violeta ya se acostumbraron a mi, espero y algún dia dejen de sorprenderse cada vez que me escuchen hablar o me miren caminar, bueno no creo que falte mucho, algún dia crecere
Gracias por leer.
Perdón por la mala ortografia.
Dudas y opiniones en los comentarios.
NOTA 1: Perdon por no actualizar he estado ocupada.
NOTA 2: Es la primera boda que narro por lo que no esperen mucho.
NOTA 3: Perdón por la hora, aqui son las 11:26 AM.
NOTA 4:esten atentos a la publicación de esta y otras de mis novelas
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