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...╔─¤ ◎Parte I◎ ¤─╗...
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Estaba de regreso a casa. Me mantenía sobre una barra gruesa de hielo. Pero mis manos seguían heridas: con llagas, quemaduras graves en mis manos, mi terno de fuera estaba destruido y mi camisa carbonizada en ciertas partes, mantenía mi rostro hacia abajo, mirando el piso y mis pies. Estoy cansada.
Mi visión poco a poco empieza a fallar.
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- ayu...ayuda… debo llegar a ca-casa… pero sin q-que mamá me vea… -
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Seguía, la gente alrededor plantaba sus miradas hacia mí, de pies a cabeza como si fuese un alien o algo así.
Llegué a la vuelta de la esquina, a unas 4 cuadras de casa. Había colocado una venda hecha de mi suéter destruido alrededor de mis ojos para evitar que se me reconociera.
En esa esquina había un auto, rojo y pequeño, no más que un "escarabajo". Me deje reposar sobre la puerta de este vehículo y observé mi figura en la ventana de la puerta. Me veía mal, horrible. Mi uniforme que lo tenía tan planchado.
Ah sí. No son los resultados de esas cadenas que Lance me daría. No, ni siquiera pensé que saldría de eso para seguir con otra cosa peor.
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...§...
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Tenía algo de cansancio, no es que sea una chica "gal" o "nerd". Sé defenderme y soy algo deportiva, otra vez gracias a Mirai.
Así que tenía sólo dolor en mis palmas y brazos por las quemaduras. Sólo tenía que tratar estas heridas con algo del medicamento que tengo bajo la cama. ¿Por qué tengo un botiquín bajo mi cama?
Pues mis sueños me advierten siempre de lo que debo tener antes de que alguna "eventualidad" suceda. Como hoy, que bajo mi uniforme llevaba una ligera armadura, en partes. ¿Y por qué una joven de 14 sabe de metalurgia?
Ah sí. Porque me robé unos planos de papá de una armadura ligera. Siiii, pero no logré construirla, porque obvio que esto es avanzado para mí, además de no tener herramientas. Así que me robé la armadura que papá tenía bajo su cama.
¿Y ahora por qué papá tenía una armadura bajo su cama?
Sepa.
Lo que sí sabía es que tenía que llegar a casa ya que por despistada fui a un Transe Server que me envió a Hokkaido… Ahhh… Lejos de casa y con quemaduras.
No pensaba en llegar a casa, al parecer, sólo deseaba caminar para relajar mi mente de tantas cosas. Y que bien que no tengo… Eh… los problemas que tenemos las mujeres cada mes. ¡No me preguntes si ya sabes!
Ehmmm…
Como sea, entonces seguía sin rumbo, caminando unos 40 metros o menos. Mantenía mi aliento al compás de mis pasos, lentamente, con el zumbar del viento sobre mis puños aún humeando, con algunas llamitas entre mis dedillos y eso. Entonces para otros 10 m me senté sobre una banca, tenía mis piernas juntas y mis manos al frente de mí, mirándolas, están rojas, con ronchas, con coágulos de sangre. Pensaba en cómo mis poderes hicieron esto en mí, pero no era mi Fogos lo que hizo esto en mis manitas, las que utilizó para jugar -snif-, sino que fue el poder abrasador de esas cadenas. Jamás vuelvo a ayudar a un vampiro…
Mantenía, aún, mis manos dejándolas una sobre otra en el aire, seguían encendidas.
Ahí empecé a quejarme del dolor luego de ver las heridas y parte de la sangre, lloré un poco, mis lágrimas cayeron sobre mis manos, tan sólo a unos centímetros la gotita se evapora. Entonces me preocupé tanto que me lancé hacia una fuente en el centro del lugar. Suerte para mí que no había nadie. Me arrodillé cerca de la pila de agua, reaccionado y colocando mis manos dentro del agua.
Se elevó cómo a 3 m de altura el vapor de agua, el líquido apacigua las quemaduras, pero eleva el dolor de las heridas. Di un grito al cielo, manteniendo mis manos allí sin reaccionar.
Por ahí se escucharía pasos rápidos, trotes desesperados. Los escuchaba, sentí más nervios de que alguien me viese con tanto humo. Así que me dispuse a salir corriendo de ahí hacia algún lugar para esconderme. Pero el sujeto en cuestión me mira con detenimiento, seguía jadeando pero sin quitarme la mirada.
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- ah… Gracias, Elemental, por la ayudita -
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- Sí… Pero de que -
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El sujeto no tenía más de unos 34 años, lucía ropajes de vagabundo y con cicatrices en el rostro. Hablaba con asma, puede que sea un fumador empedernido, tose un poco y luego me dice.
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- Ya veo. Una Elemental que recién descubre sus poderes. Jejejeje. Que tal si me enseñas un poco de tu hermosa figura antes de irme. -
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Como había niebla por doquier no se podía ver de afuera para adentro, así que el sujeto, en sus deseos de lujuria, trataba de tomar a Kurai entre sus insultantes manos… ¿Por qué siempre me pasan cosas peores luego de un problema?
Me enfureci, incluso haciendo que mis manos empiecen a hervir el agua de mi alrededor hasta generar más humo, daría otro grito con fuerza y toda el agua y vapor del mismo se detuvo de cualquier movimiento, la fría escarcha de mis manos volvería a nacer, pero sólo en mi mano izquierda. La otra seguía en constante calor.
El sujeto, ante la fuerza que ejerció Kurai para ese momento, se repele de allí, alejándose de ella de golpe, este sacaría una escopeta, coloca su índice en el gatillo, que arroja hacia Kurai, una horda de dardos con un estupefaciente poderoso para dormir hasta un elefante.
Kurai se levanta con cansancio, apunta hacia el sujeto con la mano izquierda, generando vientos centrífugos alrededor del mismo. Luego coloca su mano derecha por debajo de la izquierda disparando una cantidad racional de fuego que derrite los proyectiles, luego, dispara hielo para contrarrestar algún tipo de braza que pueda generar un incendio. Luego retrae sus brazos hacia atrás.
Mira de nuevo al sujeto, el cual empezó a pensar en huir al ver que la chica que quería someter no era alguna "aprendiz".
Kurai vuelve a poner su brazo, estirado y con la palma abierta con dolor, hacia su frente; mientras la otra la coloca por debajo como un refuerzo para sostenerla.
La chica toma una gran bocanada de aire, retrae su estómago y llena de oxígeno su diafragma y expulsa su poder diciendo vagamente:
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- Algún poder Ele-Crys: Fuego… Hielo -
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Y esa acción, que lo repliqué de uno de mis videojuegos de técnicas de lucha, me sirve para arrojar una gran llamarada azul escarchada de chispas blancas. Quema y congela. Mis manos se agrietan y sangran aún más. Estaba a punto de desmayar.
El ataque había sido dirigido al pervertido, este sostenía el poder con su escopeta -a manera de escudo-. Poco a poco, mi ataque desgarra la piel del sujeto.
Miraba con ligera ceguera, pero no me equivocaba: la piel del sujeto era artificial, un polímero que ocultaba a un ser parecido a una cucaracha….
¡Ahora me vienen con extraterrestres! -
Ya no pude más, así que bajé mis brazos hacia el piso, realizando una barrera de hielo del ataque que previamente ejecuté.
Este acto llevaría a repeler de nuevo al sujeto fuera de mí alrededor.
Antes de colapsar, elevé mi puño izquierdo, lo moví suavemente, como si tomara una posición de yoga, y este emerge la escarcha de hielo.
Para la mano derecha, la miraría con dureza, coloco mi mano enfrente de mí y tomo una postura rígida, sin dejar que la escarcha se vaya. Pensando con calma, cierro mis ojos y miro hacia mi palma. Con decisión, chasqueo mis dedos generando una chispa que activa el abrasador calor, para tornar en una llama alrededor de mi mano.
Veo ambas manos con tales poderes. ¡Ya no sentía dolor!
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- ahhh… Fue tonto pensar de mi parte que eras una Elemental Aprendiz. Pero tu rostro sigue reaccionando de manera inocente… -
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Diría el sujeto alien cucaracha -ahhh… Por qué a mí- mirando a todos lados con una mirada de mucha preocupación.
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- Ellos vienen, y a tipos que hacen problema como tu y yo nos llevan al "Calvario" -
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Kurai, ante tal afirmación, coloca sus pies juntos, sin antes haber dado 3 golpes de marcha -movimiento que activa mis Alas de Fénix, en mini-. Lograría tomar otro respiro para reunir energias y salir de allí: colocando mis brazos junto a mi cintura, como en la posición "Firmes" pero con las palmas abiertas hacia abajo.
Esto llevaría a impulsarme lejos de allí en ondas de fuego y hielo.
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...II...
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Así que ahora sigo reposada sobre el auto rojo, cansada y con un aspecto totalmente … Ufff.
Seguía con la barra de hielo. Para acabar, aterricé sin frenos por ahí y dejé un cráter lleno de llamas y trozos de hielo.
Bueno, fui por detrás, por la puerta trasera de mi casa, una casa típica, pero típica en todo el sentido de la palabra, de Japón. Sí, con todo y sus 2 pisos con azotea: el piso de abajo con la cocina y sala. Arriba las habitaciones y más arriba… ¿Qué hay en la azotea? Jamás he ido allá…
Vaya, así que entre por la puerta trasera que hay por la cocina y subí lentamente a bañarme.
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...I...
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- ¿Kurai, estás allí adentro? -
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- Sí, mamá. Me estoy duchando. -
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Decía mamá, una persona… algo diferente a mí. Yo me parezco más a papá; mi hermano, a mamá. No sería raro, pero en todo, todo, soy diferente a mamá.
Ella es mucho más rígida y decidida que yo, tiene una altura considerable para sus 30 y… en sus fotos tiene dos copas más grandes que yo… no es que era plana, todavía no me desarrollaba.
Ade-además que mamá es castaña y de piel neutra… ¡Yo soy medio mestiza!
Papá… también tiene una piel trigueña…
Hasta… pienso que al tener este poder sería adoptada.
Tristeza y mis cosas mep.
Mamá… A Veces me da miedo, aún peor con eso que ya tiene una mala experiencia de cuando quemé las cortinas. Así que otra sorpresa de esos poderes la harían enfadar.
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- Está bien, Kurai. Pero apresúrate -
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- ¡Claro, mamá! Ya salgo. *Fiu… tengo que entrenar algo más y ver que hago para tener una especie de armadura ligera para no destruir todos mis uniformes.* -
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Mi ropa la coloque en una funda de basura y está debajo de mi cama. Estaba en el baño recostada sobre la puerta de allí, abrí las llaves de la ducha para que mamá no sospeche.
Estaba en ropa interior y con las partes de la armadura: protección para los hombros, un peto para el torso, guantes antifluídos, protección para el vientre, brazos y piernas. Convenientemente estaba entallado, hecho a mi medida. Y ah… ¿Dónde había dejado los guantes como para que no aparecieran antes?
Mamá toca ligeramente la puerta:
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- ¿Kurai, estás ahí? -
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- S-sí mamá. Me bañaré, estaba algo sudada -
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- Ah ya. Está bien, hija. Apresurate para que hagas la tarea -
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Mamá…
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