NAHUEL
No sé cuánto tiempo estuve llamando a Sasha, pero si recuerdo que no toleraba que nadie me toque por lo tanto cada vez que los enfermeros debían inyectarme ahora que había despertado tenían que sujetarme entre tres.
Por supuesto que esto ocasionaba en mí una intensa desesperación que provocaba terror absoluto y anhelo por recuperar mi libertad.
Los pinchasos me hacían recordar a las veces que Gastón me inyectaba aquella maldita droga que tanto daño me hacía. No soportaba que me inyecten ni que me toquen y eso era exactamente lo que me hacían allí. No podía evitar la desesperación suplicando que no me hagan daño. Ya tenía suficiente.
Por eso me sentía atrapado en ese lugar aunque Gastón no se encuentre allí. Lloraba con pesar pidiendo ayuda a Sasha pero para desolación mía él no aparecía. Al menos no estaba encadenado ni atado, pero no era libre. Dios, no lo era.
No quería permanecer dentro del edificio, anhelaba el patio y el aire libre ya que había pasado tres largos años en el interior de una habitación.
Aquello resultaba desesperante al verme encerrado, llamaba continuamente a Sasha sin dejar de llorar. Aquella mañana me tocaba la inyección diaria.
O sea que mi tortura cotidiana había llegado.
— No.....por favor.....no.....
Tres enfermeros robustos me sujetaron con fuerza, asustado reviví todo de nuevo. Volvía a verme encadenado en la cama y a Gastón sujetándome con fuerza para inyectarme.
— ¡Sueltame! ¡Noooo!
Gritaba, forcejeaba y lloraba. No entendía por qué me hacían ésto, por qué me pasaba aquello. Les suplicaba pero me ignoraban, solo querían lastimarme. O al menos eso era lo que en esos momentos yo creía.
Te aseguro que me sentía morir, mis fuerzas casi se extinguían y la desesperación porque Sasha me salve se hacía más intensa. En esos momentos escuché la voz de él. Sasha Ugarte apareció en el momento justo para ayudarme.
Entró gritando a todos y se avalanzó hacia nosotros liberandome inmediatamente de mis captores. Lo miré sin poder creerlo.
Uno de los enfermeros me sujetó de ambos brazos arrastrandome lejos de él. Yo lloraba gritándole que me ayude.
— ¡Sasha! ¡Ayúdame Sasha! ¡Me secuestró Gastón! ¡Ayúdame! ¡No permitas que me toquen Sasha!
— ¡Sueltalo si quieres conservar tu trabajo! — rugió él y fue cuando me soltó.
Cuando me ví libre corrí a mi amado y lo abracé con fuerza mientras temblaba y lloraba deseperado. Solo me sentía seguro y libre en sus brazos por eso él era el único que podía tocarme.
Aquello, por supuesto, asombró a los doctores y a los enfermeros ya que durante el tiempo que pasé allí y estuve despierto no permití que me toquen y mucho menos toqué a alguien.
Sasha me abrazó con fuerza mientras me susurraba al oido palabras de aliento pero yo solo deseaba salir de aquí, quería volver a casa con él.
No soportaría seguir separado de mi amado, menos ahora que me habia encontrado. Él me soltó un momento y yo me sentí desesperar.
— ¿Q-Qué haces Sasha?
— Tengo que hablar con el dueño de este lugar para agilizar tu salida de aqui.
— ¡No! ¡No te vayas! ¡No me dejes!
— No lo hare Nahuel.
Pero para mi pesar ví que se alejó de mí y de la sala. Cuando quise seguirlo los malditos enfermeros volvieron a sujetarme provocando en mi angustia y desesperación.
Volví a gritar y a llorar llamando a Sasha pero él...se limitó a alejarse del lugar dejándome alli solo con esas repugnantes personas que me inyectaron normás no se qué cosa.
Cuando ya no estuvo al alcance de mi vista dejé de luchar, asumí que él me abandonó y eso me quebró.
Lloré en silencio pero súbditamente no luché más ¿por qué debería seguir peleando si Sasha ya no me amaba? Volvía a encerrarme en mi mismo mientras murmuraba:
— ¿Por qué Sasha? ¿Por qué me abandonaste? ¿Por qué?
Cuando volvi a sentir su voz y su olor junto a sus caricias mi conciencia despertó nuevamente pero no me emocioné ni sentí alegría al verlo. Sino más bien tristeza infinita.
— Nahuel, nunca te abandoné mi amor. Mirame, por favor mirame. — lo miraba pero no queria hablarle — Los papeles ya están listos mi amor, llevó dos semanas pero ya todo concluyó. Ahora nos vamos a casa ¿si?
—¿A casa? ¿cuál casa Sasha? Sabes que yo no tengo ninguna casa a la cual volver. Mi padre me hecho a los 15 años y.....
—¿De qué hablas Nahuel? Mi casa es la tuya. Vendrás conmigo.
—¿Por qué? Si me abandonaste aqui
—No, nunca te abandoné y lo sabes mi amor.
— No Sasha, no lo sé.
Lloraba en silencio mirándolo y él parecía amarme. La verdad es que no sabia en qué creer ni cómo actuar. Me sentía muy mal.
Me habian pasado tantas cosas que solo deseaba morir.
—Te amo Nahuel y no dejaré que te vuelvan a separar de mi.
— Mentira.
—Por favor creeme.
— Te fuiste mientras te suplicaba que no me abandonaras. Me sujetaron y me inyectaron — lloraba sin parar y él me abrazó con ternura — Sasha tú....¿en serio me amas?
—Tanto que no se cómo sobreviví estos años sin tí mi amor. Por eso es muy cierto cuando te dije que no permitiría que te vuelvan a separar de mí.
— Abrazame entonces por favor amor.
— Vamos a tu cuarto, alli te cambiaras de ropa y nos iremos a casa. A nuestra casa — me susurró al oído para calmarme — ¿De acuerdo?
— De acuerdo mi amor. Por favor sacame de aqui. No soporto más.
Fuimos a mi habitación y me vestí con la ropa que él me trajo. Un pantalón negro, una camisa negra, un pulover cuello V naranja y un tapado naranja también. Hacia tanto frío afuera que caía nieve. En la ropa sentia el olor de Sasha hecho que me relajó.
Cuando salimos del hospital psiquiátrico respiré aliviado. Nos subimos al carruaje y una vez dentro él me abrazó con esa ternura que tan acostumbrado estaba y tanto habia extrañado.
— Iremos a cenar a un lujoso restaurante mi amor - me dijo con ternura — Pero si deseas ir a casa....
— No, quiero ir donde sea que me lleves tú, mi amor — Me aferré a él intentando absorver su fuerza. — Ayúdame mi amor, te necesito....
— Estarás bien, te juro que me ocuparé de eso.
Sasha me envolvía con sus brazos pegandome a su cuerpo relajándome en verdad. Él me dió un fugaz beso, sabia que estaba llendo de a poco. Como psicólogo que era podía saberlo.
— Vas bien mi amor, asi me ayudarás más rápido de lo que crees. Lo sé.
— Se que fue Sofía quien te entregó en confabulacion con mi mayordomo. Despedí a todo el personal y al mayordomo lo hice encarcelar. — Lo miré ansioso.
— En cuanto a Sofía lamentablemente se fue con su familia en barco al otro lado del océano. Gastón fue quien te llevó al psiquiátrico ese, y te dejó allí para luego irse al otro lado del océano en barco....hace un año y tres meses. Desapareciese hace tres años y medio mi amor y yo....te he buscado todo este tiempo pero....Gastón no te tenía en ninguna de sus mansiones ni propiedades. Lo sé perfectamente.
— Gracias Sasha — dije — Gracias por nunca rendirte.
— El dueño del psiquiátrico fue a verme para contarme que uno de sus pacientes llamado Nahuel me nombraba pidiéndome ayuda.
Unimos nuestros labios en un casto beso para revivirnos mutuamente. Lo necesitabamos.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 92 Episodes
Comments
Maria Elena Gómez
Por fin está libre espero ya sea oara ser feliz con Sascha. Y toda la gente que le hizo mal pague por ello.
2022-04-20
3
Ana Patricia Silva Rivera
la verdad he leído muchas historias pero....esta es la que más me ha impacto gustado gracias
2022-03-03
6
Arias
me emociona
2021-03-29
3