09. Presente: El corazón de Jhon.

Jhon en muchas ocasiones hablaba con Dios a solas, cuando todos salían de casa y él se quedaba solo, aunque eso no era muy seguido, ya que a donde iban los papás, generalmente iban todos. Sin embargo, en algunas ocasiones Jhon quedaba en casa solo porque sus hermanos tenían alguna actividad en la que no podía acompañarlos, entonces ahí aprovechaba para entrenar en su casa y hablar con Dios.

Cualquier persona que lo viera en esos momentos, seguramente pensaría que estaba loco, ya que en verdad pareciera que estuviera hablando con alguien, con otra persona. Pero en realidad hablaba con ese ser supremo al que tanta FE le tenía.

Este día en particular Jhon estaba bastante desanimado y decidió desahogarse con Dios:

- Padre, en verdad ya no sé qué hacer, la verdad es que siento que mi vida es un desastre y lo peor es que en muchas ocasiones no es mi culpa, sino por culpa de otras personas.

Ya estoy harto de que la gente me este diciendo estupideces como "Tu haces tu propio destino", o "Decide ser feliz", ¡Esas son patrañas! La gente se hacen daño unos a otros, hasta mi propia familia me hace la guerra para hacerme sentir como si yo fuera una basura, lo peor es que lo logran!!!!

Me siento cansado de estar todo el tiempo a la defensiva, esperando siempre un golpe de cualquier parte, pero aún así me golpean y me hacen daño, todo el tiempo. ¿De qué me sirve ser educado? ¿De qué me sirve ser decente, responsable, organizado, un ejemplo para mis hermanos? Si en la casa parece que todos pueden hacer lo que se les da la gana, ¡Menos yo!

Ya no quiero seguir viviendo en esta situación, si quieres acabar con mi vida, ¡Hazlo! termina conmigo. Pero si tienes un propósito para mí en este mundo, por favor dame una señal, algo que me dé la tranquilidad de que voy por el camino correcto sin lastimar a nadie más.

¿Acaso estoy maldito? ¿Tengo alguna maldición, hechizo o conjuro que me mantiene atado al fracaso? Ya no sé ni qué pensar, ni qué creer, estoy desesperado. Me gustaría tener claro cuál va a ser mi destino, si al menos voy a lograr tener una vida tranquila, sin ninguna presión o si por el contrario voy a pasar trabajo todo el tiempo hasta que mi vida deje de existir en éste mundo.

He sido muy obediente desde que tengo memoria, cada vez que intento demostrar mis capacidades, hasta mi propia familia se empeña de sabotearme, lo peor es que lo logran, me hacen quedar en ridículo frente a los demás, he sido el idiota útil para todos, pero yo no puedo avanzar. ¿Acaso eso es justo?

Padre, creo que tal vez no tengo de otra más que seguir soportando esto, si hay algo que tengo claro es que no me voy a quitar la vida, eso no lo haré. Pero sí te pido que si yo no tengo nada que hacer en este mundo, entonces llévame para ser juzgado. Muy seguramente muchos descansarán y hasta celebrarán mi partida, en verdad no quiero ser una carga para nadie.

Aún albergó la pequeña esperanza de que estoy aquí para algo, algo que pueda ayudar a otras personas, personas que realmente necesiten ayuda, si esa es mi misión, entonces la aceptaré con mucho gusto. Sabes que me gusta ayudar a otros sin esperar nada a cambio, pero algunas personas se burlan de lo que hago, es por eso que te pido que me guíes en estos momentos de incertidumbre, no quiero fallarte a ti Señor, quiero hacer lo correcto, aunque sea tan complicado a veces.

Espero que mi oración llegue hasta ti completa Señor, que mi FE sea lo suficientemente fuerte como para poder comunicarme contigo, Te suplico todo esto con el corazón en la mano y con la esperanza de que algún día podré escucharte y recibir tus mensajes. Amén.

Después de todo esto, Jhon se queda en silencio, tal vez esperando alguna señal del cielo que le diera un poco de esperanza, pero a su alrededor no ocurría nada, solo había silencio. Jhon no aguantó y comenzó a llorar, su corazón estaba bastante afligido porque sentía que no tenía ninguna clase de apoyo. Se iba para su cuarto y tiraba todo por el suelo, se ponía la almohada en la cara y gritaba con mucha fuerza, no quería que nadie fuera a escucharlo y contarle a sus padres, eso sí sería lo peor que pudiera pasar.

Al poco rato de desahogarse se tranquilizó, arregló su cuarto y se puso a jugar en el computador que el mismo armó (de no ser por él, en la casa no habría computador, pero la familia no valora nada de lo que Jhon hace).

Algo curioso de la personalidad de Jhon es que pareciera que cuando colapsa de esa forma, su mente hace una especie de reseteo de sus niveles de resistencia, dejándolo como nuevo. Para muchos eso puede ser algo normal o de poca importancia, pero en la vida de Jhon, eso era muy extraño.

Ese día los papás y los hermanos llegaron casi de noche, Jhon había arreglado su cuarto, había lavado los platos y comido un pan con jamón. Se había puesto a dibujar algunos de los sujetos y lugares que soñaba y después de guardarlos en un lugar seguro se puso a jugar en el computador un rato. Cuando entraron a la casa los padres comenzaron las críticas: