Me podría acostumbrar a esto

Esa noche, dormí tranquila, sabía que Alex cuidaría de nosotras, pero no podría estar mucho tiempo por estos lados, ahora me daba miedo el volver a ilusionarme al igual que lo hice con el papá de mi hija, y temía que por dependencia terminará de nuevo con alguien que quizá me trate mal igual que Él, sé que no todos los hombres son iguales, pero hoy debo, saber mejorar, volver a casa de mi familia y luchar por sacar a mi beba sola adelante. 

A la mañana siguiente me levanté temprano como lo hacía en la casa grande, para prepararle el desayuno y el almuerzo a Alex, -espero que le guste mi sazón-. En la cocina encontré todo lo que necesitaba, le hice pan amasado, para que tomara desayuno, y pensé en un arroz con pollo, pasa que llevará de almuerzo. Estaba tan concentrada en cocinar rico para él, y de esa forma agradecer su preocupación, que no vi que me miraba asombrado desde la puerta. 

Alex: Pero mira nada más, la mejor imagen para empezar el día, -y yo me sonroje- podría acostumbrarme a verte todos los días aquí en mi cocina, en mi casa, -caminó unos pasos y quedo frente a mí, se acercó a mi oído y dijo- en mi cama quizás, -Yo sentía que el corazón se me iba a salir tenerlo tan cerca y mis hormonas revolucionadas al máximo- 

Sentir su respiración tan cerca de mi piel, provocó corrientes eléctricas por mi columna y erizo mi piel, mis pezones se irguieron al sentirlo tan cerca, -Mi cuerpo traicionero, me delataba, y él lo noto-.  

Alex: Creo que tienes frio Pau, -Y, yo toda nerviosa, no sabía dónde esconderme- O acaso es otra cosa?, -lo último lo dijo muy cerca mío, y mi nerviosismo fue peor- 

Me maldije mentalmente unos minutos, mientras trataba de controlar mi cuerpo.  

Alex: Todo eso que cocinaste es para mí?, -y yo asentí- se ve delicioso, que ganas tengo de comerlo todo, - eso lo dijo en un tono diferente, cuando volteé mi rostro para mirarlo, noté que miraba mi cuerpo, no entendí mucho a que se refería, preferí creer que hablaba de la comida-. 

Le serví el desayuno y preparé su lonchera con comida, y rapidito me fui a la habitación, mi princesa ya se había despertado y tocaba bañarla y darle de comer, -Hermosa de mi corazón, llenas mi vida de luz, pensaba-. Mientras terminaba de vestirla entró un cariñoso Alex a despedirse, nos besó la frente a ambas y se fue al trabajo. Pase la mañana entre cuidar de mi beba y hacer las cosas de la casa, ya cerca de medio día vi que estaba lindo afuera así que tomé una manta y salí de la casa, necesitaba tomar un poco de aire y a Antonia también le hacía bien. 

Miraba el terreno cerca de la casa y el silencio era agradable, se sentía la tranquilidad en este lugar, lástima que no estemos mucho tiempo aquí, me gustaría ver crecer a mi hija corriendo por los prados, detrás de los animales, siendo feliz con poco y que eso sea mucho para ella. Estaba concentrada en mis pensamientos cuando un sutil sonido llamó mi atención. 

Alex: -sacando una foto con su móvil- Está si es una foto digna de ver a diario, -sonrió y se acercó a nosotras, dejando un beso en la frente de Antonia y un casto beso en mis labios- así da gusto llegar a casa.  

No agrego más, y entró a la casa, y yo quedé embobada con ese pequeño beso, repitiendo en mi cabeza una y otra vez el momento. Con mi hija en brazos, tomé la manta en la que estábamos y entre a casa, no lo vi, seguro estaba duchándose.  

La tarde fue normal, mientras preparaba la cena, Alex cuidaba de Antonia, se ve que le gustan los niños, ojalá no se encariñe, solo estaremos unos días. O eso es lo que creo yo?

Cuando los fui a buscar para cenar, vi la imagen más linda que había visto hasta el momento, y esta vez me tocó a mí sacar una foto, con el celular de Alex.

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